Rural
Entretelones, beneficios, peligros, disyuntivas y conclusiones
BIOCOMBUSTIBLES
Evidentemente entre los más favorecidos por el apogeo de los biocombustibles está el sector agropecuario; a la suba generalizada de los cereales y oleaginosos imperante en este momento, corresponde agregarle que todo parece indicar que se extenderá el período alcista en el valor de sus principales commodities, situación que se ve potenciada por la combinación del crecimiento de las economías emergentes del Asia Pacífico, como con el desarrollo del sector de combustibles renovables.
(www.pregonagropecuario.com.ar )En los últimos meses está subiendo de tono el debate sobre los biocombustibles; como toda innovación genera resistencia en determinados sectores y, por tratarse de un tema que toca intereses las diferencias se potencian. En contraposición ha ello, están los que lo ensalzan tanto que para ellos, significa la solución de los problemas energéticos, por cierto que tan equivocados están los obstinados de una como de otra posición. En virtud de ello, voy a intentar efectuar una análisis desapasionado, lo más objetivo posible; por lo que traté de contemplar los distintos elementos, comportamientos y realidades. EXISTENCIAS MUNDIALES DE PETRÓLEO Actualmente el mundo requiere 82.000.000 millones de barriles de petróleo diarios. Tal consumo ha llevado a que en los últimos años haya descendido la disponibilidad de este producto en el planeta; el cuadro de situación nos muestra una caída substancial de las reservas de los principales países, en tanto que el nivel corriente de demanda, determina que las reservas internacionales detectadas, se extingan en los próximos 40 años. Como consecuencia de ello, el valor del crudo ha aumentado en forma notable. Por otra parte, no se observa en las naciones centrales ningún proyecto que prevea una disminución en su demanda energética, tampoco es muy fácil imaginar como podría ocurrir un recorte en tal sentido, habida cuenta del funcionamiento del mundo moderno. Por el contrario, los especialistas estiman que para el 2015 será necesario disponer de de 117.0000.000 de barriles diarios, esto significa que anualmente harán falta 29.930.000.000 de barriles de petróleo, que si consideramos que cada barril contiene 160 litros, dentro de 8 años se quemarán 478.800.000.000 de litros. Para ubicarnos en el significado que tiene para las economías del mundo el costo del petróleo, es atinente señalar que el barril en la década del 90 se situaba en promedio sobre los u$s 20, en contraposición la media de los últimos tres años y medios duplica ese valor, habiendo alcanzado el tope de u$s 74 sobre mediados del año pasado. Si bien sería hacer futurología vaticinar el futuro del precio del petróleo; es procedente mencionar, que los analistas en la materia auguran que la cotización se mantendrá, y por mucho tiempo, en importes muy superiores a los de la década pasada. Aún cuando nadie presagia una sostenida carrera de aumentos, todos coinciden en que se resistirá (en el mejor de los casos) por encima de los u$s 40 (valor muy inferior al vigente) Sin pretender ser tremendista, lo concreto es que va en camino a terminarse, como es bien sabido se trata de un recurso no renovable y las exploraciones que se realizan, vienen indicando que las fuentes alumbradas son inferiores a las que se están agotando, al mismo tiempo lo que se descubre, presenta la particularidad de una extracción cada vez más dificultosa y costosa. Los reportes internacionales revelan que el 65% de los estados grandes productores han alcanzado el techo de producción. OFERTA DE COMBUSTIBLES EN ARGENTINA Nuestro país viene mostrando una caída constante en la producción petrolífera desde 1998, está al límite del autoabastecimiento y, las reservas exhaustas nos auguran un futuro insuficiente en pocos años (Ver la editorial Debilidades, Limitaciones y Condicionamientos Energéticos, publicado en Pregón Agropecuario Nº 26, del 20 de septiembre de 2006). Con semejante escenario, Argentina está forzada a nutrirse de otras fuentes de energía. La situación imperante no sobrevino inesperadamente, por el contrario obedece a un proceso que comenzó a generarse en los noventa. Al no haberse aportado soluciones, por este tiempo se ha convertido en un problema estructural y en virtud de ello, se impone establecer una estrategia, en la que además de potenciar todas las posibilidades de