Nacionales
Los planes de Kirchner para sacar a los Ciccone de la fábrica de billetes
YA ESTABA EN LA CABEZA DE NÉSTOR (*)
El plan para que una empresa privada desplazara a la familia Ciccone de la imprenta de billetes ya estaba en la cabeza de Néstor Kirchner desde los primeros años de su presidencia. Así lo relataron a PERFIL fuentes sindicales y empresarios allegados al Gobierno que fueron testigos de las negociaciones por acabar con el dominio de los Ciccone.
(www.perfil.com) A pesar de los sucesivos y desesperados pedidos del sindicalista Raimundo Ongaro y su gremio gráfico, el ex presidente y su gabinete se negaron a estatizar la compañía y buscaron distintas alternativas, primero en manos de otros funcionarios y luego de Amado Boudou, para que Ciccone Calcográfica fuera adquirida por una empresa privada.
Los candidatos privados incluyeron desde empresas extranjeras hasta Cristóbal López, a quien el propio Boudou le habría propuesto el negocio de ser el capitalista visible de Ciccone Calcográfica. Según relataron a PERFIL allegados al zar del juego, Cristóbal rechazó el negocio.
Lo consideró incompatible con sus empresas y entendió que al ser la cara visible de una imprenta de valores quedaría en la mira de organismos de control y seguridad –incluso extranjeros–, y eso no es bueno para un empresario del juego.
Pero el origen de la historia se remonta a los primeros años de la era K. Entre 2005 y 2006, una comitiva del Sindicato Federación Gráfica Bonaerense pidió dos audiencias con Kirchner. Ongaro, otras dos autoridades del gremio y miembros de la comisión interna de la imprenta de valores fueron recibidos la primera vez por Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia. Habían enviado sucesivas cartas, ya desde fines de los ‘90, pidiendo a los distintos gobiernos que estatizaran la compañía.
Ciccone Calcográfica había comenzado su derrumbe financiero desde la muerte de Alfredo Yabrán, con quien la familia tenía un acuerdo económico. Con la crisis de 2001, la situación se agravó.
Con Kirchner en el poder, el declive se agudizó. Los sindicalistas explicaron a Parrilli que querían hablar con Kirchner porque los trabajadores de la planta no cobraban a tiempo sus salarios. Las opciones eran dos: que Kirchner autorizara los pagos adeudados por el Estado a la planta e inyectarla de fondos; o estatizarla.
Parrilli rechazó ambas de plano. Propuso una tercera: que el gremio propusiera una empresa amiga que se hiciera cargo de la planta y sus deudas, y el Gobierno activaría el plan para desplazar a los Ciccone y entregarle el negocio a la empresa propuesta por el gremio.
Parrilli argumentó que la estatización no era una posibilidad. El Gobierno estaba intentando timonear la economía y la planta de billetes no era una prioridad para Kirchner, dijo. Había muchas cosas por resolver antes de que eso, aclaró a los gremialistas. Los gráficos insistieron con la estatización.
Estaban sentados con Parrilli en un despacho vecino a Kirchner. Sabían que el Presidente se encontraba reunido en la puerta de al lado. Cuando les tocó el turno, se levantaron para acercarse al despacho del mandatario pero nunca llegaron. Parrilli excusó a Kirchner y los acompañó a la salida.
Nada cambió para los trabajadores de Ciccone y el gremio siguió enviando cartas a Kirchner. Volvió a insistir con la estatización o con una solución a la crisis de la compañía. La segunda vez que Kirchner les respondió, los derivó con Aníbal Fernández. Entonces, el quilmeño era ministro del Interior y tenía a su cargo la emisión de pasaportes y otros negocios a cargo de Ciccone.
Fernández recibió a la comitiva sindical en su despacho e intentó disuadir los reclamos de estatización. Aseguró que el Gobierno estaba conversando con una empresa francesa para que comprara la planta. Dijo que pronto llegarían fondos y que para Kirchner la estatización no era una opción.
Las cartas se sucedieron también durante el gobierno de Cristina Kirchner, quien nunca aceptó recibirlos, a pesar de su afecto por Ongaro, un sindicalista emblema de la lealtad peronista.
Ciccone siguió endeudándose ante la AFIP y otros acreedores y llegó a deber tres meses de salario. El gremio hacía colectas para mantener a las familias de unos 200 trabajadores y afilió a su obra social a aquellos que quedaban sin cobertura de las prepagas.
En 2009, los Ciccone intentaron llegar a un acuerdo financiero con Ernesto Gutiérrez, de Aeropuertos Argentina 2000, y Fintech, socia del Grupo Clarín. Pero fracasó. El Gobierno había aprobado una licitación para renovar las maquinarias de la Casa de la Moneda.
Amado Boudou habría sido instruido para conseguir un capitalista que se hiciera cargo. La condición era que consiguiera capitales nacionales. Pero tras la muerte de Kirchner, Boudou anuló la licitación de la Casa de la Moneda y logró que el negocio fuera absorbido por The Old Fund, como sostiene el procesamiento del juez Ariel Lijo. Ciccone fue estatizada tras el escándalo, en 2012.
“EL DUEÑO VISIBLE”
Para el juez Ariel Lijo, tras hacerse de la compañía, Amado Boudou y su entornocomenzaron a buscar un capitalista que pudiera tener el dinero declarado para justificar ser el dueño de Ciccone. Por eso, para el magistrado, Raúl Moneta ingresa a la ecuación nueve meses después de levantada la quiebra de Ciccone.
De acuerdo al procesamiento del vice, The Old Fund levantó la quiebra de la empresa con los fondos que recibió del Estado para imprimir los billetes de 100 pesos y las boletas del Frente para la Victoria (FpV).
Según los testimonios que obtuvo este diario tratando de reconstruir cómo Boudou llega a interesarse en el negocio, hubo dos instancias de búsqueda de capitalistas nacionales: una fue previa a que The Old Fund se hiciera con la compañía; la segunda fue posterior, cuando buscaban un dueño visible.
Esta semana, la defensa de Boudou presentará su apelación. A partir de esa instancia será la Sala I de la Cámara Federal quien deba decidir si lo confirma o no.
Leer más. Dudas en el Senado por la presencia del vice; El juez que procesó a Boudou se distiende como jurado en los concursos de canarios; El oficialismo no logra cerrar el juicio en el Congreso; El PJ emitió un documento rechazando el “linchamiento mediático” a Boudou; Gobierno teme un efecto contagio con más funcionarios procesados; La defensa apunta a Lijo y se queja de los medios; La ex Ciccone se expande: contrató más personal y subió la producción; Los empresarios echan la culpa al “sistema” al justificar la corrupción; Preocupa que Boudou se quede en diez días a cargo de la Presidencia
(*) Por Emilia Delfino
El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.
(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.
De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.
Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.
Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.
En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.
A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.
Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.
La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.
Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.
La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.
Nacionales
Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal
CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON
La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.
(www.perfil.com) Según reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.
La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.
Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.
Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.
Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.
Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.
(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.
También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.
Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.
“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.
“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.
Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre. Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.
“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.
Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.
Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.
Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.
Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.
El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.
Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.