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Qué dice la embajada de Estados Unidos
LA MUERTE DE KIRCHNER
Esta historia fue reconstruida con fragmentos, autopartes de una información que aún siendo incompleta al menos propone una hoja de ruta para desentrañar el camino que condujo hace poco tiempo a la muerte de Néstor Kirchner. Seguramente en algunos meses, Wikileaks inundará el mundo con cables secretos que terminarán de armar el puzzle sobre el fallecimiento el 27 de octubre de 2010 de quien fuera en ese momento el Presidente virtual y el hombre más poderoso de la Argentina.
(www.periodicotribuna.com.ar) Porque la sensación térmica que se tuvo aquella mañana cuando se conoció la noticia, fue que había muerto quien verdaderamente gobernaba el país, y no un ex Jefe de Estado ni un diputado del montón. Quien estaba y sigue estando sentada en el sillón de Rivadavia constituía un formalismo necesario, aunque un placebo a la hora de tomar decisiones.
Aquí va parte del rompecabezas que, por primera vez, sale a la luz en la Argentina y en el mundo entero. Después veremos cotejarla con la información que figura en esos cables cifrados de la diplomacia norteamericana que en algún tiempo el portal dirigido por Julián Assange ofrecerá sin fisuras.
La primera parte de esta historia arranca después de la derrota kirchnerista en el Senado en boca de aquel…”Mi voto no es positivo…”.
Pasados los primeros sofocones y el agravamiento momentáneo a causa del stress del aparato cardiovascular de Néstor K, después de los conatos de renuncia que nadie creyó demasiado en las propias filas oficiales, se supo por boca poco confidencial de Sergio Massa y Alberto Fernández, que Néstor ingresaba en una vorágine de fundamentalismo político que lo conducía a un abismo irrefrenable de toma de decisiones cuasi totalitarias.
Ahí comenzó a pergeñar Eduardo Duhalde su famoso lema: “Al loco lo traje yo y al loco me lo llevo yo. Bien, pero… ¿cómo haces para llevártelo?”, le preguntaban sus interlocutores ocasionales. Duhalde respondió con hechos.
En principio, algunas de sus segundas y terceras líneas entraron en contacto con sus pares de las divisiones menores del kirchnerismo. La idea era ir enviando mensajes que llegasen a la cúpula y observar las respuestas.
El hombre de Lomas de Zamora le ofrecía al pingüino mayor una salida consensuada y no traumática. Una especie de transición ordenada, sin venganzas y como suele ocurrir en la Argentina, con una parodia de juicios por corrupción que no afectarían al matrimonio Presidencial y buscarían un chivo expiatorio en las zonas menores. Allí fue cuando comenzaron a soltarle la mano a Ricardo Jaime, un papel carbónico de María Julia Alsogaray por la brutalidad con que se creyó impune.
Dicen que Néstor K no rechazó la propuesta como tampoco la aceptó de pleno. Confiaba en que las elecciones de 2009 le serían favorables y si así hubiera sido retomaría la ofensiva a full contra el duhaldismo. Se habló de armar algo así como megacausas separadas al caudillo lomense y a algunos líderes rurales a quienes Néstor tenía en la mira. Hugo Biolcati era la presa campestre más codiciada para llevar al asador del pingüinaje.
El problema mayor de los K fue que sus medios masivos de comunicación ni influían en la opinión pública ni se tornaban creíbles. Página/12 ya era un líbelo más humorístico que informativo y el multimedio de Szpolski una máquina de consumir partidas oficiales a cambio del vacío. El proyecto “6, 7, 8” causaba indignación en lugar de adhesiones y eso no era favorable al proyecto de la remontada kirchnerista para deshacer los acuerdos de palabra entre las líneas menores de Kirchner y Duhalde.
