Opinión
Examen a la democracia
DIEGO CAZORLA ARTIEDA (*)
Desteñidos, amnésicos, indiferentes o decididamente coincidentes con la patronales del campo, uno a uno casi todos los candidatos para las próximas elecciones se dejaron “examinar” por algunos de lo que reivindicaron a De Marchi, el represor condenado a 25 años en la “Causa RI9” por gravísimos delitos de lesa humanidad.
No hubo un solo cuestionamiento respecto de la legitimidad de los convocantes, ni un solo pedido de explicaciones en relación al apoyo público instrumentado a través de una solicitada, que algunos de los “examinadores” brindaran al ex-Capitán apodado por sus víctimas como “el electricista” por su destreza con la picana. La Sociedad Rural no obstante es incuestionable en este punto, ellos son coherentes con su historia, hay que leer la solicitada que publicaran en el primer aniversario de la dictadura militar (un 24 de marzo del “77) para darse cuenta de lo que digo, cuando señalaban que “las Fuerzas Armadas tomaron las riendas del país con patriótico empeño”. Resulta inentendible en este punto, la escasa madurez de gran parte de la “clase política” que acepta gustosa el convite sin reparos, de dejarse examinar por un sector que ha reivindicado la dictadura más sangrienta de nuestra historia, sin que medie una tímida autocrítica aunque más no fuera. Alguno me podrá decir que aquello pasó hace más de treinta años, que los protagonistas ni siquiera son los mismos, y eso puede ser cierto, pero la solicitada en apoyo a De Marchi fue ayer nomás, y pese al pronunciamiento de la Justicia tampoco esta vez hubo autocrítica. Incluso alguno de los firmantes es candidato de uno de los frentes políticos. “Defenderán los ideales democráticos” y “representarán a la sociedad” quienes, no solo apoyaron a un represor, sino que reivindicaron el accionar de todos los acusados en ese juicio cuando afirmaban su deseo de manifestarse “en contra de la campaña de desprestigio, a la que se ha sometido a personas de bien que en la dolorosa década del 70 defendieron con coraje y honor a la patria”. Párrafo que debió ser analizado mas pormenorizadamente para evaluar si se halla incurso en el delito de “apología del crimen”, contemplado en el artículo 213 del Código Penal y que establece penas de prisión de un mes a un año a quien “hiciere públicamente y por cualquier medio la apología de un delito o de un condenado por delito”. En fin, quizás esté muy sensibilizado después de todo, ya que la democracia es para ser disfrutada aún por sus detractores, y en tal sentido tienen derecho a escuchar las propuestas de quienes se proponen como “representantes”. Quizás también luego estos vayan presurosos a expresar sus buenas intenciones a los sindicatos, o a la Asociación de Carreros y ladrilleros etc. Es probable que también a pedido de estos sectores, se habilite el mismo escenario que se negó a la discusión en pos de la libertad de expresión y para discutir el proyecto que se propone derogar una nefasta ley dictatorial como la de radiodifusión. Todo es posible, porque la política es “el arte de lo posible” dicen, aunque mucho me temo que quizás un escenario así esté lejos del 28 de junio y más próximo a un 28 de diciembre, el día de los inocentes. (*) Recibido por Corrientes al Día SOLICITADA DE APOYO A DE MARCHI Los abajo firmantes, argentinos preocupados por la reconciliación nacional, nos vemos obligados a manifestarnos en contra de la campaña de desprestigio, a la que se ha sometido a personas de bien que en la dolorosa década del 70 defendieron con coraje y honor a la patria cuando ésta se vio amenazada por el terrorismo subversivo. Para lograr esta reconciliación es necesario no desfigurar la realidad histórica del país. Vemos con aflicción una campaña