exploración, contemple neutralizar el déficit mediante disyuntivas viables de energías alternativas. Un problema recurrente es el de la falta de gasoil; las refinerías de petróleo están operando al máximo de su capacidad instalada, pero no dan abasto para atender la demanda interna, por lo que fue necesario acudir a importaciones en los dos últimos años. Para el corto plazo no aparece otra salida coyuntural más que ésta. Con demora en consonancia con otros países, el año pasado el Congreso de la Nación sancionó la Ley 26.093 llamada de Biocombustibles, la norma determina que a partir del 1 de enero del 2010, todas los combustibles deberán ser mezclado con carburantes de origen vegetal. De ésta manera el biodiésel cortará con un 5% al gasoil, en tanto que en igual proporción el etanol deberá ser mixturado con las naftas. A efectos ilustrativos cabe agregar que aproximadamente el uso de combustible actual corresponde, 67% gasoil, 17% nafta y 16% GNC. Sin observamos las predicciones para el 2010, notamos que se proyecta un consumo de 13.700.000.000 de litros de gasoil y aproximadamente, 4.000.000.000 de litros de nafta, razón por la cual conforme a la legislación de referencia, dentro de 3 años estaremos utilizando 685.000.000 y 200.000.000 de litros respectivamente, extraídos de especies vegetales aptas para tal propósito DEMANDA INTERNACIONAL Los países más industrializados, son los primeros que se preocuparon por la constante pérdida de las reservas petroleras, por ende también fueron las precursoras en la búsqueda de otras fuentes energéticas y, sin descartar ninguna metodología, fuente o sistema, sobre los que se está investigando; desde los sondeos iniciales, surge la alternativa de los biocombustibles como una posibilidad concreta para contribuir ha atenuar el déficit energético. En esa sintonía vienen trabajando en forma sostenida y, tanto la Unión Europea como los Estados Unidos tienen cronogramas establecidos, por los que anualmente va creciendo el porcentual obligatorio de carburantes de origen vegetal a mezclar con naftas y gasoil. La afanosa apuesta que la Unión Europea ha hecho que los biocarburantes tienes sus límites; sus gobernantes son conscientes de los riesgos que el desarrollo de los combustibles provenientes de la agricultura, pueden ocasionar para los bosques de los países productores. En concordancia con dicha estrategia, la cumbre de presidentes de la Unión Europea acordó un plan de acción en materia energética que diseña como objetivos para el año 2020 que una 20% del consumo total de energía sea renovable, y que como mínimo la mitad de ella provenga de biocombustibles. De esa manera se establecen los márgenes, teniendo en cuenta el crecimiento que en el viejo mundo venía experimentando esta modalidad, al punto tal, que entre 2004 y el 2005 el incremento en la producción fue del 65%. Alemania se encaramó como el de mayor producción y consumo, en el segundo lugar se ubica Francia, escalonándose detrás Italia, República Checa y Polonia. En la UE el propósito de impulsar el uso de biocombustibles es doble; mientras el concepto medular es garantizar y extender la oferta de energía, al mismo tiempo, es intención disminuir las emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) para el transporte terrestre. Estados Unidos es el máximo demandante de petróleo y, aún cuando es un productor importante, sus extracciones están muy distantes de satisfacer las necesidades; sin descuidar la elaboración del biodiésel, el objetivo primordial se centra en la producción de etanol, en su territorio ya hay 120 plantas funcionando y se espera la inauguración de más de 10 antes de fin de año. Durante el 2006 la obtención de etanol significó un 20% de la cosecha nacional de maíz, en tanto que los analistas justiprecian que para el 2008, como mínimo el 40% de ese grano tendrá destino energético. El ambicioso proyecto contempla quintuplicar la producción de aquí al 2017, de poder concretarlo permitiría al país norteamericano sustituir un 20% de naftas. Para la administración Bush, asegurarse el suministro de energía es vital y, no solamente en materia económica donde el costo del barril tiene alta incidencia, sino que en la faz geopolítica ocupa un lugar preponderante, la prioridad pasa por suprimir todo tipo de dependencia energética posible Los planes de Washington no se circunscriben al contexto nacional, ello ha quedando ampliamente reflejado