Colin Farrell desató una serie de críticas y comentarios al admitir que en tiempos pasados consumió un sinnúmero de drogas, incluyendo la heroína, y que le gustó bastante. “La fumé varias veces, y sabía hasta dónde me llevaría. Fue increíblemente bonito ese momento”, dijo para la sorpresa de muchos.

El irlandés fue cuestionado sobre el temor a convertirse en adicto y dijo que sí, aunque dejó en claro que nunca hubo algo que no dejara de probar. Incluso, desde antes de que esto se diera a conocer, Farrell ha sido uno de los actores jóvenes más polémicos que han surgido hasta el momento, contando también su pasión por dejarse ver, y otras cosas, con mujeres de la vida fácil. “El sexo casual y fácil es grandioso para mi, pero debo de cuidarme un poco más en ese sentido, porque incluso, he olvidado el uso del condón en este tipo de actividades”. En breve, el actor reaparecerá en la pantalla grande con Alexander, el nuevo filme de Oliver Stone, en donde también dará vida al legendario Alejandro Magno quien, como él, se dio a conocer por sus excesos, así como por su sed de lucha y poder. En la cinta se hace gala de la bisexualidad de Alejandro, lo cual Colin defendió positivamente, mencionando que esto “era una forma de ser natural en la antigüedad”. Al respecto agrega: “La gente hacía el amor a hombres y mujeres, lo que fueran, y era hasta después que tú decidías qué lado de la barda te gustaba ocupar. Ser bisexual no implicaba ningún problema. No había prejuicios por la bisexualidad y era solamente la forma de ser en la sociedad”. Farrell menciona que la bisexualidad de Alexander debe de tomarse como “una parte más de la historia, inscribiéndola con naturalidad dentro de la tradición macedónica”. Alejandro tuvo un hijo con su amante Barsina y dos más con su mujer Roxana, pero su vida sexual más plena fue al lado de hombres. El principal de ellos fue Hefestón (interpretado por Jared Leto), para muchos “más alto y más hermoso que Alexander”, según Diodoro, cuya muerte le provocó al protagonista de esta historia una profunda crisis obsesiva. Después vendría el eunuco Bagoas (Francisco Bosch) y el joven Euxenippos, tan bello como Hefestón. “Sigue tu corazón y hazlo con pasión”, esa es la manera con la que Colin Farell interpretó a Alexander, al cual considera como uno de los mayores retos de su carrera, por su impulsividad y sus resonancias de drama griego. De hecho, Oliver Stone lo consideró el actor idóneo para este rol, ya que es el indicado para reflejar en la pantalla “ese anhelo de fin del mundo”, característico de Alejandro. “Esa visión de la vida como una carrera, como una fuga”, menciona el realizador. (*) Recibido por Corrientes al Día de Fabián de la Cruz Polanco