Ambiente
Insectos comestibles. Estudian la práctica ancestral de criar larvas
CONICET
Investigadores del CONICET registraron las técnicas que se conservan en comunidades guaraníes de Misiones para promover el desarrollo distintas especies de escarabajos en palmeras.
Los guaraníes crían de larvas de escarabajo en palmeras y las cocinan en su propio aceite.
Comer un plato de insectos puede parecer una práctica exótica, algo a lo que sólo se animan osados aventureros que viajan a países lejanos y quieren probar una nueva experiencia culinaria. Sin embargo, la crianza y el consumo de larvas como alimento es una costumbre ancestral que existe en Argentina y que se conserva en las comunidades guaraníes de la provincia de Misiones.
Por primera vez en la región, investigadores del CONICET describieron los métodos que miembros de pueblos originarios aplican sistemáticamente para criar y usar larvas de escarabajo. El estudio, recientemente publicado en la revista Ethnobiology and Conservation, fue desarrollado por equipos del Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET – UNaM) y del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE, CONICET – UNNE) y se centró en el manejo de tres especies de estos insectos, que son criados en palmeras Syagrus romanzofiana, conocidas popularmente como pindó.
Luego de un trabajo intensivo con las comunidades, que demandó más de una decena de viajes de campo en la selva misionera, los científicos determinaron que el uso de larvas comestibles no consiste sólo en la mera recolección y cocción de insectos. Se trata de una actividad que es planificada durante meses y que tiene en cuenta diversos factores: el estado de crecimiento de la palmera, las estaciones del año, las fases lunares y las técnicas de manipulación. Estas características, señalan los investigadores, reflejan la concepción holística de los guaraníes acerca de la relación entre la planta huésped, los insectos y el ambiente.
“Aunque la cría se realiza en distintos tipos de árboles, el más habitual es el pindó porque es muy abundante en la región. Es una especie que tiene múltiples usos, que van desde la construcción hasta la fabricación de preparados medicinales. Todo eso genera que tenga un valor muy alto para las comunidades”, explica Jorge Justino Araujo, becario del IBS que estudia el aprovechamiento de larvas comestibles entre los guaraníes de la provincia de Misiones.
En el trabajo, desarrollado como parte de su tesis de doctorado, se identificaron los manejos que se realizan en cinco distintos estadios del crecimiento de la palma para promover la cría de tres especies de larvas comestibles. El uso de una de ellas como alimento, la Metamasius hemipterus, fue descripto por primera vez en este artículo.
UNA PRÁCTICA ANCESTRAL
El consumo de insectos como alimentos es una práctica extendida en poblaciones rurales de todo el mundo y hay registros de más de 1.800 especies consumidas en más de 3 mil grupos étnicos. Los primeros reportes de guaraníes cultivando larvas de escarabajo en palmeras y otras especies de árboles son de fines del 1800. En sus artículos, los investigadores de la época mencionaban que las llamaban “tambú” y que usaban vasijas de barro, calabazas, troncos o cañas huecas para transportarlas desde el bosque hasta sus ambientes domésticos.
Los guaraníes son una de las comunidades originarias más numerosas de Sudamérica. De acuerdo a datos de 2015 del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en la provincia de Misiones hay más de 13 mil habitantes que pertenecen a este grupo, distribuidos en unas 100 localidades. Para este estudio, los investigadores trabajaron con cuatro comunidades ubicadas en cercanías a Eldorado, El Soberbio y en la Reserva de Biósfera Yabotí.
“En otros países como Tailandia, México o Perú, el consumo de larvas no es una práctica exclusiva de comunidades rurales o de pueblos originarios. Está más extendida al resto la sociedad. Incluso se comercializan platos con insectos en lugares a los que van muchos turistas. Es tan común como la venta de chipa en nuestras provincias del norte”, explica Araujo, quien destaca el buen sabor que tienen estos insectos.
