Opinión
Las Cumbres miradas por algunos de sus actores
ANALISIS
El subsecretario de Integración Económica, Eduardo Sigal, el politólogo Atilio Boron y Nora Cortiñas, de Madres Línea Fundadora, analizan las Cumbres.
EDUARDO SIGAL. “El Alca no estaba en la agenda” Miguel Jorquera Desde la Subsecretaría de Integración Económica de la Cancillería, Eduardo Sigal fue uno de los negociadores argentinos en las duras deliberaciones de la Cumbre de Mar del Plata. Rescata la solidez del Mercosur para oponerse “explícitamente” al ALCA y relativiza su condición de minoría –entre los países que participaron– con el argumento de que el bloque representa el 75 por ciento del PBI de América del Sur. Diferencia las posturas de Chile y México, entre quienes se alinearon con la propuesta estadounidense, y asegura que George W. Bush tuvo que reconocer el liderazgo de Kirchner y la nueva realidad regional. –¿Argentina cumplió sus objetivos en la Cumbre? –El balance es, globalmente, bueno. El documento reflejó el sentido original de la Cumbre: generación de trabajo decente, combatir la pobreza y la defensa de la gobernabilidad democrática. Un solo punto de casi 70 que tiene el extenso documento contiene un debate conceptual sobre el comercio continental y el ALCA. Ahí, por primera vez desde el “94, cuando comenzaron estas cumbres, hubo disensos. No es que en estos diez años no los hubo, pero nunca de forma explícita como en Mar del Plata. –Pero esto no evitó el debate y hubo posturas encontradas. –La realidad continental cambió en estos diez años y ahora existen bloques de países como el Mercosur, el propio Nafta, los países andinos, los del Caribe. Hubo un grupo que defendía en forma voluntarista el ALCA, como se formuló históricamente. Otro grupo, el Mercosur, tomó seriamente la realidad de la región, que en los últimos años estuvo marcada por el llamado Consenso de Washington con experiencias dramáticas de las que la Argentina es un ejemplo paradigmático: desaparición de pequeñas y medianas empresas, marginación social e inestabilidad política. –Igual se incorporó el tema del ALCA al documento. –Hace más de 20 meses que no se habla del ALCA en ninguna reunión. No se puede volver a insistir en ese esquema como si en todo ese tiempo no hubiese pasado nada. Es desconocer la realidad de una organización regional expresada en bloques de países que con virtudes y errores intentan diseñar una estrategia común. Y en este caso la estrategia común del Mercosur es que los países que lo integran no quisieron sumarse al ALCA. –Pero tuvieron que pelear en minoría. –Estas reuniones funcionan por consenso, con la aprobación de todos. El tema del ALCA no estaba en el orden del día de la Cumbre y los países del Mercosur, que representan el 75 por ciento del Producto Bruto Interno de América del Sur, se plantaron con firmeza en esta postura. No es que está prohibido de antemano su tratamiento, de hecho en todas las reuniones anteriores se trató el ALCA y hasta se le puso fecha de comienzo para su funcionamiento, en 2005. Pero ahora no están dadas las condiciones. –México fue bastante intransigente. ¿Cómo quedó la relación? –La relación quedó bien, hubo diferencias de criterio en el proceso de discusión. Luego, previo a su regreso a México, el presidente (Vicente) Fox planteó su incorporación al Mercosur. Aunque debo reconocer que a pesar de que ya lo había hecho en otras oportunidades, nunca inició negociaciones concretas. –¿Quedó dañada la relación con Estados Unidos? –La sensación es que hay un respeto mutuo entre Bush y Kirchner. Argentina tiene liderazgo en su Presidente y tanto Bush como los Estados Unidos reconocen esta nueva realidad. Nuestro país tuvo una postura clara desde su pertenencia al Mercosur, donde hubo una voluntad única con Brasil, Uruguay y Paraguay. Se mostró una clara integración regional y la voluntad de avanzar en construir la comunidad sudamericana de naciones. NORA CORTIÑAS. “Escuchar al pueblo” Por Alejandra Dandan El documento final de la Cumbre de las Américas, para Nora Cortiñas, mostró la consolidación de un nuevo bloque regional integrado por Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela y también por Cuba. Una de las principales referentes de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora e integrante de la organización de la Cumbre de los Pueblos evaluó con entusiasmo la formación de ese nuevo sector de poder, pero subordinó el éxito a la posibilidad de que “estos países se encaminen a escuchar a sus pueblos asumiendo los compromisos que cada uno hizo durante las campañas que los llevaron al poder”. –Desde afuera hemos notado que les costó mucho más de lo que pensaban determinar los puntos de acuerdo y las deliberaciones –dice Nora Cortiñas en su balance sobre los resultados de la cuarta edición de la Cumbre de las Américas. Dijo que la Cumbre de los Pueblos “no es anticumbre ni contracumbre sino la verdadera para tratar de cambiar el mundo con tanta desigualdad e injusticia”. Fuera de