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En secreto Báez le aseguró millonarios ingresos a los Kirchner
SUGESTIVO NEGOCIO (*)
No es necesario rastrear sociedades y cuentas bancarias alrededor del mundo para comprender la simbiosis entre el empresario Lázaro Báez y el matrimonio de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.Basta con revisar la contabilidad de sus hoteles en Santa Cruz.
(www.lanacion.com.ar) La conclusión es elocuente: siete empresas de Báez firmaron acuerdos retroactivos con Valle Mitre SA, la empresa que gerencia los hoteles de la familia Kirchner, que le garantizaron a la pareja ganancias millonarias durante más de dos años.
Para eso, el 90% de las facturas que emitió esa gerenciadora se destinaron a Austral Construcciones y otras firmas de Báez, que les aseguraron a los Kirchner la supuesta ocupación de un tercio de sus habitaciones durante años. Sin importar que fuera temporada alta o baja.
El dato cobra relevancia si se tiene en cuenta que esta semana fue suspendido el fiscal José María Campagnoli por investigar movimientos de dinero del zar de la obra pública patagónica.
A tal punto llegaron esos convenios, que las empresas de Báez se comprometieron a pagar a Valle Mitre SA una cantidad prefijada de 935 habitaciones por mes en el hotel Alto Calafate, por ejemplo, con una tarifa en dólares más baja, pero que debieron abonarse sí o sí, aunque no usaran las habitaciones, según corroboró LA NACION, al revisar la facturación durante meses junto a seis expertos antilavado y tributarios que prefirieron mantener sus nombres en reserva.
¿Resultado? Todos los meses, el Alto Calafate se garantizó un tercio mínimo de ingresos, ya fuera que esa localidad desbordara de turistas o éstos brillaran por su ausencia. Así, y siempre según esos convenios cuya copia obtuvo LA NACION, las 103 habitaciones de lujo de este hotel debieron ser ocupadas 9 noches por mes por los empleados de Báez, uno de los grandes beneficiarios de la obra pública durante la década kirchnerista. O dicho de otro modo, que a lo largo de cada mes, esos empleados debieron ocupar 1 de cada 3 habitaciones.
Ese tercio garantizado por Báez se combinó, además, con otro tercio diario que cubría Aerolíneas Argentinas, ya en pleno proceso de expropiación y aun cuando otros hoteles de la misma categoría en El Calafate ofrecían tarifas más bajas, según reveló LA NACION en 2010. Así, de combinarse ambos ingresos, el Alto Calafate se garantizó una ocupación superior al 60 por ciento.
Sin contar los ingresos generados por Aerolíneas -además de convenios y eventos pagados por el gobierno nacional en ese mismo hotel, como el III Congreso Federal de la Industria, en noviembre de 2012-, de todos modos, el flujo que aportó Báez resultó millonario. Sólo durante 5 meses de 2010, por ejemplo, reportó $ 2,8 millones, aun cuando esos convenios comenzaron a tejerse en agosto de 2009 -según consta en la copia del Libro IVA Compras de diciembre de ese año de Austral Construcciones y se extendieron hasta mediados de 2011.
Con esos documentos a su disposición, los seis expertos consultados por LA NACION arribaron por separado a conclusiones similares: estimaron que surgen conductas que podrían configurar los presuntos delitos de lavado de activos, evasión tributaria agravada y negociaciones incompatibles con la función pública, entre otras figuras. También, forzar la reapertura por “cosa juzgada írrita” de las investigaciones por presunto enriquecimiento ilícito de los Kirchner.
Las sospechas de los expertos -que incluyen referentes del sector privado, de la AFIP y dos ex altos funcionarios de la UIF, la unidad antilavado- se fundaron en un eje: la operatoria podría representar la forma en que parte de los ingresos por la obra pública que recibió Báez durante años habría vuelto al bolsillo de los Kirchner mediante la operatoria hotelera.
