Opinión
Reflexiones sobre aquello de lo que no se habla…
“TABÚ” (*)
Las cosas que “los cuatro señores” de la soja no dicen sobre el conflicto rural argentino…
Antes de comenzar a abordar este tema (el conflicto rural argentino a partir del incremento de las retenciones a las exportaciones de soja y girasol, disminuyendo las de trigo y maíz – con fecha 11/3/2008 – ), nos pareció interesante recordar una publicación (o parte de una publicación) de Mario Rabey, cuyo contenido, a nuestro entender, es total y absolutamente cierto y que dice textual o casi textualmente lo siguiente: “Hasta hace quinientos años, las tierras pampeanas y chaqueñas no tenían propietario y su usufructo era relativamente libre. Con la inclusión de la mayor parte de Sudamérica en el Imperio español, la tierra se hizo propiedad de la Corona y luego de su heredero, el Estado argentino en formación (y sus estados subnacionales: las provincias), pero el usufructo de esas tierras permaneció en disponibilidad de quien tuviera fuerza, astucia y habilidad para controlarla. Recién entre 1826 (Rivadavia) y 1890 (luego de las campañas militares de Roca y Victorica), las tierras más fértiles de América del Sur fueron privatizadas … repartiéndolas entre los integrantes de la élite gobernante. Hace 500 años no había Argentina en Argentina …. ni siquiera había europeos. Las llanuras templadas estaban habitadas por escasísimos cazadores nómadas. Que cazaban principalmente guanacos y una variedad de presas menores. Hace 400 años, un puñado de “ciudades” (aldeas en cuadrícula con cabildo e iglesia) marcaban la presencia del imperio español … y se ocupaban de explotar a los indígenas cultivadores que habitaban en las tierras áridas culturalizadas (entre otras formas, a través de sofisticados sistemas de riego) por sus antepasados, en el hoy noroeste argentino. En la región de llanuras templadas, una aldea menor, Buenos Aires, también con Cabildo e Iglesia, hacía de puerto: principalmente para el contrabando. En las inmensas llanuras, las vacas y caballos que se habían escapado a los españoles invasores, se estaban “acimarronando”, y reproduciendo muy rápidamente. Hace 300 años, las “ciudades” seguían siendo aldeas, los indígenas del noroeste seguían siendo explotados y Buenos Aires seguía contrabandeando. En las llanuras, ya había una inmensa cantidad de vacunos y equinos “cimarrones” (asilvestrados), que funcionaban como fauna silvestre y atraían a pobladores de toda la región. Atraían a los propios indígenas originarios, a los tehuelche (gününa kenna) de la Patagonia y a los mapuche del otro lado de la cordillera, que se escapaban de la dominación y explotación colonial, abandonando su antigua y sofisticada cultura agrícola. También se agregaba una numerosa población mestiza, autodefinida como “cristiana”: los “gauchos”. Todos, convertidos en capturadores de equinos (para montar) y cazadores de vacunos, para obtener sus cueros y venderlos, con destino al mercado mundial. Hace 200 años, Buenos Aires ya era la capital de un Virreinato, pomposo nombre para una entidad administrativa que controlaba un territorio muy vasto. Pero era un territorio muy escasamente poblado, con dos excepciones: (1) la región andina, incluyendo el hoy noroeste Argentino y la actual Bolivia; (2) el oriente de Paraguay. Estas dos regiones estaban habitadas entonces (y el mundo andino todavía lo está) por industriosas poblaciones indígenas, con la paraguaya en rápida mestización, conservando su lengua madre -el guaraní-, hasta ahora. Una gigantesca porción del Virreinato, integrada por la casi totalidad de la región pampeana, toda la Patagonia y todo el Gran Chaco estaba en manos de indígenas principalmente cazadores y recolectores, y completamente al margen de la administración estatal. Tanto en el Gran Chaco como en la Pampa-Patagonia, se estaban conformando importantes jefaturas étnicas. En las planicies cercanas a Buenos Aires, hasta el río Salado, se habían formado unas llamadas “estancias”, donde el ganado cimarrón era manejado en rodeos que permitían luego su arreo hasta “mataderos” ubicados en diversos lugares, donde los animales eran sacrificados, se separaba el cuero de la carne. El primero se enviaba a la exportación, someramente curtido. La carne era procesada en “saladeros”, convirtiéndola en “charqui” o “tasajo”, destinado a la exportación hacia los países que manejaban mano de obra esclava, a la cual se proveía de proteínas a través de este recurso abundante y barato. La mayor parte de la tierra, en todo el territorio virreinal, pertenecía a la Corona española. La revolución independentista sudamericana, en pocos años tuvo como consecuencia la conformación de nuevos Estados Nación independientes, que heredaron la propiedad de la Corona española sobre la tierra. Hace 100 años, la tierra había dejado de ser propiedad del Estado. Se había privatizado. ¿Cómo? Principalmente a través del regalo. Sí: del regalo. La tierra más fértil de América