Rural
¿La hora del Biodiesel?
COMBUSTIBLES BIOLÓGICOS
En el marco de la crisis energética que atraviesa el país vale reflexionar en torno a la alternativa del biodiesel. Hablamos de un éster que puede realizarse a partir de diferentes tipos de aceites: girasol, colza, soja, aceite de palma, grasas animales y hasta aceites usados provenientes de la industria alimenticia. Un combustible de origen biológico capaz de ser utilizado puro o en mezclas de cualquier proporción con gasoil de petróleo.
Argentina cuenta hoy con el prestigio de ser el primer exportador mundial de aceites, poseer terrenos aptos para ser explotados y un respetable sector agrícola liderado por la soja. En este escenario, ¿el desarrollo del biodiesel constituye una opción válida para el futuro agroindustrial? Eugenio Corradini, especialista en energías alternativas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación (SAGPyA), y Antonio Brailovsky, licenciado experimentado en ecología, evalúan la opción: VENTAJAS Según el documento “Porqué invertir en biodiesel” de Miguel Almada y Andrés Leone, el biocombustible cuenta con numerosas propiedades que lo hacen muy atractivo en relación a los otros combustibles: posee una producción renovable, no contiene azufre, reduce las emanaciones de CO2, CO, partículas e hidrocarburos aromáticos, se degrada más rápidamente, es menos irritante para la epidermis humana y por si esto fuera poco, resulta más seguro para transportar y almacenar. Las ventajas que brinda en materia ecológica son significativas, entre ellas destaca el ingeniero Corradini que “si se derrama en el agua se descompone diez veces más rápido, no afecta al fitoplacton, tampoco a los peces” y además “en mezclas mejora la combustión de los diesel y baja el tenor de liberación de azufre en el medioambiente”. En términos de rentabilidad, la alternativa trae ganancias en tanto y en cuanto sea utilizado a pequeña escala, pudiendo favorecer a productores, cooperativas que brinden servicios o grupos de pequeños productores. En este sentido, explica Corradini: “cuando los insumos se usan en productos finales y un productor agropecuario realiza la pequeña inversión del orden de los 40 o 50 mil pesos, ahí la rentabilidad de la soja le aumenta en un 10, 12 % para el área que usa para hacer aceite, mientras que la de girasol puede aumentar a un veinte por ciento debido a que se eliminan los costos de pagos intermedios”. Sin embargo, es posible recibir fondos si se gestionan de manera adecuada. “El desarrollo de energías alternativas tiene la posibilidad de recibir bonos de carbono pero depende del tipo de proyecto, cuanto más limpio, más el valor del bono y mayor la posibilidad de recibirlo”, aclara el funcionario. DESVENTAJAS Para el ingeniero agrónomo el mayor obstáculo es el costo de plantear el cambio a gran escala, como consecuencia del precio base del aceite vegetal. A partir de la devaluación y la suba de las commodities en el mercado internacional donde se ubican los aceites, todos los proyectos de biodiesel se volvieron inviables para el mercado interno al que estaban orientados. La suba del precio resulta un obstáculo para las iniciativas de desarrollo sustentable. Eugenio Corradini considera que “el biodiesel a gran escala aumenta el costo del combustible” por eso, mientras “tengamos la soja al precio que tiene hoy, no hay forma de cerrar una ecuación económica”. Otro factor negativo a tener en cuenta sería la falta de toma de conciencia ecológica por parte de los argentinos, “es un tema que no prospera entre otras cosas porque desde el común de la gente no se piensa en el largo plazo”, agrega el ingeniero. Según el licenciado Antonio Brailovsky, profesor universitario y autor del libro “Ésta, nuestra única tierra”, los inconvenientes se presentan en caso de realizar la transformación sin contemplar la permanencia y la regulación necesaria del proyecto, ya que resulta sólo “en un modelo de planeamiento”. “No tiene sentido hacer la inversión, afinar la tecnología y los mecanismos de control para que en seis meses digamos no lo usamos más”, opina el docente. A menudo en cada crisis energética aparecen todas estas alternativas pero “después vuelven a quedar desplazadas cuando el petróleo baja de precio”. Para que funcione adecuadamente resultaría indispensable una gestión de largo plazo, que descarte tomar medidas cuando “salió