“Cubría el féretro una enorme bandera anarquista de la CNT -roja y negra-, y sobre ella la Medalla de la Real Academia Española, que lleva incardinada la Corona y la bandera española”. A Máximo Tomás González Cabañas.

Una ovación despide a Fernán-Gómez a su salida del Español. Entre los aplausos de los asistentes salían del Teatro Español al medio día los restos mortales de Fernando Fernán-Gómez, camino del cementerio de la Almudena, donde será incinerado. Minutos antes y por deseo de su viuda, Emma Cohen, el actor recibía su último homenaje sobre las tablas del teatro madrileño en un emotivo acto en el que el cantaor Enrique Morente le dedicaba “Caminito”, uno de los tangos preferidos del artista, ante un patio de butacas totalmente abarrotado y con un silencio absoluto. Antes, una pareja de tanguistas había bailado ya diferentes piezas del género favorito del artista. Como ocurrió en la jornada de ayer, decenas de personas se acercaron al Español desde primera hora de la mañana para despedir al actor, entre ellos, regresaron muchos de sus compañeros de profesión, como Pilar Bardem, Marisa Paredes, Nuria Espert, Massiel, Juan Diego, Víctor Manuel, Tina Sáinz, Pepón Nieto o la delegada de las artes del Ayuntamiento de Madrid, Alicia Moreno. Tangos clásicos como “Caruso”, “Cambalache” o “Mi Buenos Aires querido” han sonado durante toda la mañana en la tertulia que familiares y amigos han mantenido sobre el escenario, presidido por una foto del actor y adornado por numerosas coronas de flores que ocupaban hasta los palcos del segundo piso del coliseo. ABIERTA AL PÚBLICO LA CAPILLA ARDIENTE DE FERNÁN-GÓMEZ EN EL ESPAÑOL Tal y como estaba previsto a las diez de la mañana las puertas del madrileño Teatro Español se abrieron al público para todos aquellos que quieran dar un último adiós al actor Fernando Fernán-Gómez, fallecido el miércoles en Madrid a los 86 años. El actor, director y escritor, que será incinerado después del mediodía en el cementerio de la Almudena, antes recibirá un último homenaje en el teatro madrileño, en donde cosechó grandes éxitos y en donde el cantaor Enrique Morente le dedicará el tango “Caminito”, una de sus piezas favoritas. Este tango y el de “Mi Buenos Aires querido” sonaron durante toda la jornada de ayer, en la que cientos de amigos, familiares y el público que en tantas ocasiones le aplaudió volvieron a hacerlo por última vez, mientras se leían textos escritos por él y su viuda Enma Cohen dirigía su última puesta en escena. En los balcones de la fachada del teatro Español que da a la plaza de Santa Ana se han instalado unos altavoces para que la música se escuche en la calle y ya han entrado los primeros transeúntes. Muchos fueron los que ayer se despidieron de Fernando Fernán-Gómez, desde el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, hasta compañeros de profesión como Pedro Almodóvar, Pilar Bardem, Manuel Alexandre, José Luis López Vázquez, Marisa Paredes, Aitana Sánchez-Gijón, Natalia Figueroa, y otros muchos. El último el actor Javier Cámara, que pasadas las doce de la noche invitó en el patio de butacas del Teatro Español a ir “dejando solo” a Fernando Fernán-Gómez para que pasara su última noche en el escenario y dar por concluidas las visitas de homenaje a la capilla ardiente del actor. Las últimas horas de apertura concentraron a una gran cantidad de público tanto en el interior del teatro como en las mesas instaladas para depositar un último mensaje en los libros de condolencias por la muerte ayer del actor, cineasta y dramaturgo. Fernán-Gómez falleció el pasado miércoles al sufrir una insuficiencia cardiorrespiratoria, tras