Opinión
La oposición y el culto al fracaso nacional
PANORAMA POLÍTICO
Mientras el gobierno –con todos sus altibajos intenta un cambio de época que deberá ratificarse en octubre, algunos apuestan al truco de los “90: demostrar que con el folklore peronista es posible imponer una política antiperonista.
Mientras cada país se concentra en resolver sus problemas fronteras adentro y el pensamiento dominante alerta sobre los peligros que eso conlleva, Argentina hace lo propio con limitaciones estructurales e históricas pero en un escenario favorable para sus propios intereses. Asistimos, acaso sin entenderlo del todo, a un cambio de época respecto del viejo modelo vulnerable y subordinado. No está mal protegerse, está bien, del mismo modo que uno protege a su familia y a sus amigos. Es posible vivir con lo nuestro (la frase –con un plan económico y una visión de país por detrás acuñada hace décadas por Aldo Ferrer y ahora reflotada por el ex presidente Kirchner) para defenderse de un contexto mundial muy inestable, donde la globalización impone algunas condiciones. Si las multinacionales automotrices deciden despedir trabajadores, y lo harán, será de las plantas de Córdoba y San Pablo antes que de la de Detroit. Se prepara una gran maniobra: el miedo a perder el trabajo, vuelta de tuerca de la flexibilización laboral que convenció en los “90, y según la cual para alentar el consumo, el costo políticamente correcto del trabajo debía acercarse a cero. Ahora la amenaza son los 50 millones de nuevos desocupados que anuncia la OIT, como hace 5 años eran los 500 millones de muertos que provocaría inevitablemente la gripe aviar. La Bolsa de New York aplaudió la decisión de Pfizer de despedir a 20.000 trabajadores e invertir 68.000 millones de dólares en su fusión con los laboratorios Wyeth. UN GOBIERNO MEJOR QUE LA SOCIEDAD A LA QUE SIRVE En ese marco feroz, la Argentina vive presa de una contradicción: el gobierno –con todos sus altibajos, que en esta hora habrá que tomar como beneficio de inventario intenta un cambio de época que deberá ratificarse el próximo octubre por el modo en que se concatenaron los acontecimientos (de un escenario mundial favorable a otro caótico y en picada). Pero hay sectores sociales, esos a los que la visibilidad mediática ha universalizado, que parecen no comprenderlo así y siguen embobados, incluso argumentando lo contrario, con los vidrios de colores del Primer Mundo, el avión por la estratósfera, el dólar barato, el déme dos y todas las lacras que llevaron al país a su casi volatilización. Buzzi, por ejemplo, habla el idioma progresista y actúa en el de la Sociedad Rural. Es una etapa difícil en todo sentido. Por eso, los contendientes juegan un truco de final por el momento imprevisible. Es ilusorio creer que el país pueda resistir inmune a la adversidad mientras a su alrededor el mundo se sacude, pero lo cierto es que –maniobrando con tino frente a una crisis mundial desbordada, el gobierno nacional mantiene la iniciativa ocupando el centro de la escena mientras la oposición se concentra en hipnotizar serpientes y hacer números circenses. LA HORA DE LOS FACCIOSOS Entre los últimos conocidos, tuvo mucha prensa el rejunte de los cajetillas Light Francisco, Felipe y Mauricio con el aval de Duhalde. Unos días antes habían festejado en Mar del Plata con la bendición del ex-bañero y la presencia espeluznante de Barrionuevo y el Adolfo puntano, entre otros no menos ricos y famosos. Como se sabe, corrió el champán pero faltó la pizza, acaso por su elevado colesterol. Los “90 demostraron que con el folklore peronista es posible imponer una política antiperonista, y emplear el bien para hacer el mal. Los tres van por lo mismo. El objetivo es claro pero limitado: un golpe de mano sobre la estratégica provincia de Buenos Aires. Aún contando con los muchos millones de financiación que se van a invertir en la aventura, y si es que de veras se ponen de acuerdo, a los cajetillas les va a resultar difícil ganarle a Kirchner si este decide presentarse en ese distrito. Un buen resultado en Buenos Aires va a ser decisivo con una Córdoba hostil al kirchnerismo (Schiaretti pide liquidar las retenciones, pero eso se decide en otro lado) y un distrito como Santa Fe en el que Reutemann y Rossi ya no pueden ir juntos, al menos en las elecciones desdobladas. El jefe del bloque de diputados ha hecho un muy