Para cocinar las larvas, los guaraníes las fríen en su propio aceite. El primer paso es retirarles el aparato bucal, lo que permite que liberen su aceite natural, en el que las calientan al fuego o a las brasas durante pocos minutos. Ese mismo aceite, menciona el investigador, también es utilizado con fines medicinales.
“Este tipo de estudios no sólo nos permite conocer el uso que hacen estos pueblos de la naturaleza y sus recursos, sino también crear registros para recuperar estas prácticas culturales y conservarlas para el futuro”, resalta Araujo.
En virtud a la decisión de considerar al turismo como política de estado, el Gobierno provincial lleva adelante acciones tendientes a preservar nuestros recursos naturales, en esta ocasión de la fauna íctica en el río Paraná. A través de la Dirección de Recursos Naturales, dependiente del Ministerio de Turismo, en la jornada del domingo 20 de diciembre se procedió al secuestro de carnet habilitante de pesca deportiva a dos personas oriundas de la ciudad de Corrientes ante una actividad ilícita contemplada en las normas vigentes.
A consecuencia de ello, el área legal del organismo aplicó las sanciones correspondientes, que en este tipo de circunstancias alcanza a triplicar el valor de las multas, más el retiro del carnet que habilita para la práctica de la pesca deportiva en Corrientes. Este tipo de sanciones busca ser ejemplificadoras, ya que se está sacrificando ejemplares de dorados y el estado provincial mantiene firme su convicción de preservar los recursos naturales como principal atractivo de la actividad turística.
Se trata de un sector con gran futuro, que involucra a toda una comunidad y que es motor generador de mano de obra genuina para los correntinos. Acciones de esta naturaleza deben ser penadas con medidas ejemplificadoras. Corrientes como provincia productora de naturaleza tiene a la pesca deportiva como uno de sus principales atractivos turísticos, y debido a esta bajante del Paraná la Provincia tiene establecida hace más de cuatro meses un sistema de veda de pesca y devolución obligatoria.
Cabe destacar que las piezas decomisadas son entregadas al Ministerio de Desarrollo Social, que luego coordina con diferentes comedores barriales, donde son consumidos.
El sistema fue diseñado por estudiantes y graduados de Ingeniería y de otras facultades de la UNLP. El software se encuentra en pleno funcionamiento en una plantinera de la ciudad de La Plata. El desarrollo es una de las propuestas finalistas del concurso IB50K del Instituto Balseiro.
Con el objetivo de mejorar la producción y reducir los riesgos fitosanitarios en cultivos bajo cubierta un equipo interdisciplinario, integrado por estudiantes y graduados de la Facultad de Ingeniería y de otras unidades académicas de la UNLP, creó una plataforma que brinda un servicio integral para el productor agropecuario. El proyecto es uno de los ocho finalistas de la décima edición del concurso IB50K, organizado por el Instituto Balseiro (IB).
La plataforma, denominada Pliot, facilita la automatización de tareas repetitivas realizando acciones de monitoreo y control en invernaderos. Consiste en una red de sensores y actuadores, conectada de forma inalámbrica dentro del invernáculo y enlazada a un servidor. El invernadero envía datos a la nube (internet) y el software permite la visualización de distintas variables para que luego se puedan ejecutar distintas acciones.
“Pliot surge frente a una necesidad del cordón frutihortícola bonaerense, pero puede adaptarse a cualquier tipo de producción de cultivo bajo cubierta. Si bien apuntamos en primera instancia a las plantineras, que poseen más tecnología que los invernaderos, este sistema también puede usarse en hidroponía, floricultura y para la producción de flores ornamentales”, detalló Federico Raggio, estudiante de Ingeniería Electrónica.
Según el joven, una primera versión del sistema se encuentra hace más de un año en funcionamiento y con grandes resultados obtenidos en una importante plantinera de la Capital bonaerense. El equipo de la Universidad Nacional de La Plata tiene una alianza estratégica con dicho vivero con el fin de trabajar en conjunto y mejorar el producto.