tendiente a definir a los guerrilleros subversivos como jóvenes idealistas y desprestigiar la valiente acción de quienes defendieron la identidad nacional. Esta visión equivocada de los hechos prescinde del contexto social y político de aquel momento. La inoperancia y a veces complicidad de la dirigencia política de la época frente al flagelo de la guerrilla, derivó en una absurda y suicida amnistía de criminales que dejó al país a merced de las bandas terroristas provocando asimismo el desprestigio de los cauces legales para enfrentar el fenómeno subversivo. En aquellos tiempos la Argentina se encontraba envuelta en una violencia extrema, toda la población estaba sumida en una sensación de miedo y desamparo, la república con peligro latente de disolución al existir en el país zonas literalmente liberadas, donde había tropas subversivas uniformadas con bandera propia y armamento moderno, que hacían formaciones en los pueblos y proclamaban la separación de nuestro territorio. Basta leer los diarios de la época para comprender la extrema gravedad de la situación”. Tampoco se dice que la guerrilla tuvo el apoyo de potencias extranjeras que le proporcionaron armas, entrenamiento e inteligencia. En nuestra ciudad constatamos con dolor, que en forma absolutamente parcializada, desleal, teñida de un ánimo revanchista y con una visión ideologizada de los hechos, se pretende mancillar el buen nombre de personas como el Cap. Juan Carlos De Marchi y otros en situación semejante, cuya trayectoria y hombría de bien es indiscutible, achacándole a través de calumnias periodísticas carentes de toda objetividad y seriedad hechos aberrantes cuya mendacidad es manifiesta para quienes saben de su integridad moral. Sin embargo, si Dios permite que la perversidad y el resentimiento social saquen partido de esta desgraciada circunstancia, queremos hacer público que si bien hay ingratos y apáticos, también somos muchos los que los acompañamos, valoramos y estamos dispuestos a defenderlo públicamente en estos momentos difíciles. La reivindicación de la justicia así planteada, nada aporta a la pacificación de los espíritus ni a la consolidación de la tranquilidad que arduamente se ha recuperado. En vez de obtener la verdad y la reconciliación, proclamando una falacia se propicia una nueva confrontación. Y convocan a todos los conciudadanos “a la reconciliación nacional -la que, para asentarse sobre bases sólidas- requiere una actitud de grandeza superadora de los viejos odios y rencores y ponernos a construir la patria con la que soñaron nuestros próceres”. FIRMAN LA SOLICITADA Adela M. Harvey Silva, Adelia Nigri, Daniela Nigri Flavia Nigri Paola Nigri Adolfo Miranda Gallino, Adolfo Miranda Gallino (h.), Adriana Hernández de Roca, Guillermo E. Roca, Guillermo E. Roca (h), Adriana Zaimakis, Alejandro Zaimakis Antonio Zaimakis Ana Teresa F. de Zaimakis Agustina del Grosso, Carolina Del Grosso Gastón del Grosso Marcela del Grosso Alba F. de Macías, Francisco R. Macías José Santiago Macías, Alfredo F. Meabe, Alfredo J. Meabe, Eloisa Traynor de Meabe Elvira Meabe de Benítez, Elvira Meabe de Pita Eudoro J. Meabe Gloria E. Tasano de Meabe José Alberto Meabe, Juan Cruz Meabe Juan Martín Meabe Ma. Graciela Meabe Osvaldo Benítez Meabe Valeria Voss de Meabe, Alfredo José Verardini Mechulán, Celia R.E.M. De Verardini Elvira Verardini de Rodríguez María C. Verardini Natalia Gesualdi de Verardini Alfredo E. Verardini, Juan A. Pita Ana Gómez de la Fuente de Amadey, Pedro Amadey José Luis Amadey Martín Amadey Ana María Díaz Colodrero Andrés H. Vernengo, Angela Danuzzo de Velar, Gastón F. Velar Angélica Farizano, Antonio Crosetto, Aquiles R. Solari (h.), Ariel Botello, Augusto Millán, Augusto Millán (h), Baltasar Torrent, Benjamín