Rural
Nuevas tendencias en nutrición de cultivos
CRECE EL USO DE FERTILIZANTES MEZCLAS
Para el equipo técnico de Nidera Nutrientes, la tendencia pasa por adaptar las respuestas de la fertilización a cada necesidad particular. Cultivo por cultivo, hacia dónde se orienta la investigación en nutrientes y cuáles son las novedades con las que los productores podrán contar en próximas campañas.
Las prácticas de nutrición de cultivos se flexibilizan cada vez más. El uso de fertilizantes mezcla permite realizar correcciones y regular la liberación de acuerdo a los requerimientos de cada etapa y realidad productiva. También crece la fertilización foliar y las aplicaciones divididas. La División Nutrientes y Protección de Cultivos de Nidera ya está trabajando en su nueva línea de ensayos para la campaña 2006/07. El Ing. Marcelo Palese, técnico especialista en Nutrientes de Nidera, comentó que los objetivos para esta campaña se orientan a maximizar las respuestas sobre la base de los resultados ya obtenidos, afianzar los controles y monitoreos de cada parcela, avanzar en la concepción de mezclas específicas y constatar las respuestas que se obtienen en cada región. EN PASTURAS Para los ensayos vinculados a nutrición en pasturas, Palese y su equipo proponen analizar la posibilidad de corrección de suelos para elevar su estabilidad, aportar nuevos mix nutritivos, cuantificar la evolución de la materia seca y la capacidad en la actividad de rizobios. “En pasturas, los ensayos se realizan a largo plazo”, explicó Palese. A la hora de seleccionar fertilizantes, se apela a las mezclas ya que permiten obtener aportes combinados, de forma inmediata y a mediano plazo. De esta forma se puede regular la liberación en los diferentes estadíos de la pastura. La demanda de fósforo en una pastura está ligada a la perpetuidad que se quiera lograr de la misma. Según Palese, “es relevante el elemento en cuestión por la necesidad secuencial y “ad libitum”. Para ingresar menos al potrero, se fueron delineando metodologías que permitieran tener una entrega permanente desde el inicio de la pastura y su reserva en el tiempo para poder expresarse en su magnitud luego de cada corte o diente. La producción contemporánea de las pasturas puras o combinadas, obligan a un replanteo de la presentación de mezclas de fertilizantes. Por ello, la concepción de las mezclas “doble entrega de fósforo” permite respuestas diferenciadas de largo aliento y arrastran la expresión de otros elementos esenciales, siempre que estén en una tasa de disponibilidad inmediata y satisfactoria. De acuerdo a lo expresado por Palese, esta situación no es la realidad para la mayoría de los lotes con destino a pasturas, por tal motivo, “deberá atenderse puntualmente a esquemas de mezclas complejas que no solamente satisfagan la demanda puntual de fósforo inmediato, sino también de otros nutrientes esenciales que en escala serían el azufre, el magnesio y el calcio, entre otros. Todos con funciones determinantes no solo para la planta, sino también para el suelo”. GIRASOL En el caso de este cultivo, se buscan respuestas para cada una de las regiones girasoleras. Los ensayos se realizan apoyando el desarrollo en el Oeste de Buenos Aires, Noreste de La Pampa, Sur de Córdoba y Sudeste de Buenos Aires. Se trata de una diversidad de ambientes que requiere de una mezcla determinada que luego debe ser complementada según el caso a partir de los resultados extraídos de las muestras de suelo de cada lote. “En girasol, además de los aportes en la siembra, se trabaja en fertilización foliar en el período de pre botón floral. Puntualmente se utiliza boro acomplejado de inmediata asimilabilidad para complementar el que haya sido incorporado a la siembra. El boro permite mejorar el índice de floración del girasol y se han obtenido respuestas del 10% con esta práctica”, explicó el técnico. Para el girasol es importante la fertilización subsuperficial, que permite obtener un mayor desarrollo radicular y por carácter transitivo una mayor toma del resto de los nutrientes y demás elementos vitales para el cultivo. En el caso de los girasoles con tecnología Clearfield (CL), hay que destacar que al despejar la cobertura, se maximiza la respuesta a la nutrición combinada que proponen las mezclas Pampero. MAÍZ Para el cereal, el manejo estratégico pasa por la fertilización nitrogenada. A la siembra existen una gran