en el diario que hay un problema y luego hay que sacar un decreto para salir en el diario con la respuesta”. Por otra parte, debido a que el combustible orgánico se hace con azúcar o cereales el licenciado observa que se presenta primero el problema del abastecimiento de alimentos para las personas, ya que para pensar la cuestión energética “hay que tenerla en cuenta dentro del conjunto de urgencia”. Asimismo, “es cierto que el petróleo se va a terminar y hay que ir buscando alternativas tecnológicas, pero antes hay que tratar de compatibilizar los elementos antagónicos desde la política”. De allí que Brailovsky proponga al final “trabajar mucho sobre el combustible de origen biológico teniendo en cuenta todos estos problemas”. QUÉ SE ESTÁ HACIENDO La Federación Agraria Argentina (FAA) en colaboración con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Villa María (Córdoba) ha desarrollado un biodiesel que utiliza como materia prima colza o cánola, una oleaginosa que se siembra a contraestación con la soja para evitar perjudicarla. Actualmente están realizando demostraciones en puntos estratégicos del país a través del montaje de un módulo en un camión trailer. Existen plantas como la desarrollada por Federación Agraria Argentina y la que la Secretaría de Agricultura está montando en el INTA de Sáenz Peña. Así también en la Pampa está la Escuela Agrícola de Tres Arroyos, una escuela líder que ya posee una planta piloto con la que está cubierta la provincia de Buenos Aires. Desde la SAGyP se está armando un proyecto con la unidad de refinanciamiento del Ministerio de Economía para trabajar sobre las posibilidades de radicación en producciones alternativas. Asimismo, la Secretaría trabaja en contacto permanente con las provincias, el INTA y apoya los proyectos del diputado Héctor Romero y de Federación Agraria. “Estamos viendo si podemos crear una unidad de energías alternativas en la Dirección de Ingeniería Rural de INTA Castelar, donde pueden manejarse varias energías alternativas, solar, eólica, de gasoil y de gas mediante el aprovechamiento de los desechos”, acota Corradini. En paralelo, el especialista invita a la ciudad a desarrollar un proyecto para aprovechar todos los aceites usados y a las ciudades en general a “hacer un proyecto municipal chico aprovechando los aceites locales utilizando las plantas para utilizar grasas animales, en especial la grasa no unificada y estable”. Sin duda las incertidumbres en torno al biocombustible seguirán en debate por largo tiempo, pero podemos afirmar que, pese a los vientos desfavorables mencionados por los analistas, el biodiesel continúa siendo un elemento importantísimo a considerar en nuestro crecimiento. No puede ser olvidado si pretendemos construir una Argentina sólida en el mañana. La línea a seguir para Antonio Brailovsky se traduce en trabajar con énfasis en el tema contemplando el contexto, mediante un modelo de planeamiento que no asuma el carácter de respuesta cortoplacista ante el desabastecimiento energético. En igual sentido, Eugenio Corradini invita a su vez a “apoyar los proyectos locales, empezar con pequeñas plantas” y atender “los grandes proyectos que están en cartera de los inversores extranjeros que pretenden exportar 100% de biodiesel para abastecer las posibles demandas del mercado europeo”. UN RECORRIDO POR LAS NORMAS QUE ATAÑEN AL BIOCOMBUSTIBLE En el terreno internacional los tratados referidos al Cambio Climático han hecho una gran presión para instalar la problemática de energías alternativas a los combustibles fósiles. Sobre todo el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas de diciembre de 1997, que comprometió a los países industrializados a reducir para el año 2012 un 5% de sus emisiones de CO2 respecto de los niveles registrados en 1990. Este documento, contempla establecer mecanismos para el desarrollo limpio y un programa de aplicación que ofrecería créditos para el financiamiento de proyectos que disminuyan las emisiones en los países en desarrollo o con economías de transición. Argentina participó del encuentro y desde entonces asumió el compromiso voluntario de reducir las emisiones de dióxido de carbono. Pese a los avances de Kyoto lo acordado aún no ha entrado en vigencia debido a que debe ser ratificado por 155 países que constituyan al menos un 50% de las emisiones de CO2 de 1990. También la Unión