del Sur se convirtió en propiedad privada a través del regalo, en su mayoría de grandes extensiones. ¿Quienes la regalaron? Obviamente, los funcionarios del Estado. ¿A quienes la regalaron?: a ellos mismos, a sus parientes, y a otros que compartieron los beneficios con los regalantes.” Este es el origen de la propiedad privada sobre la tierra en las planicies húmedas, templadas, súper fértiles de la región pampeana y chaqueña. En el “área núcleo” de la “patria sojera”. Los dueños actuales son en parte herederos de aquellos dueños originales que se habían apoderado de la propiedad común, primero exterminando a sus habitantes originarios, y luego apoderándose unos pocos del control del Estado y del reparto de las tierras. Otros son el resultado de sucesivas ventas de esas antiguas propiedades usurpadas y sus fracciones. Teniendo en cuenta todo lo anterior, que, reiteramos, nos parece absolutamente cierto, cabría preguntarnos… ¿En estas tierras nuestras, en cuyo pasado hay tantos crímenes, muertes, saqueos y despojos, no habría que actuar con mucha mas humildad cuando se invocan, como si fueran “absolutos”, supuestos derechos sobre una propiedad tan relativa desde un punto de vista moral?… ¿No deberían los “dueños” del “campo” (o de los campos) ser mucho mas prudentes antes de asumir la atribución de pretender decidir casi con una suerte de poder absoluto qué hacer con esos campos, su producción y su extraordinaria renta actual y aún con el tránsito en las rutas y con el resto de la producción nacional? Y… ¿Si el “derecho a la propiedad de la tierra” constituye realmente un derecho natural (algo que por otra parte resulta dudoso y polémico),… ¿no tendrá por lo menos, ese derecho de propiedad de la tierra algún tipo de límite y una enorme “función social” que, en todo caso, le de prioridad a los “derechos de la comunidad” sobre ese “derecho particular” de que supuestamente dispone el propietario sobre esa tierra, considerada como fuente de producción (recordando además que la tierra no constituye solamente una fuente de producción, sino que también es parte de un patrimonio ecológico, ambiental, paisajístico y de biodiversidad, patrimonio de toda la comunidad y aún de toda la humanidad? Y, si existen esos límites,… ¿no tiene el Estado plena facultad para regularlos y legislar sobre los mismos? REPARTIERON LAS TIERRAS DEL PAÍS ENTRE EMPRESARIOS QUE FINANCIARON EL EXTERMINIO DE LOS INDÍGENAS Y ALTOS JEFES MILITARES En la Argentina, como bien lo decía Mario Rabey, el territorio, ya vaciado de sus habitantes originales (indios), fue repartido en grandes estancias entre los empresarios locales y extranjeros que financiaron las campañas de aniquilamiento de los pueblos indígenas y los altos jefes militares que lo ejecutaron. Y la mano de obra que, en un principio, se utilizó en las estancias fue el gaucho. Los gauchos tenían su origen en las “orillas” de los primeros centros coloniales, y comenzaron siendo “cazadores y proveedores de cueros” proveniente de ganado salvaje, se internaban mucho tiempo en la inmensidad de la pampa, vivían libremente y subsistían por sus propios medios con lo que les brindaba la naturaleza en la interminable extensión del “desierto pampeano”. Pero la libertad del gaucho fue desapareciendo a medida que se valorizaban las mercaderías de origen agropecuario. Y a partir del año 1.815, un gaucho “no ocupado en una estancia” es equiparado legalmente a un simple delincuente y, como tal, podía ser detenido. Y, para acreditar su condición de “gaucho ocupado”, a fin de que no lo detuvieran, debía llevar consigo una “papeleta” (una especie de documento), en la que un patrón (estanciero) certificaba que era su “sirviente”… Generalmente, después, cuando estos gauchos “sin papeles” eran detenidos, se los enviaba a los fortines que separaban a “la supuesta civilización” de “la supuesta barbarie” y allí debían participar en la “guerra de exterminio” contra los supuestos “salvajes” (indios)… Posteriormente, ya en tiempos de Bernardino Rivadavia, se sancionó la llamada “Ley de Vagos”, otra herramienta legal que permitía incorporar por la fuerza a quién no tuviera “papeleta de trabajo” para ser trasladado a la “frontera”, a fin de ser utilizado en la “matanza de salvajes”… TRAER INMIGRANTES EUROPEOS De este modo, el gaucho que no quisiera ser enviado a “matar o morir” en la “guerra contra el indio”, tenía necesaria y compulsivamente que trabajar como “sirviente” en alguna de las grandes estancias… Y así transcurrieron muchos años y mucha historia en estas tierras de Dios… A mediados del Siglo XIX la Argentina todavía tenía apenas algo así como un millón quinientos mil habitantes… Fue cuando los grupos dominantes del País (la oligarquía) iniciaron una política tendiente a traer inmigrantes europeos “con conocimientos técnicos y una formación educativa mas civilizada” (según su entender). Pero, entre estos inmigrantes, llegaron también las ideas revolucionarias que se expandían en