El ex Gobernador de la provincia del Chaco, remitió una carta en la que declara su sorpresa por las declaraciones vertidas por los intendentes justicialistas de la vecina provincia. Al respecto el líder radical expresa que: Con profunda sorpresa e indignación he leído las declaraciones del Foro de Intendentes Justicialistas, cargadas de mala fe.

Me parece bien que intenten respaldar el Gobierno Provincial; pero es difícil defender lo indefendible. El gobernador Capitanich debe reconocer que están echando empleados públicos por el solo hecho de ser radicales o de la ALIANZA, entre ellos, madres de familia, mujeres embarazadas o con hijos discapacitados. Con esta afirmación no ofendo ni lastimo a nadie, solo pido que corrijan el rumbo, porque es indignante perseguir a trabajadores por razones políticas. También sin ofender ni lastimar, puedo y debo decir que, por la firma del Convenio de Armonización del INSSSEP, que traspasa nuestro sistema provisional a la Nación y elimina el 82% móvil, el gobierno provincial ya recibió 155 millones de pesos de la Secretaría de Hacienda de la Nación. Pero no me han respondido en términos políticos, sino con mentiras e injurias. NO ES VERDAD que durante los 12 años de gobierno de la ALIANZA hayamos nombrado a 10.000 personas o hayamos echado a 2.000 trabajadores justicialistas. Fui el único gobernador de la historia que terminó su mandato con 3.500 empleados públicos de planta menos (por jubilaciones, retiros y fallecimientos) que cuando ingresó (salvo la docencia). Un cuadro muy distinto al que estaban acostumbrado los chaqueños, que desde el regreso de la Democracia veían ingresar cuatro empleados nuevos por día laborable, designados por gobiernos del mismo signo que hoy me critica. NO ES VERDAD que heredé el gobierno con 500 millones de pesos de deuda pública. Fue una deuda certificada de 789 millones de dólares, que cuando se pesificó y se salió de la convertibilidad, se multiplicó por tres: 2.500 millones de pesos. A esto deben agregarse los Créditos de Honor para el campo y el pago de la histórica demanda salarial de los empleados judiciales (por una decisión política del Justicialismo) por 100 millones de dólares. La deuda pública ha sido pagada puntualmente mientras gobernó la ALIANZA, y no obstó para que también se incrementaran los salarios y se mantuviera la obra pública. ¿El actual gobierno provincial está pagando la deuda pública, o está tirando la pelota para adelante? NO ES VERDAD que hayamos sido los responsables del empobrecimiento del Chaco. Mientras gobernábamos la provincia, en el país estaba la fiesta menemista con Cavallo, María Julia, Yabrán, Amira Yoma, Ibraim al Hibraim, Al Kazar, Corach y sus servilletas, Grosso, Adelina de Viola, Manzano, Alderete, Matilde Menéndez, Palito Ortega y otros, que aportaron a la degradación moral y social de la república, al cierre de industrias, a la entrega de YPF, Aerolíneas Argentinas y las empresas de energía, agua y teléfonos mediante privatizaciones vergonzosas, a desmantelar los ramales ferroviarios, a seis años sin rentabilidad en el campo, a batir todos los récords de de endeudamiento y desocupación y muchos otros padecimientos que pagaremos los argentinos por décadas. Hoy niegan el pasado, nadie fue menemista, son todos kirchneristas. Pero yo no olvido que el actual gobernador Capitanich fue un conspicuo funcionario de ese gobierno. Aquí en el Chaco, el Justicialismo intentó privatizar SAMEEP y SECHEEP, intentaron entregar nuestro sistema provisional y nuestra obra social a la Nación y se lo impedimos en un plebiscito popular. ¿Ya se olvidaron? En esos días Capitanich sostenía en un libro que era mejor vender la casa de gobierno como negocio inmobiliario; postulaba en los diarios que “no veía salida para el Chaco sin privatizar ni entregar el INSSEP (Diario Norte, página 4 del sábado 10 de agosto de 1996) y presentaba a los chaqueños a su socio Aldo Ducler, que traía el novedoso negocio de los pools de siembra, con el Fondagro, Mercado Abierto y el M Bank. ¿Ya se olvidaron?. Es verdad que los indicadores sociales del Chaco mejoraron ostensiblemente durante mis gestiones, como fruto de políticas y programas que atacaron la raíz de la pobreza, herencia de décadas de gobiernos justicialistas y una realidad invariable de todas las provincias del Norte Argentino. Es justo decir que esas políticas y programas, junto con SEFECHA, el AIPO (ahora con otro nombre), el Plan de Alfabetización, el Programa contra la mortalidad infantil, los bonos sociales de agua y luz, las