llevar ingresado casi un mes en la unidad de oncología del hospital La Paz, según el parte médico firmado por la doctora Aurora Fernández Pavón. LA ÚLTIMA FUNCIÓN DE FERNÁN-GÓMEZ Fernando Fernán-Gómez, además de tierno y dulce, era recatadamente tímido. En cierta ocasión se le preguntó porqué un gigante como él, descomunal en cine, acorazado en televisión, gigante en literatura, desbordante en teatro, subyugante en ensayo… no frecuentaba más a menudo el escenario de un teatro, las tablas de la ley de Talía. Y el coloso de Rodas contestaba: «¡Pues porque hay público, y no me gusta que la gente me mire cuando trabajo!». Ayer la gente le miraba, le rezaba, le sonreía, le lloraba, le guiñaba ora el ojo izquierdo ora el derecho, le declamaba versos, le leía cartas de amor, le recitaba poemas, pero don Fernando no estaba trabajando. Era su última función. Don Fernando llegó a las 11 de la mañana al Teatro Español. Nosotros, sus devotos, en el reclinatorio. Cubría el féretro una enorme bandera anarquista de la CNT -roja y negra-, y sobre ella la Medalla de la Real Academia Española, que lleva incardinada la Corona y la bandera española. LA MEDALLA ACADÉMICA A Fernán-Gómez le esperaban sus cofrades de la amistad: Manuel Aleixandre, José Luis Borau, el doctor Santiago Martínez-Fornés, médico de don Fernando -y uno de los pocos afortunados que ha compartido la intimidad del genio-, quien llega a acompañado por su hija, Almudena, que observa cómo la medalla académica se ha caído al suelo, y la incorpora. Fernán-Gómez se despedía sobre las tablas en las que triunfó en los años setenta con «Las bicicletas son para el verano». Cuando actuaba F. F.-G. se ceñía exclusivamente a su personaje. ¿La vida es una quimera, una comedia? Rotundo, respondía el genio: «En las películas, las obras de teatro o las novelas, los autores se esfuerzan en dar a la vida una congruencia, una lógica, que la vida real no tiene. Ya se sabe que “la vida es un cuento de locos. Creo que soy un cómico, aunque por las evoluciones del lenguaje esa palabra ya no tenga el mismo significado que hace años. Parece que la sociedad no ha tratado muy bien a los actores, pero creo que casi ningún actor cambiaría su oficio por otro». Ayer todos hubiéramos cambiado el oficio de tinieblas por don Fernando por volver a verle actuar, aunque a él no le gustara que le miráramos, y le inquiriéramos. El colosal actor emprendía ayer el caminito de la mitología. EL GIGANTE, LA PALOMA Y ROMA La banda sonora de una vida suena en la hora de la muerte: los tangos que entusiasmaban a F. F.-G., y que tenía como hilo musical en su casa; «Caminito», «Volver», «Mi Buenos Aires querido»… A uno y otro lado del ataúd, veladores, sillas, y sofás, como si fuera el saloncito de sus tiempos. Su mujer, Emma Cohen, imprescindible y esencial en la felicidad que Fernando ha gozado desde que la conoció, lo confirma: «Pasad y sentaos. Esto es como un café». Un café literario en la última función de un genio. Las coronas de flores invaden los palcos. El público abarrota el patio de butacas. Se declaman versos de los poetas que admirada Fernán-Gómez, y textos propios: los aplausos no tienen final. Junto a Emma Cohen, los dos hijos que Fernán-Gómez tuvo con su primera mujer, la dama de la canción María Dolores Pradera, y los más allegados a esta gran familia. Una enorme fotografía preside el escenario. Fernando Fernán-Gómez está tomando el vermú en una terraza de Roma. Lee el periódico, y de repente descubre que una paloma se posa en el velador buscando el último cacahuete. F. F.