Opinión
Más sobre censura previa
IRIDE ISABEL MARIA GRILLO (*)
“…Llamad a la previa censura, revisión o aprobación, junta protectora o tribunal de libertad, consejo literario o consejo de hombres buenos, admonición ministerial de carácter amistoso, dadle si queréis nombres más decentes y amables que éstos y no tendréis otra cosa por resultado, que el régimen…absolutista…” (Juan Bautista Alberdi, Obras Completas, Bs. As. 1886, t. III, pág. 107).
El Estado constitucional moderno, se funda a partir de entender a la ley como la herramienta racional que pone límites legítimos tanto a las relaciones de derecho público como a las que rigen en el ámbito privado, se trata de las llamadas relaciones de poder, entendido este último en sentido sociológico, como probabilidad de orientar la conducta del otro o de los otros. Lo antes dicho se enriquece en una sociedad democrática con la noción del Estado de Derecho, en el que el imperio de la ley se complementa con ese sentimiento de relativa certeza que experimentan sus ciudadanos respecto a que en la hipótesis de que experimenten una lesión irrazonable o ilegal a sus prerrogativas individuales o colectivas, tienen habilitadas ante el órgano jurisdiccional las vías para hacer cesar tal estado de cosas. En tal cometido compete al Poder Judicial, quién tiene asignado en nuestro sistema constitucional, el ejercicio de un tercio del poder del Estado, interpretar conductas para decidir con solución de certeza y de conformidad al régimen legal los casos sometidos a su jurisdicción y competencia. El control de constitucionalidad en manos de los jueces, sin posibles injerencias de los otros poderes constituidos ni de los llamados poderes de hecho, representa una de las mayores garantías de la libertad. EL ROL DEL JUEZ COMO PACIFICADOR SOCIAL Se trata de juzgar, con el ánimo de tolerancia que debe guiar al juez en su rol de pacificador social, circunstancias referidas a dos ámbitos legítimamente esenciales y que deben ser celosamente resguardados por el órgano jurisdiccional en una república democrática, el ámbito de las acciones privadas de los hombres (Principio de reserva del art. 19, primera parte, de la Constitución Nacional) frente a la libertad de prensa y el derecho a la información (art. 14 y 32 de la Constitución Nacional)• Ello convierte en imprescindible un examen de lo que implica la libertad de prensa y más precisamente la delicada cuestión relativa al conflicto entre los derechos constitucionales de informar, por una parte y otros fundamentales como el honor, y la honra de una persona, a la imagen y a la intimidad del protagonista de la noticia, los que deben ser conciliados, como ya lo destacara, en la tarea interpretativa. Este conflicto entre valores o bienes jurídicos en apariencia contrapuestos obliga a los jueces a realizar en cada caso una armónica ponderación axiológica con miras a determinar con precisión sus respectivos alcances y límites a fin de asegurar los objetivos para los que fue dictada la Constitución que a ambos ampara. Nuestro máximo tribunal ha dicho: “La Constitución es una estructura coherente, por lo que su interpretación no debe efectuarse de tal modo que queden frente a frente los derechos y deberes por ella enumerados, para que se destruyan recíprocamente…”(C.S., 18/04/89, “Portillo Alfredo, JA, 1989-II-657). LA PROHIBICION DE LA CENSURA PREVIA La Convención Americana de Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica, en adelante la Convención, con jerarquía constitucional suprema a tenor de lo prescripto en el art. 75 inc.22 de la Constitución Nacional, siguiendo la tradición constitucional latinoamericana, prohíbe expresamente cualquier forma de medida preventiva al ejercicio de la libertad de expresión. Reconoce una concepción muy amplia de la libertad de pensamiento y de expresión. A través de la protección de dicha libertad, resguarda la autonomía de las personas protegiendo su derecho a buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. El ejercicio de la libertad de expresión no puede estar sujeto a previa censura, a través de medidas de control preventivo y solo puede derivar en fundamento de responsabilidades ulteriores. En este sentido no debe perderse de vista que la parte débil es el ciudadano, en este caso, la víctima, frente a una empresa periodística, la que si bien goza del inalienable derecho de expresarse e informar, en la invalorable y necesaria misión de contribuir a la formación del estado de opinión de una sociedad, ello debe ser cumplido dentro de los límites que marca la ley. PRENSA Y DEMOCRACIA La prensa libre, cumple un rol fundamental en el sistema político democrático, sin perjuicio de las necesarias responsabilidades que deben adjudicarse tanto a las autoridades como a los ciudadanos en una república, sin embargo la promoción de acciones penales o civiles, puede significar en determinados casos instrumentos sumamente efectivos para silenciar las críticas, o bien desinformar o subinformar a la comunidad. Ello impone la dosis de prudencia necesaria en pos de un equilibrio razonable entre la función de la prensa y los derechos individuales lesionados por una publicación. Debemos tener presente que la vigencia de la libertad y dignidad del ser humano, constituye el objeto de la democracia constitucional, y si ese ser humano es el protagonista del sistema, toda afectación a la libertad de pensar y de expresar el pensamiento supone una afectación al sistema político, que es deber