Datos Útiles
Bajante extraordinaria evidenció la necesidad de un acuerdo integral de gestión de los ríos
FACULTAD DE INGENIERÍA DE LA UNNE
Desde 1970 el río Paraná incrementó considerablemente su caudal promedio, lo que espació los fenómenos de bajante. "Eso otorga mayor relevancia a la actual bajante extraordinaria del Paraná y otros ríos de la cuenca regional", coincidieron expositores de un Webinar organizado por la Facultad de Ingeniería de la UNNE. Remarcaron que no hay perspectivas de pronta recuperación y que esta situación deja al descubierto la necesidad de un plan internacional de gestión de los ríos.
"Estábamos tan enfocados en abordar las crecientes de los ríos de la región pero no estábamos igual de preparados para las bajantes extraordinarias” fue una de las principales conclusiones del Webinar “La bajante de los ríos Paraná y Uruguay, y su impacto socioeconómico y ambiental en la región Nordeste" organizado por la Facultad de Ingeniería de la UNNE.
Dicha mirada fue compartida por los disertantes de la propuesta virtual, el ingeniero Hugo Rohrmann, docente de la Facultad de Ingeniería de la UNNE; el doctor Juan José Neiff (ex director del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal, UNNE-Conicet) y ex docente de la Facultad de Ingeniería de la UNNE; el ingeniero Gustavo Villa Uría, subsecretario de Obras Hídricas de la Nación; y el ingeniero Juan Borús, del Instituto Nacional del Agua.
Entre los datos relevantes aportados en las exposiciones, se destacó que la actual bajante en ríos de la región compartida por Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay es la más pronunciada en décadas, y nunca se tuvo una fase baja tan marcada desde la creación del sistema de alerta hidrológico de la Cuenca del Plata hace 37 años.
Se resaltó asimismo que desde 1970 se observa un crecimiento del caudal promedio del río Paraná, que se incrementó 1,5 metros, por lo que entre 1901 y 1970 las bajantes eran más frecuentes, y desde 1970 se espaciaron los estiajes.
Consideraron que las represas ubicadas en distintos tramos de los ríos de la región no están incidiendo en la bajante actual, todo lo contrario, están aportado agua retenida para incrementar los caudales de los ríos.
Los expositores coincidieron también en que esta situación inédita debería motivar acuerdos para la gestión del recurso hídrico entre los países de la región.
HUGO ROHRMANN
El ing. Rohrmann, hidrólogo, docente de la FAI-UNNE y ex presidente de la Asociación Provincial del Agua de Chaco, brindó una serie de datos para graficar el porqué de tan pronunciada bajante de los ríos de la región, en especial del Paraná.
Según explicó, en Corrientes el caudal medio del río Paraná desde 1904 a 2018 fue de 17.495 metros cúbicos por segundo. Entre 1904 y 1970 fue de 16.190 y desde 1971 a 2018 se registró un promedio de 19.316 metros cúbicos (un incremento de más de 3.000 metros cúbicos segundo).
Entre los motivos de los cambios notorios desde 1970, dijo que pueden mencionarse los mayores índices de precipitaciones en las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay desde 1970, así como la modificación del uso de suelo, pues, por ejemplificar, hacia el año 1890 el Estado de Paraná en Brasil tenía 83% de cobertura forestal y en 1990 del 5%. Menor cobertura boscosa representa menor capacidad de retener agua.
Además mencionó la construcción de represas, que impactaron en la regulación del caudal, aunque contribuyendo con la reducción en amplitud de extremos.
“Hay un cambio de comportamiento en el río Paraná en los valores de alturas mínimas, un nuevo ciclo desde 1970” manifestó y apuntó que en la serie antigua (1091-1970) la altura mínima promedio anual del río Paraná era de 0.80 metros, y desde 1970 está en 2,26 metros.
Por eso, sostuvo, llama la atención un valor actual de 0.70 metros en Corrientes o Barranqueras, pero ese valor sería el promedio de la serie antigua.
Señaló que pese a su baja participación en el aporte de agua al caudal del río Paraná, el río Bermejo aporta entre el 75 y 90% de sedimentos al río Paraná, lo cual en épocas de bajante representa un riesgo para la navegación y tomas de agua.
Entre sus conclusiones, Rohrmann reiteró que “las precipitaciones se desplomaron, lo cual es el principal motivo de la actual bajante extraordinaria”.