-G. la mira con un gesto cómplice, es la cara de su alma tierna y tímida. Esa alma invocaron durante todo el día de ayer centenares de amigos y admiradores, que desfilaron hasta la medianoche. Subían, le dedicaban un beso, la señal de la cruz, un te quiero, un «hasta luego, camarada», entre «cantos de vida y de esperanza» bajaban cabizbajos, rotos, destrozados por el amigo que se va. BANDERAS: «ADIÓS, COMPAÑERO» Las Coronas no cesan -como el rayo de Miguel Hernández-: de la Real Academia Española (RAE). Víctor García de la Concha recordó cómo Fernán-Gómez le envió una carta rogándole que dispusieran de su plaza académica porque él consideraba que dado su estado de salud no podía servir ya a la Docta Casa; a lo que el director de la RAE le respondió que su sillón, que correspondía a la letra B, era vitalicio, y que desde casa sería muy útil a la institución. Fernán-Gómez veía el alfabeto como una fabulosa compañía teatral femenina. De tal guisa que en un estremecedor sueño las letras invadían amenazadoras su habitación. Capitaneaba ese motín la «B», de la que era titular indiscutible, que «cada vez más agresiva, más agobiante, me mete la cara», se alarmaba. Y más coronas: del Ayuntamiento -acudió el alcalde, Ruiz Gallardón, que anunció que el Centro Cultural de la Villa se llamará «Teatro Fernando Fernán-Gómez»-; de la Comunidad -acudió la presidenta, Esperanza Aguirre-; del Ministerio de Cultura, representado por su regidor, César Antonio Molina; de la familia Bardem -la patriarca del clan, Pilar, sentenció: «Se nos ha muerto Dios»-; de la productora El Deseo -con los hermanos Almodóvar-; de Antonio Banderas y Melanie Griffith, que rezaba: «Adiós, compañero». Pedro Olea, Rafael Álvarez «El Brujo», Raphael, Montxo Armendariz, Antonio Mercero, Antonio Ozores, Juanito Navarro, Carlos Larrañaga, Fernando Trueba, José Luis Gómez, Fernando Guillén Cuervo testimonian al gigante. Y más políticos, cuando él descreía de las ideologías: las ministras Chacón y Salgado; las ex-ministras Calvo y Alborch; y el presidente del Senado, Javier Rojo. La hija de Fernando, Helena Fernán-Gómez, al comprobar el fervor del gentío hacia su padre, exclama: «¡Qué bonito!, él se lo merecía todo», y agradece, en nombre de la familia, «todo el respeto mostrado». Comandaban ese respeto, rotos, desencajados, sus «tertulios» del Gijón y otros cafés literarios, como Manuel Alexandre, noventa años recién cumplidos, y José Luis López Vázquez. «Era el hombre más grande que he conocido», le lloraba Alexandre. «Fernando Fernán-Gómez es irrepetible, se va uno de los grandes compañeros», subrayaba López Vázquez. Guillermo Luca de Tena, presidente de honor de Vocento, también acude a dar el último adiós a Fernán-Gómez. Pedro Almodóvar se para a reflexionar, y a evocar la llegada al cine de F. F.-G.: «Fernando era un actor nato de cine. Alguien que nace con esa voz evidentemente está predestinado para los escenarios. Pero a mí me contó que su llegada al cine fue como improvisada, que le ofrecieron dirigir algo, y él en calidad de cómico antiguo tuvo que aceptarlo porque había que sobrevivir, y no se le podía decir “no” a nada. Y además todo lo hacía bien, lo demás era responsabilidad del director y del guionista. Era un hombre dotado para la escritura, la interpretación, la direccción… Dirigió muy buen cine y teatro. “La vida por delante”, “La vida alrededor” y “El mundo sigue” son tres películas míticas para mí. Auténticas joyas. Él, a lo mejor, pensaba de sí mismo que era menos genial de lo que era, pero no creo que haya habido en esta profesión una persona tan completa y con un absoluto nivel de perfección que en él no se notaba por su naturalidad, pero que es muy difícil de encontrar. Se nos ha ido