en la alianza anudada con Brasil; ambas naciones son potencias hegemónicas en la producción de etanol (Estados Unidos a través del maíz y Brasil mediante la caña de azúcar), el acuerdo táctico tiene su fundamento en la promoción del mercado internacional que facilite el uso de biocombustibles, para desarrollar la plantación de las especies vegetales en América Central, además de impulsar inversiones en destilerías por miles de millones de dólares. Por cierto que el posicionamiento brasileño no es ni nuevo ni improvisado, el proceso viene de larga data y actualmente, el 40% del combustible para transporte es etanol obtenido de la caña de azúcar, no hay duda que el gigante del MERCOSUR está dispuesto ha hacer valer tanto su condición de precursor, como las posibilidades que le brinda las tierras productivas aún no cultivables. El tema ocupa un lugar preponderante en la agenda de los mandatarios de los Estados centrales, en ellos se advierte un consenso en promover el desarrollo de la industria de los biocombustibles, para coronar exitosamente tal empresa se ha acordado la utilización de diferentes instrumentos y metodologías. Por otra parte, hoy esta problemática no está únicamente supeditada a los entendimientos que concierte el Grupo de los 8; no podemos ignorar que China es ahora el segundo consumidor de energía. Esto no solo está vinculado al crecimiento poblacional, sino que la evolución de la economía se manifiesta en el mayor consumo “per capita”, la asignatura indica que hace falta más energía y alimentos para atender los requerimientos. Si programamos la mirada hacia el futuro, advertimos que las proyecciones hablan que India en el 2050 pasará a ser el país que albergando a 1.500.000.000 de habitantes, será el más poblado del planeta. La lectura es simple: el mundo tiene que redoblar esfuerzos para suministrarles alimentos y energía. Al mismo tiempo, los responsables de conducir los destinos de la humanidad son conscientes, que si se empleara la totalidad mundial de aceites vegetales, (materia prima del biodiésel), solamente alcanzaría para la obtención de 2.000.000 de barriles diarios. En otro orden de cosas, debe quedar claro que la política de promoción de biocombustibles, no significará ninguna modificación en lo inherente a explotación petrolera o gasífera, que no solo continuará sino que se seguirá ampliando, dado que los combustibles fósiles continuaran siendo el principal elemento de la matriz energética de los países desarrollados. Aunque duro, corresponde decirlo: las dificultades energéticas internacionales y, la disminución de reservas de hidrocarburos fósiles, son problemas de extrema trascendencia para la humanidad sin soluciones integrales a la vista. . VENTAJAS DE BIOCOMBUSTIBLES El paso hacia los biocombustibles, si bien comienza a pergeñarse ante la progresiva merma de las reservas, se consolida a partir de la rubrica del Protocolo de Kyoto ocurrido en 1997, en la ocasión, los países industrializados se comprometieron a elaborar un cúmulo de medidas tendientes a disminuir los gases del efecto invernadero. El acuerdo dispone la reducción de un 5,2% en la emisión de gases contaminantes para el ciclo 2008-2012. En virtud de ello, los signatarios del documento y las naciones desarrolladas en especial, están a la búsqueda energías alternativas, aún cuando los estudios evalúan otras opciones, los biocombustibles surgen como la opción que permite más rápidamente una transición hacia nuevas tecnologías, que no contaminen y más económicas. Entre las ventajas, los biocombustibles exhiben un argumento substancial en que se producen a partir de insumos renovables. A ello se le suma la importancia de que son biodegradables. En el terreno de consumo, su energía determinada es un 5% menor que la del gasoil, compensando ese detalle con su alta lubricidad, con lo cual no se registran diferencias en cuanto a rendimiento energético. No obstante a favor del biodiésel se le acredita la prolongación de la vida útil de los motores, como consecuencia de su cualidad lúbrica. Un dato no menor, es que ni para los motores nafteros, como para los gasoleros no hacen falta modificaciones importantes. Tampoco genera inconvenientes en su distribución, el corte se practica en las destilerías tradicionales, en tanto el expendio se puede materializar en los mismos surtidores de las estaciones de servicios existentes. BENEFICIOS PARA EL CAMPO ARGENTINO