Rojas, Delia F. de Rojas, Bernardo Farrell, Carlos José Marquez, Carlos Taboada Buasso, Carlos Tomás Perrens, Eduardo Perrens Eduardo R. Perrens Facundo Perrens, Margarita C. de Perrens Carmen de Broll, Carolina Broll de Desimoni Ernesto Desimoni, Ma. Eugenia Desimoni, Marisa Drews de Desimoni, Pedro M Desimoni, Carmen L. Bobbio de Rico, Carmen Lila Rico, María A. Rico, Nora A. A. de Rico Víctor Rico, Carmen M. Moricet, Carolina Casco, Claudia L. de Young, Gloria G. de Young, Juan Jorge Young Juan José Young Juan José Romero Claudia Santos Barrios, Daniel A Colombo, Daniel Badessich, Diego José Mantilla, Diego Rafael Mantilla, Dora A. Nalda, Elsa Leconte de Nalda, Eduardo Fernández Capurro, Elena D. de Gigliani, Eliana Monti, Eligio P. de Bernes, Elisa Dolores López de Vera, Emma A. B. de López, Enrique J. Sommaruga, Ernesto Blanco, Esteban Huerta, Sofía E. B. de Huerta, Ezequiel Salas, Felipe Bonastre, Fernando Ruiz Estevez, Francisco José Malfussi, Franco Ninfa, Gladys Aguilar, Miguel Angel Aguilar Marcelo Aguilar Gonzalo Ibáñez, Graciela P. de Conde, Graciela Regalini de Badessich, Gregorio Vera Narvaez, Guadalupe Molina, Gustavo Giménez, H. R. Solé, Hebe Alvarez de Ledesma, Hernán González Moreno, Hipólito Vernengo, Hugo Ramón Brunel, Iván Ríos, Joaquín Comas, Jorge Alberto Fiat, Elvira Benítez de Leconte, Elvira Leconte Benítez, Jorge E. Leconte Vidal, Jorge Leconte Benítez, Ma. de los Milagros Leconte Benítez, Juan Cruz Leconte Benítez, Ma. Edelmira Leconte, Ma. Mercedes Leconte, Pedro Leconte, Rodrigo Leconte Benítez, Jorge Raúl Costa, Jorgelina Bonet, José Enrique García Enciso, José Francisco García Enciso, Irene Girado de García Enciso, José Raúl Rey, Juan Federico Belaustegui, Juan Pablo Seferián, Julia Ibáñez, Jimena Ibáñez, Daniel Paterlini, Julián M. Paterlini, Juan E. Paterlini Ma. Eugenia Paterlini, Mónica Aden de Paterlini, Gustavo Kokotik, Leonor de Bruzzo, Luis Trofelli, Luz Ríos Benítez, M. Soledad Moncada, Marco Moncada, Marcos A. Moncada Martín M. Moncada, Raquel Taboada de Moncada, Ma. Adela Croza de Comas, Ma. Alicia Artigué, Ma. Beatriz Benítez de Ríos, Ma. Belén Goitea, Ma. Carolina Alonso de Casco, Ma. L M de Alonso Ma. Cecilia Frigerio, Ma. José Frigerio Ma. Cristina Iribas, Ma. de la Paz Hardoy, María de la Paz Benítez Hardoy, Francisco Benítez Hardoy, Ma. de la Paz M. de Migliarini, Ma. del Carmen Buasso, Ma. del Rosario Benítez de Buasso, Ma. E Cremonte de Costa, Ma. Eugenia Gómez Belcastro, Ma. Inés Gómez Belcastro Ma. Teresa Gómez Belcastro, Lucas Gómez Belcastro, Luciana M. Gómez Belcastro, Severo A. Gómez Belcastro Patricio Gómez Belcastro, Joaquina Gómez Belcastro, José F. Gómez Belcastro Ma. Eugenia Ognio, Ma. Isabel Castillo Odena, María C. Sánchez de Castillo Odena, Sofía Simonelli de Castillo Odena, Guzmán Castillo Odena, Ma. Juliana Romero, Ma. Julieta Goitia, Ma. N Migliarini de Bernes, María Laura M. de Bernes Mabel A. Muzzio, Mariano Astoul Bonorino, Marta F Valenzuela, Marta Miranda de Abelenda, Gabriela Sirio de Romero, Martha Ruiz de Sirio, Ma. Paz Romero Sirio, Patricia A. Sirio, Martín Miranda Gallino, Julián Miranda Gallino Mauricio J. Jaciansky, Maximiliano Marco, Miguel A. Ríos, Misael Fraschia, Nellida Romera, Nicanor R. Conde, Nicolás Blanco, Omar Senosiain, Orlando Manunta, Osvaldo M. Benítez, Pedro H. Fiacadori, Pedro R. Colombo, Rafael A. Rossetti, Raimundo A. Ledesma, Ricardo Alba Posse, Ricardo S. Alba Posse, Patricia Alba Posse, Agustín Alba Posse, Roberto Federico Demonte, Rodolfo Luzuriaga, Romilio A. Bruzzo, Rosario Soy, Sarah Tifuiño, Severo A. Gómez Cullen, Silvia Viviana Martínez, Susana C. de Astoul Bonorino, Susana Cunha Ferré, Valeria Tubio, Verónica Gómez Carella, Walter Aragor.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.