un ser totalmente insustituible. Fernán-Gómez sólo ha habido uno, se ha muerto y es una pena». Álvaro de Luna, íntimo amigo de Fernán-Gómez, lo situaba como «todo un ejemplo a seguir, gracias a una honestidad mostrada hasta el último momento, hasta la última palabra y hasta el último verso, que dejó de leer hace apenas 20 días». A LA «CONQUISTA» DE AVA «Lola Flores tenía en su piso un bar americano. Empezaron a servir bebidas. Ava Gardner se quedó un instante sola en el bar. Me atrevía a acercarme, a estar unos instantes frente a ella, que volvió hacia mí la cara. La miré con lentitud, con delectación, gozando plenamente en la contemplación de aquella belleza inconcebible en sus colores naturales y en relieve. Me sostuvo la mirada y me habló despacio…». Así describía Fernán-Gómez su «tropiezo» con el animal más bello del mundo en «El tiempo amarillo». Las mujeres han formado parte de su vida, y ayer esas mujeres recordaban emocionadas al genio desaparecido, en su última tertulia: Cayetana Guillén Cuervo. «Mis padres siempre han estado muy cerca. He comido las uvas en sus rodillas y me tuvo en sus brazos en mi bautizo»-; Nuria Espert, Verónica Forqué, Natalia Figueroa, Charo López, Ángela Molina, Aitana Sánchez Gijón, Asunción Balaguer, viuda de su «hermano Rabal», Tina Sáinz, Massiel, Blanca Portillo, Amparo Baró, Marisa Paredes -«Todos hemos querido ser alguna vez él»-, y María Dolores Pradera que, aunque no acudió al Teatro Español, declamaba la dulzura, la ternura y la calidad de un hombre excepcional. Fernando Fernán-Gómez, mezcla de «Leonardo impar» y de «Cyrano de Chamberí», será incinerado a la una de la tarde de hoy en el cementerio de La Almudena. Caminito de la gloria, como reza el tango que interpretará, en el último adiós, Enrique Morente: «Caminito que el tiempo ha borrado, que juntos un día nos viste pasar. Desde que se fue triste vivo yo, caminito amigo, yo también me voy. Desde que se fue nunca mas volvió, seguiré sus pasos, caminito, adiós». FERNANDO FERNÁN GÓMEZ EN MI VIDA (*) Se lo despide como a un Rey o no se lo despide. Pero una vez más para que el pueblo Argentino y sus dirigencia política aprenda, el León Ibérico rugió en La capilla Ardiente Del Enorme abuelo. ¿Una solo pregunta: alguien puede concebir el teatro español y el cine sin la figura de Don Fernando?. ¿Alguien prescindir de los versos de de don Antonio Machado guardados como perlas en el oído, dichos por la voz tormentosa de ese Actor de Actores? Nadie que ame en verdad el arte de la interpretación que deja enanos a los grandes líderes políticos en sus tribunas de opereta, puede no sentir la enorme presencia de su vuelo hacia la eternidad en este día. Doscientos filmes y sesenta años en la escena no son poca cosa, cuando hoy – excepción hecha de los tribunos mundiales de la escena -, casi todo resulta descartable. Rezamos para que los talentos jóvenes tomen lecciones de esta raza que hoy se está extinguiendo. “Belle Époque”, “La lengua de las mariposas”, “El Abuelo” nos lo mostraron tal como era en su dimensión humana, pues el interprete es solo exceso y da y gasta lo excesivo: abrumadoramente enternecedor en su magnífica ancianidad. Eso era el actor de algunas de las películas más importantes de la historia del cine en castellano: “La colmena” de Saura, o la irresistible comedia “Mamá Cumple 100 Años”, un “Ana y Los Lobos”. Hoy el trípode se ha cerrado: no esta solo junto a los grandes pintores, músicos, poetas de las Españas, sino junto a ese Lord de la escena llamado “Paco” – Francisco Rabal y a Fernando Rey, pasará mucho tiempo para que lleguen quienes puedan sustituirlos. Solo permítanos