Nacionales
Historia secreta del botín obtenido con terrorismo, atracos y secuestros
MONTONEROS (*)
Un ex oficial de inteligencia cubano que tuvo a su cargo el manejo de 42 millones de dólares del rescate de los hermanos Juan y Jorge Born -el mayor secuestro en la historia del país- rompe el silencio para revelar el destino de esos fondos. “Todo el dinero fue retirado de Cuba por Firmenich, Yáquer y Perdía”, asegura. Su testimonio arroja luz sobre un hecho que, ocurrido hace más de 20 años, sigue dando lugar a suspicacias y disputas.
(www.cubaeuropa.com) Uno de los misterios no resueltos de la infame década del setenta es el destino de los 60 millones de dólares pagados a los montoneros en concepto de rescate por el secuestro de los hermanos Juan y Jorge Born. Algunas de las versiones más persistentes indicaban (y en alguna medida, todavía subsisten) que por lo menos 50 millones habían sido depositados en el Banco Nacional de Cuba y que aún se encontrarían allí. Menciones en este sentido han estado apareciendo con cierta asiduidad en la prensa internacional. En 1976, por ejemplo, el Daily Telegraph, de Londres, hizo referencia a las millonarias inversiones de los guerrilleros en Cuba. En 1989, The New York Times, en un despacho de su corresponsal en Buenos Aires, Shirley Christian, señalaba que la deteriorada relación entre el gobierno cubano y los montoneros, que venía acentuándose desde 1984, haría muy difícil recuperar cualquier dinero depositado en Cuba. ¿Existe dinero de los montoneros en Cuba? El régimen de Fidel Castro ha negado reiteradamente tener control sobre esos fondos. En abril de 1991, el gobierno del presidente Carlos Menem, a instancias de una investigación del entonces fiscal federal Juan Martín Romero Victorica, presentó un exhorto diplomático y mantuvo una serie de contactos informales con las autoridades de La Habana con la esperanza de recuperar el botín. Unos meses después llegó a Buenos Aires la respuesta al exhorto: en ningún banco de Cuba había una suma de esa naturaleza y tampoco cuentas a nombre de ex dirigentes montoneros. Los hermanos Born -del grupo Bunge y Born, por entonces el mayor holding de la Argentina- fueron secuestrados por un grupo comando de 30 personas el 19 de septiembre de 1974, en Olivos. Juan fue liberado a los seis meses y Jorge, a los nueve, después de que se pagó por ellos, en sucesivas cuotas, 60 millones de dólares, el más alto rescate del que se tenga memoria. Del lado cubano, la mayoría de las personas vinculadas con el operativo original del manejo del dinero han muerto, han sido destituidos o partieron al exilio. José Abrantes, ex ministro del Interior y jefe de los servicios de seguridad cubanos, bajo cuya jurisdicción se desarrolló la operación de movimiento de los fondos montoneros, fue condenado a 20 años de prisión en 1989, en medio de la purga que culminó con el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, y murió en prisión en 1991. El coronel Tony de la Guardia, quien encabezó la operación de lavado de dinero, fue condenado junto a Ochoa y ejecutado en 1989. El brigadier general Pascual Martínez Gil, jefe de las Tropas Especiales, fue arrestado en la misma causa y condenado a 12 años de prisión (recientemente fue puesto en libertad). El ex embajador de Cuba en la Argentina Emilio Aragonés Navarro, posteriormente presidente del Banco Financiero Internacional, quien supervisó la operación inicial de transferencia de fondos, fue destituido y despojado de toda función pública. Y Filiberto Castiñeiras Giabanes, el oficial de inteligencia encargado del enlace con los dirigentes montoneros y de administrar esos fondos, deambula en estos días por algún lugar de la Florida, vendiendo comidas rápidas y bebidas desde un camión. EXTREMA CAUTELA Ex coronel, Filiberto Castiñeiras, “Felo” para sus amigos, se siente todavía un hombre marcado. Tres años después de haber desembarcado en Cayo Hueso tras huir de Cuba en una embarcación, aún se conduce