ello, continuó con el análisis de la reunión de presidentes: “Por primera vez no hubo hegemonía en las decisiones: hubo posturas contrarias al Alca. Y para quienes seguimos lo que sucedía desde afuera se notaron las controversias, las desavenencias y los disgustos, que sin duda no todos habrán salido a la luz por cuestiones de diplomacia. Pero las desavenencias principales salieron a la luz y esta vez se expresaron las diferencias”. –¿Diferencias con Estados Unidos? –Con Estados Unidos y con los países que estaban de acuerdo con el ALCA. A título personal, para dar una opinión cabal quiero decir que me gustaría mucho saber qué firmó la Argentina, qué dicen los documentos. Porque así como queremos la democracia participativa queremos que el pueblo se entere totalmente de los documentos. –¿Cómo evaluó lo conocido? –Me parece que el Gobierno escuchó la voz del pueblo. Y creo que dieron resultado las movilizaciones y el trabajo de consultas populares previas, con campañas no vinculantes, donde se pusieron de manifiesto las posiciones que luego tomó la Cumbre de los Pueblos: no al ALCA, no a la militarización, no al pago de la deuda externa. Pero primero me gustaría ver qué se firmó. Lo único que sabemos es que la negociación por el ALCA continúa en 2006. –¿Le adjudica el mérito al bloque del Mercosur? –El Mercosur habría que volver a recomponerlo porque el panorama del continente cambió. Venezuela, Uruguay, Argentina, Brasil y Cuba por supuesto es una nueva región que se va afianzando, que muestra una fortaleza. ATILIO BORON. “Una derrota de Estados Unidos” Por Carolina Keve. Crónica de una muerte anunciada. Este parecería ser el mejor título, según el politólogo Atilio Boron, para definir una cumbre a la que consideró con un desenlace positivo pero sin sorpresas. “Se trató de una derrota de los Estados Unidos, donde quedó demostrada su decreciente capacidad para garantizar la obediencia de los países de la región”, evalúa en diálogo con Página/12, al mismo tiempo que advierte sobre las debilidades que aún enfrenta el Mercosur para consolidar su poder estratégico en la región. –¿Hasta qué punto se puede hablar de la derrota de los Estados Unidos, cuando la agenda de la Cumbre quedó prácticamente subordinada a su interés por impulsar el ALCA y el resto de los temas se vio desplazado? –Lo que quiso hacer Estados Unidos fue fijar una agenda que no estaba acordada, pero no pudo salirse con la suya. Ni siquiera con el apoyo que recibió de sus aliados más incondicionales. Creo que el presidente Fox hizo un papel indigno cuando tiene al pueblo mexicano sufriendo los impactos del TLC, los mismos que sufriríamos nosotros si firmamos el ALCA. –¿Qué opina sobre la actuación como bloque del Mercosur y su futuro socio, Venezuela? –Los países del Mercosur tuvieron una actuación respetable y mostraron bastante madurez política. Pero lo cierto es que hoy el Mercosur necesita redefinirse. No puede seguir planteado como una estrategia para reducir costos sino que debe ser concebido como un área de integración que avance también en otros aspectos, como la educación. Esto también significa reconocer el poder estratégico que tiene el Mercosur. Bastó que Argentina y Brasil plantearan sus objeciones al ALCA para que terminara desbaratándose como un castillo de naipes. –Ahora bien, ¿no habría que hacer una distinción entre las actuaciones que tuvieron Kirchner y Lula durante la Cumbre? –Sí, la posición de Brasil ha sido ambigua. Es que dentro del gobierno de Lula hay un sector representado en el gabinete económico que parece más inclinado a firmar el ALCA. Pero hay espacios que todavía responden a una lógica desarrollista y que ven en dicha alternativa el peligro de ser fagocitados por Washington. Con un empate entre estas dos visiones, Brasil adoptó un rol secundario y demostró una debilidad que, tratándose del socio más importante del Mercosur, resulta sumamente preocupante. –¿La Cumbre significa un reacomodamiento del mapa político en el continente? –Hay distintas cuestiones de las que debemos tomar nota. Chávez fue el único presidente que fue ovacionado en un estadio lleno, marcando su lugar como líder regional. Además se trató del único que ofreció una política alternativa, contraria a los intereses de la Casa Blanca. El ALBA es una propuesta concreta que busca desarrollar un esquema de integración bajo una lógica que, en vez de potenciar la rentabilidad de las grandes empresas, busca fortalecer el sector público con una decidida función social. –¿Qué hay detrás de la broma de Chávez que mencionó a Kirchner como D´Artagnan? –Néstor Kirchner se plantó con mucha valentía al criticar lo que constituyen las políticas del Consenso de Washington, tal vez porque se ha borrado cualquier expectativa de que Estados Unidos nos pueda favorecer ante el Fondo Monetario. Eso sí, sería deseable que tradujera ese ánimo expresado en Mar del Plata en su gestión de gobierno. Fuente: Pagina /12
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.