Europea ha sentado bases. En su Directiva de 8 de mayo pasado relativa al fomento del uso de biocarburantes fijó como objetivo que éstos representen en 2005 el 2% del consumo total de energía en el sector –actualmente inferior al 0,5%- y el 5,75% en 2010. A nivel nacional, el Poder Ejecutivo sacó el Decreto 481 en el 2000, a través del cual se establecieron metas de reducción de gases de efectos invernadero para el período 2008-2012 con respecto a 1990 y se tomó la obligación de dar un menor uso a los combustibles de origen fósil en los países desarrollados y con economías de transición, como a su vez desarrollar combustibles de origen vegetal. Un año más tarde se sancionó el Decreto 1396, “Plan de Competitividad para el combustible Biodiesel”, por el cual el Gobierno Nacional se comprometió a apoyar todo proyecto de producción desde la intención de fomentar toda la inversión local y extranjera vinculada a la comercialización y exportación del mismo. Con estos propósitos, el 1396 exime al biodiesel del Impuesto a la Transferencia de los combustibles por diez años. Otra medida legal a considerar es la Resolución 129/2001 de la Secretaría de Energía que establece los requisitos de calidad que debe tener el B1OO (100% de Biodiesel). Finalmente, está el proyecto de ley en espera del diputado Héctor Romero, que propone un corte obligatorio del gasoil y naftas con un mínimo de un 5 por ciento de biodiesel y bioetanol con el fin de crear una demanda inmediata de los biocombustibles y su desarrollo. Nota recibida por Corrientes al Día, escrita por Pía Freaza y Manuel Fernández, de la Redacción de AgroParlamento.com.
Rural
Pobreza intelectual en la sanción de la modificación de la ley de Manejo del Fuego
COMUNICADO DE CARBAP
La reciente sanción en el Senado Nacional de las modificaciones a la Ley de Manejo del Fuego 26.816, las cuales prohíben por el término de treinta (30) años desde la extinción del fuego cualquier actividad agropecuaria que sea distinta al uso y destino que la superficie tuviera previo al momento del incendio, independientemente si el incendio fuera provocado o accidental, claramente atenta contra el productor agropecuario y su seguridad jurídica.
Esta nueva prohibición, además, se aplica a las superficies con bosques implantados o nativos, sumando nuevas restricciones a las ya existentes en la ley de bosques por hasta sesenta (60) años.
Es de destacar que estas restricciones afectan profundamente el derecho de propiedad, además de ser aplicadas incluso a aquellos individuos que no son culpables de estos incendios en el caso de situaciones naturales, provocados por terceros o accidentales, tan comunes en el sur de nuestras provincias de Bs As y La Pampa en campos lindantes a vías del ferrocarril en tiempos de seca. Se trata de una situación insólita e inconstitucional, porque se impide disponer del inmueble alterando el derecho a la propiedad.
Del mismo modo los propietarios deben soportar las consecuencias de la ineficiencia de un Estado que no es capaz ni de prevenir incendios tanto accidentales o como consecuencia de actos de vandalismo como así tampoco de aprehender y someter a la justicia a quienes lo hubieran originado.
Estas modificaciones a la ley, que limitan el uso privado y comercial de tierras incendiadas, plantean una mirada prejuiciosa y muy injusta sobre el productor agropecuario, en quien recae la culpabilidad del hecho aun no siendo responsable, afectando la garantía constitucional de presunción de inocencia, quien además de haber perdido su capital de trabajo o sus inmuebles por estos hechos debe enfrentar una condena por un evento sobre el cual no tiene responsabilidad alguna y restricciones por décadas.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), entendemos que esta nueva ley es el resultado de la incapacidad intelectual de los legisladores en la búsqueda de herramientas lógicas, inteligentes y realistas para atender una problemática seria y compleja, ante la fácil y sencilla receta de aplicar políticas partidarias en temas legislativos nacionales, actitudes revanchistas y castigos en lugar de reales soluciones autosaboteando al país al condenar previamente al productor impulsando normas que promueven incertidumbre sectorial .
Rural
Elaboran mapa de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes
Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.