Pero la derrota a manos de Francisco de Narváez en el 2009, el colorado ganó por un margen de casi 5 puntos, solo un fraude bien organizado hizo públicamente que la ventaja conocida fuera menor a la real, agudizó los odios de unos y el fundamentalismo de otros.
En principio, Néstor dejó entrever con resignación que aceptaría la bandera blanca duhaldista. Pero se crispó enseguida y decidió jugar a la ruleta rusa con un revólver a tambor lleno de balas.
Los rumores en la cima del poder eran pavorosos. Néstor K mencionaba tres medidas que erizaban la piel. Una posible reforma agraria al estilo Santa Cruz, confiscar campos y venderlos a precio ruin entre el séquito de amigos y parientes, meter mano en las cajas de seguridad de los bancos, se cree que allí se guardan más de 16.000 millones de dólares y por último el proyecto que aceleró la llegada al fatídico 27 de octubre: nacionalizar fábricas del Grupo Techint al estilo Hugo Chávez.
La jerarquía de ese poderoso grupo industrial, al mejor estilo de las masonerías o sociedades secretas de poder, se enteró del proyecto y tomó contacto frecuente con quien decía que “… al loco lo traje yo y al loco me lo llevo yo”.
Techint venía perdiendo 6.000 millones de dólares en Venezuela y en la Argentina el asedio de Hugo Moyano avalado por la Casa Rosada, con la anuencia o la negligencia de la Justicia, era demasiado.
Se dice que el proyecto nuclear iraní precisa de materiales y tecnología de Techint y Hugo Chávez se dispuso a colaborar. Si la Argentina ingresaba en esa vorágine de pre guerra atómica, el futuro del país oscurecería a pasos agigantados.
La cuestión seguía siendo cómo anular los impulsos de Néstor K para convertirse en Emperador, dueño y señor de las leyes y de todo lo que estuviese en pié en la Argentina.
El Gran Masón de Techint, no es tan así, solo una metáfora… y el duhaldismo se reunieron en secreto con apenas un selecto número de colaboradores. Hubo una fecha especial que a todos les parecía tentadora. Algo tenía que ocurrir el 27 de octubre del 2010.
¿Por qué y cómo hacerlo?, eran las dudas estilo Hamlet.
Esos vínculos cuasi corporativos se extendieron hasta otros poderosos —a nivel empresas y dinero— del país. Solo el anciano Ezkenazi se negó a convalidar una conspiración en ciernes.
“Si el viejo no se pliega, cuando precise caños, para YPF, que se los compre a los japoneses”, fue el golpe para quebrarle la voluntad al líder del Grupo Petersen. El emisor del mensaje hablaba en nombre de Techint.
El 13 de septiembre del 2010 Néstor K abandonó el sanatorio Los Arcos y su entorno se dedicó efusivamente a cacarear sobre el perfecto estado de salud de su jefe.
Pero los médicos a su alrededor esgrimían otro diagnóstico. “El corazón del paciente quedó seriamente debilitado”. Le recomendaron lo que nunca haría: guardar reposo y alejarse de la TV y de la lectura de los medios de comunicación.
Si algún pico de stress le volviera a ocurrir, sería el último. El corazón del pingüino no soportaría nuevos embates.
El séquito de conspiradores ideó un Día D: el 27 de octubre del 2010.
El por qué de ese día lo explicó así un conocedor de esta historia novelesca pero real: “El 27 de octubre día del censo, era feriado en la Argentina pero el resto del mundo trabajaba normalmente. Si ese día le ocurría algo al Presidente virtual del país, no podían producirse corridas bancarias y si para colmo los papeles argentinos en el exterior pegaban un salto, el 28 de octubre los bancos porteños abrirían normalmente y nada sacudiría la rutina del movimiento de dinero en la Argentina…”.