Evidentemente entre los más favorecidos por el apogeo de los biocombustibles está el sector agropecuario; a la suba generalizada de los cereales y oleaginosos imperante en este momento, corresponde agregarle que todo parece indicar que se extenderá el período alcista en el valor de sus principales commodities, situación que se ve potenciada por la combinación del crecimiento de las economías emergentes del Asia Pacífico, como con el desarrollo del sector de combustibles renovables. El valor de la tierra viene ascendiendo en el mundo, una muestra elocuente es el proceso de reacomodamiento que se esta verificando en nuestro país, que es uno de los pocos en el planeta donde aún puede crecer el área cultivable. Argentina está culminando su cosecha gruesa con un nuevo récord, a diferencia de lo que otrora era una constante, este incremento de la producción es coincidente con una superior demanda externa y, la consiguiente trepada de los precios internacionales. No cabe dudas que este escenario tan propicio para nuestro país, se ve influido considerablemente por el interés mundial de los biocombustibles. SOLUCIONES DE LOS BIOCOMBUSTIBLES Por encima de expresiones apocalípticas vertidas por fundamentalistas, quienes en el análisis se circunscriben a amplificar algunos problemas que en verdad pueden surgir, pero que pueden prevenirse (como veremos luego), y exagerando consecuencias; analizando concienzudamente pro y contras podemos arribar a la conclusión que sin ser una panaceas, ni tampoco el paradigma que resuelve el grueso de los problemas energéticos a futuro, da una serie de respuestas en el corto plazo, que sin su aporte no se podrían zanjar. Corresponde destacar que los biocombustibles solucionan sólo una parte de las necesidades imperantes, para ser elocuentes es importante saber que si la totalidad de la producción de aceites vegetales fuese usada en elaborar biocombustibles, la disminución de consumo de carburantes fósiles apenas sería del 3%. Los acérrimos propulsores de los biocombustibles tienen que interpretar que la agricultura es insuficiente en relación al consumo de combustibles derivados del petróleo y, aún como en el caso que estamos evaluando, es competente para enmendar falencias estructurales, no debe incurrirse en abusos que provocarían distorsión y debilitamiento de su misión primordial como productora de alimentos. REVALORIZACIÓN DE OTROS CULTIVOS Con el progreso del conocimiento y la tecnología, los investigadores se centralizaron en el mejoramiento genético de un reducido número de especies vegetales. Tal concentración de la actividad científica no fue aleatoria, sino consecuencia de las prerrogativas comparativas apropiadas para ser transformadas en ventajas competitivas que exteriorizaron dichos materiales. Es evidente que no todos los avances son la consecuencia de razones técnicas, en muchos casos priman las cuestiones económicas. La disponibilidad de tierras aptas cada vez es menor en el planeta, razón por la cual los esfuerzos se volcaron en aquellos cultivos que ostentan una demanda más sostenida. En una línea de acción diferente a partir del desarrollo de los biocombustibles, en el mundo se empezaron a revalorizar una serie de géneros del reino vegetal, las que hasta el presente estaban categorizadas en segmentos de muy escasa significación, e incluso algunos nomenclados como malezas. La importancia que reviste el aprovechamiento de especies no tradicionales, es fundamental, ello nos da la posibilidad de poner en producción zonas que actualmente están marginadas de la explotación agrícola. El nuevo cuadro de situación va ha aportar al desarrollo de esas regiones, al tiempo que permitirá que haya mayor disponibilidad de granos para uso alimenticio, habida cuenta del reemplazo que por ellos ocurre. Por cierto que la puesta en explotación de extensiones potencialmente aptas para intervenir en la generación de estas materias primas, necesitan de políticas públicas de largo plazo, requieren la coordinación de diversos organismos del Estado en consonancia con la actividad privada. Se deben relevar tierras, clasificarlas y evaluar sus características y composiciones, diagnósticos de impacto ambiental, estudio de régimen de lluvias, etc., y análisis perspectivas agro económicas. Uno de los factores más interesantes de la bionergía transita por la factibilidad de generar propuestas más accesibles en áreas más remotas. LA