Rural
Desafíos y oportunidades del sector agropecuario en el NOA
AACREA
En los últimos 15 años las provincias del NOA experimentaron un aumento de la producción de granos cercano al 400%, acompañado en gran medida por la expansión del área sembrada. La proporción de los cultivos también fue fuertemente modificada en ese período, dominada por la expansión de la soja. En la actualidad, el 70 % del área sembrada en las provincias del NOA corresponde a este cultivo.
Los grupos CREA de la región no fueron ajenos a ese proceso. Hoy, la producción de granos representa la actividad principal para seis de los ocho grupos que forman parte del Movimiento en el NOA. Entre ellos, el cultivo de soja totaliza casi 150.000 hectáreas, lo que esquívale al 7 % del total de la oleaginosa cultivada en Salta, al 30% de la de Tucumán, al 27% de la de Catamarca y casi al 30 % de la soja del oeste de Santiago del Estero. Las profundas transformaciones del escenario agrícola de la Argentina fueron acompañadas por cambios en el paisaje y por la intensificación de las tecnologías de los cultivos. Desde el punto de vista ecológico, sobresale su impacto sobre el ambiente debido a la expansión de la agricultura sobre áreas marginales; la reducción de la superficie bajo pastizal, monte natural o pradera; el empobrecimiento de los suelos y la reducción de la diversidad planificada de cultivos. La disponibilidad de tecnologías (siembra directa, fertilización y transgénicos, entre otras) y de conocimientos contribuyeron a la menor variabilidad y mayores rindes de los cultivos, mejorando el resultado de sus empresas y generando riqueza para el sector y sus comunidades. Sin embargo, la mayor presión ejercida por estos cambios sobre el medio ambiente introdujo un campo fértil para el desarrollo de un nuevo concepto aplicable a la empresa agropecuaria: el de sustentabilidad. Tal fue el eje central sobre el que se desarrolló el Congreso Regional organizado recientemente por la zona NOA de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola en Tafí del Valle, Tucumán. LOS EJES DE LA SUSTENTABILIDAD Según explicó Emilio Satorre, técnico del área de Tecnología de AACREA, durante el encuentro, “los sistemas sustentables son aquellos que permiten proteger la integridad de los recursos naturales, ser rentables para el productor y ser socialmente aceptable para contribuir al crecimiento económico y el bienestar de la sociedad”. De acuerdo con esta definición, las empresas sustentables desarrollan sus actividades en un marco que integra un universo de viabilidad ecológica (orientado al mantenimiento o mejora de los recursos naturales), uno de viabilidad económica (orientado al mantenimiento o mejora del resultado de la empresa) y uno de viabilidad social (destinado a mejorar las comunidades o las sociedades en las que se integra la empresa). En este contexto, el Congreso reservó un capítulo especial para el análisis de la sustentabilidad y las diferentes problemáticas que afectan a las actividades que se desarrollan en el NOA. CAÑA Y CITRUS Otto Gramajo, miembro del CREA San Patricio, se refirió a la actividad de la caña en la zona. Hasta mediados de 1950, la caña de azúcar era el principal cultivo en Tucumán. Sin embargo, en las últimas décadas se registraron cambios importantes que disminuyeron sensiblemente la dependencia con el azúcar. Al mismo tiempo se mecanizaron las labores del campo y se automatizaron los procesos industriales, lo cual generó la expulsión de una gran cantidad de obreros y productores, en busca de un producto más rentable. “No hace muchos años se plantaban en Tucumán una 250.000 hectáreas con caña de azúcar y había aproximadamente 15.000 cañeros. Luego en el censo de 1988 ya éramos 10.000 y hoy, con los datos de 2002, parece que somos sólo 5000 cañeros y la superficie cultivada es de 185.000 hectáreas”, advirtió Gramajo. “Por otro lado, si con esta superficie hemos logrado mantener la producción es porque somos más eficientes”, añadió. En gran medida, la mano de obra expulsada de esta actividad encontró posibilidades en los nuevos desarrollos productivos, especialmente en el limón tucumano, que representa el 25% de la producción mundial. Tucumán concentra el 75% de la superficie plantada con limón en la Argentina y el 90% de la producción. La citricultura es la segunda actividad económica social en importancia de la provincia y genera unos 50.000 puestos de trabajo en la época pico de actividad, entre