buen papel en cuestiones estratégicas como la discusión de la resolución 125, la estatización de Aerolíneas Argentinas y la recuperación de los fondos previsionales. En el senado, las cosas no fueron tan bien: Pichetto no es Rossi. Con el Lole se duplica el escenario que tuvo alguna vez a Lavagna como protagonista: ¿es un nuevo adversario de los K o una operación K en el campo del adversario? TODOS CONTRA LOS K Binner, Carrió y López Murphy pretenden reeditar la historia de una Alianza en la que Cobos jugaría el mismo papel que De la Rúa. Candidatos impasibles sobran: el propio Reutemann les aportaría la famosa “pata” si se cumple la hipótesis lanzada con insitencia por el Grupo Clarín: todos contra los K, como una especie de nueva Unión Democrática donde la opción de máxima es el apoyo de Duhalde y del “campo” con Biolcati. Por eso la movida del criador de lechones y soja. Como si este bipartidismo rengo no fuera suficiente, abundan las declaraciones catastróficas para afirmarse en un sector de la oferta. Lozano acusó al gobierno de representar la “derecha”, pero la derecha, la amplia derecha, afirma que, de acceder al poder, haría todo lo contrario de sus eventuales representantes de hoy según Lozano: eso algo debe significar si no somos tontos. LO CONTRARIO ES HOY EL NO-PAÍS. Un sector piquetero se alejó del gobierno, al que se había acercado por eso denominado “entrismo”, protestando como un chico caprichoso. Mas allá de las buenas intenciones y meritorios objetivos de ese sector, lo cierto es que, dentro del gobierno, no parecen haber hecho mucho para cambiar la realidad excepto quizás la de sus propias organizaciones. Priorizar al propio grupo sobre la Nación es la lógica del enemigo, no importa cuál sea el discurso. Pero si aún no fuera así, habría que preguntarse cuál es la organización popular real que podría soportar esta embestida combinada de la derecha, lo cual lleva a preguntarse sobre el PJ. Lozano es brillante en sus análisis económicos, pero cuando hubo una votación decisiva a favor de cierta distribución de la riqueza, y teniendo la perspicacia suficiente como para entender que allí se jugaba un falta envido, se puso del otro lado. Los piqueteros enojados se han acercado al intendente Sabatella, pero en ese sector progresista hay una pequeña hoguera de vanidades: está De Gennaro con una parte de la CTA. Ahora no es el momento de inventar un kirchnerismo crítico, y De Gennaro debe aclarar si su identidad política está allí o en el alternativismo. Venimos de un descalabro general, el de las retenciones, que puso de manifiesto las limitaciones del dispositivo con que se cuenta para marchar hacia un país normal, con tensiones pero normal, cuando fuertes sectores de la sociedad hacen de contrapeso, ensordecidos por los cantos de sirenas, desde la fantasía consumista del shopping a las nuevas luchas posmodernas, pero en cualquier caso para que nada cambie. Cuando parecía que Cristina se estaba desdibujando en una retirada, la crisis financiera internacional fue la oportunidad de colocarla nuevamente en el centro. Y, como se venía anticipando, habrá una suerte de pacto social: la cuestión es quién lo integra. EL PEJOTA El inevitable recueste de Néstor sobre el PJ fue tomado con desconfianza. En realidad, como mejor lo define Ricardo Rouvier, el PJ es “la forma institucionalizada de la política en su expresión de mayor relieve; y al mismo tiempo congelada, de todo el país, constituyéndose prácticamente en un subsistema dentro del sistema político”. Algo sucede para que el conjunto de nuestra vulgar clase política piense resignada que fuera del PJ nadie puede gobernar, de modo que toda la derecha, habiendo sacado una lección de los “90 además de su tajada, siempre buscó contar con esa “pata”. Tiene hegemonía en todo el territorio, capacidad para sucederse a sí mismo, para convertir en interna una elección nacional, y también es el único que despierta esperanzas a un amplio sector de la población por su anclaje con un pasado en el que “la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación” parecían mas cerca que nunca, como pura creación. LA CUESTIÓN PRINCIPAL A las distintas medidas tomadas para alentar la obra pública y el consumo de bienes durables; y para atenuar algunos efectos de una sequía provocada por un sol implacable operado desde Olivos para vengarse de los chacareros, se ha