Seguinos

Opinión

De héroes y pelanduscas

OSVALDO BAYER (*)

Publicado

el

Descubrimos la placa con el intendente de la ciudad y una representante de los guaraníes y charrúas entrerrianos. Apareció bien nítida entre los aplausos y vivas de la población de la ciudad de Concordia. Se lee: “Pueblos originarios”. Es el nuevo nombre de la hermosa avenida costanera de esa ciudad que antes llevaba el nombre de “Julio Argentino Roca”.


Otro triunfo más. Hubo emoción en los rostros y en los aplausos. La víctima reemplaza al victimario. Se puede mentir, se pueden hacer cientos de interpretaciones, pero finalmente todo queda en claro. Gracias a la lucha de las organizaciones de derechos humanos y de la Comisión por la Amistad con los Pueblos Latinoamericanos. Pueblos cuya mayoría tiene sangre de quienes fueron víctimas. Y para vivir en paz hay que aprender a respetar los derechos de todos. En los festejos, luego, a la noche, en esa hermosa ciudad a orillas del río Uruguay se dio la cantata “Patagonia de fuego”, de Sergio Castro, en el Teatro Odeón. Temas históricos de la violencia del Estado que muchas veces, en nuestro devenir, buscó barrer los derechos de los más humildes. Y eso, finalmente, en la historia, se paga. Justamente el 8 de diciembre estamos en Santa Cruz, en el camino a El Calafate, frente a la estancia La Anita, donde todos los años se recuerda ese día trágico de 1921, cuando el Ejército fusiló a decenas de peones rurales por el solo “delito” de haber hecho uso del derecho de huelga. La Patagonia Rebelde. La historia vuelve a hacer justicia: se recuerda a las víctimas, no a los represores. Y de 1921 saltamos a 1946, cuando llegó a Buenos Aires el “Malón de la Paz”, 147 coyas arribaron en larguísima marcha desde Abra Pampa, al Norte jujeño, para pedir sólo que se respetaran sus tierras comunitarias donde habían vivido durante siglos. Aquí, en Buenos Aires, se los recibió con aplausos en la Plaza de Mayo para después encerrarlos en el Hotel de los Inmigrantes (¡vaya ironía!) y luego meterlos en un tren de carga hacia Abra Pampa, castigados y sin repuesta. Hoy sólo viven muy pocos de ellos y la diputada Merchan ha logrado que se les dé a esos sobrevivientes, de más de noventa años de edad, y sin entrada alguna, una pequeña pensión por lo menos para que puedan alimentarse después de haber trabajado la tierra toda la vida. Hasta ahora se les ha adjudicado apenas trescientos pesos mensuales, pero la legisladora Merchan no se da por vencida y sigue luchando por más dignidad para que la Pachamama no llore de vergüenza argentina en esos cerros del Sol. El escritor Marcelo Valko ha roto el silencio sobre este tema con su libro Los indios invisibles del Malón de la Paz, que editó la editorial de Madres de Plaza de Mayo, y que este miércoles presentará ya la segunda edición. El pueblo quiere saber de lo qué no se trató y se escondió en tantos años de silencio. Y esta semana también llegarán a Buenos Aires los representantes de los más humildes y explotados trabajadores de nuestro país: los ajeros, los recolectores de ajo de Mendoza. Vendrán a pedir dignidad. Porque las patronales no sólo reprimieron su justa protesta con las armas de siempre, sino que ni siquiera cumplen con el mandato de la Justicia, que ordenó la reposición de los despedidos. Vendrán desde lejos con mucho sacrificio. No se callan, exigen el derecho a la vida. El mejor espejo del sacrificio laboral son sus manos, sus ajadas herramientas de trabajo. Pero claro, la defensa de los derechos de los humildes a vivir no es gratuita. No hay día que pasa en que los defensores de los que se apoderaron de la tierra con el Remington no ataquen a quienes con las pruebas documentales han demostrado los crímenes de lesa humanidad cometidos por los denominados “héroes del progreso argentino”. Tal vez lo más desopilante de los últimos días ha sido lo publicado por el diario El Litoral, de Corrientes, bajo la firma de un señor Jorge Enrique Deniri. Se lo nota muy nervioso al autor y con insultos que superan toda injuria y calumnia se permite sugerir que en la “campaña contra Roca” hay algo deshonesto y antipatriótico. En el colmo de su ataque de nervios se pregunta: “¿Qué hay atrás de todo esto? ¿Tendrá que ver con ese proyecto perpetrado hace unos años por Osvaldo Bayer ante el Congreso nacional, reclamando separar la Patagonia del territorio patrio y dársela a los escasos mapuches puros existentes, para hacer un nuevo país? ¿Qué otro calificativo merecen propuestas como esa que el de traición a la Patria?”. Sí, nada menos. En esa forma pelandusca se expresa el autor del artículo. Evidentemente está al borde del ataque de nervios. Algo más desopilante no he leído en mi vida. Tal vez, el autor de esta injuria y calumnia habrá tenido pesadillas la noche anterior o sufrirá problemas psicológicos muy grandes. Pero claro, injuria, injuria, que algo queda. Me llama la atención que el diario El Litoral haya publicado un denuesto tan hilarante y perverso. Sostiene que yo quiero entregar la Patagonia a los mapuches. Así de simple. Compórtese, señor Deniri, primero vaya a las fuentes, infórmese y no largue ese chascarrillo, por el cual va a llegar a la celebridad en la Sociedad Rural. Si sigue así la próxima vez va a escribir que Osvaldo Bayer quiere entregar a todas las mujeres argentinas a los chilenos para que así se chilenicen definitivamente estas pampas azules y blancas. El disparate y la mentira como arma del debate. La verdad es muy otra. Sí, yo presenté un proyecto al Senado de la Nación, pero que decía algo muy diferente. Algo profundamente noble. Para lograr el sueño de Bolívar, el héroe que soñaba con “los Estados Unidos