Nacionales
Lo que este país vivió fue una clase de historia
SE FUE UN SIMBOLO
Estaba haciendo mucha falta ver a la gente de este país llorar. Pero con este llanto, el de emoción, no el que muestran los noticieros de TV por la calle salvaje. Hacía falta ver a una multitud brindándole tributo a un político honorable. Una forma de recordar, de paso, que cuando la ética está al servicio de la Nación esa misma gente responde.
El ex presidente Raúl Alfonsín, el que irrumpió con la democracia, el que enjuició a los responsables de la etapa más sanguinaria de la historia del siglo XX argentino. El mismo que pasó de desafiar a Ronald Reagan en su propia cara a replicarle a un ilustre desconocido que lo silbaba desde una tribuna con aquel ya célebre “A vos gordito no te va tan mal” tuvo un funeral cuyo recuerdo más cercano remite a hace 35 años: el de Juan Domingo Perón. Más de 80 mil personas despidieron al viejo líder radical. Le costó mucho llegar hasta al cementerio de la Recoleta (¿lo habría imaginado en sus días finales?). Parecía que esa multitud anónima, acongojada no quería dejarlo llegar. Quería retenerlo. Y claro: se iba un símbolo. El capítulo final de Alfonsín empezó a cerrarse, cuando arrancaron los discursos junto a su féretro. Es curioso: esos habituales parlamentos funerarios de despedida, plagados habitualmente de lugares comunes, sorprendieron en su mayoría, por su contundencia. Estuvieron a su altura. En ausencia de la presidenta Cristina Kirchner, que envió un mensaje de condolencias desde Londres, le tocó al vicepresidente Julio Cobos presidir el acto. Curioso: terminó despidiéndolo un radical como primer mandatario en ejercicio de un gobierno peronista. Habló también el vicepresidente de Alfonsín, Víctor Martínez. Impactó el senador radical Ernesto Sanz (“Su legado no hay que buscarlo en sus discursos, columnas y libros: el legado es el mismo y su conducta”, dijo). El ex presidente brasileño José Sarney lo llamó patrimonio de las Américas, apóstol de la democracia, abogado de la democracia. La familia de Alfonsín, hijos, nietos que se fueron turnando durante la noche junto al féretro, rompieron varias veces en llanto. Ya no parecían llorar esa vida que vieron apagarse lentamente con su enfermedad terminal. Era evidente: habían esperado durante mucho tiempo este homenaje. La reivindicación de su figura. Luego llegó la misa oficiada por su primo hermano, el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo. El periodista José Ignacio López -quien tras ser vocero de Alfonsín en su Gobierno, logró, como él, dejar la función pública y aún hoy ser respetado entre sus pares, no pudo terminar la lectura de “la oración de los fieles”. Se le quebró la voz. Es que despedía a un amigo y al hijo de una Iglesia que muchas veces no lo comprendió. Después, el cuerpo de Alfonsín ganó la calle en la cureña conducida por los mismos militares que trasladaron el cuerpo de Perón a San Vicente. Sobre la avenida Callao, manos en alto. Flores en alto. Aplausos. Gritos. Consignas viejas y nuevas. Así, arrancó la lenta caravana. Desde los balcones caían pétalos de rosas. En las veredas, chicos, muchos chicos con sus familias aprendiendo esta lección. Y Banderas argentinas que prevalecían sobre la clásica bandera radical. Mezclados en el cortejo, dirigentes de todos los colores políticos, ex funcionarios, gobernadores. Sólo un ex presidente, Fernando de la Rúa. El resto, Carlos Menem, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner habían visitado la carpilla ardiente pero faltaron a la última cita. El Gobierno nacional, por su lado, supo replegarse a un discreto y respetuoso segundo plano. No había mucha más alternativa. Una imagen mezcló pasado y presente. Postal radical inesperada: Cobos, Gerardo Morales, Federico Storani, Ernesto Sanz y Jesús Rodríguez marchaban detrás de la cureña tomados del brazo. Daniel, ex policía de la Federal y jefe de la custodia de Alfonsín desde hace 25 años estuvo pegado al cortejo. Ya no debía cuidarlo. Pero estaba ahí, como tantos. Entre tantos. El ingreso al cementerio de la Recoleta fue caótico. La multitud desbordó todas las previsiones de seguridad. El propio hijo de Alfonsín, tuvo que pedir por micrófono que despejaran el lugar. En el cementerio volvieron a conmover algunos de los discursos. Sacudió Antonio Cafiero al admitir que tuvo dos maestros: Perón y Alfonsín. Sacudió Graciela Fernández Meijide con su relato que terminó en llanto. También las palabras de la vieja guardia de la Coordinadora, representada por Nosiglia y Leopoldo Moreau. Y, después, todo terminó. El cuerpo de Alfonsín ingresó al panteón de los caídos en la Revolución del Parque. Se quedó ahí, junto a Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen y Arturo Illia. Lo que este país vivió, fue una clase de historia. Ni más ni menos.
El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.
(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.
De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.
Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.
Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.
En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.
A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.
Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.
La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.
Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.
La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.
Nacionales
Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal
CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON
La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.
(www.perfil.com) Según reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.
La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.
Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.
Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.
Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.
Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.
(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.
También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.
Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.
“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.
“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.
Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre. Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.
“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.
Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.
Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.
Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.
Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.
El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.
Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.