viviendas populares y rurales y las residencias universitarias, siguen siendo la única defensa de los pobres, ya que el justicialismo no ha presentado siquiera una idea en sus diez meses de gobierno. Les reconozco coherencia en este aspecto, ya que tampoco en campaña anticiparon compromiso alguno con los pobres. NO ES VERDAD que haya estado al frente de una gestión corrupta. En ocho años de gobierno, no hubo nunca una denuncia penal en mi contra, solo habladurías. Es verdad que hubo funcionarios que tuvieron problemas, pero no los protegimos ni escondimos, como suelen hacer los gobiernos. Renunciaron y se fueron. El Partido Justicialista no tiene en su larga historia de gobierno una conducta similar. Jamás le pidieron a un funcionario que deje el cargo, pese a que sí tuvieron motivos de sobra, en los municipios, en la provincia y en la Nación. Somos pocos y nos conocemos mucho. Uds. están muy lejos de ser la Virgen María. Se me acusa de actuar como “farsante jugador taimado” en la designación como juez de paz de General Pinedo de mi hermano. Les respondo que mi hermano, que jamás actuó en política ni fue funcionario de mis gobiernos, fue designado juez de paz titular después de haber sido suplente durante 19 años, ininterrumpidamente y, por enfermedad y posterior jubilación del titular, estuvo a cargo del juzgado los dos años anteriores a su designación, que fue otorgada por el Consejo de la Magistratura, como establece la Constitución. ¿Es posible soportar que se lastime gratuitamente el honor de una persona, que no tiene nada que ver, para dañar a otra? ¡Qué barbaridad! Pero está bien, los dirigentes justicialistas jamás ubicaron en el gobierno a un pariente. NO ES VERDAD que no puse a la provincia en caja en 90 días. La recibí con un descubierto de 10 millones de dólares en el Banco del Chaco, ni un peso en caja para sueldos y aguinaldo, con una deuda de tres meses a jubilados, el mismo retraso en el pago a prestadores y proveedores y la obra pública paralizada. Desde mi llegada al gobierno, cumplí mi palabra disponiendo un cronograma de pagos y por primera vez en la historia los jubilados cobraron junto con los activos. Puse al día los salarios y el pago a prestadores. Saber cuándo se cobraba no era poca cosa en esos tiempos del país menemista en caída libre. NO ES VERDAD que la congelación de salarios fue una decisión mía, ¿o ya se olvidaron que estaba vigente una ley nacional que establecía la inmovilidad de los sueldos públicos, las tarifas de servicios y de alimentos de primera necesidad, por la vigencia de la convertibilidad? Algunos son campeones de la amnesia selectiva. NO ES VERDAD que haya tenido algo que ver con el megacanje. El entonces presidente De la Rúa, designó cuatro gobernadores para acompañar la delegación: Reutemann de Santa Fe, De la Sota de Córdoba, Iglesias de Mendoza y Rozas del Chaco. Me llama la atención que precisamente sean justicialistas los que se espantan de Cavallo, ministro estrella de la era menemista. NO ES VERDAD que durante mi gestión se gastaron 500 millones de pesos en publicidad oficial, cuando esa cifra ya fue desmentida hasta el hartazgo por la Contaduría General de la Provincia, el Tribunal de Cuentas, la Cámara de Diputados, ECOM Chaco S.A. y otras dependencias. Todos informaron que la cifra real fue de 89 millones de pesos en ocho años de gobierno, cinco veces menos de lo que ahora afirma el Foro de Intendentes, quizás confundidos por el nivel de gastos publicitarios de su actual gobierno. NO ES VERDAD que “les metí la mano en los bolsillos a los trabajadores” con la Ley 4044. Esa ley fue de autoría de un legislador justicialista, sancionada con el voto de todo el bloque justicialista y promulgada por el gobierno que precedió al mío. De cualquier manera, fue un gobierno de la ALIANZA el que devolvió peso por peso esas retenciones. Siguen demonizando los bonos Quebracho, que salvaron la cadena de pagos de la provincia, la única que supervivió al colapso de la era menemista que ellos respaldaban, al tiempo que omiten que 13 provincias argentinas (casi todas gobernadas por justicialistas) emitieron bonos en esos años, incluyendo a Buenos Aires y Córdoba. También la Nación emitió los bonos LECOP. Esa realidad histórica me exime de mayores comentarios, al menos ante personas sensatas y bien intencionadas. También me adjudican “la liberalización del juego clandestino”, cuando fui el gobernador que presentó el proyecto de ley para el cierre definitivo de todos los videopocker de la provincia. No imagino cómo podrán