“Con el objetivo de ofrecer un buen servicio, al grupo se fueron sumando integrantes de distintas especialidades. Se incorporó un ingeniero agrónomo para poseer un conocimiento exhaustivo de cómo afectan a la producción las distintas variables a medir y las acciones a tomar en consecuencia, además de ser el nexo con la industria del agro. También se sumó un estudiante de Ingeniería Industrial con la idea de tener un mejor manejo del emprendimiento; y una estudiante de Diseño en Comunicación Visual porque estamos convencidos de que la apariencia externa interpela al usuario, facilitando el uso del mismo. El buen disen~o nos ofrece un balance entre usabilidad y funcionalidad, logrando un aporte de valor al proyecto”, afirmó Raggio.
Además del estudiante forman parte del equipo los alumnos Bautista Bertone (Ing. Industrial), Danilo Parra (Ing. Electrónica), Francisco Quarin (Ing. Electrónica) y Juan Cruz Scatuerchio (Ing. Electrónica). También lo integran el Ing. Electrónico Martín García Zambon; la estudiante de Diseño en Comunicación Visual de la Facultad de Artes, Micaela Quarin; y el Ing. Agrónomo de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, Torcuato Saino.
Francisco Quarin detalló que el sistema “permite hacer mediciones como humedad ambiente, temperatura ambiente, humedad del suelo, radiación solar y emisión de gases. También la automatización de aperturas cenitales de los invernaderos y la automatización del sistema de calefacción y refrigeración de plantineras. Además puede realizar un seguimiento más exhaustivo de la producción evitando riesgos del personal y controlar las distintas variables fuera del horario de trabajo”.
Por su parte, decano de Ingeniería Horacio Frene destacó “el aporte al desarrollo tecnológico de estudiantes y graduados de la Facultad para dar respuesta a una necesidad del sector frutihortícola”. Y celebró la participación del equipo multidisciplinario de la UNLP en el certamen.
El Concurso de Planes de Negocio de Base Tecnológica IB50K, organizado por el Instituto Balseiro y la Universidad Nacional de Cuyo, premia con más de 50 mil dólares a las iniciativas tecno-emprendedoras de jóvenes estudiantes terciarios, universitarios y profesionales noveles.
Cabe mencionar que los ocho planes de negocios seleccionados pasaron por un proceso de evaluación técnica y económica a cargo de tecnólogos, investigadores y expertos en negocios. La final tendrá lugar el 27 de noviembre y se realizará de manera abierta al público bajo la modalidad online.
Investigadores, biólogos y graduados de la UNNE que integran el “Foro de Humedales NEA” marcaron su posición con respecto a la necesidad de una norma nacional proteccionista. Ante el lobby del sector productivo, esgrimen, “no siempre los intereses de un pequeño número de productores son los mismos que los de la mayoría de la población”. Ven en la potencial ley, una herramienta de regulación de la producción extractivista.
Ante el creciente lobby del sector productivo, un grupo de investigadores, biólogos y graduados que integran el “Foro de Humedales NEA” esgrimen el beneficio general sobre el particular. “No siempre los intereses de un pequeño número de productores son los mismos que los de la mayoría de la población”. Este colectivo ve en la potencial ley, una herramienta de regulación de la producción extractivista.
Prosigue en el Congreso de la Nación y en distintos ámbitos el debate en torno al proyecto de Ley de Protección de Humedales, que apuesta a generar nuevos instrumentos para su protección. El parlamento argentino ya tuvo en los últimos años oportunidades de sancionar una ley, sin lograr consensos, en un tema que genera posturas encontradas.
Con el fin de seguir aportando algunas reflexiones sobre la cuestión, el Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Unne hizo un relevamiento de opinión a un colectivo de académicos reunidos en el “Foro Humedales NEA”, surgido desde Corrientes y conformado por investigadores y biólogos y estudiantes provenientes del ambiente estatal, privado y universitario, entre ellos investigadores, docentes y egresados de la Universidad.
