Opinión
Para mejorar la sustentabilidad del planeta
CAMBIOS EN LA MENTALIDAD EMPRESARIAL (*)
Cansados por el esfuerzo que genera poner en marcha un sistema de producción que malgasta la energía y vínculos con la sola idea de mejorar la rentabilidad cueste lo que cueste, los ingresos y las alzas de la bolsa de mercados. Los líderes empresarios comenzaron a trabajar en la utilización de un nuevo paradigma en el universo de los negocios.
El nuevo paradigma esta munido de espiritualidad. Desplaza hacia atrás el espíritu materialista de los negocios e impulsa hacia delante una actitud de servicio al cual le importa tanto lo físico como lo psíquico, como cada uno de los seres y las partículas que dan origen a este mundo. Consideran, con firmeza, en una vieja idea que manifiesta que para demostrar la influencia que tiene cada acción vegetal, animal y humana sobre la totalidad, hay que manejar el concepto: Cuando una mariposa bate la alas en Pekín, repercute en la ciudad de México. El problema es el hecho de que nos hemos rodeado de productos cada vez más extraños a nuestra propia creatividad. Debido a una tecnología cada vez más sofisticada, los seres humanos se están rodeando de un número creciente de elementos extraños. Nos despertamos por la mañana, accionamos un interruptor y de algún modo se enciende una luz, tiramos de la cadena y cae el agua, hacemos girar una llave y el coche arranca. Tanto en las cuestiones importantes como en nuestra vida cotidiana nos hemos hecho cada vez más dependientes de cosas que sólo conocemos vagamente. Al estar desvinculados de las cosas a las cuales dimos origen, nuestro comportamiento de unión con el mundo quedo gravemente dañado, es decir, nos hemos apartado tanto de la naturaleza que lo natural nos resulta extraño. El paradigma que emerge se basa en el reconocimiento del valor de la conciencia de cada ser humano, en el saber que existe la posibilidad de realizar negocios aprovechando de nosotros la sabiduría más profunda y reconectados con la conciencia propia, de los otros, de cada ecosistema y del planeta. Es tiempo de responsabilizarnos por nosotros, por los demás y por el hábitat. No todo se modifica con aplicar tecnologías de punta, y en algunos casos ni siquiera se requiere utilizar procesos complejos y equipos muy costosos. La naturaleza abunda en soluciones posibles de aprovechar o imitar pues ofrece a los seres vivos toda una gama de oportunidad para satisfacer sus necesidades: alimentarse, cobijarse, echar raíces, invernar. Una especie vegetal o animal nunca agota todas las posibilidades; sucede que a lo largo de la evolución cada especie se ha amoldado a determinadas condiciones de su ambiente. La especialización está dirigida con tal exactitud a las particularidades del entorno, que cada una de las especies encaja perfectamente en un papel determinado por la Naturaleza. Esta naturaleza es un libro de sabiduría que muchas veces es atropellada, desvalorizada e ignorada por el olvido y la soberbia que afectan a los habitantes de la tierra. Debe comprenderse que las respuestas están allí para cada una de las preguntas o dudas que la gente tiene. Para saber aprovechar esta poderosa fuerza que nos muestra el qué, el cómo y el para qué de los diferentes procesos biológicos que suceden sin que nos demos cuenta, hay que detenerse a mirarla. En los albores del siglo XXI, los sistemas de gestión ambiental son cada vez más sofisticados. Las estrategas, métodos y prácticas ambientales, pasando del cumplimiento reglamentario a enfoques más proactivos respecto de la minimización de residuos y la integración de cuestiones ambientales e inquietudes sociales en la estructura estratégica de las compañías. Muchas de las compañías más grandes del mundo han reducido significativamente las corrientes de residuos durante la década de 1990. No obstante dicho éxito, clientes, interesados y gobiernos exigirán éxitos muchos más importantes en los próximos diez años. Para que las regulaciones promuevan la innovación y la productividad de los recursos, éstas deben: Concentrarse en el resultado, no en la tecnología; Promulgar normas estrictas. Regular las fases más cercanas posibles al usuario final, y al mismo tiempo fomentar las soluciones en las primeras etapas del proceso. Establecer períodos de transición. Hacer que el proceso normativo sea más estable y previsible. Las empresas deben participar en la elaboración de normas desde el principio. Mejorar los conocimientos técnicos de quienes dictan las normas. Los que deben dar fuerza a la idea son los mismos empresarios puesto que dirigir una compañía que debe adaptarse a cambios radicales en su estructura, requiere mucho más que una buena planificación financiera además de saber manejar clientes y empleados. El liderazgo ambiental no sólo requiere mejoras al sistema de gestión ambiental, sino que también necesita el compromiso de empleados, clientes, proveedores e interesados. Las soluciones surgen cuando se mejoran los procesos de entrega de productos, se desarrollan nuevos productos que minimizan las consecuencias ambientales, se implementan tecnologías que eliminan problemas e implicancias ambientales y se vincula cada elemento constitutivo con la empresa, la sociedad y el ambiente. La escasa evidencia disponible en Argentina como la de otros países de América Latina e incluso de países desarrollados, nos muestra una serie de barreras a la incorporación o al desarrollo de una gestión ambiental en las pequeñas y medianas empresas. Se pueden destacar tres puntos: Un primer punto es la falta de información o la desinformación acerca de la normativa ambiental. Este dato muestra un mal punto de partida para esperar que las empresas tengan una buena gestión. Un segundo punto es la falta de incentivo de mercado. Recientemente las empresas grandes han estado enfrentando requisitos de mercado que las están llevando como una zanahoria hacia una gestión ambiental más avanzada. Para las empresas esto significa obtener un beneficio por mejorar su gestión ambiental. Un tercer punto para la gestión ambiental de las Pymes tiene raíz social, y en especial en la importante contribución de las Pymes en la creación de empleos. Muchas veces se escucha el siguiente argumento: Si se hace una presión muy fuerte para que las empresas mejoren su gestión ambiental, necesariamente va haber muchas empresas que van a cerrar y esto tiene un impacto ambiental indeseable. Este es un falso dilema, porque existe la posibilidad de aplicar políticas y estrategias vinculadas con la Producción más Limpia. El nuevo líder debe ser un buen administrador de sus propios pensamientos o ideas, palabras y acciones. Sólo cuando un ejecutivo ve a otro provocar el cambio, siente impulsos de cambiar. Hay que concienciar a esas personas para generar el cambio. De lo contrario es difícil, que los empresarios quieran o se animen a generar esos cambios. (*) Recibido por Corrientes al Día. Cristian Frers es Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social – E-mail: cristianfrers@hotmail.com
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.