la Europa de aquellos tiempos y cuadros políticos anarquistas que terminaron organizando en nuestro País (Argentina) las primeras luchas obreras y los primeros sindicatos (mucho después, con otras grandes masas de inmigrantes, llegarían asimismo comunistas y socialistas)… Pero, por otra parte, los inmigrantes que soñaban con “hacerse la América”, cuando llegaron aquí se encontraron con que gran parte de los de los campos ya estaban ocupados … y la mayoría de estos terminaron miserablemente explotados, trabajando las tierras de los latifundistas, que cedían parcelas para la producción agrícola a cambio de onerosos arrendamientos y con la obligación de que al terminar el plazo convenido (generalmente 4 años) debían dejar plantaciones de alfalfa… DURANTE EL GOBIERNO DE PERÓN Hubo movilizaciones, protestas y actos de resistencia, como “El Grito de Alcorta” (oportunidad en que se fundó la “Federación Agraria Argentina”), que mejoraron las condiciones de los arrendatarios, pero no era frecuente que dichos colonos pudieran llegar a comprar la tierra que trabajaban. Recién a partir de 1946, durante el primer y segundo gobierno de Perón, y bajo la consigna de “la tierra es para quien la trabaja”, hubo políticas que permitieron un notable avance en el acceso a la propiedad de la tierra, como planes de colonización, la construcción de miles de escuelas rurales y el fomento a las cooperativas agropecuarias, y, fundamentalmente el congelamiento de los arrendamientos rurales, lo que permitió a muchos arrendatarios reunir sumas de dinero que les permitieron comprar el campo que trabajaban, lo que mejoró la distribución de la propiedad… Y aquí también posiblemente sería conveniente recordar aquellas palabras de Eva Perón, el 17 de octubre de 1950, cuando decía que en el campo argentino se podían encontrar “las murallas de los trusts y de los monopolios, transformando en una condena a trabajos forzados las tareas agropecuarias del pueblo trabajador. Allí, bajo el dominio de hierro de la oligarquía terrateniente y de los monopolistas, los trabajadores del agro estaban atados a la coyunda del semifeudalismo más cínico y más expoliador”. UN TAL JUAN CARLOS ONGANÍA… Pero unos años después, mas precisamente con posterioridad al golpe militar encabezado por el General Juan Carlos Onganía, en la década del sesenta (del pasado siglo, por supuesto), se anula la ley de alquileres rurales y se devuelve todas las propiedades rurales arrendadas a sus antiguos propietarios. Y algo así como una década mas tarde, otro “golpe militar”, el de 1976, da comienzo a lo que muchos llaman una verdadera “reforma agraria al revés” que prácticamente continúa hasta el presente. Y UN TAL “MARTÍNEZ DE HOZ” Y OTROS Eran los tiempos en que mataron o hicieron desaparecer a algo así como 30.000 argentinos. Pero también eran los tiempos de “la Patria Financiera”, en que además, la ventaja relativa de los rendimientos financieros sobre los precios agrícolas produjo una subutilización del uso de la tierra y salida de capitales hacia la especulación financiera. Desde entonces, las características permanentes de nuestra realidad rural son: la concentración cada vez mayor de la tierra y la despoblación del campo. El “Ministro de Economía” (que en la práctica actuaba como un “superministro”) era un tal Martínez de Hoz, conspicuo dirigente de la “Sociedad Rural” (la misma entidad que ahora (junto a otras tres) patrocinaba los “piquetes”, el desabastecimiento, los cortes de ruta, las movilizaciones y las protestas contra el actual gobierno constitucional)… Y, paradójicamente, en esas épocas en que la Sociedad Rural prácticamente era gobierno, si a algún argentino se le ocurría “hacer un piquete” en cualquier ruta del País, casi con seguridad, después de ser “secuestrado” por los tripulantes de algún “falcon verde”, a la madrugada siguiente aparecía su cadáver con algunos disparos en su cuerpo, tirado en las proximidades de esa ruta o en otro lugar de las proximidades. En todo ese periodo los grandes terratenientes aumentaron sus propiedades a expensa de los pequeños productores arruinados… Entre los años 1960 y 1988 desaparecieron aproximadamente 51.000 explotaciones agropecuarias, con un promedio de 1.800 por año; la mayoría eran propiedades con extensiones menores a 200 hectáreas… Y desde 1.988 hasta el año 2.002, desaparecieron 87.000 explotaciones agropecuarias, con un promedio de 6.263 por año. Las tres cuartas partes de estas eran propiedades de menos de 100 Ha. Y ya en el año 2.002, el 10% de las explotaciones agropecuarias mas grandes concentraban casi el 80% de las tierras, mientras que el 60% de las explotaciones más pequeñas no llegaban al 5% de las tierras. UNA NUEVA OLIGARQUÍA (O LA VIEJA TRANSFORMADA)… HOY SE LLAMA “LA OLIGARQUÍA SOJERA” Actualmente, se puede afirmar que la concentración de la tierra ha vuelto a índices muy similares a los de los años 30, aunque con mucha menos población. Pero ya no se trata de aquella vieja