Opinión
“Hablemos del Plan Estratégico, Señor Subsecretario”
MANLIO E. WYDLER (*)
Por segunda vez en lo que va del año, el Secretario de Planificación Urbana y Obras del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de hasta ahora accionar sobrio y eficiente, ha realizado un informe de situación, pero sorpresivamente, parece que el discurso de fundamentación política ha ido cambiando, dando sorpresas desagradables, como generalmente y por desgracia nos tienen acostumbrados los políticos.
Es así que escribí un e-mail al Sr. Coordinador del Plan, con las opiniones que me merecen las cosas que oí y que luego leí en el informe. Como una forma de hacer notar el manejo y justificación de la cosa pública es que divulgo el contenido de la misma, que dice así: Señor Coordinador del Plan Estratégico Subsecretario Doctor Juan Manuel Abal Medina: Tengo el agrado de dirigirme a Usted, para comunicarle dos preocupaciones sobre las relaciones con el Ejecutivo y el Legislativo: 1) Ayer, asistí al informe de gestión N° 2, que brindó el Secretario del Gobierno, el Contador Roberto Feletti en el GEBA, y leí el informe escrito de un “tirón” y saqué mis conclusiones: Parece que el Ejecutivo no esperará ni nuestros consejos (del Plan Estratégico) ni la venia del Legislativo en donde le sea posible. En todo el informe se hace solo una alusión al Plan con una referencia al mismo tiempo del PUA (Plan Urbano Ambiental), pero a diferencia de lo nuestro, existe un capítulo para ellos, dándoles la primacía de ahora en más para el ajuste de las inversiones y proyectos. Es interesante el movimiento pendular con que se maneja la cosa política, el trabajo del PUA, fue hace casi tres años prácticamente discontinuado, por no tener definiciones claras y poseer errores a parte de ser un estudio técnico y carecer del sustrato del consenso vecinal -como serían los casos del Presupuesto participativo y del Plan Estratégico-, tal que no logró nunca la suficiente entidad conferida por las leyes y ahora se desprende por este informe que se constituirá en el libro “ de cabecera” de los señores funcionarios. Este maridaje novedoso ya produce imperfecciones, como en el caso del mapeo de los barrios, donde en la zona de Liniers, falta un pedazo sobre la Av. Gral. Paz, y desaparece el Club Vélez Sarfield y su polideportivo (institución emblemática del barrio, si la hay), más el barrio Kennedy-que la “separatista” diputada S. Dosch, no dejó nunca de intentar escindir del barrio para acercar el CGP N° 10 a la discusión de que hacer con la parrilla ferroviaria de Liniers. Sinceramente, pienso que deberíamos sistematizar más rápidamente problemas y soluciones para nuestra Ciudad: Correlacionarlos con problemas y soluciones de las principales ciudades del mundo: (Aquí los medios del Plan deberán conseguirlos y marcarlos a las organizaciones, para evitar juicios de valor extemporáneos, que nos desacreditan como institución: por ejemplo: Cercar las plazas cercadas o no; mayoritariamente las organizaciones pedían el no, cuando las cercas muestran hoy su ventaja y el ejecutivo las viene realizando. O la discusión sobre el aeropuerto, que deberá preservarse por un montón de razones, cosa que la mayoría de las organizaciones parecen no entender suficientemente.) Deberemos tener otra dinámica en las reuniones, pues se va perdiendo el interés de las organizaciones en general al comprobar un cierto errático cometido, luego de lograr el primer Plan Estratégico. Creo que no podemos deliberar tanto tiempo sobre ciertas cosas y debemos tratar de presentar proyectos concretos a la Legislatura y al Ejecutivo, en especial, porque si no nos adelantamos terminaremos no siendo necesarios, como ya se ve por los indicios. Además, a fuer de ser sinceros, trabajar gratis puede ser importante como forma de donación personal, pero deberá sentirse un cierto reconocimiento por la sociedad y por el propio ejecutivo que aunque “lejanamente y ad honores” conformamos. Aquí también está el error de la forma de trabajo, el reconocimiento a los” habitués” en las comisiones no es el debido (ni siquiera hay un lugar de exposición en “Noticias Urbanas”),- por diferentes motivos internos y externos- y,….. en especial sabiendo que hay Planes Estratégicos que premian a los que realizan el esfuerzo de varias maneras y los trabajos son superiores por este motivo. 