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No perdamos esta oportunidad
INTI
Los 21 días de paro empresario agropecuario han dejado numerosos matices para el aprendizaje. Uno, muy importante, que no es justamente el que más se destaca, es que hay una cadena de valor, que vincula con fuerza desde el propietario de tierra hasta los consumidores de alimentos, que por supuesto somos todos.
Si pagamos 8 pesos el kilo de un pollo, desde allí esos billetes se dividen en muchos pedazos y van a parar al comerciante minorista; el distribuidor de los pollos faenados; quien los faena; quien los produce; quien suministra los alimentos; el dueño de la tierra; el eventual arrendatario; el contratista que cultiva el maíz, la soja y otros componentes que van luego a parar al alimento balanceado. Si ese pollo tiene la opción de ser exportado en lugar de consumido en el país, entra además en la cadena el exportador, con sus propios intereses. Finalmente, está el Estado, responsable de aplicar impuestos a los eslabones de la cadena, para atender con esos ingresos todo aquello que hace el interés general y que no se puede autofinanciar como una empresa que opera en el mercado. La forma en que se distribuyen aquellos 8 pesos entre todos los segmentos depende de dos cosas, centralmente: Del poder económico que cada uno tenga para extraerle renta a los demás. De que ese poder se ejerza sin hacer desaparecer alguno de los eslabones imprescindibles, porque en este último supuesto toda la cadena pierde sentido. Así funciona la cadena del pollo o de los automóviles o del negocio del fútbol, cada una con sus características propias. Desde el campo argentino – o desde el Estado con relación al campo – el tema nunca se ha visto así. Durante años y años me sorprendió recibir los cálculos de rentabilidad de granos preparados por la Sociedad Rural que tomaban como precio el valor de exportación, le descontaban un 30% como “gastos de comercialización” y de allí llegaban al precio en la tranquera del campo. Ese era el referente de ganancia o pérdida para el productor. Solo algunos conflictos, como los de los tamberos frente a la industria lechera o entre los vendedores de cueros crudos y la industria curtidora, obligaban a pensar que había algo más allá de la tranquera. En los últimos 20 años, sin embargo, muchas cosas – demasiadas – han cambiado como para que se pueda seguir pensando de esa manera. Como mínimo, habría que tener en cuenta lo siguiente: – La utilización del maíz en la alimentación de pollos, vacunos de carne y ganado lechero ha aumentado tanto en el país que más de la mitad del maíz se usa en el mercado interno, a diferencia de las cifras históricas, que no superaban el 25% hace dos décadas. El costo del pollo está ligado al precio del maíz y también de la soja. – La exportación de harina de trigo, en lugar de trigo sin procesar, ya va tomando dimensión, despegando de los irrelevantes valores históricos. – Solo el 25% del grano de soja se exporta como tal. El resto, si bien se exporta casi todo, es en forma de aceite y de harina de soja, luego de un proceso industrial. Ahora aparece también el biodiesel en esta cadena. – Los productos lácteos se han diversificado enormemente en el mercado interno. Ya están muy lejos de la leche en botella, la manteca y algún queso semiduro. Esto significa ecuaciones industriales de negocio mucho más complejas, pero también rentables que antaño. – Aparecieron los hipermercados, con alto poder de compra y con efectos concentradores muy fuertes, ya que las pequeñas industrias alimenticias solo acceden a las góndolas por excepción. – Los precios internacionales, en alza sostenida, con clara tendencia a mantenerse así y un tipo de cambio alto construyen una ecuación de expectativas importantes de rentabilidad para quien trabaje el campo. – La tecnología de la siembra directa permite sembrar grandes extensiones con menos equipo, a la vez que incorpora el uso de herbicidas y fertilizantes en proporciones mucho más altas que las históricas. – Los herbicidas, fertilizantes y las semillas aptas para la siembra directa son producidas de manera monopólica u oligopólica, asegurando así alta rentabilidad a quienes las proveen. – Apoyado en los altos precios y en la facilidad de trabajo que surge de la siembra directa, el capital financiero ha irrumpido como arrendatario en efectivo – reemplazando los arriendos a porcentaje – de superficies que hoy llegan a varios millones de hectáreas. – Finalmente, ante la aparición de lo que puede considerarse una renta extraordinaria en la producción primaria, el Estado ha institucionalizado una política de retenciones a la exportación. En este marco, ya nadie puede quedarse encerrado en el campo. Ni siquiera puede considerar que su bonanza o sus males dependan de uno solo de los miembros de la cadena de valor, como podría pensarse al agrupar posiciones para la confrontación con la política oficial de retenciones. Reitero lo señalado más arriba: LA DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA AL INTERIOR DE UNA CADENA DE VALOR DEPENDE DEL PODER RELATIVO DE LOS ESLABONES QUE LA COMPONEN. Si el Estado anulara por completo la política de retenciones y cualquier alternativa de regulación de precios, los precios al consumidor subirían. Eso parece estar fuera de toda duda. Pero el punto crítico ni siquiera es ese, con toda la importancia que tiene. El punto es: ¿Quién se