El umbral de sospecha se elevó por ciertas características de la operatoria. La primera, que algunos convenios se firmaron en septiembre de 2010, por ejemplo, pero de manera retroactiva al 1° de julio de ese año, según consta en las copias de esos contratos a los que accedió LA NACION.
Por otro lado, que esos convenios son habituales entre, por ejemplo, aerolíneas y cadenas hoteleras internacionales que negocian tarifas preferenciales para hospedar a sus pilotos y azafatas alrededor del mundo, lo cual podría explicar el acuerdo, sin licitación previa, con Aerolíneas. O entre una cadena hotelera y un gran operador turístico. Pero no entre un grupo empresario concentrado en la Patagonia y con base en Río Gallegos y un hotel de lujo ABC1 en un destino turístico como El Calafate.
En la misma línea, este tipo de convenios de alojamiento masivo suele darse como un beneficio de la empresa para sus empleados o por razones laborales, así como destinarse a regalos empresariales a clientes y proveedores. En el caso de las empresas de Báez, no surgen evidencias de estas opciones.
Durante ese período, además, un contador pudo servir de enlace. Se trata de Daniel Pérez Gadín, quien en su currículum detalló que asesoraba al Alto Calafate al mismo que tiempo que trabajaba para Báez. Ambos son investigados por la justicia federal por presunto lavado y su interacción con el financista Federico Elaskar y el valijero Leonardo Fariña. Y todos ellos eran investigados por el fiscal Campagnoli, hasta que le quitaron el expediente, primero, para después suspenderlo.
La operatoria en sí, en tanto, incluyó varios eslabones, pero todos manejados por el ex empleado del Banco de Santa Cruz o por los Kirchner. Así, las firmas de Báez firmaron sus convenios con la gerenciadora Valle Mitre, también controlada por Báez, que tenía un acuerdo con la sociedad Hotesur SA de la pareja presidencial, que a su vez era dueña del Alto Calafate.
En la práctica, algunos de los convenios resultan cuestionables. Con sólo 20 empleados verificados, la firma La Estación SA, que controla una estación Esso en Río Gallegos, se comprometió a pagar por 90 habitaciones en el Alto Calafate, distante a 300 kilómetros. Es decir que cada uno de sus empleados debería hospedarse dos fines de semana por mes en el hotel para honrar el acuerdo preestablecido.
Similares acuerdos firmaron otra estación de servicio controlada por Báez, pero de la marca YPF (Don Francisco SA, con 23 empleados verificados y 90 habitaciones comprometidas por mes), Kank y Costilla (79 empleados y 235 habitaciones por mes), Loscalzo y Del Curto (53 empleados y 180 habitaciones por mes), Alucom Austral (13 empleados y 70 habitaciones por mes), Badial (9 empleados y 180 habitaciones por mes) y la nave insignia del grupo, Austral Construcciones (615 empleados y 90 habitaciones por mes).
A tal punto controla Báez la firma Valle Mitre SA, que el área contable del empresario ultrakirchnerista se encargó de llevar adelante la facturación y contabilidad de la firma gerenciadora de los hoteles, según corroboró LA NACION. Y de allí surge, además, que cerca del 90% de las facturas emitidas por Valle Mitre fueron emitidas, de manera correlativa, a esas mismas empresas y, en particular, a Austral Construcciones. Es decir que 9 de cada diez facturas de la firma que gerenció el Alto Calafate de los Kirchner -y les pagó un abono por ello- se emitió a favor de alguna empresa de Báez.
El control del grupo Báez sobre Valle Mitre -controlada en los papeles por el joven escribano de meteórica carrera junto a Báez, Leandro Albornoz, y su esposa- fue tal que su equipo de colaboradores llegó hasta a supervisar de manera directa los ingresos y gastos mensuales del Alto Calafate.