Además brindó recomendaciones como la importancia de medir las alturas en situaciones históricas como esta bajante, pues en la región hay hidrómetros que no están funcionando. “Estos datos históricos no pueden perderse”.
Consideró que debería acordarse entre los países de la Cuenca del Plata un protocolo respecto a cómo abordar cuestiones que se presentan en bajantes extraordinarias, como ser el manejo de caudales mínimos de represas, tratamiento de efluentes, vedas de pesca, asegurar la navegación, entre otros.
JUAN BORUS
Posteriormente, el ingeniero Juan Borús, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), señaló que “esta bajante sorprende”, no se dio en 37 años de existencia del sistema de alerta hidrológica de la Cuenca del Plata, que depende del INA.
Expresó que dicho sistema de alerta se creó con una impronta de atender crecientes, y ahora quedó en evidencia que no se tenía la mirada tan puesta en bajantes pronunciadas,
Sobre la situación actual, explicó que la cuenca del río Iguazú tiene una “memoria corta”, cambia rápido, por eso si hay precipitaciones que mejoren la cuenca del Iguazú puede ayudar al río Paraná.
Pero resaltó que “la perspectiva para adelante no es alentadora. No habrá rápida recuperación” y recordó además que en los últimos meses llovió muy poco y especialmente en abril fue muy aguda la falta de precipitaciones.
Desde un punto de vista técnico, dijo que hay cuatro áreas específicas donde debería llover para que mejore el caudal del río Paraná, aunque son ínfimas las expectativas porque las perspectivas climáticas no indican que lloverá en esas áreas.
Acotó que además de no haber indicadores que permitan decir que el clima va a cambiar, no se descarta que aparezca el Fenómeno de la Niña y que agrave la situación de estiaje, generando aguas aún más bajas y prolongando su duración.
Comentó que desde el año 1984 a la fecha no hubo eventos de bajante pronunciada en el Paraná, y desde 1969 en el río Iguazú. En el río Paraguay no registra bajante desde 2009, al igual que el río Uruguay.
En relación a las represas, el referente del Instituto Nacional del Agua reconoció que desde que empezó la bajante, “se empezó a cuestionar el rol de represas”.
“Pensar que una bajante la causa un embalse es imaginar que una represa acumula agua. Y si las represas acumulan y no largan agua no generan energía, y por ende no generan ganancias económicas” sostuvo.
También para Borús se requiere un encare integral entre países de la región, pues se están registrando impactos como problemas con las tomas de aguas, dificultad en navegación, riesgos para la fauna íctica, derrumbe de barrancas, incendios, y presencia de residuos sólidos en las costas.
Marcó la necesidad de control de las escalas hidrométricas para no perder datos históricos como la actual bajante y planteó además el desafío de “repensar” el concepto de recurrencia: “el pasado ha cambiado, y el futuro seguirá cambiando, ello debe llevar a pensar en un nuevo concepto de recurrencia”.
JUAN JOSE NEIFF
Por su parte, el Dr. Juan José Neiff explicó que sobre el río Paraná se tienen datos de altura desde 1901, y si bien son muchos años, “en realidad es un punto pequeño en la historia del río” lo que torna complejo describir y entender su comportamiento.
“A ciencia cierta no podemos predecir cuándo se revertirá este proceso de bajante, debido a que está definido por las lluvias que son difíciles de predecir” señaló.
El ex docente de la Facultad de Ingeniería de la UNNE y ex director del CECOAL (UNNE-CONICET), se explayó al problema de la bajante extraordinaria desde la perspectiva de los ecosistemas. “El río no es sólo el curso, sino toda la planicie de inundación. Los elementos del ambiente, plantas y animales, sienten de manera diferente los procesos de creciente y bajante”.
Enumeró que desde el punto ambiental, las bajantes deben analizarse desde tres indicadores: nivel mínimo, duración de días y estacionalidad (en qué época ocurren).
Así, en primera mitad del siglo pasado, las bajantes del río Paraná se producían de manera frecuente, pero desde 1968 a la fecha hubo sólo una bajante extraordinaria.
Sobre la temporalidad, entre 1901 y 1942 las bajantes se producían de septiembre a enero, pero luego se desplazaron temporalmente, registrando gran diversidad en cuanto al tiempo del año en que ocurren.
En cuanto a la intensidad, desde 1950 disminuyó significativamente el número de días promedio de duración de las bajantes.
Sobre los impactos de la actual bajante extraordinaria, para Neiff debería promoverse la actuación de un comité de crisis a nivel regional, y tomarse medidas a nivel de cuenca hídrica y no a nivel de provincias o país.