quedaría con la diferencia? Lo más probable es que sean los hipermercados primero y los industriales después, en la cadena de la leche o del pollo o de la hacienda. Los exportadores, los acopiadores de granos, los propietarios de la tierra que la explotan o la dan en arriendo, los fondos de siembra, los proveedores de insumos, aumentarían enormemente sus ganancias. El saldo, necesariamente marginal, quedaría para los chacareros pequeños, aquellos que hoy complementan la siembra en pequeñas superficies con el arriendo a vecinos. Es muy factible que ese saldo lo obtuvieran esencialmente como empleados de los fondos de siembra a los efectos de realizar las labranzas, más que como productores independientes. Esto no es una teoría conspirativa. Es simplemente fruto de la experiencia de cualquier otro ámbito donde alguien domina la cadena de valor y de la evolución de la misma durante los últimos diez años. Parece central advertir que, a la inversa, fijar retenciones tiene el mismo efecto que tendría una caída abrupta del precio internacional de los granos. Reduce la renta global de la cadena. ¿Quién absorbería la “pérdida de ganancias”? No hace falta mucho desarrollo para demostrar que serían los chacareros mas pequeños, especialmente los que complementan su ingreso con el trabajo de tierra arrendada, además de la propia. En palabras simples: ES NECESARIO FORTALECER A LOS ESLABONES MÁS PEQUEÑOS DE LA CADENA. Para ello, mirado desde esos eslabones débiles, puede servir algo conseguir una compensación de las retenciones. Pero lo único que sirve definitivamente es la reducción del poder relativo de los eslabones que hoy controlan las distintas cadenas. – A los fondos de inversión hay que colocarlos en un escenario con arrendamientos a más largo plazo y con rotaciones obligadas, lo cual desalentará su tan poco responsable participación actual. – Al arriendo de tierra en efectivo hay que contraponerle un esquema impositivo que favorezca el arrendamiento a porcentaje. En este último esquema el poder del capital financiero se reduciría significativamente. – Al trabajo sin raíces en el territorio se lo puede acotar beneficiando impositivamente a quien trabaje la tierra hasta cierta distancia (100 km.) de su domicilio efectivo. – A la concentración láctea o avícola se la debería confrontar con la diseminación en todo el territorio argentino, especialmente en las zonas periféricas, de la tecnología para procesar leche o aves o vacunos en pequeña escala y con las mejores prácticas de manufactura. En ningún caso hay razones técnicas para que se profundice la concentración, salvo por el poder económico. – A la discriminación de los hipermercados, cada autoridad local la puede contrarrestar con espacios de venta de productos del territorio, de calidad adecuada, que destaquen el orgullo por lo propio, característica que se encuentra en cada una de las manifestaciones de protesta de los últimos 20 días. – En la búsqueda de fortalecer a los más débiles corresponde agregar la obligación inexorable de todos los miembros de la cadena de trabajar con todo el personal en blanco. El trabajador rural es el eslabón más débil entre los débiles. Se podría seguir largamente. Bastaría con aferrarse con fuerza a dos conceptos: – MIRAR TODA LA CADENA DE VALOR. – FORTALECER A LOS MÁS DÉBILES. En el paquete seguramente estarán las retenciones y otras asignaturas pendientes del Estado. Pero también estará un método cierto para encontrar soluciones permanentes.

El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.
(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.
De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.
Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.
Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.
En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.
A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.
Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.
La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.
Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.
La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.
Nacionales
Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal
CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON
La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.
(www.perfil.com) Según reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.
La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.
Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.
Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.
Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.
Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.
(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.
También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.
Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.
“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.
“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.
Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre. Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.
“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.
Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.
Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.
Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.
Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.
El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.
Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.