Latinoamericanos” –decía yo–, imitemos algo de lo poco bueno que ha hecho Europa que ha llegado a anular las fronteras aduaneras para crear el Mercado Común Europeo. ¿Cuáles fueron los pasos que dio Europa? Primero se levantaron las aduanas de Bélgica, Holanda y Luxemburgo, que formaron el Benelux. Como en una década eso demostró ser un paso adelante en la integración y unión de países con límites egoístas e irracionales, se pasó a la experiencia del Mercado Común de toda Europa. Justo propuse algo similar: que como primer paso para la integración de nuestro subcontinente, se levantaran las fronteras aduaneras entre la Patagonia chilena y la Patagonia argentina y se estudiara posteriormente el resultado, luego de una década de experiencia. Si lo había logrado Europa, con países de distintos idiomas, distintas religiones, distintas culturas, que habían tenido crueles guerras entre sí, ¿por qué no lo podríamos lograr nosotros que tenemos en Latinoamérica un idioma común, una religión común, con muy pocas guerras fronterizas que pertenecen definitivamente al pasado? Pero claro, a ese proyecto lo tomó nada menos que el senador Eduardo Menem, fíjese el lector, qué consagrado moralista, para denominarme “traidor a la patria” y sugerir un castigo ejemplar contra mi persona. Y la cámara en una actitud genuflexa, característica de ese período menemista, me calificó de “persona no grata para el Senado”. ¡Ay, qué dolor! En un primer momento pensé ponerme un cartelito en el ojal de la solapa del saco con mi nuevo título “Persona non grata al Senado de la Nación Argentina”. Pero nunca me gustaron los títulos de nobleza. Espero que el Senado alguna vez me pida disculpas por ese desaguisado. Porque el camino del futuro de Latinoamérica está en su integración y en acabar con fronteras artificiales. Pero, claro, para eso hay que despojarse del forro burocrático. Al periodista Deniri y al diario El Litoral, de Corrientes, los invitaría a cantar juntos esa estrofa del Himno Nacional que dice: “Ved en trono a la noble igualdad”. Y que al cantarla piensen en la reimplantación por Avellaneda y Roca de la esclavitud en la Argentina. Pero, claro, no los ayudará en nada. Es como acaba de ocurrir en un barrio bien del norte del Gran Buenos Aires, zona de “countries”, donde ya se ha recibido un proyecto para que una calle lleve el nombre de “Bernardo Neustadt”. A eso no nos vamos a oponer. Cada uno tiene la calle que se merece. Y sabemos que los concejales la votarán por unanimidad. (Pagina /12)

Seguir leyendo
Publicidad
Clic para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Opinión

Cuando el mérito no importa

OPINIÓN (*)

Publicado

el

Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.


Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo.  Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico.  Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!

 

Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles.  Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan.  Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Pobres Alberdi y Sarmiento.  Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria.  Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.

 

Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.

 

¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar.  El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

 

Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.

 

El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias.  Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.

 

¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país.  ¿En serio?  ¿Se puede ser tan caradura?  Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?

 

También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio?  “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

 

Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos?  Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.

 

Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.   

 

El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.

(*)  Rogelio López Guillemain

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app
Seguir leyendo

Opinión

Reconvertir proyectos e innovar

POR MARIA EUGENIA MANCINI

Publicado

el

La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.


Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.

 

Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.

Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.

 

Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables  y caminos nuevos para salir adelante.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Pienso que un camino de desarrollo  es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.

 

Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo  foco en nuestros recursos y liderar.

 

Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos  el compromiso de crear un cambio duradero.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app
Seguir leyendo

Opinión

La “borocotización” de Alberto

(*) OPINIÓN

Publicado

el

Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner.  Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.


El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".

 

En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo  a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.

 

Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.

 

Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

 

En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.

 

La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.

Seguir leyendo
Publicidad

Más vistos