Si éste relato pareciera fantasioso, alguien tendría que explicar por qué sin motivo aparente los bonos argentinos dieron un fuerte salto en su cotización y el riesgo país descendió sin demasiada explicación en Wall Street en el mismo instante en que la lógica hubiera mostrado una réplica diferente si las variables no hubieran tenido una influencia de algún grupo desconocido –o no—, que operó a sabiendas de que la muerte de Kirchner podía desbarrancar la incertidumbre de cómo seguiría la política y la economía en la Argentina.
Con estas señales positivas del mercado internacional del dinero, el país lloraría a su muerto un día feriado y retornaría a la actividad normalmente hasta que se disipara el duelo.
Quienes relatan esta historia dicen que hubo dos protagonistas fundamentales que pudieron haber producido el deceso de Néstor K. Dos hombres que lo llenaron de disgustos las últimas horas hasta hacerle ceder su corazón. El primero fue Hugo Moyano, quien telefónicamente lo inundó de amenazas después de sentirse abandonado en un encuentro peronista en la Provincia de Buenos Aires. Se supone —no hay que ser un Einstein para darse cuenta— que el líder camionero enojado debe infundir temor y zozobra a su víctima circunstancial.
Y el golpe mortal lo arrojó en la última cena de Néstor K uno de sus empresarios de bolsillo quien ya comenzaba a volar sin tutorías: Lázaro Báez. En el Calafate, Báez arrojó sobre la mesa de Néstor una avalancha de encuestas, mediciones y pronósticos macabros para el futuro del kirchnerismo que terminaron apagando el ya debilitado corazón del santacruceño.
Fue el golpe de gracia, el tiro final de malas noticias difícil de soportar para alguien que jugó todas sus fichas a su propio entronamiento por décadas en el poder local.
¿Por qué Báez, un empresario de mediano pelo santacruceño devenido en multimillonario con el kirchnerismo, habría accedido al pedido de los conspiradores de aturdir a su ex jefe con noticias terroríficas?.
Es que Lázaro Báez está involucrado en una operación de lavado de dinero —Austral Construcciones S.A.— por sumas multimillonarias, diez millones de los cuáles han sido bloqueados en Lichtenstein, un paraíso fiscal en Europa meridional donde se dice solo viven 37 personas. Báez debía zafar de una cárcel segura incluso con influencia de Estados Unidos y sin Néstor K en el camino ahora puede reconocer —cuando lo convoque la justicia— que él solo era un testaferro o intermediario de una persona que ya no está viva.
Lázaro Báez hizo todo —eso dicen las fuentes consultadas— para castigar esa noche el débil y abatido ritmo cardíaco de su ex jefe y protector.
Fue el final previsto. Se cree que la muerte no se produjo cuando la anunciaron sino horas antes, pero había que darla a conocer cuando el sistema bancario local estuviese cerrado y Wall Street abierto. Ni corridas ni bonos en picada sino todo lo contrario.
Que el cajón en que se lo veló en Casa de Gobierno estaba vacío —y hasta que eligieron para la puesta en escena un tamaño menor al que hubiese correspondido a un hombre de estatura alta—, son parte de otra historia que algún día se contará en detalle.
El día del censo hubo llantos en la Casa de Gobierno y festejo algo desmedido alrededor de los conspiradores y sus hombres de confianza. Hay quienes le besaron el anillo al Iluminati de esta historia conspirativa pues la estrategia dio sus frutos.
Si la Justicia dilucida la certeza de esta narración. ¿Alguien será juzgado por conductas conspirativas?. Esperemos que pronto Wikileaks complete esta historia con los cables que enviaron los diplomáticos norteamericanos desde la Argentina, el 27 de octubre del 2010 y días posteriores.
El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.
(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.
De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.
Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.
Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.
En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.
A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.
Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.
La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.
Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.
La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.
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Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal
CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON
La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.
(www.perfil.com) Según reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.
La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.
Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.
Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.
Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.
Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.
(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.
También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.
Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.
“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.
“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.
Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre. Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.
“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.
Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.
Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.
Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.
Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.
El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.
Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.