REALIDAD ARGENTINA Como he expresado anteriormente, Argentina ostenta condiciones para ascender en su producción agrícola, si bien se exporta el grueso de lo obtenido y, el abastecimiento de los plantas en construcción y proyectos existentes está garantizado, tampoco debemos pensar que la capacidad es ilimitada para producir biocarburantes, sin entrar en colisión con el destino alimentario. El contexto nos indica que nuestro país tiene una gran oportunidad para extenderse y no debe desperdiciarla, sin que ello signifique una demora en la investigación de otras alternativas energéticas. El rol asignado es protagónico para desempeñarse en el modelo que se está consolidando, justamente por su preponderancia en la producción de materias primas esenciales, avances tecnológicos de la agroindustria y volumen de saldos exportables. Así lo entendieron los capitales nacionales y extranjeros que están apostando con múltiples proyectos a la elaboración de biocombustibles. Las inversiones concretadas y en vías de ejecución, en tanto que los u$s 300.000.000 millones diseminados en unos 18 emprendimientos se instalan principalmente en los aledaños del Gran Rosario, aprovechando la infraestructura portuaria. ¿ALIMENTOS O BIOCOMBUSTIBLES? Hoy no son pocos los humanos que plantean tal interrogante, cada día son más los periodistas que se hacen la pregunta, el tema se instala en las conversaciones cotidianas, el común de la gente queda al medio de los argumentos disímiles de defensores y detractores, en aras de convencer con sus enfoques muchas veces se apela ha verdades a medias, o a ponderaciones tan parciales como tendenciosas. La verdad es que la humanidad está ávida de ambos bienes en volúmenes progresivos; apreciaciones de especialistas en la materia señalan que de acá al 2025, el consumo humano demandará con respecto al actual un incremento de 30% de soja, 35% de carne bovina, 65% de carne de cerdo, 95% de carne avícola y 110% de pescado, las mismas fuentes auguran que un 57% de los requerimientos se verificarán en el continente asiático. Simultáneamente para atender el desarrollo que demanda el mundo, es menester generar la energía correspondiente, este propósito será impracticable si a la matriz actual no se la suplementa con asistencia de los biocombustibles. Su inclusión a la vez de contribuir ha posibilitar la satisfacción de la necesidades apuntadas, actuará como freno regulatorio a las alzas desmesuradas que registraría el petróleo, ante la presencia de una oferta sensiblemente inferior a la demanda. El dilema que se plantea no es sencillo de resolver y, las soluciones no van a partir de posturas inflexibles o interesadas a ultranza; como todo problema profundo requiere de negociaciones mesuradas, acuerdos internacionales y legislaciones tan claras como equilibradas y aún así, imposible es lograr la formula que conforme plenamente a todos, pues cualquiera sean las medidas adoptadas, tal como están las cosas “la frazada siempre quedará corta”. No se necesita ser muy experto para entender que el empleo de maíz y soja con destinos energéticos, impactará considerablemente en la cotización de esos granos como materias primas alimenticias. El mismo fenómeno se produjo en el valor del crudo cada vez que en el mundo se plantío un conflicto, manteniendo su sobre valuación en tanto se diagnosticó el descenso de sus reservas. Las características diferenciadas de objetivos y requerimientos, hacen prever colisiones protagonizadas por las 2.000.000.000 de personas más pobres y los 800.000.000 de automovilistas; la cuestión no es menor, razón por la cual los responsables de regir los destinos del mundo están obligados a evitar consecuencias extremas. Así como los líderes de los países centrales han coincidido en la necesidad de reducir CO2 en la atmósfera, y lograr mediante la incorporación de los biocombustibles, efectos positivos para el medio ambiente, (premisa que por intangible es más difícil valorizar), tienen la obligación de encontrar ecuaciones convergentes a mitigar el hambre de los indigentes. En la medida que se aplique racionalmente el manejo de los biocombustibles, y la agricultura siga creciendo dentro del ritmo impreso en los últimos años, fundamentalmente por la optimización operada en materia de rendimientos, será posible obtener generación de combustibles renovables indispensables, al tiempo de satisfacer la demanda de alimentos. La