de todos los ciudadanos preservar. La libertad de expresión tiene tanto una dimensión individual como una dimensión social asegurando el funcionamiento de la democracia mediante el libre intercambio de ideas en el ámbito público. Toda la jurisprudencia del sistema interamericano de tutela de los derechos humanos ha sido construida a partir de la consideración conjunta de un doble aspecto de la libertad de expresión. Se considera que la misma tiene una dimensión individual, representada por el derecho de toda persona de difundir ideas e informaciones; a la vez que se encuentra un aspecto colectivo, constituido por el derecho de toda la sociedad de recibir tales ideas e informaciones. La Corte Suprema de Justicia de Argentina habla también de una tercera dimensión que es el derecho de los empresarios de la prensa. Caso “Ponzetti de Balbín c/Editorial Atlántida”, Fallos 306:1892, consid. 7. La Convención pretende maximizar las posibilidades de participar en el debate público especialmente cuando además de proteger la expresión de ideas, reconoce el derecho colectivo a ser debidamente informado y el derecho a réplica. En el artículo 14 inciso 1) señala: “Toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio a través de medios de difusión legalmente reglamentados y que se dirijan al público en general, tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de difusión su rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la ley”. Ver la Opinión Consultiva OC-7/86 Exigibilidad del derecho de rectificación o respuesta (arts. 14.1 y 1.1 y 2 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Se garantiza el derecho a la información con el fin de proteger y promover la diversidad de fuentes; como también el derecho a réplica para asegurar el acceso al ámbito público de aquellos afectados por informaciones inexactas o agraviantes. La Corte Interamericana de Derechos Humanos al pronunciarse sobre la colegiación obligatoria de periodistas (arts.13 y 19 de Convención Americana sobre Derechos Humanos), Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985 ha dicho:” La libertad de expresión se inserta en el orden público primario y radical de la democracia que no es concebible sin el debate libre y sin que la disidencia tenga pleno derecho de manifestarse”.- CENSURA PREVIA Y RESPONSABILIDADES ULTERIORES El artículo 13 inc.2 de la Convención marca claramente la distinción entre “censura previa” y “responsabilidades ulteriores”,mientras la primera está expresamente prohibida, la segunda procede de manera limitada para asegurar el respeto por los derechos o reputación de los otros. El objeto de dicha disposición es constituirse en una garantía procesal de la libertad de pensamiento evitando que ciertas personas, grupos, ideas o medios de expresión estén a priori excluidos del debate público. De conformidad a esta norma la censura previa está prohibida provenga de dónde provenga, independientemente de si es establecida por autoridades legislativas, ejecutivas o judiciales, ya que el rasgo distintivo de la censura previa no está determinado por la rama del poder estatal que restringe la libertad del Estado. PRENSA Y JUSTICIA A través de la función jurisdiccional, los jueces cumpliendo la más excelsa de las funciones del Estado, deben dar certeza a los conflictos o situaciones de incertidumbre o inseguridad que se producen en la sociedad. La certeza no significa necesariamente dar la razón a quien recurre al Poder Judicial, pero sí importa el derecho a recibir una respuesta razonable y oportuna. Y a que una vez definida la cuestión por el Poder Judicial, el aparato coactivo del Estado se ponga al servicio de su ejecución. Si este engranaje se resiente en cualquiera de sus fases, se pone en peligro la seguridad jurídica, el Estado de Derecho y el Estado de Justicia, pues la jurisdicción, debe ejercerse, sin fisuras ni lagunas, a todas las personas, a todas las materias y a todo el territorio. Los jueces, en nuestro sistema constitucional, como guardianes de la Constitución, debemos estar siempre en estado de alerta, frente al poder, provenga de donde provenga, el que por su carácter demoníaco, como enseña Karl Loewenstein, en su Teoría de la Constitución, siempre tiende a extralimitarse y a reaccionar frente a los límites que le impone la judicatura. Por eso debemos continuar ejerciendo con coraje y sin claudicaciones, el control de constitucionalidad, declarando cada día la vigencia de la Constitución, por aquello de que la Constitución vive en tanto se aplica por los Jueces, cuando ellos desfallecen, ya no existe más. En estos tiempos tan difíciles de falta de credibilidad en las instituciones, es hora de “cuidar a la Justicia” y de obrar con “respeto a la justicia”, porque como enseña Couture:”De la dignidad del juez dependerá la dignidad del derecho. El derecho valdrá en un país y en momento histórico determinado, lo que valgan los jueces como hombres, y yo diría, como mujeres. Porque el día que los jueces tienen miedo, ningún ciudadano puede dormir tranquilo”. (Introducción al estudio del proceso civil, Depalma, Bs. As., 1949, págs 69 a 77). (*) Escribe para Corrientes al Día, Iride Isabel maría Grillo, Juez en lo Civil y Comercial de la Sexta Nominación, de Primera Instancia de la Primera Circunscripción, de la Provincia del Chaco- Profesora Adjunta de la Cátedra “A” de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas de la U.N.N.E.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.