Opinión
El SIDA en Argentina y el mundo
PERIODISMO SOCIAL (*)
Los niños y adolescentes, grandes víctimas de la crisis social en Argentina, son también los más vulnerables frente al VIH/sida en el país, con más de 6 mil casos diagnosticados desde que comenzó la epidemia, casi una cuarta parte de la población infectada, según las estadísticas más recientes de una epidemia global que en América Latina adquiere un perfil cada vez más joven, más pobre, más femenina y más heterosexual, dijeron expertos y funcionarios a Periodismo Social.
Unas 2,5 millones de personas de menos de 15 años viven con el VIH/sida en el mundo, y en Argentina, el 23 por ciento de los 26.929 casos diagnosticados desde los primeros registrados en 1982, hasta 2003, correspondía a niños, niñas y adolescentes menores de 19 años. La transmisión de madre a hijo, pese a los avances en la prevención, representa la mayor causa de infección en los niños. El 97,5 por ciento de los casos notificados de sida en personas menores de 13 años fueron contraídos a través de transmisión vertical (de madre a hijo). La situación podría prevenirse, simplemente, si las madres lograran hacerse el test del sida antes o, al menos, durante el embarazo, para poder tomar así las precauciones necesarias durante la gestación, parto y lactancia para que sus hijos nazcan sin infectarse. Los adolescentes, a su vez, son uno de los grupos más vulnerables ante el vih/sida: las estadísticas oficiales nacionales demuestran que la mayor parte de la población que desarrolló la enfermedad contrajo el virus durante su adolescencia. A los adolescentes se dirigen muchas de las campañas de prevención que, si bien en los últimos años han logrado hacer circular más información sobre el VIH/sida, el desafío continúa siendo que ese conocimiento sea puesto efectivamente en práctica. El VIH/sida representa decididamente un factor más de vulnerabilidad para las familias más pobres, quienes encuentran muchas barreras para acceder al sistema de salud y a los tratamientos que permite a los enfermos una mejor calidad de vida. Muchos de estos niños, además, han perdido a su mamá, su papá, hermanos o algún familiar debido a la enfermedad y necesitan de contención y cuidados especiales. EL VIH/SIDA La enfermedad del sida es la última fase de la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que destruye los sistemas de defensa inmunológicos que tiene el organismo contra las enfermedades. Las personas infectadas por el VIH pueden pasar varios años sin manifestar ningún síntoma, pueden sentirse sanas y tener una apariencia normal y saludable, pero pueden contagiar el virus a otras personas. El VIH sólo se transmite por medio del contacto con fluidos genitales, las transfusiones de sangre no testeadas, las agujas y jeringas contaminadas (que se utilizan muchas veces para inyectar drogas) y de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia. El virus no se contagia a través de abrazos o apretones de manos ni tampoco por la tos o los estornudos, ni por compartir el mate, los cubiertos, el teléfono, la pileta o el baño. El VIH/sida no se propaga por los mosquitos u otros insectos. Tampoco existe ningún caso registrado en el mundo de transmisión del VIH de niño a niño en la escuela. Ninguna vacuna o cura hay hasta hoy para el sida, pero existen medicamentos antirretrovirales que pueden prolongar la vida de las personas con la enfermedad. Muchos de los expertos coinciden en que, gracias a los avances científicos, el sida se está convirtiendo en una enfermedad crónica, aunque por ahora la prevención es la estrategia más eficaz contra el vih/sida. La evolución de la enfermedad es distinta en los chicos que en los adultos. Carlos Falistocco, médico asesor del Programa Nacional de Lucha contra RH, SIDA y ETS (LUSIDA) del Ministerio de Salud de la Nación, explica: “A los adultos puede llevar alrededor de 5 a 10 años hasta que empiezan a aparecer los síntomas. Pero en los niños la infección se puede desarrollar muy rápidamente, en los primeros meses de vida; depende de cómo y en qué momento se infectó el bebé, porque también pueden pasar años con la infección y sin síntomas”. PANORAMA MUNDIAL Más de 40 millones de personas en todo el mundo viven en 2004 con el VIH/sida, de los cuales unos 2,5 millones tienen menos de 15 años. Más de la mitad de los nuevos infectados tienen menos de 25 años y hay 14 millones de niños huérfanos a causa del VIH/sida, según el informe bianual “Niños al borde del abismo 2004”, presentado este año (13/07/04) por USAID, ONUSIDA y UNICEF. De los 14.000 nuevos casos diarios de infección por el VIH que hubo en el mundo en 2003, cerca de 2.000 correspondieron a personas de menos de 15 años y otros 6.000 a personas de entre 15 a 24. Además, más del 95 por ciento de estas nuevas infecciones ocurrieron en los países de ingresos más bajos. Al comienzo de la epidemia, los varones superaban ampliamente a las mujeres entre las personas infectadas por el VIH. Hoy, esa proporción está invirtiéndose: más de la mitad