disyuntiva no debe ser “alimentar a la humanidad o proveerla de energía”, sino que las acciones deben concentrarse a dar respuestas en ambos frentes. Esto no sucederá si persiste una oposición sistemática hacía el nuevo paradigma, pero tampoco partiendo de la base, que los biocombustibles sean postulados como la solución al problema energético y ambiental; es fundamental que los unos y los otros entiendan que lo importante es desarrollar otro tipo de energías renovables alternativas, en tanto lo urgente es la solución coyuntural que ofrecen los biocombustibles. Los censuradores de esta tecnología deberán saber discernir entre la diferencia que reviste el alza de los precios, con relación a la falta de alimentos; si bien ambas situaciones afectan a los más necesitados, el primer tema tiene solución pero el segundo no; si la cuestión tiene remedio, la prioridad pasa por resolver la falencia. Al respecto cabe reflexionar, cuantas postergaciones, han tenido que padecer los países productores de alimentos en los últimos cincuenta años, esos mismos Estados tuvieron que aguantarse los precios que la OPEP le aplicó al crudo, o la imposición de intercambio establecida por las naciones industrializadas. La pregunta que se impone es “ahora que esos mismos países tantas veces relegados, se ven favorecidos por el cambio de las reglas de juego, ¿deben abstenerse de participar del rédito que ello implica?, Uno de los principales maldicientes de los biocombustibles es el presidente de Venezuela (paradójicamente una nación rica), Hugo Chávez, acaso el, como mandatario de una de los más importantes países petroleros ¿se opuso en algún momento a la suba desenfrenada del petróleo? Convengamos entonces que hay en el medio grandes intereses y mucha hipocresía. Atender las necesidades alimentarias del mundo es muy correcto y, es menester encontrar los mecanismos que resuelvan la cuestión, pero atribuirles la responsabilidad a los países agrícolas es totalmente injusto. El grave problema de la desigualdad social es suscitado por una pésima distribución de la riqueza, y el imperio de una concentración económica que imposibilita el desarrollo de una economía transparente. Resulta sorprendente que determinados personeros del poder económico internacional, embistan contra los biocombustibles desde tronos alcanzados a partir de la descomunal renta del petróleo. Argentina en su historia se ha visto perjudicada por la aftosa, por los subsidios agrícolas, por políticas de “dumphin”, pese a ello en distintos momentos nuestro productores agropecuarios se vieron precisados de trabajar a pérdida, hoy el mundo demanda biocombustibles y el país dispone de significativos excedentes agrícolas, sería un error garrafal no capitalizar tan propicio momento; esta es una excelente ocasión que nos brinda el privilegio de estar en condiciones de cumplir con los requerimientos alimentarios, producir biocombustibles para atender el mercado interno y para exportarlos recíprocamente. Históricamente hemos clamado por introducirle valor agregado a nuestras exportaciones, sería deplorable que ahora dejáramos pasar de larga esta oportunidad PELIGROS Por estos días, mucho se dice que la explotación de los biocarburantes agravará al problema ya existente en los bosques, en el podio de los cuestionamientos aparecen en el mundo la palma aceitera y la soja, especies que casualmente son las más importantes especies signadas para la elaboración de biodiésel. Las advertencias en tan sentido no carecen de fundamento, pero aún cuando el peligro está, aplicando una formula contundente como la de: normas estrictas, voluntad política y entendimiento de mandatarios, el inconveniente tiene solución. FUNDAMENTALISTAS En el afán de oponerse a los biocombustibles, hay voces que no titubean en comparar el empleo de la soja o el maíz para producir biocombustibles, con la inmoralidad que supone plantar coca, marihuana u opio. Aducen que las grandes multinacionales se apoderarán de las tierras fértiles para suplantar la producción de alimentos por la de combustibles, sometiendo al mundo al hambre y la desnutrición, reforzando su perorata con una presunta expulsión de millones de pequeños productores y campesinos. Se cuestiona el modelo ha implementar, responsabilizando de desastres al uso de agroquímicos y al empleo de nuevas semillas transgénicas. Claro está que esta prédica espeluznante consigue en muchos casos sensibilizar