con extremo sigilo. No tiene teléfono (sólo recibe mensajes a través de un beeper), no revela su dirección, se niega a ser fotografiado y pide que se prescinda de mencionar el lugar exacto donde se produjo este encuentro. Su cautela obedece, según afirma, a que sus familiares en Cuba han sido notificados más de una vez de su presunta y prematura muerte, un hostigamiento que para un hombre que ha pasado 25 años en la seguridad del Minint, el Ministerio del Interior cubano, es la clase de mensaje que no debe tomarse con ligereza. A diferencia de otros desertores del aparato de seguridad castrista que han hecho una pequeña industria de sus críticas al régimen cubano, Castiñeiras ha elegido guardar silencio. En estos días se encuentra escribiendo un libro basado en sus experiencias en colaboración con el escritor cubano Norberto Fuentes, otro exiliado reciente, mientras se gana la vida con su quiosco ambulante. Felo entró en contacto con el botín montonero cuando servía como ayudante ejecutivo del brigadier general Martínez Gil, jefe de las Tropas Especiales, una unidad de élite que respondía al mando de Abrantes, entonces viceministro del Interior a cargo de la seguridad del Estado. Esta unidad servía de enlace para operaciones de ayuda a los movimientos revolucionarios, lo que explica la decisión de mandar allí el dinero. PRISIÓN Y EXILIO Nacido en La Habana hace 51 años, tenía 14 cuando la revolución se instaló en la isla. Ingresó en las Fuerzas Armadas en 1965, en la división de Seguridad Personal, y alcanzó el grado de coronel en 1988. La caída de Abrantes, como corolario de los fusilamientos de Ochoa y De la Guardia, arrastró la suya propia. Acusado de “abuso de autoridad”, fue sentenciado a dos años de prisión y compartió la celda con Abrantes y con el ex ministro de Transportes Diocles Torralba, también sentenciado en el mismo episodio. Excarcelado bajo libertad condicional al cabo de un año, pasó un largo período de desocupación hasta que logró emplearse en Friochave, una empresa mixta con capital español, que importaba equipos de aire acondicionado para la isla. Pero las presiones de la seguridad del Estado para que dejara el trabajo lo llevaron a tomar la decisión de salir de Cuba. Lo hizo en agosto de 1993, en una embarcación de 21 pies de eslora, junto a un grupo de familiares. Tras una travesía estremecedora en medio de un mar embravecido, fueron recogidos en alta mar por un buque crucero. La conversación con Castiñeiras echa luz, por primera vez, sobre el destino detallado de los fondos montoneros transferidos a Cuba a comienzos de los setenta. -¿Cuándo escuchó por primera vez sobre la existencia del dinero de los montoneros? Eso llegó a través del embajador en Buenos Aires, Emilio Aragonés Navarro. Emilio tenía relaciones muy directas con Fidel y también con Abrantes. Estamos hablando del año 1975. Me imagino que los montoneros le plantearon el tema del dinero a Emilio, en Buenos Aires. Emilio se lo planteó a Fidel, éste le debe haber planteado a Abrantes la necesidad de traer ese dinero, y se trajo. Llegó directamente a la unidad nuestra. -¿Cómo se llevó el dinero? Todo se hizo a través del correo diplomático. -¿Los montoneros llevaron el dinero a la embajada de Cuba en Buenos Aires y la embajada se encargó de enviarlo a Cuba? Sí. -La cifra que se ha mencionado repetidamente es 50 millones de dólares. ¿Es esa la suma correcta? No. A Cuba llegaron 42 millones de dólares. -¿Llegaron en efectivo? Sí, en efectivo. -¿Y qué hicieron con él? Lo teníamos guardado en una oficina secreta. -¿Cuándo exactamente empezó usted a participar en eso? Bueno, desde el momento en que el dinero llegó a la unidad. Yo era responsable de todo el dinero. -¿El dinero llegó a la unidad con qué instrucciones? Abrantes le dio indicaciones a Pascual (Martínez Gil) y fueron trasladando el dinero a la unidad. De a poco, no puedo decir exactamente en cuánto tiempo, pero fue llegando… -¿No llegó de una sola vez? No, de una