Durante 2006, en Corrientes volvió a crecer el número de trabajadores inscriptos en el Renatre y en diciembre llegó a 14.000, cuatro mil más que doce meses antes. Es un factor positivo que en el balance anual destacó Monica Arnaiz, delegada provincial del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores.

El principal objetivo del ente es la registración del trabajo rural y en esa meta, durante el año que acaba de finalizar el número de inscripciones del personal dependiente en el campo creció a 14.000, mientras que los empleadores sumaron 1.500 en total. De los primeros, 12.000 ya cuentan con sus libretas de trabajo definitivas y el resto las tendría en sus manos en las próximas semanas. Los números reflejan una participación importante de Corrientes en el esfuerzo de encaminar al campo argentino a la mayor regularización posible del trabajo rural. En el orden nacional, las inscripciones de empleados suman en total 105.000, mas 8.000 empleadores. “El año 2005, en Corrientes terminamos con 10 mil trabajadores inscriptos y ahora se incrementó en 4.000 más”, precisó la delegada, conforme con los resultados de la labor durante 2006. La explicación parece encontrarse en una mayor toma de conciencia por parte de los empleadores, acerca de que, desde la existencia del Renatre, es más económico tener al personal “en blanco”, es decir, debidamente inscripto en los organismos de la seguridad social. Arnaiz admitió que pudo haber resultado gravitante la tarea de fiscalización encarada por el Registro -a través de una tercerizadora- en distintas zonas de la provincia pero particularmente en el área hortícola compuesta por Goya, Lavalle, Santa Lucía y Bella Vista, y en la citrícola del sureste provincial, esto es, Monte Caseros, Juan Pujol y Mocoretá. Reveló que son justamente las áreas donde se dio el mayor número de inscripciones al registro, lo cual en su análisis hace suponer que se trató de blanqueo del personal, más que de nuevos trabajadores. La labor de inspección en los establecimientos agropecuarios motivó sanciones contempladas legalmente. Sin embargo, conforme aclaró la delegada muchos de los procesos aún siguen el trámite administrativo y las multas no están firmes. Al parecer esta tarea, sumada a la labor de insistente difusión de la convocatoria a inscribir a los empleados, tuvo sus resultados en el mayor número de registraciones durante el año. La fiscalización del Renatre, anunciada con la debida anticipación, se realizó en todo el país. Fueron 1.160 los establecimientos agropecuarios visitados por los inspectores y 16.000 los trabajadores inspeccionados. BUENAS PERSPECTIVAS La evaluación de Arnaiz es positiva, como también los son las perspectivas para el nuevo periodo que comienza. “Nuestra misión es seguir contribuyendo a la registración tanto de empleadores como de trabajadores y a la atención, dentro de los términos que da la ley, de los subsidios solicitados”, dijo. Con esto último hizo referencia al servicio que presta el Renatre, cual es el Sistema Integral de Prestaciones por Desempleo (SIPRED), mediante el cual se otorga la ayuda económica a quienes quedan desempleados en el sector agropecuario. En Corrientes, la Delegación lleva otorgados 600 beneficios de este tipo, mientras que en el país sumaron en 13.223. Todo lo cual importa una erogación cercana a los millones de pesos por este concepto. Como parte de la política del año concluido, los montos de los subsidios se elevaron de 150 a 250 el mínimo, y de 360 a 400 el máximo, al mismo tiempo que se incorporaron periodos adicionales de seis meses a aquellos desocupados de más de 45 años. IMPRESCINDIBLE Tema central en el Registro pasa por el proyecto de ley de Corresponsabilidad Gremial, que ya tiene media sanción de Diputados de la Nación. Arnaiz no lo pasa por alto al mencionar las expectativas para 2007. “Sigue siendo un objetivo a cumplir el convencer a los legisladores nacionales de la necesidad que tienen provincias como la nuestra, marcadas por economías regionales con rentabilidad distinta a la Pampa Húmeda y menos posibilidades de exportación. Es la necesidad de herramientas que ayuden a la registración del trabajador rural sin que esto se constituya en un factor de pérdida para el productor”, analizó. Así mencionnó a la herramienta por excelencia: los convenios de Corresponsabilidad Gremial contemplados en la iniciativa en tratamiento parlamentario. “Solucionarían estas asimetrías”, sostuvo. Defendió el proyecto que es el resultado del estudio de expertos del Renatre para poder superar las dificultades que un instrumento similar exhibió en la década del ’70, cuando estuvo vigente. “Contempla todas las posibilidades de modo que sea de verdadera utilidad”, remarcó la delegada, para agregar que “estamos convencidos que si se aprueba esta herramienta como hemos propuesto, será la solución definitiva para lograr la registración del sector”. La esencia de los convenios de Corresponsabilidad Gremial es que el productor cumpla con los aportes al sistema de seguridad social de sus empleados en el momento en que comercializa la producción. Para ello, la iniciativa contempla que el Registro sea el administrador del sistema con la AFIP como recaudadora, bajo el permanente control del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación. Dado que este es uno de los aspectos que generó controversias cuando la iniciativa pasó al Senado, Arnaiz puso de relieve que el Registro no recaudaría sino que se encargaría de la administración del sistema y la fijación de las tarifas. “Esto es lo óptimo, porque en el Renatre están representados los intereses de los trabajadores rurales a través del gremio más numeroso que es la UATRE, y de los productores, a través de las organizaciones del campo (SRA, FAA, Coninagro y CRA)”, puntualizó. A ello se suma Trabajo de la Nación, que tendrá la función de control y homologación final de los acuerdos. A SIMPLIFICAR Además de los convenios de Corresponsabilidad Gremial, Arnaiz citó como otro de los grandes temas de este nuevo año en el Registro el seguir contribuyendo a la simplificación registral. “El objetivo fundamental es que el Registro se convierta en la base de datos por excelencia que tenga la seguridad social rural y lograr un padrón único”, indicó. Puso énfasis en la cuestión, al insistir en que es imprescindible simplificar la registración, de modo que empleadores y trabajadores puedan acceder y formar parte del sector formal de la economía. Algunos ensayos ya se hicieron durante 2006, como la simplificación de la entrega de libretas definitivas. Otra acción programada para 2007 pasa por continuar y acentuar el programa Capacitar para Crecer, que fuera lanzado en el mes de junio de 2005. A nivel país se trabajó tanto con trabajadores como empleadores, alcanzando un número considerable (3.400) de asistentes a los programas de capacitación en todo el territorio nacional.