sumado en los últimos días de enero un canje de préstamos garantizados con un nuevo título a 5 años que coloca bien al país frente a los cimbronazos financieros. Tal como se anunció, fue refinanciada toda la deuda, gran parte de la cual había sido contraída por Cavallo (“megacanje”) durante la época de la Alianza UCR-Frepaso con la garantía de la recaudación tributaria, un recurso habitual en países ocupados por tropas enemigas tras una guerra de conquista. POR ESO SIEMPRE CONVIENE TENER MEMORIA. No es preciso acudir a ejemplos distantes, perdidos entre tanta información sin centro. El estallido del 2001 que se llevó a la Alianza en helicóptero anticipó este colapso global, porque lo que está en cuestión es la propia capacidad del capitalismo financiero para conducir el sistema económico. A medida que pasan los días es cada vez mas evidente que la discusión de fondo es quién pagará la fiesta, y es inevitable, eso sí se sentirá en Argentina. Pero hasta el momento, el gobierno está haciendo todo lo que se puede y conoce como para no perder el control de la situación. Recordando Wag the dog, la película dirigida por Barry Levinson, no es aconsejable cambiar de caballo a mitad del río. Si cada uno tomara nota de los ministros de economía designados en los últimos 60 o 70 años junto con sus antecedentes laborales invariablemente ligados a los grupos económicos multinacionales, advertiría que por primera vez en décadas ha habido cambios favorables dentro del poder, un poder que ya no es tan ancho y sobre todo ajeno para quienes creemos que la tarea principal de los argentinos es pasar del estado neocolonial al de Nación. Del otro lado de la zanja de Alsina señorea “la vieja sociedad capitalista, agraria, dependiente y moldeada al servicio de la oligarquía”. Claro que esa vieja sociedad ahora es más compleja, porque la revolución verde y la tecnificación de las prácticas de saqueo de materias primas han cambiado no solo las condiciones de apropiación de la renta de la tierra sino a los sectores sociales que abarca, y hasta ha degradado el medio ambiente y el suelo. Pero la cuestión sigue siendo la misma. Lo explicó magistralmente Norberto Galasso en una nota titulada Los aliados posibles y el enemigo principal, y a ella nos remitimos. Primeros nos juntamos para dar la batalla, luego discutimos. Pero lo primero es lo primero. “Buenos Aires, Buenos Aires…” Al parecer, esas fueron las últimas palabras de José Hernández, parábola de los federales del interior vencidos por el país chico de Mitre y Sarmiento a los que el autor del Martín Fierro había combatido. Como casi siempre desde entonces, esta ciudad sigue viviendo a espaldas del país. La prensa informa que Alberto Fernández fue convocado a Olivos para salvar los restos del naufragio. Todo depende de encuestas e imagen mediática, pero lo cierto es que no hay por el momento un “candidato”. La incertidumbre genera preguntas sin respuesta: si Telerman le dijo que no al kirchnerismo aliándose con De Narváez, ¿se animará a sentarse junto a Macri, o por el contrario, terminará explicando que su portazo fue sólo un chiste francés? ¿Y si el candidato fuera el propio Fernández? Será cuestión de perder sí o sí: el asunto es por cuánto. La elección de octubre (sobre todo en el electorado de la ciudad, que presume de informado y de muchas otras cosas) se parecerá más a un termómetro sobre la era K que a una elección sobre baches y parquímetros. Macri contrató encuestadoras interesadas en sondear si la gente recuerda algo de la obra realizada, aunque sin explicar que se pusieron baldosas reduciendo el presupuesto educativo. Y que ya hay un abismo entre las promesas del marketing ecuatoriano y el presente. Todo lo que iba a estar bueno, está peor. La deslucida gestión PRO, que ya ha mostrado su cara mercantil, le augura al empresario un resultado muy distinto al 60% que creyó tener cautivo. Pero este último término está etimológicamente mal empleado: no habla de prisioneros sino de víctimas de la maldad. Por eso, Mauricio todavía duda entre desdoblar o no, adelantar a su dama mediante el marketing de la compasión o entrar dentro de la patota, como lo aprendió en la cancha. Puede que en la ciudad el kirchnerismo pierda, pero la ramplonería de los candidatos opositores hará mas dulce la derrota. (*) Por Jorge Devincenzi
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.