El objetivo del foro es hacer pública una voz académica respetando la diversidad de opiniones pero sin perder de eje el interés común como lo son los humedales, preservando su uso sustentable que no solo considera el aspecto de su aprovechamiento económico sino que aún más lo preserva para las futuras generaciones.
Señalan que por diversas razones, quizás centradas en una falsa dicotomía entre el sector ambientalista y el sector productivo, el tratamiento de proyectos en el Congreso de regulación de humedales siempre naufragó.
—Uno de los fundamentos por el que el proyecto de ley es trabado, gira en torno al impacto socioeconómico que su sanción generaría. Algunos legisladores sostienen que el proyecto tal como está planteado restringirá las actividades productivas afectando a miles de productores y a los demás eslabones de la cadena de valor. ¿Tienen una opinión al respecto?
—Es necesario separar los beneficios ecosistémicos que provee la protección de un ambiente que es de todos, de las ganancias que obtendría un sector reducido de la población a partir de la explotación del mismo. Claramente, entendemos que el aumento de la protección de ciertos ambientes, puede limitar algunas áreas de producción, pero en general los ambientes seleccionados para su protección pueden traer beneficios ecosistémicos. Los humedales prestan una amplia gama de servicios importantes y fundamentales (por ejemplo, peces y fibras, abastecimiento de agua, purificación del agua, protección de la costa, oportunidades de recreación y, cada vez más, turismo) que son decisivos para el bienestar del hombre. Al mantener el funcionamiento natural de los humedales se les permitirá seguir prestando estos “servicios” que impactan de manera positiva en la calidad de vida de la población en general, que lejos está del lobby productivo. Por otro lado, la interacción entre Nación y Provincia acerca de las decisiones sobre qué y cómo proteger, permite que los intereses de ambos sean protegidos. Finalmente, no siempre los intereses de un pequeño número de productores son los mismos que los de la mayoría de la población, en términos de cómo interactuar con la protección del ambiente y al uso de los “recursos” naturales. Esta ley de presupuestos mínimos para el ordenamiento, protección y utilización de los humedales en el país, nos ayudará a que todos seamos beneficiados de forma equitativa en cuanto a los servicios ecosistémicos, y a que las formas de producción extractivistas, con extensas modificaciones al ambiente sean reguladas.
—¿Cuál creen ustedes sería la definición de humedal que mejor consensúe los intereses de ambientalistas y productores?
—En el marco del Inventario Nacional, “un humedal es un ambiente en el cual la presencia temporaria o permanente de agua superficial o subsuperficial causa flujos biogeoquímicos propios y diferentes a los ambientes terrestres y acuáticos. Rasgos distintivos son la presencia de biota adaptada a estas condiciones, comúnmente plantas hidrófitas, y/o suelos hídricos o sustratos con rasgos de hidromorfismo”.
—Existen planteos referidos a la potestad de Nación de regular aspectos que podrían concernir a las provincias. Desde el Senado de Corrientes entienden que debe tenerse en cuenta el artículo 41 de la Constitución Nacional que indica que “las provincias se reservaron la facultad legislativa complementaria de la materia ambiental, la cual no es meramente procesal o reglamentaria respecto de las leyes de presupuestos mínimos emanadas del Congreso de la Nación”. ¿Qué opinan al respecto?
—Podemos empezar a mirar esto desde otra perspectiva y no como una intromisión del estado nacional en un territorio provincial, el tener un tercer agente que regule, arbitre o audite lo que sucede en la provincia en materia de humedales y de un recurso natural estratégico para el país como es el agua, garantiza potencialmente el uso discrecional y sustentable de estos ambientes.