presentar este capítulo de ficción cuando tengan que ir a rendir cuentas a la Justicia. Me llaman “artífice del aeropuerto de Sáenz Peña” y se los agradezco. Esta obra necesaria, histórica y federal, hace unos días nomás, le permitió a Capitanich anunciar que la ciudad termal sería la base de operaciones del supuesto regreso de Aerochaco. Les recuerdo que también fui artífice de los proyectos del Parque Caraguatá (pulmón verde del Gran Resistencia que reconocerán las futuras generaciones), del Acueducto del Norte, las autovías Nicolás Avellaneda y Sáenz Peña, las rotondas 25 de mayo y Ruta 11, el puente ferrovial Chaco – Corrientes, el PROGANO, el complejo cultural Guido Miranda, las Escuelas de Comercio 7,8 y 9, Simón de Iriondo, Yebrahil Matta, la Nº 1001 de Villa Angela, la Nº 6 de Las Breñas y otras, el Hogar Teresa de Calcuta, las ampliaciones e iluminación de los principales accesos del Gran Resistencia, las defensas definitivas sobre el Area Metropolitana y el Bermejo y del mayor plan obras viales y energéticas de la historia del Chaco, entre otras. Finalmente, les guste o no, me retiré – tras ocho años de gestión – con un respaldo del 82% de mis comprovincianos y entregue el gobierno a un radical de la ALIANZA. DE NUEVO LA HAMBURGUESA Por ser un ataque personal y no político, quise hacer un capítulo aparte para el tema de la Estancia “La Hamburguesa”, cuya propiedad vuelven a adjudicarme. Voy a iniciar una querella criminal con resarcimiento por daños y perjuicios contra el Foro de Intendentes Justicialistas, por insistir en esta mentira maliciosa, hecha con el solo ánimo de perjudicarme a sabiendas que no es verdad y que es cosa juzgada. La mentira de que soy propietario de la estancia “La Hamburguesa” ya fue exhaustivamente investigada por el Juzgado de Instrucción Nº 5 del Dr. Zanazzo (designado por el Consejo de la Magistratura durante un gobierno justicialista), en el expediente Nº 4856/01, caratulado “Gait, Jorge Antonio s/denuncia”. Dicho profesional, basado en dichos – entre otros – de Manolo Bordón y la ex diputada provincial María Inés Pilatti Vergara, solicitó una investigación que demandó más de dos años y 283 fojas de pesquisa documentada, arribando a las siguientes conclusiones: En el expediente quedó claramente probado que las estancias “La Hamburguesa”, “San José” y “Las Charatas”, ubicadas en la localidad de General Pinedo, no son propiedad de Angel Rozas ni de parientes del mismo y/o persona alguna que estuviese poseyéndolas o administrándolas a su nombre (testaferros), sino que pertenecen a “Pecurú del Norte S.A.”, de la firma Mondito Hermanos, tres hermanos de nacionalidad italiana y la titularidad de las mismas data del 4 de mayo de 1987, según estatuto Nº 10386, libro 104, tomo A del libro de sociedades y registro de acciones existente en la Inspección de Justicia de la Capital Federal. Dichas estancias no estuvieron nunca en venta ni se vendieron, tal como afirmaron sus propietarios en una tajante solicitada publicada el 1 de noviembre de 2001 en Diario Norte. Ahora bien, el juez llegó a estas conclusiones categóricas después de indagar en el Registro de la Propiedad, Dirección General de Rentas, DGI y Colegio de Escribanos del Chaco. Y como esas pruebas no parecieron suficientes, también requirió informes (todos de carácter muy urgente y de preferente despacho) a la Unidad de Inteligencia de Gendarmería Nacional, al juez nacional en lo Criminal de Rogatorias, al jefe de la Sección Delitos Interjurisdiccionales de la Policía Federal Argentina, al titular de la Inspección General de Justicia de Buenos Aires y al juez federal de Resistencia, entre otros. Agotadas todas las instancias provinciales y nacionales, más las concluyentes demostraciones legales y contables de la sociedad “El Pecurú”, el juzgado determinó que la denuncia debía ser desestimada, ordenándose su archivo el 14 de julio de 2003. No es un dato menor que jamás fui notificado o tuve conocimiento sobre la existencia de este expediente o la minuciosa investigación a que dio lugar, hasta mucho después de haber sido archivado. Por la real malicia que hay detrás de todas las expresiones contenidas en el documento del Foro de Intendentes Justicialistas, según la publicación de Diario Norte, en página 7 de su edición del viernes 12 de septiembre de 2008, bajo el título: “Del Foro de Intendentes Justicialistas a Rozas, por sus acusaciones a Capitanich”, es que solicito esta publicación con ubicación y espacio equivalentes. (*) Angel Rozas. Resistencia – Chaco- Argentina.