De allí surge que, por ejemplo, en febrero de 2010, el hotel llegó a registrar supuestos ingresos por 888.851,13 pesos, pero sólo $ 1257,87 en lavandería -es decir, huéspedes que mandan a lavar algo-, o $ 4138,98 en telefonía y otros $ 8301,63 de ingresos por su “Health Club”.
CONTRATOS “CONFIDENCIALES” Y CON EL MISMO FORMATO
Todos los contratos que firmaron las empresas de Lázaro Báez con la gerenciadora Valle Mitre repitieron ciertos rasgos, según consta en las copias que obtuvo la nacion. Incluyeron el logo de “Alto Calafate – Hotel Patagónico” en el margen superior izquierdo de cada página, informaban que sus tarifas eran “en dólares americanos” y aclaraban, desde el mismo encabezado, que se trataba de “convenios confidenciales”.
Los acuerdos registraban otra coincidencia. Todos se firmaron con validez retroactiva al 1° de julio de 2010, aun cuando varios de ellos se fecharon en septiembre e incluso se firmaron más adelante, según reconstruyó la nacion durante los últimos meses.
Uno de esos convenios lo firmó el propio Lázaro Báez, en nombre de Badial SA; otros, en tanto, los suscribió su hijo Martín Báez. Por ejemplo, por Alucom Austral SRL y por Loscalzo y del Curto Construcciones SRL. Otro dos convenios, en tanto, los firmó un ejecutivo de su máxima confianza, Jorge Ernesto Bringas, quien figura en tres sociedades vinculadas al empresario ultrakirchnerista.
Con fecha del 8 de julio de 2010, por ejemplo, Bringas figuró como el destinatario del convenio que la empresa gerenciadora del Alto Calafate, Valle Mitre SA, firmó con La Estación SA, que controla en Río Gallegos una estación de servicio Esso. Y el 1° de septiembre de 2010 firmó en representación de Don Francisco SA, que controla otra estación en la capital santacruceña, pero de YPF.
Desde Valle Mitre, en tanto, uno de los convenios lo suscribió como director Adrián Eduardo Bourguet, un ejecutivo de la industria hotelera vinculado a uno de los dueños originales de Hotesur SA, antes de que la comprara Néstor Kirchner.
Los convenios restantes, sin embargo, los firmó Adrián Berni, un ex ejecutivo del sector petrolero quien también figuraba como director, pero que en la práctica ya era el máximo responsable de Valle Mitre, al punto de presentarse en Internet como su “CEO”.
Todos los convenios detallaban las mismas condiciones:
– fijaban el precio, sin IVA, de tarifas corporativas en dólares para reservas individuales, es decir, que excluían “congresos, convenciones y o eventos especiales” que podría organizar, con otra tarifa y mediante otro acuerdo, el grupo Báez;
– la validez del contrato se fijaba de manera retroactiva al 1° de julio de ese año y hasta el 30 de junio de 2011;
– la empresa se comprometía al “prepago mensual” de la cantidad de habitaciones fijado por mes, en dólares o al tipo de cambio vendedor del día del Banco Nación;
– en todos los convenios, lo único que se remarcó con una letra más oscura era la siguiente leyenda: “Les recordamos que Hotel Alto Calafate es una empresa del Grupo Valle Mitre”.
De manera oficial, sin embargo, los Kirchner dijeron que era dueña del hotel, pero no de Valle Mitre;
– los convenios consignaban como domicilio de Valle Mitre SA una oficina comercial en la calle San Martín 948 de la ciudad de Buenos Aires que se encontraba operativa en 2010, pero que meses después desalojaron.
(*) Por Hugo Alconada Mon | LA NACION. Twitter: @halconada
El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.
(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.
De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.
Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.
Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.
En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.
A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.
Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.
La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.
Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.
La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.
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Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal
CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON
La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.
(www.perfil.com) Según reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.
La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.
Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.
Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.
Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.
Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.
(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.
También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.
Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.
“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.
“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.
Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre. Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.
“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.
Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.
Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.
Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.
Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.
El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.
Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.