No obstante, es verdad que desde la modificación de la Constitución en 1994, las provincias tienen la potestad sobre los manejos de sus recursos naturales. Pero también creemos que en cuestión de protección de los ambientes debemos tener una visión más federal, y aún más regional. Por ejemplo, estas diferencias se han manifestado recientemente con la problemática de la autorización de la pesca en el Río Paraná entre las provincias de Chaco y Corrientes. Ni los ambientes, ni su biodiversidad tienen límites políticos y por eso es de suma importancia la concreción de una ley de presupuestos mínimos. Un presupuesto mínimo, como está establecido en el artículo 41 de la Constitución Nacional, permite tutela ambiental uniforme o común para todo el territorio nacional y tiene por objeto imponer condiciones necesarias para asegurar la protección ambiental. Más allá de que una ley de humedales nacional tiene incluidos diálogos en las determinaciones de las áreas a proteger, es necesario el rol del Estado a nivel nacional, para velar por los recursos naturales que pertenecen a toda la sociedad. Y de alguna manera debemos asegurar el mantenimiento de la biodiversidad de los humedales, su estructura y las funciones de estos ecosistemas, orientando su gestión en un marco de concertación y articulación federal, intersectorial y participativa.
—¿Qué rol considera deben jugar las provincias en la regulación de los humedales?
—Las provincias deben tener un rol protagónico en la aplicación de la definición de humedales lograda a través de un consenso nacional y representativo. Creemos que existe la posibilidad de que las provincias puedan generar sus capacidades técnicas para el desarrollo de acciones y medidas para la conservación, el uso sostenible y la promoción de programas de capacitación e intercambio de información dirigido al personal vinculado a la gestión de los humedales. Todo este proceso debería ser participativo y vinculante, en el cual tanto los grandes productores agropecuarios y forestales, un equipo técnico heterogéneo, representantes de campesinos y pequeños productores, como el resto de la sociedad forme parte de la toma de decisiones.
—¿La importancia de una ley de Humedales, se limita a la protección, conservación de determinadas áreas?
—No podemos dejar de ver, que con en el sistema actual de producción y sin esta ley de Humedales, ya hay migraciones, pobreza, envenenamiento, modificación masiva del ambiente, contaminación, trabajo precarizado y tantas otras situaciones que desde los centros urbanos quizás no se ven. Si de una vez por todas queremos seriamente sentarnos a discutir cómo modificar la situación de pobreza y las migraciones internas, deberíamos ir un paso atrás y discutir los sistemas de producción basados en el agronegocio y el consumo desmedido. En este marco, una ley de protección de humedales, puede encaminarnos hacia un manejo sustentable de nuestros recursos.
Esta nota refleja las opiniones individuales de los suscribientes, y no la opinión de sus respectivas filiaciones.
Firman en orden alfabético: Dr. Federico Exequiel Arce (UNNE); Alejandra Báez – Estudiante Cs. Biológicas (UNNE); Mgtr. Melanie Browne – Bióloga; Tomás Camarasa – Abogado y téc. univ. en gestión ambiental, egresado UNNE; Dra. Micaela Camino (CONICET); Dr. Felix Ignacio Contreras (CONICET-UNNE); Dr. Adrian Di Giacomo (CONICET-UNNE); Lic. Janinna Faraone – Bióloga egresada UNNE; Dra. Ma. Emilia Garcia Denegri (UNNE); Debora Rocio Gilles – Estudiante Cs. Biológicas (UNNE); María Clara González – Estudiante de Cs. Biológicas (UNNE); Dra. Cecilia Kopuchian (CONICET); Dr. Martin Kowalewski (CONICET-UNNE); Dr. Esteban Meza Torres (CONICET); Dr. Angel Miño Boilini; Med. Vet. Belén Natalini (CONICET); Lic. Renata Nicora Chequín – Bióloga egresada UNNE; Lic. María Florencia Pucheta – Bióloga; Dra. Mariana Raño – Bióloga; Dra. Veronica Romero (UNNE); Lic. Romina Florencia Quijano – Bióloga y guardaparques egresada UNNE; Adriana Belén Vallejos – Guardaparques egresada UNNE; Dra. Silvia Clarisa Zaninovich – Bióloga egresada UNNE, Dr. Alfredo Eduardo Zurita.