sola vez no llegó. Y a partir de allí tuvimos nosotros el control de ese dinero. Por un buen tiempo… -Cuando dice que tuvieron el control, ¿significa que el dinero quedó allí, en la unidad, en efectivo? Sí. -¿En una caja fuerte? Sí, una gran caja fuerte que teníamos en la unidad. Era prácticamente un cuarto, habilitado precisamente para eso, con una gran puerta con combinación, etcétera. -¿Y cuál era el sentido de tener el dinero en una caja fuerte? En principio llegó con la intención de dejarlo allí; después vendrían otras indicaciones de qué hacer con ese dinero. -¿O sea que cuando los montoneros les entregaron el dinero, esa plata no devengaba intereses? En ese momento, no. Posteriormente, sí devengó intereses. -¿Qué más había en esa enorme caja fuerte? Ahí estaban todas las operaciones especiales que se habían hecho. -¿Documentos? Sí, documentos. -¿Cómo era el procedimiento para la llegada del dinero? ¿Hubo instrucciones por escrito? No, nada por escrito. Eso Abrantes se lo decía a Pascual y él me lo comunicaba a mí. “Oye, van a traer un dinero. Hay que contarlo. Hay que saber qué tenemos aquí”. Y eso fue lo que hicimos. Contarlo, cada vez que llegaba. -¿Llegaba en partidas de cuánto? Bueno, ahora no lo recuerdo exactamente. Pero fue llegando en un período corto de tiempo y empezamos nosotros a contabilizarlo y a tenerlo guardado. -¿Ustedes conocían el origen del dinero? ¿Sabían que pertenecía a los montoneros? Sí, lo sabíamos. -¿Cómo lo sabían? Por la prensa. La jefatura de tropa tenía acceso a todos los cables internacionales. Pero para nosotros eso era una cosa normal, no era nada que pudiera alterarle el pulso a nadie. -¿Había otros movimientos que tenían dinero depositado en Cuba? No. En esas cantidades, no. Pero ahí podía pasar cualquier cosa. Eso era lo bonito que tenía ese trabajo, que uno siempre estaba metido en algo novedoso. -¿Había algún argentino en contacto con ustedes para el manejo del dinero? No. En esa primera etapa, no. El dinero había salido de las manos de los argentinos y ellos no tenían idea de dónde se encontraba. -¿Qué pasó después? Bueno, después se inició una operación para lavar el dinero. Se organizó un comando a cargo de Tony de la Guardia, que empezó a lavarlo en Suiza y así se lavaron unos tres millones. -¿Cuál era el procedimiento que se usaba para lavar el dinero? Se despachó un equipo a Suiza con parte del dinero. Fueron a la embajada de Cuba en Suiza y allí, el contacto de ellos les proveía nuevas identidades y pasaportes falsos de otras nacionalidades. A partir de allí, ellos iban depositando el dinero en bancos suizos y al poco tiempo lo volvían a sacar y se lo llevaban. En ese tiempo había muchas menos restricciones en Suiza para depositar y sacar dinero. Pero la operación tomaba mucho tiempo y era mucha la presión que sentían. -¿De dónde venía la presión? Yo creo que era resultado de entrar en un banco con 500 mil dólares en la mano y en una semana volverlo a sacar. La presión bajo la cual vivían era bien fuerte. Y estaba, como dije, el factor del tiempo que tomaba todo eso. Porque, ¿cuánto dinero podían meter sin que levantara sospechas? Mover 42 millones de dólares no es fácil. De modo que llegó un momento en que se mandó suspender la operación y Abrantes, por supuesto que por indicación de Fidel, coordinó todo como para que el Banco Nacional de Cuba entregara este dinero en Checoslovaquia. Así que se montó una operación para llevar el resto del dinero a Praga. Y los checos se encargaron de lavarlo y situar las cantidades que fuera pidiendo Cuba en el Banco Nacional de Cuba (BNC), a través de los propios correos que iban, lo recogían y lo depositaban en el banco de acuerdo con el mecanismo bancario que ellos tenían establecido. -¿Los checos conocían el origen de este dinero? No lo sé. Esto ya era materia de una coordinación entre el presidente del BNC y el del Banco Central checo. Pero sí sé que se entregó porque yo fui el que tuvo que llevarlo. -¿Cómo fue