oligarquía vacuna, sino que en el presente tenemos una oligarquía sojera. Con el terrible agravante de que el monocultivo de soja significó el comienzo en gran escala de este verdadero “terrorismo de las topadoras” que fue la destrucción de gran parte de los bosques nativos argentinos. Además los agroquímicos utilizados en el cultivo de soja (transgénica) destruyen el suelo y desertifican las tierras… Pero el crecimiento y expansión explosiva de los cultivos de soja (con un altísimo costo ecológico, ambiental y social) se transformó en algo casi imposible de detener, en la Argentina, a partir del comienzo del presente siglo XXI,… Y también, indudablemente, este crecimiento y expansión explosiva de la soja y lo que se dio a llamar el “complejo sojero argentino” fue uno de los poderes económicos y uno de los pilares en que se apoyó gran parte de la economía nacional de los últimos años, aunque, como lo decíamos precedentemente, con un costo ecológico, ambiental y social altísimo, y con el agravante de que no es sostenible en el tiempo, ya que, según la mayoría de los expertos, dentro de unos diez o quince años, o quizás menos, los suelos en los que actualmente se cultiva esa oleaginosa se encontrarán totalmente empobrecidos y desertificados. ALGO MÁS SOBRE LA SOJA La soja no sólo mata ambientes nativos, mata la salud y los territorios indígenas, mata la diversidad agroproductiva de un país, enferma y hace morir a la gente con sus plaguicidas… también instaló una forma perversa de neocolonialismo.” Casi 80 por ciento de la tierra agrícola argentina está sembrado hoy con soja y la “sojización” equivale a la desertificación, al desmonte, a la contaminación de las aguas y de la tierra, a la desaparición de bacterias y especies animales útiles, y la fumigación aérea envenena ya a los campesinos y los pueblos cercanos, mientras los demás productos del campo sufren el impacto de esta competencia. En efecto, deforestación, pérdida de suelos, incremento en el uso de plaguicidas, exclusión social y pérdida en la diversidad biológica y cultural son algunos de sus efectos inmediatos. La Argentina se ubica en el segundo lugar dentro de los países productores de cultivos modificados genéticamente, entre estos la soja, y hay casi 15 millones de hectáreas bajo este sistema de cultivo altamente dependiente de un paquete tecnológico basado en insumos químicos con fuerte impacto en la diversidad biológica… DECÍA EL BIÓLOGO DR. RAÚL MONTENEGRO… Y aquí sería interesante recordar alguna carta del biólogo Dr. Raúl Montenegro, de indudable autoridad científica sobre el tema, en algunos de cuyos párrafos decía: “¿Saben ustedes lo que están sufriendo las comunidades indígenas del centro y oeste del Chaco y Formosa, cuyos bosques están siendo destruidos para que se cultive soja? ¿Perciben acaso la tragedia de ser indígena Wichí en un mundo que de bosque seco pasa a cultivo de soja, y cuyos aires y aguas transparentes pasan a ser depósitos de glifosato y su derivado AMPA, y endosulfán y su derivado sulfato de endosulfán?” “¿Saben ustedes que los gobiernos están flexibilizando leyes y procedimientos administrativos para facilitar los desmontes, e incluso la transferencia de terrenos fiscales a plantadores de soja? ¿Saben lo que sucede en el Chaco, donde hemos iniciado una durísima campaña para evitar que se les siga sacando territorio a los indígenas para plantar soja?” “¿Saben lo que sucede en Paraguay, donde las tierras de su ambiente chaqueño y selvático se destruyen para hacer soja? ¿Pueden hablar de sustentabilidad cuando la selva Paranaense del Paraguay se redujo al 68% entre 1984 y 1991, con una tasa de desmonte salvaje de 288.551 hectáreas por año, en su mayoría para cultivar soja?” En otra parte de aquella nota, el Dr. Montenegro se refiere también al “inédito experimento epidemiológico que desató el cultivo de soja en Argentina, Brasil y Paraguay (por solo citar algunos de los países-víctima )”. Y luego pregunta: “¿Saben ustedes que los médicos rurales, y los que atienden poblaciones de bordes urbanos están desesperados por los valores de morbilidad y mortalidad que se están registrando?” Después se refiere a los plaguicidas: glifosato, AMPA, endosulfán y sulfato de endosulfán; el coadyuvante nonil fenol etoxilato, y el diluyente ftalato (tan usado en plaguicidas), que son disruptores endócrinos? Y advierte sobre lo que significa “un monocultivo de crecimiento geométrico asociado a problemas sanitarios de crecimiento también geométrico”… “La soja no sólo mata ambientes nativos, mata la salud y los territorios indígenas, mata la diversidad agroproductiva de un país, enferma y hace morir a la gente con sus plaguicidas… también instaló una forma perversa de neocolonialismo.” Por si fuera poco, dice por último, “las semillas crudas de soja contienen restos de los plaguicidas usados, y la soja cruda, tanto orgánica como RR, contiene fitatos e isoflavonas que son de riesgo para la salud”. EL COMPLEJO