Como medidas inmediatas necesarias, estimó que tendría que disponerse la prohibición total de pesca, prohibición de exportación de peces, mantenimiento permanente del canal de navegación, restricciones a la quema en la planicie de inundación y análisis periódico de calidad de agua.
VILLA URIA
Por último, el ingeniero Gustavo Villa Uría, de la Subsecretaría de Obras Hídricas de la Nación, explicó que actualmente en la cuenca del río Uruguay se está en el tercer peor valor histórico en 90 años, en el Iguazú en el peor de toda la serie histórica y el río Paraná registra el 12° valor más bajo de agua en 90 años.
También mencionó que las bajantes han sido muy contundentes hasta los años 70, y desde ese periodo se espacian los ciclos de aguas bajas en el Paraná. Entre las causas de ese cambio, mencionó el efecto regulador de las presas, que mitigan el impacto de los descensos naturales de las aguas, regulando la liberación de agua.
Respecto al almacenamiento de agua, sostuvo que los embalses brasileros de la cuenca del río Iguazú han estado conservando aguas, por lo que de no ser por dichos embalses el río Iguazú casi no tendría agua actualmente. “Esas represas estuvieron perdiendo cerca del 30% de su agua acumulada para lograr que el rio tenga algo de caudal”.
En el caso de los almacenamientos de los distintos embalses de la cuenca del río Paraná, señaló que dichos embalses están en promedio con 54% de agua, salvo una represa que están en valores normales.
Comentó que el bajo nivel de agua en ríos de la región dificultó la toma de agua para consumo en numerosas localidades y afectó la navegación, lo que motivó gestiones con Brasil y Paraguay para lograr mejora en los caudales mediante un aporte de las represas.
Sobre los sistemas de medición de la actual bajante, informó que se recuperaron escalas que estaban debajo de agua y hasta tapadas por sedimentos tras más de 50 años.
Para finalizar, respecto al escenario futuro de la actual bajante, indicó que “preocupa el bajo nivel de almacenamiento de los embalses brasileros, que sumado a la situación actual y los pronósticos climáticos, hacen prever un escenario muy bajo de los ríos hasta septiembre mínimamente”.
DATOS DEL WEBINAR
El Webinar “La bajante de los ríos Paraná y Uruguay, y su impacto socioeconómico y ambiental en la región Nordeste" contó con una concurrencia que superó los 700 asistentes virtuales, entre la plataforma Zoom y la transmisión en simultáneo a través de Youtube.
La iniciativa estuvo a cargo de la Facultad de manera conjunta con el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería, CONFEDI, y contó con participación como moderadores del profesor ingeniero José Basterra (Decano de la Facultad y Presidente del CONFEDI) y la Magister Ingeniera Indiana Basterra (Directora de Especialización en Ingeniería Ambiental de la UNNE).
A través de un Decreto del gobernador Gustavo Valdés, del pasado 23 de diciembre se autorizaron los viajes de larga distancia a Corrientes. Las empresas deben pedir autorización, sólo se permite un destino (sin trasbordos) y cada pasajero deberá tener un PCR y la habilitación para ingresar a la provincia
“El pasado 23 de diciembre el gobernador Gustavo Valdés firmó un Decreto donde autoriza servicios de larga distancia a Corrientes. La característica es que los mismos deben tener origen y destino determinado. Son servicios exclusivos a Corrientes”, dijo el director de Transporte de la Provincia, Armando Pérez Moiraghi, en declaraciones a la prensa.
En ese sentido aclaró que, “no es lo mismo que los servicios comunes que subían y bajaban en distintos puntos. Será con destino fijo sin trasbordos”.
“Al igual que los viajes interdepartamentales se necesita la autorización de los intendentes para ingresar a cada ciudad. Por ejemplo, un colectivo que venga desde Buenos Aires y quiera ingresar con pasajeros a Mercedes, necesita la autorización específica del intendente de Mercedes”, señaló.
También explicó que, “las solicitudes deben hacerlas las empresas. Por el momento no tenemos servicios, ni tampoco solicitudes. Debe aclararse que no es el servicio de antes de la pandemia. No se puede ir a comprar un boleto a la terminal. Son las empresas las que deben pedir el servicio y nosotros autorizamos”, reiteró.
