Opinión
Carol Thatcher está muy contenta encontró aquí entusiastas “colaboracionistas”
POR ENRIQUE OLIVA (*)
Artículos de Enrique Oliva editados en Rebanadas Rebanadas de Realidad – Buenos Aires, 04/01/07.- Sería infantil pensar que la señorita Carol Thatcher (56) haya venido a Buenos Aires, invitando a veteranos de la gesta de Malvinas a viajar a las islas colonizadas por la imperialista Gran Bretaña, para darnos una muestra de amistad y reconocimiento de nuestros derechos sobre las islas pirateadas a sangre y fuego en 1833.
Su objetivo es doble. Por un lado rendirá, debutando como documentalista fílmica, un homenaje a la “mami”, pero sin hablar de su crimen de lesa inhumanidad por ordenar el hundimiento del Crucero “General Belgrano” fuera del área de beligerancia, llevándose al fondo del Atlántico con él a 323 hombres argentinos muertos por la Patria. Por otra parte, espera ganar una fortuna con su “trabajo” y los “testimonios” de colaboradores “voluntarios”, que nos resistimos a creer fruto de un acto no intencionado por ninguna de las partes. La BBC de Londres, tanto en su edición que hace con periodistas y para consumo interno, como también por la BBC Internacional que es manejada por el Foreign Office, dirigida al exterior para dar argumentos a sus aliados europeos para defender al colonialismo y, en especial, a los pueblos del Tercer Mundo, para demostrándoles lo que puede pasarles si desean criticar el sentido de la democracia dentro del capitalismo salvaje. Los gastos del equipo que acompaña a la señorita Carol son pagados por la BBC y los honorarios y ganancias del trabajo, que reportará algunos millones de dólares, serán en buena parte para ella. En fin, un gran beneficio económico y, lamentablemente, también político. Este último daño, para evitarlo, no se ha hecho nada por parte de Argentina, sino todo lo contrario. Hay colaboraciones sospechosas. En más de un centenar de horas de filmación, para ser luego editadas en una hora de duración, ya tiene sobrado material para disfrutar. Seguro habrá conceptos que no contendrá la filmación como la palabra “colonialismo”, criticada por todos los pueblos del mundo, incluida la mayoría de los británicos. No se hablará de otro crimen de guerra como la matanza de soldados argentinos prisioneros, ya desarmados, denunciado por el gobierno de la Junta después de la Batalla de Goose Green; y ni se mencionará la infamia cometida contra el Belgrano. Ya tiene bastante material servido en bandeja por un manojo de ex combatientes hablando demasiado para entrecortar los párrafos que quiera sacar de contexto y desfigurarlos. Podrá contar Carol la “casualidad” de volar en el mismo avión con cuatro veteranos argentinos y fotografiarse a bordo con ellos, todos bien sonrientes, como si no estuvieran al tanto previamente de su presencia y objetivos, cuando fue coordinado el encuentro por la embajada inglesa en Buenos Aires. Dará buen lugar en esos 60 minutos a un par de ancianas criollas, madres de caídos en Malvinas, llorando ante las cámaras la muerte de sus hijos. Las críticas a la dictadura militar gobernante en 1982 serán infaltables con calificativos contra el “borracho” Galtieri. Dirían lo mismo algunos políticos desmalvinisadores dispuestos siempre a no perderse la oportunidad de mostrar su habitual condición de cipayos. Estos repetirian gustosos su agradecimiento a la “mami” porque “a ella le debemos el retorno a la democracia” aunque recalquen que nunca estuvieron de acuerdo con el intento de recuperar las islas. Nos parece estar viendo el “documental” con la “mami” observando el desfile de la victoria en Londres, un medio día a la hora de almorzar, cuando algunos oficinistas de Fleet Street salían de los bares con vasos de cerveza en mano a dar un vistazo al festejo, cuando casi ningún edificio fue embanderado. Sin lugar a dudas el film humillará a los argentinos todos y en especial a los veteranos que no dejan morir la llama de su lucha en la gesta de Malvinas. La señorita Thatcher nos hace recordar a otro ridículo portador de apellido, Winston Churchill (nieto), cuando se hacía aplaudir por los halcones del Imperio insultándonos desde la Cámara de los Comunes y pidiendo que los argentinos fueran “revolcados en el barro de la vergüenza” y sirviera de ejemplo “para que nunca más nadie toque tierra británica”. Cuando en junio de 1982 los ingleses, con sus aliados norteamericanos y europeos se veían ganadores de la batalla, Woodrow Wyatt, el principal vocero de Margaret Thatcher, hablaba de “la necesidad de humillar a la Argentina”, algo sostenido desde los Comunes por los conservadores encabezados por Parkinson y Churchill (ver el Daily Mirror del 13/VI/82). No se trataba de los gobernantes militares de Galtieri sino de la Argentina toda. Los mismos buscaban lograr que “hasta los niños no vuelvan a pensar más en las Falklands”. Y estas barbaridades no la decían solo los fanáticos seguidores de la señora Thatcher, sino también muchos laboristas, que son la misma cosa, incluido el actual Primer Ministro Tony Blair. Por su parte, Denis Healey, gran personaje “socialista”, era canciller paralelo y pedía que convendría no humillar demasiado a los militares argentinos, “porque el peronismo sería peor que la Junta”. La ITV, televisión privada escandalosamente oficialista, recomendó y reiteró que “el gobierno (argentino) debe imponer la ley marcial para evitar desbordes de las masas fascistas”. Esta inquietud del peligro de democracia en nuestro país también lo temían en otros gobiernos europeos colonialistas, en especial Francia, donde varios medios de difusión, encabezado por el “socialista” diario “Le Monde” del 15 de junio del 82, “se manifestaba contrario a un inmediato llamado a elecciones democráticas”, sugiriendo “entregar el mando a figuras prestigiosas radicales como el ex presidente Arturo Illia o Raúl Alfonsín”. Otro “candidato” era el oscuro demócrata progresista Martínez Raimonda, acusado de estar vinculado a la “P2”. También se destacó como una buena solución, especialmente en Londres y Washington, al Secretario General de la OEA Alejandro Orfila, quien según The Guardian, “está dispuesto a actuar como presidente interino argentino”. Lamentablemente aquí, salvo la Comisión de familiares de Caídos en Malvinas y los veteranos, ningún medio ni autoridad se ha expresado sobre este tema tan delicado. Cuando se conozca el documental en la celebración que hará el gobierno del “socialista” Tony Blair, más de uno se arrepentirá de haberle hecho el juego, una vez más, al ruin colonialismo racista británico. Será también el momento de investigar la trama completa de esta vergüenza y el rol jugado por algunos diplomáticos y políticos, aunque varios de ellos ya están invitados a Londres para asistir a los festejos de la “victoria” inglesa sobre la Argentina, al cumplirse el cuarto de siglo el próximo 14 de junio. Pero a nosotros, no nos sorprenderá el mamarracho que será “La Guerra de ‘Mami'”. Solo nos repugnarán el film y sus colaboracionistas. (*) Recibido por Corrientes al Día por Enrique Oliva CEES (Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos).
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.