esa operación? Se organizó un equipo a mi cargo, integrado por dos correos y dos hombres más de tropa y nos dedicamos a llevar el dinero a Checoslovaquia. -¿De una vez? No. Lo hicimos en tres viajes. -¿Cuándo llevaban en cada viaje? Entre doce y trece millones de dólares. -¿Contaban el dinero antes de salir? Claro. -¿Entre cuántos? Dos secretarias y yo. -¿Cuánto tiempo toma contar trece millones de dólares? No tomaba tanto. Venía en billetes grandes. -¿Y cómo lo llevaban? En valijas. Viajábamos tres personas -los dos correos y yo- y llevábamos dos valijas cada uno. -¿Despachaban las valijas? No. Las llevábamos a bordo con nosotros. -¿Con qué compañía viajaban? Con Cubana y con Czechoslovak Airlines. -¿Qué hacían una vez que llebagan a Praga? Nos íbamos a la embajada y de allí directamente al banco. -¿También utilizaban documentación falsa? No. En Checoslovaquia nos movíamos directamente con nuestros propios nombres. -¿Volvían a contar el dinero cuando llegaban al banco? No. Simplemente entregábamos las valijas y ellos se encargaban de todo lo demás. -¿A quién se las entregaban? Bueno, el banco tenía una persona especialmente designada para eso. -¿En qué fecha se hizo esta operación? A fines del 75. Me acuerdo porque precisamente en noviembre del 75 es cuando salen las tropas para Angola. Yo regresaba, creo que del segundo viaje a Praga, y el día en que llego a La Habana me entero de que la Unidad está saliendo para Angola. Entonces lo fui a ver a Pascual (Martínez Gil) para pedirle que me dejara ir a Angola con la Unidad, pero él me insistió en que debía quedarme para completar esa misión. -¿Qué pasó una vez que todo el dinero fue depositado en Praga? Bueno, los checos lo iban situando de acuerdo con lo que hiciera falta. -Un aspecto que no me queda bien en claro: si existía un Banco Nacional de Cuba, ¿por qué era necesario salir a lavar el dinero en Suiza o en Checoslovaquia? ¿Por qué no podía depositarse ese dinero en el BNC? El problema es que Cuba supuestamente no podía manejar dólares. Una de las disposiciones de los americanos era que Cuba no podía manejar directamente dólares. Además, aun si hubiera existido la autorización, me imagino que un dinero llevado directamente a Cuba iba a resultar muy fácil de rastrear. Había que invertirlo o lavarlo en otro lado. -¿Cuándo comenzó a tener contacto con los montoneros? Después de la operación en Checoslovaquia. Yo quedé a cargo del manejo de las finanzas nuestras con ellos y conocí a casi todos los jefes montoneros. -¿A quiénes conoció? Conocí a “Pepe”, es decir a (Mario) Firmenich; a “Carlitos”, que era (Roberto) Perdía; al “Vasco”, (Fernando) Vaca Narvaja; a “Roque”, que era Raúl Yáger; al “Viejo” (Juan) Gelman… -¿A Rodolfo Galimberti? De Galimberti no me acuerdo. Tengo que haberlo visto al “Flaco”, como lo llamaban ellos, pero realmente no me acuerdo. -¿Quién más? Bueno, en La Habana conocí a la mujer de “Pepe” (Firmenich) y a una hija, a la que le faltaban un brazo y un ojo como consecuencia, creo, de las cosas que le hicieron a su mamá en la cárcel cuando estaba embarazada. A Pepe dio la casualidad de que tuve que ir a buscarlo a Italia, cuando fue por primera vez a Cuba, para darle cobertura. Fuimos a buscarlo a Roma con Hernández de Medina, que era el primer secretario de la embajada de Cuba en Buenos Aires. En otra oportunidad lo llevé al Líbano, para que se entrevistase con (Yasser) Arafat. -Según entiendo, hasta la operación de traslado del dinero a Praga los montoneros no tenían conocimiento de dónde se encontraban los fondos. ¿Qué pasó después? ¿Empezaron a tener acceso a ese dinero? Sí. A partir del momento en que se instalaron en Cuba, tenían total decisión sobre él. Ese dinero fue de ellos siempre, e iban solicitando determinadas cantidades mensualmente. -¿Cuál era el procedimiento? ¿Cualquiera de ellos podía solicitar dinero? Era indistinto. Generalmente el designado era “Roque” (Yáguer). Pero podía llamar “Pepe” (Firmenich) o “Carlitos” (Perdía) y me decían: “Mira, Felo, me hace falta esta cantidad”… Generalmente la pedían por mes. -¿Qué cantidades solicitaban? Cantidades que podían oscilar entre cien mil, ciento y tantos miles… Hubo días de recoger seiscientos mil dólares… Este dinero estuvo ganando intereses en Cuba. A veces sacaban solamente el interés y no sacaban del capital, y con eso jugaban. Hasta que lo sacaron todo. Y se lo llevaron. -¿Se llevaron todo el dinero? Todo. -¿No quedó dinero de los montoneros en poder de las autoridades cubanas? No, que yo sepa. -¿Cuándo sucedió eso? Yo dejé de tener el control de ese dinero como en el año 82. Ya para esa fecha creo que no quedaban más de seis millones. -¿Cómo se llevaban el dinero? En efectivo. -Ellos iban a su oficina… Sí. O se los entregaba el oficial que los atendía. Pero, generalmente, lo venían a buscar a mi oficina. -¿Y ustedes de dónde sacaban el dinero? ¿Tenían siempre fondos disponibles? Nosotros solicitábamos al banco las cantidades que nos hicieran falta. Avisábamos al banco que nos hacía falta tal cantidad y lo íbamos a recoger. -¿Eso figuraba bajo un número de cuenta especial? Sí. Y había un individuo que atendía exclusivamente esa cuenta. -¿Usted llevaba una contabilidad de ese dinero? Exactamente. En un momento dado se varió el procedimiento. Se creó un banco que se llama Banco Financiero Internacional, un banco cubano con capital supuestamente panameño, que funciona desde Cuba. Ese banco sí puede operar con dólares. Emilio Aragonés, el que había sido embajador en Buenos Aires, fue designado presidente del banco y ellos se pusieron de acuerdo para sacar el dinero del BNC y trasladarlo al Banco Financiero, y de allí lo iban sacando. -Pero Usted dice que se llevaron todo el dinero… Todo el dinero. -¿También se llevaron el dinero depositado en el Banco Financiero? Así es. (*) Por Mario Diament; Periodista. Ex director de El Cronista. Director de una Maestría en Periodismo de la Universidad Internacional de la Florida, en Miami, ciudad en la que actualmente reside.
El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.
(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.
De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.
Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.
Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.
En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.
A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.
Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.
La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.
Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.
La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.
Nacionales
Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal
CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON
La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.
(www.perfil.com) Según reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.
La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.
Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.
Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.
Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.
Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.
(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.
También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.
Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.
“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.
“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.
Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre. Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.
“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.
Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.
Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.
Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.
Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.
El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.
Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.