SOJERO ARGENTINO Codicia de sojeros, riqueza de pocos, miseria de muchos y desastres naturales… De todos modos y a pesar de lo precedente, no hay duda de que el llamado “complejo sojero argentino” y los “señores de la soja” fueron, como lo sosteníamos anteriormente, uno de los pilares de la estructura económica nacional (una economía que tuvo mucho de sojadependiente) en los últimos años, a tal punto de que casi el 80 por ciento de la tierra agrícola argentina está sembrado hoy con ese cultivo, el que en la última cosecha rindió más de 48 millones de toneladas, lo cual le brindó a las arcas del Estado enormes sumas de dinero en concepto de retenciones a la exportación (aunque paralelamente también brindó mucha muerte, desmontes y destrucción biológica)… y talvez sea cierto aquello de que “la deuda externa se pagó con soja”… Y este crecimiento sumamente acelerado y en progresión geométrica de la oleaginosa, sin duda significó un terrible costo ambiental y social, pero talvez por las urgencias económicas del Estado mismo y por el enorme ingreso que representaba para las arcas del Estado el crecimiento explosivo del “complejo sojero”, el Gobierno (o gran parte del Gobierno) prefirió “apostar” también a la soja y mantener buenas relaciones y hasta algún tipo de “sociedad de hecho” con los intereses que manejan dicho complejo… (como el caso de Gustavo Grobocopatel, actual presidente del Grupo LOS GROBO, empresa que explota aproximadamente 110.000 hectáreas en la Argentina, por ejemplo)… Más, tratándose de una actividad no sostenible en el tiempo y con impactos sumamente negativos en el ambiente, en el suelo y en la sociedad misma, aunque en una actitud casi suicida, dejáramos continuar su expansión ilimitada, lo de la soja necesariamente en pocos años haría crisis y los enormes traumas ambientales y sociales generados por el mismo harían estallar en pedazos un “modelo económico sojero”, basado fundamentalmente en el monocultivo masivo de la misma… MONSANTO,… UNA MULTINACIONAL YANKEE Pero hay mucho más aún… Si tenemos en cuenta que la casi totalidad de la soja que se siembra en Argentina es transgénica, habría que recordar que Monsanto, una multinacional yanqui, tiene la patente tanto de la semilla transgénica como del herbicida, con lo que ha cerrado un negocio monopólico y altamente rentable (para Monsanto, porsupuesto). Monsanto es la dueña del “negocio” y no piensa largarlo, ya que está a la caza de los que trafican con semillas (originadas en las propias cosechas) que no le pagan tributo y de los que compiten con sus herbicidas. Y ahora se dice que ya que están en las fases finales de investigación de una semilla de soja, genéticamente modificada, para que no pueda ser utilizada más de una sola vez para la siembra, dado que el grano resultante de la cosecha será estéril para una nueva siembra. Entonces, la única semilla que se podrá utilizar y a la que habrá que recurrir será la de ellos. Algo que nos recuerda a lo que ocurre en Méjico con el maíz… Los campesinos mejicanos, descendientes de los antiguos pueblos indios cuyo alimento básico era el maíz… y que durante cientos de generaciones cultivaron el maíz,… Hoy estos pueblos, que son casi como “los hijos del maíz”, tienen que pedirle permiso a las multinacionales cuando quieren sembrar aunque sea unas pocas hectáreas de dicho maíz… Y… Si esto no es dependencia,… ¿qué lo que es?… LA NUEVA LEY DE BOSQUES Pero, por otra parte, lo cierto es que en la actualidad, el Gobierno Nacional ha tenido actitudes que indicarían la voluntad de, por lo menos en una primera instancia, controlar y poner límites al enorme poder adquirido por quienes manejan la producción de soja (transgénica) en el País… Habría que recordar además, por ejemplo, que la sanción de la nueva Ley de Bosques (diciembre/2.007) representó igualmente otro paso importante del actual Gobierno para detener la destrucción masiva de nuestros bosques argentinos (aquello que alguna vez llamábamos “el terrorismo de las topadoras”), destrucción que tenía como responsables fundamentales a los “grandes señores de la soja”, seguidos por los grandes terratenientes ganaderos… Y mas recientemente (marzo/2.008) la resolución de este mismo Gobierno de gravar con mas retenciones las exportaciones sojeras y de girasol (disminuyendo las del trigo y el maíz ) para destinar ese excedente a obras y realizaciones que mejoren la calidad de vida de los argentinos (independientemente de los errores que pudieran haberse cometido en el momento y en las características del anuncio de esta medida), constituyen a nuestro entender, un paso positivo (pero debería ser seguido por muchos otros) hacia la implementación de políticas que terminen con “la patria sojera” en Argentina… Con respecto a lo precedente, habría que destacar que, probablemente, uno de esos errores cometidos por el Gobierno Nacional al efectuar tales anuncios, haya sido, como decía el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, el