las tareas de cosecha y empaques, además del personal de quintas. En los últimos años se observó un importante crecimiento en el volumen producido, que permitió ubicar a la provincia como primer productor mundial de limones. Los ejes del negocio son la producción y la exportación de fruta fresca y la industrialización para la producción de jugos cítricos, aceites esenciales y cáscara deshidratada. La mayor parte de los productos industrializados se exportan a los países europeos, EE.UU. y Japón. No obstante “en comparación con el resto de los países productores de limón, el NOA y la Argentina en general están por debajo de todos los indicadores de competitividad”, alertó Gastón Guerineau, miembro del CREA La Armonía. “La Argentina posee una mala infraestructura en cuanto a las comunicaciones, las redes eléctricas, de transporte terrestre, aéreo y fluvial. Además, enfrenta problemas con la educación y el sistema de salud y el acceso al trabajo, entre otras cuestiones. El Gobierno, si bien ha avanzado en desregulaciones respecto de otros países productores de limón, califica negativamente en temas de propiedad financiera, legislación y corrupción”, aseguró. Según Guerineau, en 2005 los productores enfrentan precios de quebranto en la fruta a fábrica debido a los stocks elevados de subproductos de la industria. Esto se suma al aumento creciente de los costos (principalmente los de logística marítima, transporte y mano de obra) y a las mayores exigencias respecto de calidad y condiciones fitosanitarias. “Hoy, las estrategias comerciales conjuntas resultan una de las alternativas mas válidas para el sector. Éstas deben estar acompañadas con información confiable y oportuna que permita a los productores visualizar debacles como la que estamos viviendo actualmente”, subrayó. CARNE Y GRANOS “Desde el punto de vista económico y del negocio, la ganadería hoy es una actividad que, planteada de manera eficiente, genera una rentabilidad razonable en función al bajo riesgo que encierra”, indicó Carlos Segón, miembro del CREA Juramento. Segón destacó la incorporación de tres nuevas herramientas que cambiaron la producción de ganado vacuno del NOA: – Nuevos métodos de habilitación de tierra para ganadería (rolado, cadeneo, desvajerado y siembra aérea de pasturas). Estas técnicas permitieron reducir los costos tradicionales de habilitación de 400 dólares por hectárea a los actuales 80-150 dólares. – La incorporación de pasturas subtropicales, en especial el gatton panic. – La incorporación de hacienda con mejor genética. Estas herramientas permitieron desplazar parámetros de eficiencia productiva impactando sobre la rentabilidad de la actividad, aumentando la importancia de la ganadería en la región y generando un cambio en las sociedades vecinas. “Si algunos especialistas sostienen que la Argentina es unos de los países de menor costo de producción de carne, es sin duda el NOA, con las nuevas herramientas de producción, la región con los menores costos de nuestro país”, afirmó Segón. “Hoy la región NOA cuenta con 28 millones de hectáreas para desarrollar y mejorar la productividad y con ello el nivel de vida de las sociedades vinculadas. En este desarrollo deben estar presentes los tres ejes de sustentabilidad; social, económico y ambiental”, advirtió el productor. La problemática de la producción de granos en el NOA fue desarrollada por José Mejail, miembro del CREA Santa Rosa – Catamarca. El trabajo presentado calculó el resultado económico que obtendría un productor que arrienda un campo en las diferentes zonas sobre los porcentajes de ocupación de los diferentes cultivos por zona en la campaña 2004/05 y los rendimientos de soja. “En las zonas más favorables, al productor sólo le queda el 9% de sus ingresos como utilidad, al dueño del campo el 14%, mientras el Estado se lleva el 28 % mediante el cobro de impuestos. Esta relación es todavía más complicada en el Este, donde el productor obtiene solo el 6%, en una zona donde la variabilidad y el riesgo son mayores”, dijo Mejail. El productor se preguntó cuál será el futuro de la actividad “si no retribuimos adecuadamente la generación de genética, si agotamos las reservas de nutrientes del suelo sin asegurar su reposición, si los propietarios de maquinaria consumen los magros márgenes de sus equipos y sus amortizaciones y si, en definitiva, tenemos que exprimir al sistema para poder subsistir”. “Nuestro desafió como productores será aportar todas