Opinión
La Iglesia Católica, las mujeres y el sexo
ROBERTO BARDINI
A lo largo de 2 mil años, existen muchos ejemplos de la visión estrictamente masculina del dogma católico. El género femenino es considerado impuro, imperfecto y torcido. En lo que atañe al acto sexual, las definiciones suben de tono: excitación diabólica de los genitales, castigo cósmico, templo construido sobre una cloaca. La pedofilia, en cambio, parece ser más tolerada.
En 1977, el Papa Paulo VI, declaró que las mujeres están excluidas del sacerdocio porque “nuestro Señor fue un hombre”. La estadounidense Helen Ellerbe, autora de “El Lado Oscuro de la Historia Cristiana” (Morningstar Books, California, 1995), sostiene que al considerar a Dios como masculino, la Iglesia propugna la supremacía de este género como una “extensión del orden divino”. La cuestión se remonta a los mismos orígenes de la religión. En su Primera Epístola de San Pablo a los Corintios 7:1, San Pablo intenta explicar este predominio a través de la creación de Adán y Eva: “El varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón”. Existen muchos ejemplos de la visión estrictamente masculina del dogma católico. Van desde el simple machismo hasta una misoginia casi patológica. Tertuliano de Cartago (150-230), conocido como “el azote de los herejes”, se convirtió al cristianismo en el año 195, luego de una vida en la que no se privó de ningún vicio. El converso define como “perversas” a las mujeres. Y explica por qué: “Son lo suficientemente audaces para enseñar, disputar, ejecutar exorcismos, emprender curas… ¡quizás incluso para bautizar! “. San Agustín (354-430), obispo de Hipona, vivió como un libertino hasta los 32 años y tuvo un hijo que nunca reconoció. A inicios del siglo V escribe: “Un esposo está destinado a gobernar sobre su esposa así como el espíritu gobierna sobre la carne”. Los inquisidores Heinrich Kramer y Jacobus Sprenger, autores del Malleus Maleficarum (El Martillo de las Brujas), publicado en 1486, sostienen que las mujeres tienen más predisposición a convertirse en brujas que los hombres. El sexo femenino, explican, “está más relacionado con las cosas de la carne”. Ellas son “animales imperfectos y torcidos, mientras que el hombre pertenece a un sexo privilegiado de cuyo centro surgió Cristo”. EL MARTIRIO DE HYPATIA Hypatia, nacida en Alejandría en el año 370 de la era cristiana, fue una gran erudita, algo excepcional para una mujer de esa época. Maestra de matemáticas y filosofía, redactó más de 40 libros sobre aritmética, geometría, mecánica y astronomía. Además, diseñó el astrolabio plano e inventó el planisferio y un destilador de agua. De niña no fue bautizada; ya adulta prefirió no hacerlo. En marzo de 415, poco antes de la Pascua, una turba azuzada por el autoritario arzobispo Cirilo ataca a Hypatia, la desnuda y la corta en pedazos con afilados caracoles marinos. Su cuerpo es quemado junto con sus libros. Tenía 45 años. Cirilo, quien fue cardenal de Alejandría durante 37 años, justifica el crimen por que ella había “presumido de enseñar a los hombres, contrariando los mandamientos de Dios”. Poco después, es canonizado. En 1882, el Papa León XIII lo declara Doctor de la Iglesia. EL SEXO CON MUJERES, UN VENENO DIABÓLICO La primera carta de San Pablo a los corintios asegura que “es cosa buena para el hombre no tener relaciones con ninguna mujer”. En la Epístola a los Colosenses, demanda: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos”. Elaine Pagels relata en su libro “Adán, Eva y la Serpiente” (Random House, Nueva York, 1988) que el teólogo griego Clemente de Alejandría (150-211) condena el sexo oral y anal, además del “coito con una esposa menstruando, preñada, estéril o menopáusica”. Unos cuantos siglos después, las enseñanzas de Clemente aún calan hondo en un ferviente católico argentino: el coronel Mohamed Alí Seineldín. El 7 de febrero de 2002, el militar carapintada -ex musulmán- declara a la revista Veintitrés: “La boca y el traste no son para el sexo”. San Agustín está convencido de que el sexo es intrínsecamente perverso y lo denomina “excitación diabólica de los genitales”. San Jerónimo (342-420) considera como “veneno a todas las cosas que guarden dentro de sí la semilla del placer sexual”. Para San Juan Crisóstomo, “la mujer es castigo cósmico, mal necesario, deseable calamidad, fascinación mortal, plaga maquillada”. Boeto, filósofo cristiano del siglo VI, es menos poético: en “La Consolación de la Filosofía” escribe que “la mujer es un templo construido sobre una cloaca”. En el siglo X, Odo de Cluny afirma: “Abrazar a una mujer es abrazar a un costal de estiércol”. Barbara Tuchman (1912-1989), escritora, periodista e historiadora estadounidense, ganadora del Premio Pulitzer, menciona en “A Distant Mirror” (Ballantine