Nacionales
Sobre los medios públicos, sobre Canal 7
¿EMBATE O EN DEBATE?
(Por Daniel Das Neves, secretario general UTPBA) Los pibes lo definirían rápido: che, tampoco la pavada… Que el tema de los medios públicos o, en un sentido más amplio, de las políticas públicas de comunicación hayan formado parte en estos días -luego del levantamiento y posterior reposición de los programas de Cristina Mucci y Osvaldo Quiroga en Canal 7- de un cierto espacio periodístico, no deja de ser saludable: se trata de la emisora audiovisual del Estado, que llega a todo el país y que todos contribuimos a sostener, dice la fórmula que legitima que cada uno participe en la discusión. Y está bien.
Ocurre que sería bueno arribar a ese debate dejando la ingenuidad en la puerta, leyendo la historia, observando intencionalidades, mirando conductas de los actores más directos, descartando de entrada cualquier ilusión que solamente señale un buen proyecto, una buena intención -ambos necesarios- como la llave maestra que abre el camino para un dilema que lleva décadas de trajinar por conflictos y disputas de todo tipo, dado que no podría tratarse de otra manera cuando todos saben que la comunicación -de eso hablamos- es un instrumento estratégico en la construcción de poder, como lo demuestran día a día los propietarios privados de la abrumadora mayoría de los medios. Lo hemos señalado en más de una ocasión: hablar de una política pública de comunicación no es apenas hacer referencia a los medios del Estado, dado que es el Estado, o sea todos nosotros, el dueño de las frecuencias, de radio y TV, que por medio de licitaciones permite su explotación a través de empresas privadas. Si se trata de rescatar nuestro rol de contribuyentes -que para algunos parece ser el argumento clave para impulsar el debate acerca de lo público, en este caso del canal público- sería un acto de absoluta justicia que todos pudiéramos hablar sobre el conjunto del problema y no exclusivamente sobre qué pasa en Canal 7. Por supuesto que acerca de Canal 7 (ex ATC, Ex ATeCe y algún otro logo que las intervenciones nos supieron legar y que ahora se nos pueden escapar) se pueden hacer y decir muchas cosas y que nadie debería caer en la soberbia de ser el excluyente conocedor e intérprete de un fenómeno complejo en el que intervienen procesos culturales, comunicacionales, factores de poder, gobierno, trabajadores frente a una sociedad a la que todos aluden pero que no termina -por distintos motivos que sería largo enumerar aquí, pero donde no están ausentes un orden de prioridades distinto- de hacerse cargo de un problema que, por su raíz, debería tenerla como participante activa y no bajo su distorsionada versión de “opinión pública”, que reaparece según los vaivenes que convengan a quienes determinan y controlan las distintas coyunturas. Es cierto que hay, insistimos, muchas cosas para decir de Canal 7: que jamás despegó de su identidad con cualquier gobierno de turno, provocando así que, de entrada, tuviera como mínimo, más de media sociedad en su contra; que fue negocio económico, cultural y político de la dictadura militar; que tuvo interventores que lo vaciaron y lo usaron para su proyección personal y política; que fue víctima de un castigo impiadoso, oportunista y miserable por parte de los grandes grupos comunicacionales privados, que tomaban el dato objetivo de una mala programación para atacar -primero simuladamente después de manera abierta durante el menemismo- el sentido de un canal público; que padeció, al margen de lo dicho anteriormente en lo específico a los medios, el desprestigio de ser parte de un Estado aniquilado y reapropiado para sí por el poder económico; que debió recurrir a una lucha ejemplar para que un decreto de Menem, de diciembre de 1995, no le cambiara la frecuencia ni lo privatizara, como consecuencia de lo cual hoy podemos hablar de Canal 7 en la órbita de lo público; que esa misma lucha que impedía la privatización enfrentó un Concurso Preventivo -el primero de una empresa del Estado-, evitó 215 despidos que había definido un Procedimiento Preventivo de Crisis, preservó Convenios y Estatutos y emprendió -con la fuerza que le daba su voz, poco amplificada por el resto de los medios- la Campaña Nacional en Defensa de un Canal para Todos; que esa firmeza permitió enfrentar le doble discurso de la Alianza y revertir despidos y achicamientos salvajes. Es cierto que hay, insistimos, muchas cosas para decir de Canal 7: desde recordar esfuerzos valiosos que jerarquizaron la emisora hasta propuestas generosas, serias, responsables (en lo artístico, cultural y periodístico) que se trabajaron, y trabajan, con el objetivo de tener ese canal que nos debemos. Pero la experiencia -y la responsabilidad- indica que no alcanza ese aporte si sostiene en un deseo que adquiere apenas forma de ilusión en tanto no exista la fuerza suficiente para entenderse con todos los factores que intervienen como verdaderos muros infranqueables a la hora de intentar una propuesta amplia participativa, de contenido social, que ubique al canal de todos en sintonía con los valores que confrontan con la sociedad de mercado y el mundo de una sola mano. Esa fuerza suficiente dio, hasta aquí, para que podamos hablar en presente, y sobre todo en futuro, del canal del estado y no fuera esto una evocación nostálgica de aquello que alguna vez tuvimos y no supimos defender. Lo defendimos, ahí está. Lo defendimos varios, no todos, porque algunos que hoy dicen hablar por todos -y habilitan debates, denuncias acerca de corrupción, juegan internas y todo lo demás que pudimos leer, ver y escuchar en estos dias- estuvieron en la primera línea cuando el discurso de la privatización ganaba y se llevaba a todos puestos. Y hoy hay varios dispuestos a seguir defendiendo ese criterio de Canal: lo sabemos como UTPBA, como trabajadores de prensa del canal. La tarea no fue ni es sencilla, quedó dicho, ni mucho menos está ausente de contradicciones: acciones que son funcionales a sectores del propio gobierno que conspiran contra la posibilidad de un canal público, aunque digan otra cosa; el juego de las conveniencias según se es oposición u oficialismo; los trabajos de lobby (esa extorsión jerarquizada) de los grupos mediáticos privados, muchas veces en formas de notas periodísticas; el tema de los recursos -sobre todo porque solo discutiendo el valor estratégico de un canal público el destino de los mismos superará la categoría de botín del oficialismo de turno-; las visiones corporativas desde lo cultural y comunicacional, por un lado, y, como contrapartida, el ataque a algunas organizaciones -como la UTPBA y los trabajadores de prensa de la emisora- que tienen una clara identificación, e historia de lucha, por un Canal 7 público, pluralista, no gubernamental y con participación de todos los sectores. Por eso, debatamos Canal 7, política de medios -ese fue el planteo que la UTPBA hizo en una carta al Presidente Néstor Kirchner al solicitarle una entrevista hace ya un año y que aún no se concretó- y todo aquello que por ser parte de la Comunicación, en términos integrales y abarcativos, es de todos. Pero algunos que se quedaron con todo quieran, porque no pudieron con esta “joyita”, venir a imponernos una discusión para que, ya que ellos no pudieron, no podamos nosotros, deberán buscarse otro debate. Tampoco la pavada.
El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.
(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.
De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.
Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.
Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.
En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.
A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.
Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.
La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.
Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.
La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.
Nacionales
Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal
CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON
La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.
(www.perfil.com) Según reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.
La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.
Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.
Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.
Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.
Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.
(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.
También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.
Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.
“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.
“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.
Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre. Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.
“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.
Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.
Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.
Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.
Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.
El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.
Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.