Opinión
Precisiones acerca del significado de país federal
AGUSTÍN PORTELA (*)
La palabra patria tiene un significado preciso en el que no abundaremos, pero que creemos necesario aclarar: “Patria etimológicamente está ligada con la palabra PATER, y “pater” es origen. El concepto Patria no puede ser entendido como un concepto de frontera que encierra y separa. El concepto de Patria se refiere más que todo a un concepto de origen; Patria no es otra cosa que la evidencia que originó nuestro ser; la Patria es nuestra historia; la Patria es también conciencia de esta historicidad; la Patria es un pasado vivo que pertenece a nosotros y nos proyecta hacia el porvenir”: (Pedro Barquero Quesada).
La situación por la que atraviesa la humanidad entera hoy es que carece del legítimo sentimiento de pertenecer a una patria (la patria además de pertenencia “a”, es potestad) y andar sin identidad especifica en un mundo carente del significado de pertencia “a” nos pone en los umbrales del desamparo no ya económico, sino de un habitar la patria. La palabra Nación en cambio tiene dos acepciones del cual nosotros nos vamos a quedar con la primera: ” La palabra nación proviene del latín, que podía significar nacimiento, pueblo (en sentido étnico), especie o clase”. ¿Que tenían los hombres que fundaron la nación Argentina, con que contaban?. Con el sentido de pertenencia a un territorio, a un idioma y el amor a tradiciones de un criollaje que estaba ya en su alborada. Nada más que con eso contaban. Y durante muchas décadas lucharon entre sí para defender lo que cada uno estimaba como legitimo sentido de defensa de la patria “chica” – las provincias – frente a la patria grande, “La Nación”. Este fue pues el primer desafío. Según el visionario adelantado Hernando Arias de Saavedra el Virreinato había mal trazado desde un punto de vista geopolítico y hasta diríamos de orden étnico (de razas),de costumbres e incluso de idiomas. Las provincias lindantes con el alto Perú como Jujuy nada tenían que ver con Corrientes. Correspondían además a dos corrientes inmigratorias distintas. Corrientes, el gran Chaco, el Paraguay, y la salida al mar que ofrecía la fronteriza zona de Río Grande, deberían haber constituido de por si un Virreinato. Lo que acá acotamos tiene el sentido de que muchas de las luchas pertenecientes a lo que denominamos “guerras civiles” y que abarcan casi cinco décadas, tuvieron que ver con el Monopolio del Puerto, político, cultural y económico, representado en ese momento por los grandes territorios de la Pampa húmeda y el puerto al que desde éste momento llamaremos la Aduana. El sociólogo liberal Juan José Sebreli en su libro “La Zaga de los Anchorenas” muestra con claridad como el monopolio de los saladeros – carne y cueros sin valor agregado aún -, pasaban por sus manos por ser directos parientes de Juan Manuel de Rozas. Cuando finalmente la Nación se dio a si misma una Constitución o lo que es lo mismo se consolido como Estado libre y soberano (“en términos generales se entiende por Estado a la organización política y jurídica de un pueblo en un determinado territorio y bajo un poder de mando según la razón: Villena Salgado), los representantes de las provincias juraron de este modo: nos los representantes de la Nación Argentina” – manteniendo indemnes las autarquías jurídicas, las preeminencias de las Constituciones provinciales sobre la Constitución Federal, sus derechos territoriales y sobre sus riquezas y sobre todo y de antemano, las autarquías políticas que desde aquel momento “depositaban en el gobierno Federal”. Nada de lo pactado históricamente en Tucumán se respetó desde entonces cabalmente. Un ejemplo claro reside en los motivos por los cuales el Gobierno Federal a Intervenido políticamente los Estados Provinciales sin respetar las normas que establece con claridad la Constitución Nacional. Las provincias desde entonces estuvieron bajo una especie de protectorado del Gobierno Federal, en lo Económico, lo jurídico, lo cultural, remitiéndolo todo desde el sistema tributario de los Municipios -, hasta los programas de Estudio, desde los Códigos Jurídicos, – penales, laborales, etc. -, que se resuelven finalmente en Buenos Aires. En algo coincidían los federales como Rozas con lo unitarios como Mitre: en que la “Cabeza de Goliat” (profético vaticinio de lo que le sucedería a la Argentina del gran pensador Ezequiel Martínez Estrada) debería desarrollarse a expensas del raquitismo de los Estados Provinciales. El mismo Martínez Estrada entendió que la capital política Argentina – tal sucede en los Estados Confederados – debería estar alejada de Buenos Aires – , pero las clases políticas Argentinas no fueron propensas a escuchar a sus grandes inteligencias. No hablaremos del sistema político en todas estas áreas de los Estados Unidos pena de muerte el algunos estados y otros no, sistemas de extradición, tributación primero a los Municipios, de lo que se deduce aquello que va a la Reserva Federal-, adopción de hijos por parte de matrimonios homosexuales, rechazo en el Estado de la Florida -, pero pondremos solo un ejemplo de lo que significa el Federalismo en el desarrollo económico-científico y cultural de un Estado con este ejemplo: Durante la segunda campaña de Bush a la presidencia, el primer mandatario testo de su programa de gobierno la investigación científica sobre la células madres en laboratorios genéticos, mientras el candidato a gobernador de California – el actor Arnold Schuarzeneger ganó la Gobernación de dicho Estado y por el mismo partido manteniendo en su programa el si a dicho proyecto”. A esto llamamos nosotros Federalismo. El concepto y la noción de patria se basan en el estado Municipal y sobre este se construye el autentico sistema Representativo y Federal de una República. Incluso los partidos políticos encuentran en los Municipios su base de auténtica consolidación orgánica. Cuando los Municipios son solo mendicantes de un Estado Provincial y este a su vez de las extrañas manipulaciones realizadas en torno a las conveniencias políticas centralistas, de lo que llamamos indignamente “coparticipación”, estaremos traicionando el espíritu Federal de un auténtico sistema Representativo y lo Representativo, y lo Federal deben conjugarse como un mismo verbo. La implosión de un sistema orgánico de vías de autentica representación Democrática, tiene que ver con los monopolios de poder – económicos, mediáticos, culturales -, que se organizan desde Buenos Aires para toda la Nación Argentina. Defender el patrimonio Federal es defender el sentido originario que tiene la palabra patria. Defender nuestras diferencias y los inalienables derechos autárquicos de las provincias. Por ahí pasa el recupero de un Estado respetuoso de la división de poderes y que legitime los derechos y garantías establecidas por la Constitución Argentina. Sin un Estado Auténticamente Federal, todo esto será imposible y por ello y para ello, seguiremos dando nuestra batalla política. (*) Agustín Portela es Diputado Provincial de la Unión Cívica Radical de Corrientes
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.