De mi Tierra
Isidro Velázquez, ponencia de Eduardo Gómez Lestani
II SIMPOSIO DE BANDOLEROS RURALES CORRENTINOS
Cuando los estructuralistas le atribuyen a la semiología el estudio de la vida de los signos en el seno de la vida social, abren perspectivas inagotables de conocimiento, divulgación y revaloración de culturas. Bajo el rótulo de Antropología Social, Folklore o Semiología, cotidianamente se descubren y caracterizan esos signos vivientes dentro de la vida de las sociedades. La profundidad de estos estudios ha convertido a temas, que antes eran subalternos, en objeto de altas consideraciones. Las mitologías particulares de los ámbitos folklóricos han pasado de ser, elementos propios de la ignorancia de la ciencia racionalista, a ser verdaderos signos sociales. De ocupar los suburbios del pensamiento, a ser el núcleo de interpretación de la realidad circundante. Y este cambio no es producto de una popularización obstinada, ni de una moda demagógica, sino de un profundo trabajo intelectual que condujo al progreso de las ciencias del hombre.
Esto permitió que por la necesidad imperiosa de conocernos a nosotros mismos, llegamos a la conclusión de que tan Mitología es la Guaraní o la Quichua, como la Griega. Difieren seguramente en la influencia que han tenido sobre las culturas, como que la Griega abarca todo occidente, pero no hay categorías que las diferencian. Sino que poseen signos equivalentes, respuestas necesarias e instrumentales para los problemas fundamentales del hombre. EL PERSONAJE Isidro Velásquez, nacido en Corrientes, manso poblador del interior del Chaco, miembro de la cooperadora escolar, buen pagador de sus deudas, trabajador cumplido, criollo de respeto según los dichos de la gente que lo conocía. Tuvo un entredicho personal con la policía de su pueblo. Cosas particulares, dice la gente, y esto puede ser asunto de mujeres, de antipatía, reyertas de juego o algunas otras cosas más. Pero nada con la justicia en sí. Su hijo mayor que tenía cuatro o cinco años entonces, recuerda la forma en que vio como los policías castigaban a su padre. No había cometido entonces ningún delito, no era requerido por la justicia formalmente. Las versiones son confusas, pero todo hace suponer que padeció apremios ilegales sin haber cometido aún ningún delito. Se convierte en un gaucho alzado. Deja su casa, su pueblo y al tiempo comienza una carrera delictiva en la que cuentan asaltos de bancos, comercios, secuestros de estancieros adinerados, por lo que sufre una persecución. Mata solo en pelea, en enfrentamientos, cuando lo persiguen y esto es imprescindible para huir, escabullirse. No es un asesino nato, como su secuaz de la última época, Vicente Gauna, que parece gozar al matar. Sin embargo las mentas le atribuyen a Isidro una puntería proverbial cuando lo acosan. Su estrategia es escapar siempre. Lo consigue innumerables veces. El monte es su escondite seguro. El monte es el ámbito propicio para esconderse, pero es preciso conocerlo. Sus perseguidores se perdían con extrema facilidad. El lo andaba con una soltura que provocó admiración primero y luego fue originando fábulas. El monte es misterioso, secreto, ámbito mítico de por si. Lo transitan los bichos, los pájaros, los duendes, las miserables gentes que lo pueblan porque en él trabajan, e Isidro Velásquez. Es como un bicho más para andar en el monte, es parte de él. Demuestra poseer una aguda inteligencia para crear estratagemas que le permitan escapar. En el monte hay bajíos sin árboles, cubiertos de un entramado de plantas espinosas de un metro de altura, él los cruzaba atándose a los pies tablas de madera que le permitían caminar por sobre las espinas. Sus perseguidores debían hacer rodeos de kilómetros para seguirlo. Contó un secuestrado, que estuvieron ocultos ambos, entre el follaje del monte, él e Isidro a metros de la picada que iban abriendo los policías y cruzaban con perros que olisqueaban a diestra y siniestra. Velásquez había frotado con paciencia flores del campo sobre el cuerpo de su rehén y sobre el suyo y así confundieron el olfato de los perros. Escapando, Velásquez llega hasta los míseros ranchos que habita el pobrerío del monte. Llega como un compadre, sencillo, les dá