2) La Legislatura es un medio adverso para el Plan. Las Comisiones se manejan con directores con tendencias políticas definidas, influenciados en más o menos por la “presión” partidaria y personal del Diputado director. Si no tenemos pronto un camino expedito para el tratamiento de los insumos que logremos en el Plan y su seguimiento, difícilmente lograremos nada, más ahora que año por medio, los legisladores estarán en campaña, no afanándose más en demostrar lo que hacen en su trabajo, ya que saben que el público ni sabe ni se interesa, así que pocos hacen algo que valga la pena y se dedicarán a publicitarse. Ingresamos al Plan en el 2002, para que los proyectos de nuestra Fundación tuvieran una legitimidad superlativa, por lo mismo que hemos emprendido el trabajo honorario en la legislatura. Sin embargo, el ONABE al final hace un Convenio con la Ciudad y ciertos “vecinos”, desconociendo que existió un consenso para el Museo Ferroviario y otros rubros en el CGPN°9, votado en el 2000, cuyo documento firmado por el Director conservo,- el proyecto resumido-, que está en el Portal del Plan desde el 2002, “Intervención Urbana en Liniers”, en la Hemeroteca del Plan. El asunto se presentó por primera vez en el 1990, a un Director del Consejo Deliberante ( firmado), en mesa de entrada en 1996 en el GCBA, Mesa de entrada de Presidencia(1997), con profusa correspondencia, se entregaron carpetas al PUA, a diputados, a AUSA, a TBA, al CGP y…….. Pero siempre hay que volver a empezar, lo hecho va a la basura y hay que volver a comenzar, generalmente para qué?. Por lo que me gustaría que vea la forma para que el ejecutivo, en el momento que reciba la parrilla, si alguna vez se entrega, que no se olvide, que una de las organizaciones del Plan, …que su Secretario, se ha preocupado todos estos años por el destino final del lugar, que la conoce, que se ha preocupado por los saqueos y destrucción que hoy muestra y que no he dejado de informar, a la Ciudad, al Presidente de la Nación y a Patrimonio de la Ciudad ( Tengo los duplicados de las denuncias firmados y sellados.) El haber adherido al Partido de la Ciudad cada vez más lo veo como un error, más allá de lo que pueda acontecer en estas “anomalías” democráticas que supimos conseguir. Hemos presentado en este año redondo 53 proyectos de ley, declaración y resolución, todos en “legislar”, diez tienen número legislativo, tres son Declaraciones, muchos fueron “filtrados” en el Partido, otros en las Comisiones y el último escollo es la labor parlamentaria, siempre y cuando no haya algún error que desvirtúe el proyecto o lo invalide.( Por eso que nuestra Legislatura es maestra en cambiar nombres a las calles o declarar ciudadano ilustre a alguna persona, pero nada de importancia para la gente). Es seguro que el Ejecutivo, por esta misma razón que es situación común legislativa, a tomado la delantera en concretar obras que direccionen la inversión del superávit fiscal y no que se lo malverse en gastos que ya conocemos al pasar el tiempo…y no lo culpo. 3) Le pido que hable con el Diputado Velasco, jefe de la Comisión de Ecología, sobre los fines Metropolitanos del Plan y con la Diputada Onega, que objetó una declaración mía sobre un plan estratégico para el Conurbano, al confundir a éste con el Convenio Ambientalista entre la Ciudad y la Provincia ( en realidad todo se genera por el fastidio que esta “señora” tiene al Dip. Giorno, que firma el proyecto, por aquel escándalo de discriminación y cámara oculta). Por estos tres puntos, si lo desea nos encontramos y hablamos, -creo que sabe que me interesa el éxito perdurable del Plan – y desgraciadamente, cada vez más conozco a los “bueyes” con lo que nos toca “arar”. (*) Recibido por Corrientes al Día de Manlio E. Wydler, Secretario de la Fundación Argentina para los espacios Verdes, del Consejo del Plan Estratégico, Asesor Honorario.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.