Douglas Tompkins opinó que esta construcción es la peor intervención del hombre en la cuenca del Iberá. Por otra parte dijo que concurrirá gustoso al recinto de la Legislatura correntino porque “está dispuesto a asistir a cualquier tipo de convocatorias porque se trata de un tema muy importante”.

Por estos días estuvo en la agenda de los medios el terraplén de Yahaveré, se dijo también que usted tiene alguna relación económica con los propietarios de Forestal Andina, ¿es esto así? (Risas) La única relación directa que tenemos con el terraplén es nuestro más enérgico rechazo, porque es la peor intervención en la historia de la cuenca del Iberá. Es una cicatriz de más de 10 kilómetros de largo, que tendrá terribles consecuencias cuando comience a llover. Pero además, estamos muy preocupados porque va a afectar a algunos de nuestras tierras que son colindantes. Creo que no se está tomando real conciencia de que esta construcción va a formar una especie de dique que va a inundar toda la zona. ¿QUÉ OPINA SOBRE LA PRESENCIA DE DIPUTADOS Y FUNCIONARIOS EN LA ZONA? Creo que es bueno que hayan venido a visitar el lugar. Por ejemplo leí las declaraciones de un diputado que dijo que venían porque querían verlo con sus propios ojos y escuchar a los pobladores. Pienso que esta fue una buena decisión, porque no sirve opinar de lejos sin conocer el terreno es siempre peligroso y puede dar pie a opiniones mal formadas. De un tiempo a esta parte han proliferado las denuncias sobre supuestos atropellos por parte de algunos de sus empleados para con los pobladores que, por decenas de años, habitaron los campos que hoy son de su propiedad, ¿qué puede decir sobre ello? En realidad, hay algunos casos de los que he tomado conocimiento en este último tiempo y como consecuencia de esas denuncias mediáticas, como por ejemplo los difundidos en un programa de televisión. Esto me llevó a analizar cada uno de ellos y sinceramente hay algunos que son totalmente falsos y no tienen sustento real porque son consecuencia de errores o malos juicios, pero hay uno o dos de los cuáles yo no tenía conocimiento y sobre los que voy a hablar con nuestros gerentes para preguntarle sobre esto. Pero desde ya digo, que si hemos cometido algún tipo de perjuicio lo vamos a resolver porque poseemos una sensibilidad especial para con las personas humildes. ¿POR ESO QUIERE AYUDAR A LOS VECINOS DE YAHAVERÉ? Sí, porque ellos también tienen derecho a reclamar sus tierras pero esto implica contar con abogados, lo cual a su vez posee un costo económico y que nosotros estamos dispuestos a costear para que ellos tengan sus títulos en regla. Esa es nuestra intención, más allá de que es probable que estemos equivocados, pero coincidimos con aquellos que opinan que no hay nada mejor que dormir con el título de sus tierras bajo su almohada. Para nosotros es mejor poder ayudar a quienes lo requieren, porque a su vez esto nos evita tener inconvenientes. Pero paradójicamente, en el caso de los vecinos de Yahaveré, el beneficio es para Forestal Andina porque no tenemos ningún problema de estas características dentro de nuestros campos. PERO USTED TAMBIÉN TIENE DENUNCIAS POR USURPACIÓN DE TIERRA… Es cierto, tenemos vecinos como Meana Colodrero que denuncia que lo estamos echando de sus campos, pero tiene que presentar los títulos para demostrar que estamos en sus tierras, además sabe bien que esto no es así. Pero además, no tenemos ninguna simpatía con algunos hacendados de clase media para arriba que viven en Corrientes, que tienen sus vacas a 200 kilómetros y que se aprovechan la falta de cuidado de algunos dueños, como era el caso de PeCom que dejó abandonado y que hicieron ingresar a sus animales. Ese fue el caso de Meana Colodrero que después de ocupar por varios años el campo, asumió la soberanía de 300 hectáreas, pero hasta ahora no ha presentado ninguna documentación ni tampoco ha hecho las denuncias judiciales, y esto sería muy bueno porque de esta manera concluiría el supuesto conflicto. En el caso de los pobladores de Yahaveré es totalmente distinto, porque se trata de gente que no tiene posibilidades económicas de llevar a cabo estas tramitaciones, más allá de que es razonable que tengan sus temores ante este ofrecimiento. Por eso, la decisión les corresponde exclusivamente a ellos. LA INVITACIÓN A LA LEGISLATURA “Los diputados me invitaron a esta reunión hace un tiempo, pero yo no podía asistir porque estaba en Chile, cuando regresé en febrero, los diputados estaban en receso, ahora que estoy de vuelta, voy a concurrir cuando dispongan”, con estas palabras, Tompkins confirmó a “época” su asistencia al recinto de la Legislatura correntina en los próximos días. ¿LO SORPRENDIÓ ESTA INVITACIÓN? PORQUE NO ES HABITUAL QUE ESTO OCURRA… No, no necesariamente, porque si las autoridades provinciales están interesados en discutir este tema estoy siempre disponible. Pero además entiendo que se trata de una situación especial, porque estamos involucrados en la conservación, que es un tema muy polemizado por estos días y nuestra idea es aunar esfuerzos entre terratenientes, la clase política, el empresariado y ciudadanos en general, de proteger los esteros del Iberá, este ecosistema único en el país. Siempre cuesta al principio, porque hay muchos intereses de por medio. Cuando hay un cambio de perspectivas, siempre hay oposiciones y controversias, pero esto es natural y pasa en todas partes del mundo. Pero esto después se va acomodando porque la gente empieza a pensar lo que significa un ordenamiento territorial, cuál es el papel de los terratenientes y cuál el rol del Estado. Todo esto ocurre porque somos productores que poseemos grandes extensiones en la zona, pero además porque mi política y nuestro modo de hacer es poner campos en orden, esto es algo que me gusta y esto constituye un desafío para mí, es lo que me da energía cada mañana al despertarme, me gusta tomar algo en mal estado y ponerlo en orden y cambiar algo improductivo y volverlo productivo. Esto me moviliza. SEGURAMENTE UNA DE LAS PREGUNTAS QUE LE VAN A HACER LOS DIPUTADOS ES EL MOTIVO POR EL CUAL ADQUIRIÓ GRANDES EXTENSIONES EN EL IBERÁ, ¿QUÉ LES VA A CONTESTAR? Cuando comenzamos a comprar tierras, allá por el año 97, lo hicimos con fines de conservación. El primer campo comprado, en el corazón del Iberá, estaba totalmente inundado y pensamos que era un buen lugar para hacer exclusivamente conservación. En aquel momento tenía unas 100 cabezas y muchas extensiones bajo agua. Después fuimos adquiriendo otros campos que estaban disponibles en el mercado, es decir que cualquiera los podía comprar, eran bastante improductivos, pero en aquel entonces pensé y todavía lo pienso, que poseer tierras en medio de los esteros con animales es un estilo de ganadería propio del pasado porque no es rentable. Hoy en día, el manejo de la economía ganadera es totalmente distinto.