Opinión
En respuesta a un reciente informe de un funcionario del INTI
ARGENTINA EN PILOTO AUTOMÁTICO (*)
La presente nota intenta hacer algunas precisiones en torno al problema actual del paro de los productores agrarios en Argentina, que acaba de suspenderse luego de tres semanas de cara a la espera de futuras decisiones sobre la materia del gobierno Kirchner.
Me refiero a una medida drástica que agrupó a los trabajadores del campo y peones, y a los presidentes de las Federaciones agrarias, en una instancia inédita por su unidad frente a la postura oficial en la historia del país. Fueron, en efecto, casi en su totalidad pequeños productores y chacareros los que estuvieron cortando rutas durante tres semanas, sin opciones a decidir en qué invertir el capital que no poseen, muchos de ellos arrendatarios y no propietarios de los terrenos que cultivan, como Alfredo de Angelis, y no casualmente, tuvieron en esas circunstancias un apoyo popular masivo en las ciudades del interior y en Buenos Aires, con cacerolazos y protestas de todo tipo. Esa fue la gente que uno pudo ver en la calle y por los medios, en Buenos Aires y en los cortes de rutas: ellos y no los famosos y ubicuos oligarcas y terratenientes o accionistas de fondos de inversión sojera. A esos, seguro que no los van a ver ni pintados en las marchas y manifestaciones a favor de una redistribución de las retenciones, menos aún caminando junto al grupo de Castells y a la Corriente Clasista y Combativa. Frente a un gobierno que se ha hecho cada vez más impopular y a un Estado ausente de toda ausencia, simbolizado por el viaje a su lugar de descanso de Calafate de Cristina Kirchner en pleno conflicto, cuando debiera haber estado en cambio involucrada como parte en las negociaciones para superar el paro y las pérdidas multimillonarias que acarreaba. No se dirige un país a control remoto desde un lugar de vacaciones Y si se persiste en ello, los resultados son el desastre que vivimos hoy en Argentina, o sea los números que NO aparecen en un reciente análisis económico hecho por un funcionario del INTI, es decir, entre otros: El escandaloso aumento del 30% de aumento del gasto público en los últimos dos años; el incremento considerable de la deuda externa; las multimillonarias cifras de los famosos “fondos reservados” y la “caja negra” del presupuesto de la SIDE, y todas las multimilonarias cifra de los circuitos de las megacoimas, como el caso Skanska. Mas otros números que tampoco aparecen en dicho informe, y que no son medibles en gráficos ni tablas, como los miles de muertos en las primeras inundaciones en Santa Fe, de los cuales hace tiempo no se habla y no hay ni siquiera estadísticas. Inundaciones que dicho sea de paso llevaron a la ruina a enorme cantidad de chacareros y tamberos que se vieron obligados en muchos casos a cambiar totalmente su rubro de producción. Todo este panorama no parece haber impedido hasta ahora que la pareja presidencial siga su fastuoso tren de vida, con traslados en helicóptero ida y vuelta de la presidenta a la casa Rosada que nos cuestan 40.000 dólares diarios y continuos viajes al exterior con alojamiento en hoteles de lujo, que no están contemplados ni en la agenda de presidentes del primer mundo. Retomado el tema específicamente agrario, vale remarcar una vez más que los famosos “pooles sojeros” y la oligarquía agraria solamente en el mentiroso discurso oficial tuvieron que ver con el paro: porque son los beneficiarios exclusivos del excedente de lo que el Estado ladrón no se lleva de retenciones, que asciende a un 74% de las ganancias en promedio. Del resto deben vivir sobre todo los pequeños productores, que dependen para subsistir – mediante contratos temporarios, arriendo de campos de cultivo y alquiler de maquinarias en muchos casos – de un 10% de latifundistas, sobre cuya rentabilidad usuraria histórica el estado argentino nunca hasta ahora, y menos que ninguno los gobiernos kirchneristas, han intervenido como reguladores. En cifras, debe recordarse que las ganancias sobre las cuales se aplica semejante porcentaje de retenciones confiscatorias son en todo caso las de los grandes propietarios, terratenientes y oligarcas citados, y no de los empleados, trabajadores y pequeños productores explotados, de los que el 25% solamente tiene contratos temporarios en blanco, y el 50% cobra menos de 900 pesos argentinos (300 dólares) al mes. Acerca del “boom” de la soja, es importante agregar que, si bien la misma ha ingresado con fuerza en el mercado nacional desde mediados de los años 80, dicho ingreso tiene mucho que ver con los brillantes negocios que ha cerrado la multinacional Monsanto con la Argentina y otros países del llamado Tercer Mundo, gracias a los cuales recibimos soja a precios “rentables” porque buena parte de dicha soja es soja trangénica, cuyo riesgo para la salud humana sigue en fase experimental de estudio, y cuya comercialización a través de distintos productos derivados se facilita enormemente por la “casualidad” de que Argentina no cuenta con normativas nacionales de etiquetado ambiental que obliguen a declarar estos posibles efectos sobre la salud; lo cual sí en cambio ocurre en mercados con alta calidad de exigencia como los de la UE y Usa entre otros. Esto es lo que técnicamente se denomina transferencia de derechos de contaminación. Y valga el detalle de que productos a base de soja han sido empleados ya desde el gobierno de Alfonsín (1983-89) en los Planes Alimentarios de la Provincia de Buenos Aires. Por otra parte, volviendo a las retenciones, y a lo que el Estado devuelve de las mismas a los productores, el hecho es que en la práctica, el mismo no invierte absolutamente nada en infraestructura, por ejemplo en mejora de rutas y caminos, de la multimillonaria suma que les retiene (incauta) a los productores: los caminos y rutas en general, como cualquiera que haya transitado por este país puede comprobar, están en general en pésimo estado, adjudicados a concesionarias viales cuya única inversión en la mayor parte de los casos ha sido poner “cuatro latas” para instalar cabinas de peaje. Sobre el tema de la explotación de otro recurso natural como el petróleo, citado incidentalmente a fines comparativos en el citado informe del INTI, dos datos: la privatización de YPF que la dejó en manos del consorcio REPSOL por monedas, fue obra entre otros de Kirchner y Menem, operación vergonzosa que es una excelente muestra de la forma en que se rifan y se tiran al viento los recursos naturales estratégicos en Argentina. igual que se ventea alegremente el gas natural en Río Turbio, Santa Cruz. Y encima, un grupo “inversor” en el cual Néstor Kirchner tiene un gran paquete accionario está por recomprar el 10% de YPF- Repsol. Resulta pues evidente que la Argentina K DESDE hace algunos años a esta parte…SE HA VUELTO UN GRAN NEGOCIO…para cuatro o cinco. Y no me extiendo en esta nota acerca de los simpáticos negocios del gobierno nacional con el camarada Chávez para importar petróleo de PEDEVESA, de baja calidad y con alto contenido de azufre, y precios no exactamente regalados; o los negocios un tanto “sucios” desde el punto de vista ambiental, de varias multinacionales mineras en Chubut, Catamarca y otras provincias, por ejemplo con procesos de extracción de oro con CIANURO a CIELO ABIERTO. Esta y no otra es la realidad agraria y ambiental de la Argentina hoy, en especial desde el año 2003, año de la fraudulenta elección con el 21% de los votos del marido presidencial, mediante una Ley de Lemas pergeñada por el ilustre ex vicepresidente de Carlos Menem, Eduardo Duhalde, pasando del “detalle técnico” de violar varios artículos de la Constitución Nacional. (*) Dr. Alejandro Drewes, especial para Corrientes Al Día; desde Buenos Aires
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.