hecho de “haberse equivocado al poner todas las retenciones por igual y no diferenciar a los pequeños y medianos productores rurales, que son la mayoría … se equivocó al juzgarlos con la misma vara con que mide a las grandes corporaciones y terratenientes que tienen ganancias exorbitantes que sacan del país y que no están dispuesto a la re-distribución de la riqueza”. LAS RETENCIONES A LAS EXPORTACIONES En lo referente a las retenciones a las exportaciones en general, sin ninguna duda se trata de una de las herramientas fundamentales de que dispone el Gobierno Nacional para, por un lado, regular el precio local de los productos agrarios, que de otra manera estarían a nivel internacional; y, por otro lado, en forma teórica, al menos, cumplir con las obligaciones y gastos del Estado, realizar obras públicas, otorgar subsidios, etc. Otra forma (y tal vez la ideal) de regular los precios internos, alentar o desalentar actividades productivas rurales en función del interés nacional y lograr además importantes ingresos a las arcas del Estado, sería probablemente volver a imponer el monopolio estatal del comercio exterior, como acertadamente lo hizo el Ex Presidente Juan D. Perón hasta el año 1.955 (con el I. A. P. I.). De este modo, con la diferencia entre los precios internacionales y los precios internos, podríamos, como Perón en aquel entonces, construir hospitales, caminos, ferrocarriles, escuelas y toda una infraestructura de desarrollo para el País… Y evitaríamos que cuatro empresas trasnacionales se queden hoy con ese enorme excedente… Pero, mientras no sea así, la manera mas eficiente en que el Estado puede (dentro del actual modelo) regular los precios internos de los alimentos, es, precisamente, por intermedio de las retenciones a las exportaciones, las que, por cierto, son perfectamente legítimas… No aceptarlo sería prácticamente inmoral, porque… ¿no constituiría una inmoralidad que una familia argentina cuyos ingresos son la décima parte, o talvez mucho menos, que los ingresos de una familia del “primer mundo”, a pesar de vivir un País que produce y exporta alimentos, tenga que comprar el trigo, o el maíz, o el pan, u otros alimentos a precios muchísimo más altos de lo que paga ahora, o sea a los mismos precios que pagan esos habitantes del “primer mundo” cuyos ingresos son muchísimo mayores que los de aquí?… UNAS RETENCIONES MUY RESISTIDAS… Estos últimos, ya no fueron como aquellos Piquetes organizados por pobres y desocupados que protestaban por que no tenían comida ni trabajo. Los de ahora, fueron Piquetes de la abundancia,… Piquetes de empresarios agrícolas con máquinas y medios de transporte muy costosos… y “cacerolazos” con ollas de lujo y de acero inoxidable, cacerolas golpeadas por “señoras bien” de los barrios ricos y por sus retoños elegantes y con zapatos de 150 dólares… Y hasta había algunos “nostálgicos” de antiguas y repudiadas dictaduras… En el último año, en el mercado internacional, los precios de los cereales, de la soja y de los alimentos en general han tenido un incremento de aproximadamente el 70%, lo cual indudablemente ha incrementado también en forma notable los ingresos de los productores rurales. Y si se tiene en cuenta la devaluación (ocurrida algunos años atrás) del peso argentino (el dólar en relación al peso argentino tuvo un incremento de aproximadamente un 300%), todo indica que estos ingresos de los productores rurales han crecido significativamente en los últimos tiempos (mucho mas que los de otros sectores), por lo que resulta lógico que se incremente la contribución de estos hacia la Comunidad nacional, sobre todo en lo que se refiera a mejorar las condiciones de vida de los sectores mas humildes de la población … No obstante, el aumento de las retenciones ha generado una enorme resistencia en las cuatro organizaciones que dicen representar al campo argentino… Pero habría que destacar que, como bien lo dijo la Presidenta de la Nación Cristina Kirchner, actualmente en el campo argentino “el 20 por ciento de los productores concentra el 80 por ciento de la producción y de ellos el 2,2 por ciento tiene el 46 por ciento de lo que se produce en la Argentina”; y, por otro lado, “el peón rural argentino es el peor pagado de la escala salarial y es el sector donde hay el mayor índice de trabajo en negro”. PROPIETARIOS QUE SON “RENTISTAS” Además, en nuestros campos, las características de la producción de soja transgénica (gran inversión en maquinaria y posibilidad de trabajar grandes extensiones con un mínimo de mano de obra, etc.) han determinado que la mayoría de los propietarios ya no sean productores, sino que (porque les conviene mas) son “rentistas” que arriendan sus campos a “pools de siembra”. Mas de un 50% de los campos agrícolas (y hasta un 80% en algunas regiones) están arrendados. En la mayoría de los casos se encuentran en manos de dichos “pools” y sus propietarios son, lo reiteramos, simples rentistas… Y estos propietarios (que ahora son rentistas) y que reciben la paga de su renta de los pools de siembra,… ¿seguirán ideológica y políticamente a sus supuestos benefactores, los pools de siembra?