Opinión
La traición de la OTAN en Kosovo
MAXIMILIANO SBARBI OSUNA (*)
A pesar de que el domingo pasado hubo elecciones en Kosovo, la situación social no es normal, por el contrario es muy grave y, se profundizó luego de la invasión de la OTAN, que no buscaba cuidar minorías sino imponer su protectorado en detrimento de los países de la región. Además los enfrentamientos entre albaneses y serbios se han recrudecido sin que las fuerzas invasoras intenten detenerlos.
El presidente de Kosovo Ibrahim Rugova, obtuvo una importante victoria en las elecciones legislativas del pasado domingo: su partido ganó con el 47 % de los votos, mientras que la agrupación de su rival, el ex guerrillero Hashim Thaci alcanzó el 27 %. Hasta aquí parece un proceso electoral ordinario en una democracia cualquiera. Sin embargo, la situación social y política de Kosovo se encuentra entre las más anormales y caóticas de Europa desde los últimos cinco años. Luego de los bombardeos de la OTAN en 1999, creció la pobreza – alcanza al 70 % de la población – , las persecuciones se trasladaron a la minoría serbia, se agudizó el enfrentamiento social entre albaneses y serbios y la llegada de la OTAN y la ONU no resolvió el conflicto, sino que lo empeoró. TAMBORES DE GUERRA Kosovo fue una provincia autónoma dentro de la república serbia, cuya población está compuesta en un 90 % por habitantes de orígen albanés y la primera minoría la constituyen serbios. En 1989, el gobierno serbio de Slovodan Milosevic suspendió la autonomía de Kosovo, lo que agravó el intento separatista que se venía dando desde hacía 15 años. Luego de la caída del bloque soviético, Milosevic perdió gran parte del apoyo de Rusia, a esto debe agregarse las ansias expansionistas de la OTAN en Europa Oriental y la persecución de los albaneses por parte del ejército serbio en Kosovo. Esta combinación de factores derivaron en que las Naciones Unidas y la OTAN advirtieran a Serbia que cesara de violar los Derechos Humanos en la provincia. A comienzos de 1999, la acelerada campaña de los gobiernos occidentales en favor de la intervención de la OTAN en Kosovo, apoyados por los medios de comunicación creadores de la opinión pública, tergiversó la realidad de la situación haciendo ver que el gobierno de Milosevic se negaba a sacar al ejército de la provincia, cuando en realidad el gobierno de Belgrado pedía a gritos la mediación de la ONU y no de la OTAN. OPINIÓN DE LOS ANALISTAS El politólogo Robin Blackburn publicó un artículo en el libro: “El nacionalismo en tiempos de globalización” en el que destaca textualmente esta farsa: “El parlamento serbio había aceptado que la ONU se hiciera cargo de la situación antes de los bombardeos, pero la OTAN quería alcanzar el protectorado de Kosovo sin la presencia de la ONU”. Y agregó: “El bombardeo transformó un conflicto colonial en una limpieza étnica, como ocurrió en armenia en 1915, cuando la masacre perpetrada por Turquía quedó disimulada en medio de la Primera Guerra Mundial” Noam Chomsky dice en su último libro “Hegemonía o supervivencia”: “En la actualidad, Europa y EE.UU. perdieron el interés por Kosovo. La OTAN permite que los islamistas radicales monopolicen el reparto de comida ropa y abrigo”. Andrew Becevich escribió en “Imperio Americano”: “El bombardeo de la OTAN pretendía fortalecer el papel de EE.UU. en la Europa unificada luego de la Guerra Fría”. BOMBARDEOS Lo que sigue es historia conocida. La OTAN destruyó gran parte de la economía serbia con los bombardeos, provocó más desplazados y muertos. Los errores de los bombarderos derivaron en masacres entre la población civil y hasta la destrucción de la embajada de China en Belgrado. Pero, esto no exime a Serbia de sus responsabilidades. Durante la campaña bélica – que duró entre marzo y junio – Milosevic recrudeció la opresión contra los albanokosovares. En junio de 1999 la situación se dio vuelta. Los albaneses retornaron a sus hogares, la OTAN integró parte de la guerrilla albanesa (ELK) a la policía de Kosovo y los perseguidos fueron ahora los serbios kosovares, que no suman el 10 % de la población. En marzo de 2004, luego de una tensa calma, los enfrentamientos volvieron con más fuerza, la guerrilla albanesa (ELK) se rearmó y continuó con el hostigamiento a los serbios, sin que la OTAN pudiera o quisiera hacer nada. LA TRAICIÓN DE LA OTAN Desde hace varios años existe la posibilidad de que se constituya una “Gran Albania” en los Balcanes, debido a que guerrilleros albaneses que viven en la vecina República de Macedonia han querido tomar el poder y han contribuído con armas a la guerrilla kosovar. Esto alarmó a la OTAN, la cual no llegó a la región para independizar Kosovo, como creían varios líderes albaneses, ni a preservar a la población, sino a imponer su colonia, pero no a resguardar el orden, ya que la minoría serbia cuenta con decenas de muertos y más de 4.000 desplazados desde marzo de este año. Además, la Alianza Atlántica debe enfrentarse a los guerrilleros, que los han atacado en numerosas oportunidades al verse desilucionados por la eterna permanencia de Occidente y la nula predisposición a contribuir a la independencia de Kosovo. De acuerdo con Human Rights Watch los soldados de la OTAN se han quedado pasivos mientras el ELK hace arder aldeas serbias. Amnistía Internacional denunció en mayo que las tropas de la OTAN han sometido sexualmente a mujeres y niñas en esta desdichada provincia serbia. OTOMANOS EN KOSOVO La presencia serbia en esta provincia se remonta desde mucho antes del siglo XIV, cuando el estado serbio alcanzó su máxima extensión dominando Macedonia y Albania. Pero, en 1389 el Imperio Otomano venció a las fuerzas serbias en la batalla de Kosovo, por lo que muchos habitantes tuvieron que trasladarse. En los siglos XVI y XVII el Imperio Otomano desplazó a miles de albaneses musulmanes a los territorios abandonados en Kosovo. Ese es el origen de la presencia mayoritariamente albanesa en la provincia, que no ha variado hasta hoy. CONCLUSIÓN Está a la vista que los objetivos de la OTAN eran debilitar a Milosevic, interrumpir el proceso de la Gran Albania, imponer la presencia de EE.UU. en medio la expansión de la Unión Europea y quitarle a Rusia una importante zona de influencia, pero jamás la protección de los civiles de ninguna etnia ni la independencia de Kosovo. (*) Para Corrientes al Día de Maximiliano Sbarbi Osuna, analista internacional
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.