Opinión
Holanda también dice NO. Gracias, holandeses…
EUGENIO PORDOMINGO (*)
No y el 38,4 optó por el si. La participación, cercana al 63 por ciento, ha sido de las más altas en este país. Nosotros, antes de la fecha del plebiscito español, apostamos y argumentamos nuestro NO.
(Rebanadas de Realidad) En España el fiasco ha sido tremendo. Tras el batacazo sufrido por los resultados en Francia, donde el propio Zapatero, hizo campaña electoral, nuestro Gobierno propaló la idea de “continuar”, “que no había pasado nada”. Ahora, parece que el mensaje es que “hay que reflexionar”. El voto de franceses y holandeses ha sido el voto de una ciudadanía instruida, concienciada y democrática. Ha sido un fracaso total del Gobierno francés que convocó la consulta; no del holandés, ya que en este país la convocatoria la hizo el Parlamento Europeo. Ha sido un fracaso total de la clase política -especialmente del Gobierno español- y de los burócratas europeos. En nuestro país no hubo casi debate. Nos hurtaron la oportunidad de escuchar voces discordantes. Y no sólo lo hizo el Gobierno, sino la mayor parte de los medios de comunicación, especialmente las cadenas de televisión. Se han hartado de hablar de democracia, de utilizar la palabra, pero cuando hay que aplicar el método propuesto, eso es otra cosa. Entonces se aplican los que verdaderamente se sienten. Ya lo dijimos en el caso de los resultados habidos en Francia. Que los resultados no han sido los esperados, pues entonces las críticas arrecian. ¡El pueblo se ha equivocado!, suelen decir. O, lo que es peor, tienden a simplificarlo todo. ¡La culpa es de los radicales antiglobalización o de los fascistas! En este caso, no se puede echar la culpa a los “americanos” ni a los “rusos”. Desde este medio apoyamos en su día el No. Después de conocer los resultados que nos facilitó el Gobierno español, nos manifestamos asÍ. A pesar de los esfuerzos derrochados por el Gobierno y el PSOE, los resultados de este referéndum han sido un fracaso para su política. Un 58% de abstención es una respuesta ciudadana muy importante que el Gobierno y los partidos políticos que han apoyado el Sí deberían tener en cuenta. Sólo uno de cada tres españoles con derecho a voto ha dicho Sí en el referéndum. En la consulta española, el Gobierno hizo una campaña brutal en favor del si, dejando escasísimas opciones a defender el no. Fue la participación más baja de todas las consultas habidas en España desde 1977. Por otro lado, casi un 6% de votos en “blanco” -algo inusual-, de media es un dato que debía hacer reflexionar a nuestra clase política. En aquel momento dijimos ¡Sí! a Europa. ¡No! a este Tratado por el que se establece una Constitución para Europa. Nuestra opinión entonces fue la siguiente: En uno de los capítulos de El Quijote, y en el devenir de una conversación sobre un asunto en cuestión, en la que participan varios personas, además de Sancho Panza y Don Quijote, o sea, Alonso Quijano, el primero le dice a éste: “Señor, este cordero ya está guisado…”. Con esta expresión, Sancho trataba de comunicarle a su amo que sobre el asunto que estaban tratando, la otra parte había acudido a la cita con una decisión tomada de antemano. Pues bien, ¡este cordero ya está guisado! ¡El SÍ a la Constitución ya está cocinado y presto para servir a los comensales! Los ciudadanos no tenemos derecho a opinar. El plato está cocinado, preparado y, ahora, hay que engullirlo a la fuerza, nos guste o no. Los cocineros de este guiso-Tratado, han sido los que verdaderamente mandan: corporaciones multinacionales, banca privada, grupos financieros, organismos e instituciones europeas (Banco Central Europeo, Parlamento, Comisión…), sin excluir a otros grupos de presión. Da lo mismo votemos lo que votemos en este referéndum, nadie -al menos por ahora- va a retirar este Tratado, ni a elaborar otro nuevo. Entonces, ¿para qué esta consulta? ¿Para qué tanto teatro parloteando de libertades y derechos ciudadanos?, cuando el “pastel” del mercado y el poder no se alteran, sino para protegerlo y blindarlo. ¿Para qué tanto deportista famoso y tanto “comunicador” tratando de convencernos de las bondades de esta mal llamada Constitución? ¿Para qué tanto gasto en propaganda? ¿Para qué tanto dinero a Partidos Políticos, medios de comunicación, alguna que otra ONG, e instituciones de todo tipo y color, para que propalen a los cuatro vientos las supuestas bondades de esta mal llamada Constitución? Según se acerca la fecha de este mal llamado referéndum, cientos de encuestas -queremos pensar que su elaboración ha sido profesional y honesta- van a difundir hasta la saciedad los beneficios de un SI abrumador y, sobre todo, en ser los primeros osados de la UE en “consultar” al pueblo, perdón al ciudadano. Si por un casual, y a pesar de todas las previsiones, el NO fuera mayoritario ¿cree alguien que alteraría la decisión ya tomada? No. Pues, entonces, a ¿qué convocarnos a este referéndum consultivo?. Nos declaramos europeistas convencidos; somos partidarios de la actual UE, a pesar de las precipitaciones en las últimas incorporaciones. Si queremos una Constitución para Europa, pero NO este Tratado. Entendemos que las constituciones deben servir para garantizar derechos ciudadanos y limitar los poderes a los Gobiernos, no para lo contrario, limitar derechos a los ciudadanos y ampliar los poderes a los Gobiernos, como se hace en este texto. Decimos NO por varias razones: NO, porque este Tratado no protege los derechos sociales adquiridos. Los trata de forma ambigua y son optativos, mientras que protege la libre competencia. NO, porque Es un texto farragoso y escasamente legible, que otorga excesivos poderes a los Gobiernos en detrimento de los ciudadanos. NO, porque privatiza los servicios públicos. NO, porque fomenta la precariedad laboral. NO, porque otorga todo el poder a la economía de Mercado y al Banco Central Europeo. NO, porque apuesta por el rearme y la guerra preventiva. NO, porque consagra al Parlamento Europeo como una institución de burócratas, sin poder real, aunque es la única que nos dejan elegir a los ciudadanos. NO, porque permite y reserva a las administraciones públicas discriminar a los ciudadanos según el Estado miembro al que pertenezcan. NO, porque excluye a Ceuta y Melilla del mapa europeo. NO, porque consagra una Europa dirigida desde Bruselas por unas elites de burócratas, marginando a los ciudadanos. POR TODO ELLO, DECIMOS SI A EUROPA Y NO A ESTE TRATADO. Ante el escuálido Si de España, el No de Francia y el de Holanda, ¿serán ahora capaces de continuar este viaje sin contar con los pasajeros? Que no nos mientan. Ni Europa se hunde, ni hay peligro de fragmentación, ni nada parecido. La ciudadanía europea, en su mayoría, desea una Europa fuerte y unida, pero no la Europa que gran parte de la clase política -especialmente la española, italiana y portuguesa- nos quieren vender. Ahora pretenden realizar otra votación, pues esta no les ha gustado. La fórmula elegida es un referéndum en todos los países, el mismo día y con la misma pregunta. Y si sale también el No, pues otra votación y otra, hasta que… (*)Sociólogo. Colabora con los medios de información más importantes de España. Autor de “Fraga, a la búsqueda del poder”. En la actualidad está preparando otro trabajo sobre el paso de José María Aznar por la Presidencia española. Además es Director de Espacios Europeos y colaborador de Rebanadas de Realidad.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.