el importe de varias quincenas de jornales en pago de comida, un catre y el silencio. Es uno de ellos. Anduvo también escondido en la Colonia Aborigen, próxima a Machagai. Un aborigen, que lo vio entonces me dijo “Velásquez es mago, traga fuego, cuchillos, desvía las balas que vienen hacia él, se hace invisible”. Cuando le pedí la explicación de por qué lo habían podido matar, me dijo simplemente: perdió el poder por andar con muchas mujeres…Estas referencias son los caminos del mito. En determinado momento es perseguido por 800 efectivos policiales, con pertrechos, perros, y el temor. Se escabulle siempre. Se da el lujo de encontrar policías perdidos en el monte, vencidos por el cansancio y la sed. No los mata, les quita las armas, les da agua y les indica el camino de regreso. Hace alardes de temeridad todos los días. Acompañó a un estanciero secuestrado por él, luego de obtenido el dinero del rescate, hasta 500 metros antes del casco de la estancia donde pululaban policías. El tiempo que el paso presuroso tarda en hacer esos metros es toda la ventaja que se toma él mismo respecto de sus perseguidores. No fueron suficientes las carreras y los aprestos nerviosos, el monte lo cobijó siempre en su espesura. EL DESENLACE El desenlace de su vida comienza cuando abandona el contexto mítico del monte. Cuando se hace de una amante que era maestra, a quién le compró un automóvil, con el se trasladaba por picadas grandes o caminos secundarios. Ella lo traicionó, y lo condujo a la emboscada final. De la que casi escapó. Cuando estuvo en el borde del monte, ya presto a ingresar a ese ámbito prohibido para sus perseguidores, la alegría o la soberbia le hizo gritar un Sapucay triunfal. Sapucay que condujo como un túnel en el aire el disparo policial que lo volteó. El cadáver de Velásquez fue mostrado como trofeo. Profusos comentarios periodísticos llenan páginas y páginas. La jefatura de la Policía del Chaco exaltó el triunfo de la persecución e impuso al día de la muerte de Velásquez como día de la Policía del Chaco. Era entonces presidente de facto el General Onganía. Pero una cosa quedó flotando como bruma, y luego contribuyó a la creación del mito: su muerte no fue el resultado de ningún acto de valor, sino de una traición. Los fenómenos mágicos que le atribuyeron, su temeridad, su repartir dinero a manos sueltas que es interpretado como generosa solidaridad, son otros tantos condimentos, que son comunes a otros bandoleros también mitificados. Frente a la muerte de Velásquez hubo dos interpretaciones inmediatas y dispares, casi polares diría. Una, la negación lisa y llana, muerto el perro se acabó la rabia, los hechos policiales han concluido. Otra, la exaltación, como fueron los dos chamamés alusivos a él, cuyos autores no conocieron el fenómeno sino por referencias. Ambas externas y ajenas al pueblo. Comentario aparte merece la interpretación de Roberto Carri, intelectualizada, que no comparto. Quiso ver en Isidro Velazquez una forma pre-revolucionaria de la violencia. Tal vez influido por la relación que en Colombia tuvo el bandolerismo y la guerrilla política. Esas eran bandas organizadas, numerosos miembros las componían, el territorio en que desarrollaban sus actividades era el mismo, la zona selvática. Unos robaban para sí, los otros para solventar su pertrechamiento y la difusión de sus ideas. Velásquez era un hombre solo. No había sido un sumergido social en sentido estricto. Había sido un trabajador humilde, integrado, contenido por la sociedad hasta que el exceso policial lo obliga al alzamiento. Esa marginalidad lo lleva a frecuentar a los sumergidos, a ayudarlos, a necesitar de su confianza. Sus actos son paradigmáticos de los personajes aptos para convertirse en mitos, el pueblo va dando su respuesta, la acorde con su cultura, que no tiene nada que ver con las interpretaciones polares que hemos analizado. LA CRUZ A poco andar en el tiempo, aparece una cruz en el sitio de su muerte. Hay días que amanece con flores. Con el tiempo las flores son llevadas durante el día, sin temor. Para los aniversarios el hecho se vuelve numeroso, cada vez más, porque la Cruz es milagrosa. No es raro ver y oir a un paisano tirar varios tiros al aire y un