aquellas respuestas que estén a nuestro alcance y procurar que las otras sean aportadas por quienes corresponda”, finalizó. Ángel Romano desarrolló un modelo de simulación apoyado en el balance de materia orgánica y nutrientes, como indicadores de sustentabilidad ecológica, y en la evaluación de indicadores económicos y financieros (margen neto, rentabilidad y valor actualizado neto) para analizar la sustentabilidad económica de las empresas agrícolas con sistemas de producción en agricultura permanente. LAS CONCLUSIONES FUERON LAS SIGUIENTES: – Rotaciones y planteos tecnológicos similares generan diferencias significativas tanto en la sustentabilidad ecológica como económica de las empresas agrícolas en ambientes distintos. Se debería buscar para cada campo y condición empresarial el sistema de producción con mejores indicadores de sustentabilidad. – Si bien el monocultivo de soja no es sustentable, en la mayoría de los casos este cultivo es el único capaz de soportar el costo de habilitación de un campo, siempre que se mantenga en una rotación o sucesión de cultivos adecuada. – En una actividad en la que el capital fijo (tierra) representa entre cinco y diez veces el monto del capital circulante, el precio de mercado de la tierra o su equivalente como precio de arrendamiento en muchos casos es un factor preponderante de degradación o pérdida de sustentabilidad ecológica dado que impone condiciones productivas inconsistentes con el potencial del campo. – Los sistemas de agricultura permanente en siembra directa son sustentables tanto ecológicamente como económicamente siempre que se ajuste adecuadamente a cada ambiente la sucesión de cultivos y el régimen de tenencia y explotación de la tierra.
Rural
Pobreza intelectual en la sanción de la modificación de la ley de Manejo del Fuego
COMUNICADO DE CARBAP
La reciente sanción en el Senado Nacional de las modificaciones a la Ley de Manejo del Fuego 26.816, las cuales prohíben por el término de treinta (30) años desde la extinción del fuego cualquier actividad agropecuaria que sea distinta al uso y destino que la superficie tuviera previo al momento del incendio, independientemente si el incendio fuera provocado o accidental, claramente atenta contra el productor agropecuario y su seguridad jurídica.
Esta nueva prohibición, además, se aplica a las superficies con bosques implantados o nativos, sumando nuevas restricciones a las ya existentes en la ley de bosques por hasta sesenta (60) años.
Es de destacar que estas restricciones afectan profundamente el derecho de propiedad, además de ser aplicadas incluso a aquellos individuos que no son culpables de estos incendios en el caso de situaciones naturales, provocados por terceros o accidentales, tan comunes en el sur de nuestras provincias de Bs As y La Pampa en campos lindantes a vías del ferrocarril en tiempos de seca. Se trata de una situación insólita e inconstitucional, porque se impide disponer del inmueble alterando el derecho a la propiedad.
Del mismo modo los propietarios deben soportar las consecuencias de la ineficiencia de un Estado que no es capaz ni de prevenir incendios tanto accidentales o como consecuencia de actos de vandalismo como así tampoco de aprehender y someter a la justicia a quienes lo hubieran originado.
Estas modificaciones a la ley, que limitan el uso privado y comercial de tierras incendiadas, plantean una mirada prejuiciosa y muy injusta sobre el productor agropecuario, en quien recae la culpabilidad del hecho aun no siendo responsable, afectando la garantía constitucional de presunción de inocencia, quien además de haber perdido su capital de trabajo o sus inmuebles por estos hechos debe enfrentar una condena por un evento sobre el cual no tiene responsabilidad alguna y restricciones por décadas.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), entendemos que esta nueva ley es el resultado de la incapacidad intelectual de los legisladores en la búsqueda de herramientas lógicas, inteligentes y realistas para atender una problemática seria y compleja, ante la fácil y sencilla receta de aplicar políticas partidarias en temas legislativos nacionales, actitudes revanchistas y castigos en lugar de reales soluciones autosaboteando al país al condenar previamente al productor impulsando normas que promueven incertidumbre sectorial .
Rural
Elaboran mapa de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes
Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.