… La producción ha crecido notablemente en la última década. Hace 9 o 10 años, la producción de granos era de unas 65 millones de toneladas; ahora es de casi 100 millones de toneladas, obtenidas en gran parte con siembra directa, semillas transgénicas, tierras arrendadas y un fuerte predominio de la soja. Y el precio de la tierra, por lo menos en la llamada “Pampa Húmeda Argentina” se ha sextuplicado en los últimos seis años. Actualmente una hectárea vale algo así como 15.000 dólares. Y unas doscientas hectáreas, que valen en conjunto 3.000.000 de dólares, se pueden alquilar para el cultivo de soja a 500 dólares por hectárea, o sea que su propietario, arrendándoselas a los “pooles de siembra”, puede obtener una renta mensual superior a 8.000 dólares. Y LA FEDERACIÓN AGRARIA? Y ante esta realidad, cabría preguntarse… La Federación Agraria Argentina, que tradicionalmente representó siempre a los pequeños y medianos campesinos, en este momento y ante una realidad tan “atípica”, ¿a quién representa?… ¿a los “pools de siembra” que alquilan sus tierras a los pequeños y medianos propietarios?… ¿o a los propietarios que ya no trabajan la tierra (y a veces ni siquiera viven en el campo), sino que son simples rentistas y alquilan el campo a “pools”, los que, a su vez, alquilan también muchos otros campos mas?… ¿o a una minoría de propietarios que aún trabajan, como o hicieron siempre, su propio campo? Y, por otra parte, cabría preguntarse también… Este tipo de agricultura impersonal y deshumanizada que representan los “pools de siembra”, donde el propietario ha perdido totalmente su relación personal con la tierra, con los productos de la tierra y con el paisaje,… Este tipo de agricultura impersonal y deshumanizada que representan los “pools de siembra”, que en realidad son grupos de capital financiero que arriendan tierras, arriendan máquinas, que tienen sus ganancias en la explotación de grandes extensiones, que no han participado teóricamente en el conflicto con el Gobierno, pero que indudablemente, junto a las grandes multinacionales de la soja, estuvieron y están presidiendo y manejando toda la situación”,… Este tipo de agricultura impersonal y deshumanizada que representan los “pools de siembra”, donde el hombre pierde todo el vínculo afectivo con el suelo (y el propietario del suelo, a su vez, no es el que lo trabaja), no será una derrota más de lo humano frente a las máquinas y el dinero?… Asimismo, los grandes cambios producidos en el mapa productivo del País han determinado igualmente que, por ejemplo, la Sociedad Rural, una organización que históricamente fue la expresión de la oligarquía ganadera, hoy, como vocera de los terratenientes, sea en mucha mayor medida la representación de este nuevo Poder en la Argentina que es la nueva “oligarquía sojera”… Por último, en este complejo conflicto rural, han quedado en una situación totalmente humillante los peones rurales argentinos. A pesar de ser permanentemente los más explotados, nadie pareció interesarse por ellos… Ni los nombraron siquiera… ¡una verdadera injusticia!… Y QUE HUBO DETRÁS DE LA PROTESTA RURAL? Por otra parte, el conflicto rural que comenzó el 11 de marzo/2.008 ha demostrado que este llamado “complejo sojero”, además de poseer un gigantesco poder financiero, tiene también una notable capacidad para producir “hechos políticos” de considerable magnitud… y hasta para intentar desestabilizar gobiernos (algo que ha heredado de la antigua “oligarquía ganadera argentina” (que, en gran parte de nuestra historia nacional, ponía y sacaba gobiernos, organizaba golpes militares, designaba y removía ministros, etc.). Sin duda, dicho “complejo sojero” ha logrado construir en la Argentina lo que muchos denominan “tramas productivas”, que resultaron notablemente eficientes para captar el interés de políticos y de gran parte de los medios de comunicación. Grandes arrendatarios, pools de siembra, multinacionales de la semilla trasngénica, acopiadores, grandes exportadores y el fabuloso aumento mundial de las materias primas, impulsado por la revolución industrial China, el crecimiento de la India y el desarrollo de los biocombustibles, han hecho nacer en nuestro País este nuevo poder económico. El “bautismo de fuego” de este “nuevo poder” fueron los “piquetes del desabastecimiento” y la “carne de cañón” en su primera batalla contra el Gobierno fue la invalorable colaboración de los pequeños productores”. Y ya que nos referimos a que los pequeños productores fueron algo así como la “carne de cañón” en la lucha de los grandes señores de la soja contra el Gobierno para consolidar la “patria sojera”, no podemos menos que interrogarnos… ¿porqué el Gobierno Nacional, desde un primer momento, no diferenció categóricamente a los pequeños y medianos productores con relación a los mencionados “señores de la soja”, de modo tal de tratar de “desvincular” los intereses de ambos y evitar de ese modo que el “complejo sojero” pudiera utilizar y movilizar a esos pequeños productores en su beneficio? LA REORGANIZACIÓN DE LA VIEJA DERECHA LIBERAL, GORILA Y GENOCIDA… Y del mismo modo podríamos preguntarnos… ¿Será simple casualidad que en las manifestaciones y cacerolazos realizados en “Barrio Norte” (Buenos Aires), en apoyo a los reclamos rurales, hasta haya aparecido algún cartel con la foto del ex Dictador Videla, acompañada con alguna leyenda que decía “Queremos que vuelva Videla”?