Sapucay, “para vivar la Cruz”. Presenciamos la generación de un mito, cosa no muy frecuente. Pero más allá de esto es posible evaluar el comportamiento del pueblo frente a éstos hechos y a éstos personajes. Comportamiento tan dispar a como lo imaginan los esquemas intelectuales. Proclives a mirar la ocurrencia de fenómenos sociales desde perspectivas de pensamiento que no tienen en cuenta los mecanismos propios y originales de la gente cuando piensa y siente. O como dice Levi Strauss: Es imposible discutir sobre un objeto, reconstruir la historia que le ha dado origen, sin saber ante todo “qué es”, dicho de otra manera sin haber agotado el inventario de sus determinaciones internas. A esta altura emergen como señales inequívocas los estudios, aún actuales, de Yung acerca del inconsciente colectivo, porque alumbran esa zona misteriosa del alma humana que Strauss define como determinaciones internas. La gente genera mitos para utilizarlos con sentido religioso, para religar, consolidar una suerte de comunión de creencias sencillas. Y esto tiene un sentido social de preservación del grupo como verdad aglutinante, para realimentarlo con elementos propios y nuevos aportes que contribuyan a la supervivencia de una identidad cultural.. Se trata, en origen, de mitos rurales, que perduran en tanto quienes las profesan no sufran las transformaciones conocidas como transculturalizacion. Frente a esto desempeñan la función de instrumentos que al grupo le sirven para incluirse en sociedades en cambio, fuertemente penetradas culturalmente por el individualismo y el consumismo. Estos mitos rurales, que religan grupos humanos con creencias mágico religiosas, tocan y reúnen con lazos inasibles como son los del espíritu. Contrastan con las mitologías urbanas que son generalmente individualistas y materialistas. Valga como ejemplo el mito de los ñoquis del 29. Ceremonia triste que no tiene el encanto de las comilonas ni las improntas báquicas de abundancia y alegría. Preside toda la ceremonia un billete bajo los platos con la esperanza de que se multiplique. Nada de eso encontramos en las mitologías populares del noreste, sino el afán de un grupo humano sumergido por centurias de reunirse para ascender y perdurar con perfiles propios. En esto es paradigmático el Chamamé, de música prohibida porque venía de la ruralidad más sumergida, cantada en el otro idioma. Hoy representa a toda la región y se corrió a Santiago del Estero y al Brasil. Isidro Velásquez perdura a muchos años de su desaparición. Su recuerdo se sostiene en dos hechos contradictorios entre si: el día de su muerte es el día de la policía del Chaco y la cruz que expresa la vigente devoción popular.
De mi Tierra
Cocineros del Iberá representan a Corrientes en relevante feria nacional
CONEXIÓN MASTICAR
La feria gastronómica más importante del país, lleva adelante de manera online “Conexión Masticar”, espacio para conectar cocineros, productores y consumidores. La provincia de Corrientes cuenta con tres representantes en la mencionada muestra.
La “Red de Cocineros del Iberá” tiene como principal objetivo visibilizar los productos alimenticios y la cocina conectada con los Esteros. El proyecto ya lleva más de tres años de actividad, constituido por más de 80 cocineros y productores de siete pueblos, y coordinado por profesionales del Ministerio de Turismo y del INTA.
Esta organización fue invitada especialmente a las ediciones de la feria Masticar del 2018 y 2019, y este año la feria gastronómica más importante del país, lanzó “Conexión Masticar” 100 % online, gratuita, y con el mismo espíritu de siempre: conectar cocineros, productores y consumidores.
Allí, quienes representan a la Red correntina son Gisella Medina (Mburucuyá), Eulidia Cardozo (San Miguel) y Valentina Lattor (Caá Catí), quienes presentaron recetas tradicionales de la zona elaborados con productos de la estación.
La ciudad de Corrientes y la feligresía católica han iniciado la novena por los festejos del Santo Patrono, San Juan Bautista.
Juan el Bautista, o simplemente el Bautista o San Juan, fue un predicador judío, considerado como uno de sus profetas por tres religiones: Cristianismo, Islam y la Fe Bahá’í, y considerado mesías por el Mandeísmo.
