La iniciativa de promocionar el uso de un recurso natural disponible y poco aprovechado, en forma sustentable y para múltiples destinos, fue analizada y debatida durante el jueves y viernes pasados en el III Foro Nacional de Desarrollo Productivo del Bambú, concretado en la ciudad de Corrientes, con una convocatoria que superó las expectativas de sus impulsores y organizadores.

El encuentro fue auspiciado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y organizado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación (SAGPyA) y por el Ministerio de Producción, Trabajo y Turismo de Corrientes, a través de la Dirección de Recursos forestales, convocando a más de 120 personas de distintos puntos del país y el exterior, interesados en conocer las posibilidades económicas de las bambusáceas y trabajar en propuestas para promover su utilización, en forma sustentable. El primer día del Foro, los asistentes visitaron el Instituto de Botánica de la Universidad Nacional del Nordeste para conocer el herbolario y las instalaciones para el estudio e investigación de las variedades vegetales. En horas de la tarde, la delegación efectuó un recorrido por la zona de los bambusales situada en campos privados sobre la ribera del Paraná, en la zona de Ramada Paso. Antes de las recorridas, el coordinador del Foro Carlos Alvarez, de la SAGPyA, expuso ante los asistentes los motivos que originaron estos encuentros y las numerosas posibilidades de su utilización, entre otros conceptos. El segundo día, la jornada se inició con la exposición de María Mercedes Arbo (IBONE – Facultad de ciencias Agracias de la UNNE) acerca de las bambusáceas nativas del nordeste argentino, variedades, características, cualidades y distribución geográfica. Luego, Ana María Moeykens de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Tucumán, detalló sobre el Proyecto Bambú que encara el Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano de esa provincia en el marco de un convenio con la Universidad, para la investigación de prototipos de viviendas de bambú. Desde Paraguay, el director ejecutivo de la ONG Tacuara Rendá de Cerro Roké –Sapukai- Departamento de Paraguarí, reseñó las tareas de promoción que encaran junto a otras organizaciones sociales, destinadas al aprovechamiento de los recursos naturales en distintas áreas, tanto desde el punto de vista artesanal como social y económico. Luego, Beatriz Sara Spreafico del área de Cuarentena Vegetal SENASA, enumeró la normativa vigente en lo que hace a especies vegetales, tanto en Argentina como en el exterior, respecto de las exportaciones a países con sistemas cuarentenarios. Alvarez proyectó posteriormente varias filmaciones sobre procesos artesanales de industrialización del bambú en Japón, destinados a la obtención de laminados, machimbrados, tableros y otros productos para la fabricación de muebles, revestimientos y viviendas, entre otros. Finalmente, los participantes se reunieron en comisiones de trabajo para analizar lo relacionado con Tecnologías (agronómicas e industriales), Formación y Capacitación y Promoción de las Inversiones. Como resultado, y en términos generales, surgió la moción de solicitar la implementación de un Programa Federal que apoye acciones de investigación, información, sensibilización y capacitación, teniendo en cuenta que hasta la realización de estos foros la utilización del bambú no fue considerada como una actividad económica productiva, aunque recomendando que estas acciones se encaren en el marco de la sustentabilidad del recurso y amigables con el ambiente. En este sentido, se señaló la utilidad de realizar un relevamiento aéreo sobre las zonas de bambusales y de efectuar un inventario de especies y superficies existentes en el país. Se sugirió además la creación de un foro virtual en el cual se vuelquen todas las experiencias relacionadas con el tema, y de un directorio donde figuren quienes ya se dedican a distintas actividades relacionadas con el bambú: poseedores de materia prima, investigadores, estudiosos, artesanos, etc., para facilitar el intercambio. Pero también surgió la necesidad de contar con fondos que financien estas iniciativas proponiéndose el impulso de una ley de promoción similar a la 25080 de bosques cultivados, con el objeto de facilitar las inversiones, con dotación de personal y recursos que se ocupen de concretar las recomendaciones del foro; este funcionaría como el punto de convergencia del debate, intercambio y elaboración de estrategias. POR QUÉ EL BAMBÚ Crece prácticamente en cualquier lugar, se reproduce rápidamente y es muy versátil. Es un protector del entorno y la biodiversidad, así como una muy importante fuente de obtención de madera, papel, textil, alimento e infinidad de subproductos diversos de alta calidad a corto plazo. Esta planta surge como una solución real y factible para la creación de un plan forestoindustrial que permitirá desarrollar negocios, con inclusión social y cuidado del medio ambiente. Hay especies que soportan –30ºC. y otras adaptadas a la sequía. En América alcanzan diámetros de hasta 20 cm. y alturas de 30 m. Posee una estructura vertical que crece hasta su altura máxima entre 60 y 180 días según la especie, pero su máximo desarrollo varía entre 10 y 100 años. Desde un punto de vista técnico, es una planta perenne, de alto rendimiento por hectárea y su madera, de alta calidad, es fácil de trabajar por su flexibilidad y resistencia; mediante tecnologías alternativas de construcción puede reemplazar materiales constructivos tradicionales. Es apreciada por su longitud y presentación. Desde un punto de vista ambiental, la planta hace un uso óptimo de los recursos disponibles: Una hectárea es capaz de captar gran cantidad de CO2 / año. Ahorra agua, pues en una sola temporada puede alcanzar un desarrollo equivalente al de otras plantas en muchos años. En su aspecto económico, se está utilizando como fuente barata de bioenergía; tiene infinidad de usos en industrias varias y es aceptado en diversos países como noble material de construcción. Es la principal fuente para producción de celulosa en varios países asiáticos. En América Latina, Brasil ha desarrollado una considerable industria papelera partir del bambú. Tiene una excelente ecuación entre réditos económicos, unidad de superficie y tiempo; el comercio mundial de bambú y ratán es hoy de U$S 14.000 millones anuales. En su aspecto social y laboral, es un recurso altamente intensivo en la generación de mano de obra por la multiplicidad de usos que tiene, pudiendo representar un fuerte impulso para las economías regionales. La durabilidad de los productos obtenidos se consigue con un bajo consumo de energía y con procesos de industrialización relativamente sencillos, por lo tanto las inversiones de capital son bajas y se convierte en una opción favorable para la creación de microempresas.