de las personas adultas que conviven con el VIH son mujeres. Laurent Zessler, coordinador de ONUSIDA Cono Sur, explica que “las mujeres son físicamente más vulnerables al VIH que los varones, ya que en las relaciones heterosexuales, el hombre tiene dos veces más probabilidades de transmitir el virus a la mujer, que la mujer al hombre”. El último informe de ONUSIDA, presentado el 23 de noviembre de 2004 en 10 ciudades del mundo, destaca además que “el miedo a la violencia es un obstáculo para que las mujeres accedan a información sobre VIH, se hagan la prueba y pidan tratamiento”. El informe de USAID, ONUSIDA y UNICEF estima que sólo en dos años, de 2001 a 2003, la cantidad mundial de huérfanos debido al sida pasó de 11,5 millones a 15 millones, y calcula que para 2010 la cifra subirá a unos 50 millones. África subsahariana es la región del mundo más comprometida por la epidemia, donde la proporción de niños y niñas que han perdido a sus padres por el sida aumentó de poco menos de un 2 por ciento en 1990 a más de un 28 por ciento en 2003 (3,8 millones de niños y niñas perdieron a sus padres en los últimos 13 años). En cambio, la tendencia ha sido a labaja en América Latina y el Caribe y en Asia, donde la cifra de huérfanos ya disminuyó en un 10 por ciento desde 1990. ONUSIDA estima que hay más de 1,7 millones de personas que viven con el VIH en América Latina. En 2004, alrededor de 95.000 personas fallecieron como consecuencia del sida y se infectaron otras 240.000. Guatemala y Honduras son los países con peores tasas nacionales de prevalencia del vih de la región, pero Brasil tiene la mayor cantidad de personas que viven con VIH. El consultor para temas de VIH/sida de UNICEF Argentina, Rodolfo Kaufmann, explica que en América Latina “hay rasgos que muestran hace varios años una tendencia al desarrollo de la infección a través de relaciones heterosexuales y una modificación de los patrones tradicionales, que antes estaban vinculados grupos de alto riesgo, como los usuarios de droga intravenosas”. “Por otra parte -según el médico sanitarista-, hay un proceso de empobrecimiento de la epidemia y poblaciones más jóvenes como los sectores más afectados”. PANORAMA NACIONAL Argentina acumuló 26.929 de casos de sida diagnosticados desde el comienzo de la epidemia, en 1982, según los últimos datos oficiales (octubre de 2003). De ellos, 23,1 por ciento (más de 6.200 casos) correspondió en estas dos décadas a personas menores de 19 años. Los casos notificados de VIH en todo el país eran 7.485 en 2004. Pero se calcula que hay 150 mil personas que tienen el virus y no lo saben. El último Boletín de SIDA del Ministerio de Salud de la Nación informa que en los casos notificados de sida en personas menores de 13 años, la transmisión materno-fetal representa el 97,5 por ciento y el 98,6 por ciento en los casos notificados de infección por VIH. El mayor número de estas infecciones se dieron entre 1991 y 1996. En 1997 desciende notablemente el número de nuevos casos, en coincidencia con el comienzo de la aplicación de la “Norma Nacional de SIDA en Perinatología”, que obliga al médico tratante a ofrecer a todas las embarazadas un test diagnóstico para VIH, previo consejo y respetando el consentimiento informado. Los últimos datos del Programa Nacional de Lucha contra RH (retrovirus del humano), SIDA y ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) (LUSIDA) corroboran que los adolescentes son uno de los grupos de más alta vulnerabilidad. El desarrollo de la enfermedad se da mayormente entre los adultos jóvenes (20 a 44 años) y esto significa que existen altas posibilidades de que hayan contraído la infección durante su adolescencia. El último informe de ONUSIDA concluye que en Argentina ha disminuido la mortalidad por sida en los últimos años gracias al acceso al tratamiento atirretrovírico. Sin embargo, Laurent Zessler, coordinador de ONUSIDA Cono Sur, advierte que “eso no significa que la epidemia no siga avanzando”. La epidemia no se distribuye de manera igualitaria en el país. Las ciudades (se estima que el 65% de las infecciones por el VIH corresponde a la ciudad de Buenos Aires y su conurbano) son las que tradicionalmente concentran más cantidad de personas que conviven con el VIH/sida. La situación de los niños hijos de personas afectadas por el sida, tanto de los que tienen a sus padres conviviendo con el virus, como de aquellos que perdieron a uno o los dos padres a causa del sida, es poco conocida en el país. Al respecto, Falistocco adelanta que se trabaja con Unicef “para determinar la situación de estos chicos. Estamos haciendo un relevamiento de datos de hogares sustitutos y organizaciones sociales que atiendan a estos niños en las provincias con más incidencia de VIH/sida”. (*) Recibido por Corrientes al Día desde Periodismo Social. El material aquí presentado no refleja necesariamente el punto de vista de UNICEF y Fundación Arcor y fue elaborado exclusivamente por Periodismo Social.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.