Books, Nueva York, 1978), a un furibundo sacerdote dominico del siglo XIII que considera a la mujer como “la confusión del hombre, una bestia insaciable, una ansiedad continua, una batalla incesante, una ruina diaria, una casa de tempestad, un estorbo para la devoción”. El misionero católico Luis Grignon de Montfort (1673-1716), elevado a la santidad, es un auténtico extremista. Censura las canciones de amor, los cuentos y los romances “que se extienden como la peste” porque “corrompen” a la gente. Joseph Lambert, prior y médico de la Sorbona, advierte a los campesinos que los actos lujuriosos, aunque sean secretos, “son abominables a los ojos de Dios, que los ve todos”. EL “CLERO DELINCUENTE” Sin embargo, la Iglesia tiene un lado oscuro que intenta ocultar a los ojos del mundo. Es lo que el periodista español Pepe Rodríguez, autor de “Pederastia en la Iglesia Católica” (Ediciones B, Barcelona, 2002), llama “el clero delincuente”. Como se sabe, el Vaticano ha encubierto a lo largo de su historia miles de abusos sexuales a menores y mujeres cometidos en todo el mundo, que incluyen fornicación a la fuerza con monjas. Al final del libro, Rodríguez presenta una lista parcial de obispos y cardenales dimitidos en los últimos años a causa de delitos de pedofilia y violación a mujeres. De esa extensa lista, seleccionamos algunos casos más o menos recientes: * Alphonsus Penney, arzobispo de San Juan de Terranova (Canadá). Dimitió en 1990 por ocultar decenas de delitos sexuales cometidos contra unos 50 menores por más de una veintena de sacerdotes de su diócesis. * Hubert Patrick O”Connor, obispo de Prince George (Canadá). En 1991 fue acusado por la Policía de haber violado a varias mujeres. * Hans Hermann Gröer, cardenal de Viena y presidente de la Conferencia Episcopal austriaca. Fue forzado a renunciar a todos sus cargos en 1998, tras ser acusado en 1995 por una decena de antiguos seminaristas -de los que fue confesor- de cometer delitos sexuales contra menores. * John Aloysius Ward, arzobispo de Cardiff (Irlanda). Fue separado de su puesto, en diciembre de 2000, por encubrir a dos curas pedófilos de su diócesis. * Pierre Pican, obispo de la diócesis francesa de Bayeux Lisieux. Condenado en 2001 a tres meses de prisión por encubrir a un sacerdote pederasta. * Anthony J. O”Connell, obispo de Palm Beach (Florida), dimitió en 2002 tras admitir haber abusado de dos seminaristas. Reconoció que a uno de ellos su diócesis le pagó 125 mil dólares por ocultar los hechos. * J. Keith Symons, el obispo anterior de Palm Beach al que O”Connell sustituyó en 1999, también renunció tras admitir que había abusado de cinco monaguillos durante los años 50 y 60. * Julius Paetz, arzobispo de Poznan (Polonia). Dimitió en 2002, tras ser acusado de cometer abusos sexuales con decenas de seminaristas. * Brendan Comiskey, obispo de la diócesis irlandesa de Ferns. Renunció en 2002, al hacerse público que encubrió los delitos sexuales que uno de sus sacerdotes cometió sobre varios menores. * Franziskus Eisenbach, obispo auxiliar de la diócesis alemana de Maguncia. Dimitió en 2002, a consecuencia de la denuncia presentada por una profesora universitaria, dos años antes, acusándolo por abuso sexual y daños corporales. * Rembert Weakland, arzobispo de Milwaukee. En 2002 solicitó al Vaticano que aceptase su jubilación anticipada, tras saberse que había compensado con 450 mil dólares a un ex amante que le acusaba de violación. * James Williams, obispo de Louisville (Kentucky). Renunció en 2002, luego de ser acusado por uno de sus antiguos monaguillos de abuso sexual. Se presentaron 90 denuncias de igual cantidad de víctimas. * George Pell, arzobispo de Sydney. Dimitió temporalmente en 2002, luego de ser acusado de abusar de un menor de 12 años en 1961. En 2002, varios feligreses lo habían acusado de encubrir delitos sexuales del clero, cuando fue obispo auxiliar en Melbourne, en 1993. * Edgardo Storni, arzobispo de Santa Fe (Argentina). Fue procesado en 2002 por abusar sexualmente de al menos cincuenta jovencitos, todos seminaristas. El Vaticano le investigó por esta misma conducta en 1994, pero ocultó su expediente. * Francisco José Cox, ex arzobispo de La Serena (Chile). Fue recluido de por vida en un monasterio en 2002, por “comportamiento impropio con niños varones” a lo largo de muchos años. * Bernard Law, arzobispo de Boston. Alejado del cargo en diciembre de 2002, más de un año después de que en su arquidiócesis estallasen cientos de casos de delitos sexuales cometidos por sacerdotes contra menores. Los abusos fueron ocultados por Law. Este cardenal es el que mayor número de delitos ha encubierto, pero nunca fue juzgado. Contaba con la protección personal de Juan Pablo II.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.