Hijo del sacerdote Zacarías y de su esposa Isabel, Juan el Bautista es considerado el precursor de Jesucristo y la ciudad capital rinde homenaje mediante la tradicional quema de muñecos y el cruce de las brasas, que en guaraní se denomina “tata yehasa”.
Por este motivo y para honrar su figura, mañana se llevará a cabo una nueva celebración por un nuevo aniversario del nacimiento del Santo.
En ese sentido, en el barrio Aldana de la capital provincial, se viene realizando desde el domingo 15 una novena en honor del apóstol y evangelista. El lema de las celebraciones es “una voz anuncia a las familias la alegría del Evangelio”.
Los actos centrales serán presididos el martes 24 de junio por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik y pasada la medianoche de hoy lunes, tendrá lugar la habitual quema de muñecos, y a las 23.50 será bendecido el fuego y se hará el cruce de las brasa, culminando el martes por la mañana con una misa para los devotos, promeseros y las instituciones capitalinas.
De esta manera, el Ministerio de Turismo de la Provincia de Corrientes acompaña dichas celebraciones que forman parte del Calendario Turístico – Cultural y Los Caminos de la Fe con sus Santos Patronos, convocando a gran cantidad de fieles, parte integrante del Calendario a partir de las festividades religiosas que se llevaran adelante, apoyando la revalorización de las festividades populares y religiosas, destacando que estas manifestaciones sentaron las bases para el Turismo Religioso en la Provincia.
Hoy a partir de las 9:00 hs comenzó esta celebración donde que se realiza una vez por año y que tiene el objetivo de resaltar la creencia popular denominada Karai Octubre.
Este acontecimiento consta en un concurso de comidas tradicionales a fin de poner en valor esta tradicional celebración vinculada a la comida y su trabajo artesanal, doméstico o comercial, teniendo en cuenta la cultura guaraní, ya que octubre significa mes de las vacas flacas, poca cosecha y escasez. El Karai (señor) Octubre es, según la creencia popular, un duende maléfico al cual atraen la carencia y la pobreza.
Organizado por la Subsecretaría de Trabajo de Corrientes, hubo en el transcurso de la mañana exposiciones de comidas y degustaciones varias. Muchas fueron las instituciones que participaron las cuales cocinaron y expusieron diferentes tipos de platos y alimentos típicos de la región entre los que se destacó el mbaypú, chipá, torta azada y frita, empanadas de pescado, carne, pollo, guisos carreros de mondongo, arroz con pollo, cordero a la parrilla, guiso de riñón, entre otros. Al mismo tiempo hubo artesanías, ventas de plantas, y dulces caseros.
Jurado y concursantes
Varios fueron los stand instalados en el Parque Mitre, donde el jurado hizo la degustación de cada una de las comidas en el stand de la Subsecretaría de Turismo de la Provincia. Participaron de la actividad gastronómica representantes del Centro de Rehabilitación para Disminuidos Visuales “Valentín Haüy”, el sindicato de empleadas domésticas y de amas de casas; Comedor Pueblito Buenos Aires; el Instituto Carmen Molina de Llano, de Caritas Corrientes, de la ONG Haciendo un Mundo Mejor; Fundación Nuestras Raíces etc.
Ganadores
Luego de la degustación y la venta de comida al público en general, tuvo lugar el acto de entrega de premios y certificados a cada uno de los concursantes. Por lo tanto el 1ª premio lo obtuvo el Centro de Rehabilitación para Disminuidos Visuales “Valentín Haüy”, quienes cocinaron cordero a la parrilla. Además del certificado recibieron una olla negra como premio.
Más actividades recreativas
Vale destacar que además de recorrer cada uno de los stands, apreciar las artesanías y degustar los alimentos preparados por los participantes, también los niños presentes pudieron disfrutar de distintas actividades infantiles, como ser juegos interactivos.
Acompañamiento de Turismo Provincial
La Subsecretaría de Turismo de la provincia de Corrientes contó con un stand institucional en el Parque Mitre de nuestra ciudad, brindando todo tipo de información turística a los turistas y visitantes que se aceraron al evento, sobre los diferentes productos que ofrece la Provincia, promocionando al mismo tiempo la puesta en valor del Programa Sabores con Payé.