a diferentes sectores de la población y, concitan muchas veces la atención de la prensa sensacionalista o en ocasiones desinformada. Es un despropósito comparar a los cultivos de estupefacientes con los destinados a producir combustibles vegetales; es totalmente insolvente sostener que por la practica analizada se producirá una mayor extranjerización de la tierra, sin dejar de entender que el procesó esta, no hay razón atribuirle profundización por esta causa. Es falaz que se utilicen más agroquímicos si el destino es uno u otro y en cuanto a los cuestionamientos de las simientes genéticamente modificadas, sería justo reflexionar cuanto creció la agricultura y, por ende la disponibilidad de alimentos a partir de la irrupción de los mismos. CONCLUSIONES Amenazas hay y son fundadas, pero también hay antídoto para ellas. Destilerías, exportadores y otros actores están tratando de potenciar el negocio de los biocombustibles por encima de lo racional; son intereses importantes, (tanto como sus contrincantes), la magnitud de los intereses en juego requiere firmeza y convicción para establecer límites. Es verdad que la envergadura de los elementos en cuestión requiere de los gobernantes extrema responsabilidad; es cierto que la disputa de los sectores involucrados, más las implicancias ideológicas, (de las que en algunos casos, hay una fuerte carga), pero a todo ello los estados cuentan con armas para contrarrestarlos; aranceles, salvaguardas, imposiciones diferenciadas, eximiciones y, todo un arsenal de recursos válidos como para promover, relegar o regular desequilibrios de distintos tipos. (*) Recibido por Corrientes al Día de Aldo Norberto Bonaveri
Rural
Pobreza intelectual en la sanción de la modificación de la ley de Manejo del Fuego
COMUNICADO DE CARBAP
La reciente sanción en el Senado Nacional de las modificaciones a la Ley de Manejo del Fuego 26.816, las cuales prohíben por el término de treinta (30) años desde la extinción del fuego cualquier actividad agropecuaria que sea distinta al uso y destino que la superficie tuviera previo al momento del incendio, independientemente si el incendio fuera provocado o accidental, claramente atenta contra el productor agropecuario y su seguridad jurídica.
Esta nueva prohibición, además, se aplica a las superficies con bosques implantados o nativos, sumando nuevas restricciones a las ya existentes en la ley de bosques por hasta sesenta (60) años.
Es de destacar que estas restricciones afectan profundamente el derecho de propiedad, además de ser aplicadas incluso a aquellos individuos que no son culpables de estos incendios en el caso de situaciones naturales, provocados por terceros o accidentales, tan comunes en el sur de nuestras provincias de Bs As y La Pampa en campos lindantes a vías del ferrocarril en tiempos de seca. Se trata de una situación insólita e inconstitucional, porque se impide disponer del inmueble alterando el derecho a la propiedad.
Del mismo modo los propietarios deben soportar las consecuencias de la ineficiencia de un Estado que no es capaz ni de prevenir incendios tanto accidentales o como consecuencia de actos de vandalismo como así tampoco de aprehender y someter a la justicia a quienes lo hubieran originado.
Estas modificaciones a la ley, que limitan el uso privado y comercial de tierras incendiadas, plantean una mirada prejuiciosa y muy injusta sobre el productor agropecuario, en quien recae la culpabilidad del hecho aun no siendo responsable, afectando la garantía constitucional de presunción de inocencia, quien además de haber perdido su capital de trabajo o sus inmuebles por estos hechos debe enfrentar una condena por un evento sobre el cual no tiene responsabilidad alguna y restricciones por décadas.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), entendemos que esta nueva ley es el resultado de la incapacidad intelectual de los legisladores en la búsqueda de herramientas lógicas, inteligentes y realistas para atender una problemática seria y compleja, ante la fácil y sencilla receta de aplicar políticas partidarias en temas legislativos nacionales, actitudes revanchistas y castigos en lugar de reales soluciones autosaboteando al país al condenar previamente al productor impulsando normas que promueven incertidumbre sectorial .
Rural
Elaboran mapa de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes
Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.