variabilidad de mezclas, tantas como tipos de ambientes de ensayos en los que se instale maíz. Para este cultivo, Palese destalló que se trabaja en aplicaciones divididas de nitrógeno hasta en estado de 8 hojas. “Si bien el maíz tiene un desarrollo radicular importante, esto no quiere decir que no se pueda aplicar a nivel foliar”, dijo. Hay que tener en cuenta las aplicaciones foliares con nutrientes como magnesio y/o cinc desde 5 hojas maximizan los rendimientos hasta un 12%. SOJA Aunque la soja es el cultivo de mayor expansión en superficie del país, es el que aún demanda mayor información general del perfil nutricional. “La soja requiere un tratamiento diferencial en lo que hace a nutrición. Hace falta información de sintonía fina para tomar decisiones certeras.; por ello la premisa es analizar el suelo y luego la planta”, explicó Palese. La soja en estado avanzado toma cantidades importantes de azufre que requiere ser considerado en su entrega, ya sea a partir de la siembra o bien a nivel foliar. Otra de las prácticas llevadas a cabo es la de inclusión de micronutrientes que puedan ser aportados junto con inoculantes en la semilla como molibdeno para acarrear impacto en el nitrógeno. En 1998, una práctica similar fue estudiada junto al INTA San Antonio de Areco. Se obtuvieron resultados exitosos al aporte del molibdeno y cobre con soja ya emergida, combinado con inoculantes. En el caso de la soja, “los aportes foliares permiten corregir carencias puntuales. Debemos tener en cuenta que las necesidades pueden estar centradas en pocos nutrientes pero definitorios, con diferencias que pueden alcanzar un extra del 10 al 12%”, expresó Palese.
Rural
Pobreza intelectual en la sanción de la modificación de la ley de Manejo del Fuego
COMUNICADO DE CARBAP
La reciente sanción en el Senado Nacional de las modificaciones a la Ley de Manejo del Fuego 26.816, las cuales prohíben por el término de treinta (30) años desde la extinción del fuego cualquier actividad agropecuaria que sea distinta al uso y destino que la superficie tuviera previo al momento del incendio, independientemente si el incendio fuera provocado o accidental, claramente atenta contra el productor agropecuario y su seguridad jurídica.
Esta nueva prohibición, además, se aplica a las superficies con bosques implantados o nativos, sumando nuevas restricciones a las ya existentes en la ley de bosques por hasta sesenta (60) años.
Es de destacar que estas restricciones afectan profundamente el derecho de propiedad, además de ser aplicadas incluso a aquellos individuos que no son culpables de estos incendios en el caso de situaciones naturales, provocados por terceros o accidentales, tan comunes en el sur de nuestras provincias de Bs As y La Pampa en campos lindantes a vías del ferrocarril en tiempos de seca. Se trata de una situación insólita e inconstitucional, porque se impide disponer del inmueble alterando el derecho a la propiedad.
Del mismo modo los propietarios deben soportar las consecuencias de la ineficiencia de un Estado que no es capaz ni de prevenir incendios tanto accidentales o como consecuencia de actos de vandalismo como así tampoco de aprehender y someter a la justicia a quienes lo hubieran originado.
Estas modificaciones a la ley, que limitan el uso privado y comercial de tierras incendiadas, plantean una mirada prejuiciosa y muy injusta sobre el productor agropecuario, en quien recae la culpabilidad del hecho aun no siendo responsable, afectando la garantía constitucional de presunción de inocencia, quien además de haber perdido su capital de trabajo o sus inmuebles por estos hechos debe enfrentar una condena por un evento sobre el cual no tiene responsabilidad alguna y restricciones por décadas.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), entendemos que esta nueva ley es el resultado de la incapacidad intelectual de los legisladores en la búsqueda de herramientas lógicas, inteligentes y realistas para atender una problemática seria y compleja, ante la fácil y sencilla receta de aplicar políticas partidarias en temas legislativos nacionales, actitudes revanchistas y castigos en lugar de reales soluciones autosaboteando al país al condenar previamente al productor impulsando normas que promueven incertidumbre sectorial .
Rural
Elaboran mapa de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes
Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.