solo un suspiro don Fernando que ya nos re-encontraremos para seguir estudiando entomología. Y usted enseñando todo y desde luego a vivir. Por eso Máximo cuando este cine parezca ya antiguo, – algo así como un Parque Jurasico solo apto para ancianos-, puedes intentar ver a Don Fernando Fernán Gómez en bicicleta junto a sus alumnos o a un aristócrata buscando a su nieto, el te enseñara desde el celuloide muchas cosas que nosotros no te podremos enseñar. DESDE GIJÓN Políticos, cineastas, periodistas y demás gente respetable disfrutó de las irreverencias de Javier Veiga, quien, lejos del minuto de silencio o el largo aplauso sentimental, ofreció a todos la oportunidad de homenajear al fallecido Fernando Fernán-Gómez con un rotundo «¡A la mierda!» que fue gritado por todos. Entre sus muchos galardones destacan el Premio Nacional Lope de Vega en 1978, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, los Premios Nacionales de Cine y Teatro, la Medalla de Oro de la Academia de Cine y varios premios Goya. FILMOGRAFÍA Y PREMIOS DE FERNANDO FERNÁN GÓMEZ A continuación una lista parcial de las películas y premios cinematográficos, obras literarias y teatrales del actor, director y escritor español Fernando Fernán Gómez. Filmografía Rosas de otoño (Rosas de otoño) (1943) La chica del gato (La chica del gato) (1943) El camino de Babel (El camino de Babel) (1944) Domingo de carnaval (Domingo de carnaval) (1945) Embrujo (Embrujo) (1947) Balarrasa (Balarrasa) (1950) El capitán Veneno (El capitán Veneno) (1950) El último caballo (El último caballo) (1950) Esa pareja feliz (Esa pareja feliz) (1951) El sistema Pelegrín (El sistema Pelegrín) (1951) Esa pareja feliz (Esa pareja feliz) (1951) Aeropuerto (Aeropuerto) (1953) Morena Clara (Morena Clara) (1954) La ironía del dinero (La ironía del dinero) (1955) El malvado Carabel (El malvado Carabel) (1955) El fenómeno (El fenómeno) (1956) Viaje de novios (Viaje de novios) (1956) Los ángeles del volante (Los ángeles del volante) (1957) Las muchachas de azul (Las muchachas de azul) (1957) Un marido de ida y vuelta (Un marido de ida y vuelta) (1957) Faustina (Faustina) (1957) Bombas para la paz (Bombas para la paz) (1958) Luna de verano (Luna de verano) (1958) Ana dice sí (Ana dice sí) (1958) Soledad (Soledad) (1958) La vida alrededor (La vida alrededor) (1959) Crimen para recién casados (Crimen para recién casados) (1959) Sólo para hombres (Sólo para hombres) (1960) La venganza de Don Mendo (La venganza de Don Mendo) (1961) ¿Dónde pongo este muerto? (¿Dónde pongo este muerto?) (1961) Adiós, Mimí Pompom (Adiós, Mimí Pompom) (1961) La becerrada (La becerrada) (1962) Rififi en la Ciudad (Rififi en la Ciudad) (1963) El mundo sigue (El mundo sigue) (1963) Ninette y un señor de Murcia (Ninette y un señor de Murcia) (1965) Mayores con reparos (Mayores con reparos) (1966) La vil seducción (Vil Seducción, La) (1968) Las panteras se comen a los ricos (Las panteras se comen a los ricos) (1969) Estudio amueblado 2p (Estudio amueblado 2p) (1969) Un adulterio decente (Un adulterio decente) (1969) ¿Por qué pecamos a los 40? (¿Por qué pecamos a los 40?) (1970) Crimen imperfecto (Crimen imperfecto) (1970) De profesión sus labores (De profesión sus labores) (1970) Pierna creciente, falda menguante (Pierna creciente, falda menguante) (1970) Los gallos de la madrugada (Los gallos de la madrugada) (1971) Don Quijote cabalga de nuevo (Don Quijote cabalga de nuevo) (1972) Ana y los lobos (Ana y los lobos) (1973) El espíritu de la colmena (El espíritu de la colmena) (1973) Ana y los lobos (Ana y los lobos) (1973) El amor del capitán Brando (El amor del capitán