… Y… ¿será casualidad que toda la derecha reaccionaria, liberal y gorila de nuestro País (que nunca en nuestra historia apoyó ningún reclamo popular) ahora haya salido “en bloque” a apoyar incondicionalmente los reclamos detrás de los cuales estaban los “señores de la soja”?… (se podría decir, referente a esto, que también algún grupúsculo de izquierda apoyó los llamados “reclamos rurales” y creyó ver en los mismos “grandes movilizaciones de masas”, pero nos da la impresión de que lo hicieron motivados principalmente por un “furioso antiperonismo” y creyendo aquello de que “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”, optaron por sumarse a “cualquier cosa” que estuviera contra el Gobierno)… EL “COMPLEJO SOJERO” Y LA DERECHA LIBERAL De todos modos, el “conflicto de las retenciones agropecuarias” ha demostrado también la posibilidad de que una derecha totalmente debilitada intente reorganizarse, aunque la “derecha argentina” (que aquí prefiere autodenominarse “centro” o “centroderecha) parece en este momento estar huérfana de conductores con carisma y lucidez que la puedan conducir a tener un protagonismo notable y aún su desprestigio es enorme, pero los grandes intereses económicos y de dominación imperial (E. E. U. U.) que hay detrás de la misma, hacen que, si se actúa con inteligencia, no deba ser subestimada. También habría que recordar que, a pesar de que uno de los “principios fundamentales de la conducción estratégica” sostiene que “el conductor debe tratar por todos los medios de tener solamente un enemigo por vez”, las circunstancias políticas existentes en el País han determinando que el actual Gobierno y (el que lo precedió) no hayan podido cumplir con es norma fundamental de la conducción estratégica. Y, si bien se trata de enemigos que hoy se encuentran aún un tanto aletargados, sin duda tienen y conservan cierta peligrosidad y reaparecen en circunstancias como la presente (no debe ser tampoco casualidad que todas las variedades de “nostálgicos de los golpes militares” hayan aparecido en las “movilizaciones del campo”). ES DE ESPERAR QUE EL GOBIERNO NACIONAL El hecho de que el Gobierno Nacional busque poner límites la expansión de los cultivos de soja transgénica constituye, sin duda, un hecho positivo y es de esperar que, luego de este primer paso, se avance hacia la recuperación de lo que fue el pensamiento filosófico y económico… y las fórmulas políticas del “primer peronismo”, recuperándose paulatinamente asimismo la larga tradición de sólida presencia estatal en el sector agropecuario, a fin de poder actuar como árbitro eficiente en lo que se refiere a la producción y comercialización de la riqueza agropecuaria argentina… Del mismo modo, es de esperar que avancemos y rescatemos, para aplicar plenamente, el pensamiento profundamente ecologista que exponía Perón en la “década del setenta”, sintetizado en su “Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” publicado desde su exilio en Madrid el 16 de marzo/1.972 y enviado al entonces Secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim… Lo anterior significaría desarrollar una acción gradual tendiente a terminar con la llamada “patria sojera”, buscando en cambio una amplia diversidad productiva, como parte de un proyecto integral sostenible y compatible con la protección y conservación de nuestros ecosistemas y biodiversidad, dentro de un contexto histórico nacional, regional y mundial que le brinda a nuestro País la posibilidad de hacer una auténtica revolución, tanto en su desarrollo y crecimiento, como en la redistribución del ingreso y la nacionalización y democratización de la economía, avanzando al mismo tiempo, junto a los demás Pueblos de América del Sur, Central y del Caribe en la búsqueda de un Mundo mas Justo y Solidario y en la consolidación de nuestra Soberanía e Independencia frente a las Grandes Potencias… PALO SANTO, 22 de junio de 2.008. Ramón M. Godoy La precedente nota, conjuntamente con muchas otras, se encuentra en nuestro sitio web: www.pumhalavozdelmonte.com.ar, de la Asociación P.U.M.HA. (*) Si Usted desea colaborar con nuestra tarea, puede copiar, enviar, reenviar y difundir la misma entre sus familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y contactos en general, mencionando el origen y autor. Muchas Gracias.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.