Brando) (1974) Pim, pam, pum…!fuego! (Pim, pam, p.m… ¡fuego!) (1975) Imposible para una solterona (Imposible para una solterona) (1975) Yo soy fulana de tal (Yo soy fulana de tal) (1975) El anacoreta (El anacoreta) (1976) Chely (Chely) (1976) La querida (La querida) (1976) Arriba Hazaña (Arriba Hazaña) (1978) Madrid al desnudo (Madrid al desnudo) (1978) Los restos del naufragio (Los restos del naufragio) (1978) Arriba Hazaña (Arriba Hazaña) (1978) Mamá cumple 100 años (Mamá cumple 100 años) (1979) Mamá cumple 100 años (Mamá cumple 100 años) (1979) Bésame Tonta (Bésame Tonta) (1982) Interior Rojo (Interior Rojo) (1982) Juana la loca… de vez en cuando (Juana la loca… de vez en cuando) (1983) Feroz (Feroz) (1984) Stico (Stico) (1984) Luces de Bohemia (Luces de Bohemia) (1984) Feroz (Feroz) (1984) De hombre a hombre (De hombre a hombre) (1985) La mitad del cielo (La mitad del cielo) (1985) La Corte del Faraón (La Corte del Faraón) (1985) Marbella, un golpe de cinco estrellas (Marbella) (1985) Réquiem por un campesino español (Réquiem por un campesino español) (1985) Delirios de Amor (Delirios de Amor) (1986) El Viaje a ninguna parte (El Viaje a ninguna parte) (1986) Pobre mariposa (Pobre mariposa) (1986) Esquilache (Esquilache) (1989) El mar y el tiempo (El mar y el tiempo) (1989) El río que nos lleva (El río que nos lleva) (1989) Fuera de Juego (Fuera de Juego) (1991) El Rey Pasmado (El Rey Pasmado) (1991) Marcelino pan y vino (Marcelino pan y vino) (1991) Belle Époque (Belle Époque) (1992) Chechu y Familia (Chechu y Familia) (1992) Así en el cielo como en la tierra (Así en el cielo como en la tierra) (1995) La hermana (La hermana) (1997) Pintadas (Pintadas) (1997) El abuelo (El abuelo) (1998) Pepe Guindo (Pepe Guindo) (1999) Todo sobre mi madre (Todo sobre mi madre) (1999) La lengua de las mariposas (La lengua de las mariposas) (1999) Plenilunio (Plenilunio) (2000) Visionarios (Visionarios) (2001) El embrujo de Shanghai (El embrujo de Shanghai) (2001) En la ciudad sin límites (En la ciudad sin límites) (2001) El caballero Don Quijote (El caballero Don Quijote) (2001) DIRECCIÓN El malvado Carabel (El malvado Carabel) (1955) La vida alrededor (La vida alrededor) (1959) Sólo para hombres (Sólo para hombres) (1960) La venganza de Don Mendo (La venganza de Don Mendo) (1961) El mundo sigue (El mundo sigue) (1963) Palomos, Los (Palomos, Los) (1964) El extraño viaje (El extraño viaje) (1964) Ninette y un señor de Murcia (Ninette y un señor de Murcia) (1965) Cómo casarse en siete días (Cómo casarse en siete días) (1969) Crimen imperfecto (Crimen imperfecto) (1970) La querida (La querida) (1976) Cinco tenedores (Cinco tenedores) (1979) Cinco tenedores (Cinco tenedores) (1979) Mambrú se fue a la guerra (Mambrú se fue a la guerra) (1985) El Viaje a ninguna parte (El Viaje a ninguna parte) (1986) El mar y el tiempo (El mar y el tiempo) (1989) Fuera de Juego (Fuera de Juego) (1991) Pesadilla para un rico (Pesadilla para un rico) (1996) Lázaro de Tormes (Lázaro de Tormes) (2000) GUIÓN El mar y el tiempo (El mar y el tiempo) (1989) Lázaro de Tormes (Lázaro de Tormes) (2000) PREMIOS Goya. Mejor guión 1986 Goya. Mejor dirección 1986 Goya. Mejor interpretación masculina protagonista 1986 Goya. Mejor interpretación masculina de reparto 1992 Goya. Mejor interpretación masculina protagonista 1998 Goya. Mejor guión adaptado 2000 NOMINACIONES Goya. Mejor guión adaptado 1989 Goya. Mejor interpretación masculina protagonista 1989 Goya. Mejor dirección 1989 Goya. Mejor interpretación masculina protagonista 1989 Goya. Mejor interpretación masculina protagonista 1999 (*) Por Oscar Portela para Corrientes al Día.