Continuando con los mensajes elaborados por la Entidad Binacional Yacyretá, se informa que los pronósticos de lluvias producidos por los diferentes centros meteorológicos de referencia prevén precipitaciones de variada intensidad para la presente semana sobre la cuenca de aporte directo al embalse y regiones adyacentes. Los montos acumulados presentan dispersión entre las diferentes fuentes consultadas, pudiendo totalizarse entre 10 a 40 mm.
Situación operativa de Yacyretá
Durante la última semana el caudal afluente promedio del río Paraná fue de 8.300 m3/s, con valor máximo de 8.800 m3/s, y mínimo de 7.600 m3/s.
Para el día de hoy, lunes 28 de diciembre, se esperan 7.600 m3/s.
Los caudales en Yacyretá para los próximos días estarán acordes a la operación de las centrales hidroeléctricas aguas arriba, y a la evolución real de las precipitaciones pronosticadas sobre su cuenca de aporte. Del análisis efectuado con la información disponible hasta el momento sitúa dichos valores en el rango de los 7.500 a 8.500 m3/s.
Niveles aguas abajo en las inmediaciones de la represa:
El estado hidrométrico en la zona inmediata aguas abajo de Yacyretá, puerto de Ituzaingó (AR), tuvo durante la semana pasada una tendencia consistente con el comportamiento de los caudales de aporte del río. Los valores medidos en dicho hidrómetro oscilaron entre 0.50 y 0.70 m.
La lectura de hoy a la hora 02:00 fue de 0.60 m. Para la presente semana se estiman niveles entre 0.45 a 0.80 m. Nivel de alerta en puerto de Ituzaingó: 3.50 m.
En el puerto de Ayolas (PY), los niveles oscilaron entre 0.55 y 0.80 m durante la pasada semana. Pronosticándose niveles entre 0.55 y 0.90 m. Lectura asociada a nivel de alerta en puerto de Ayolas: 4.20m.
Tendencias a mayor plazo:
Situación precedente
Seguido a un segundo semestre de 2019 caracterizado por precipitaciones inferiores a lo normal en la cuenca del Paraná de aporte a Yacyretá, durante la primera mitad del corriente 2020 se acentuó esta tendencia. Las lluvias ocurridas en prácticamente toda la cuenca del Paraná aguas arriba de Yacyretá verificaron un patrón deficitario, alcanzando apenas acumulados promedios del orden del 60-70%.
En este contexto, a la altura de Yacyretá, considerando la serie de referencia 1971-2019, durante 2020 se verificaron caudales medios mensuales inferiores al percentil 10% para los meses de enero, febrero, mayo, julio y noviembre. Y, los más bajos caudales en marzo, abril y junio.
Agosto, septiembre y octubre superaron levemente el percentil 10% correspondientes.
El corriente diciembre finalizará como el último mes del año de menor afluencia de la serie 1971-2019, con un caudal inferior a los 9.500 m3/s.
Escenario climático estacional
Para el trimestre Diciembre/2020 – Enero-Febrero/2021, en términos de precipitación media esperable, el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (Ar) indica una mayor probabilidad de ocurrencia de precipitaciones por debajo de las normales, para la porción argentina de la cuenca del Paraná de aporte a Yacyretá.
La previsión elaborada por CPTEC-INMET-FUNCEME (Br) no muestra una tendencia definida en gran parte de la cuenca de aporte. Hacia los ríos Paranaíba y Grande hay mayor probabilidad de precipitaciones inferiores a las normales.
Fuente: mapa de tendencia climática de consenso elaborados en el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina (izquierda) y por CPTEC-INMET-FUNCEME de Brasil (derecha), correspondientes a precipitaciones acumuladas en el trimestre Diciembre/2020 – Enero-Febrero/2021 respectivamente.
Estado de los embalses aguas arriba de Yacyretá
Los principales reservorios emplazados en la cuenca del río Paraná, en territorio brasilero, se encuentran con un almacenamiento ponderado del 25%.
Los embalses inmediatos cuentan con capacidad de almacenamiento frente a eventuales repuntes en sus afluencias.
Con la información disponible al día de la fecha no se espera una reversión general de la presente condición hidrológica deficitaria al corto plazo.
Yacyretá continuará informando a la población las novedades acerca de estos temas
Datos Útiles
El programa “Árboles para mi Ciudad” llegó a 16 municipios
A TRAVÉS DE REUNIONES VIRTUALES
Dentro de las acciones desplegadas desde el Programa Provincial de Arbolado Urbano (PPAU) “Árboles para mi Ciudad”, el ministerio de Producción a través de la Dirección de Recursos Forestales (DRF) realizó durante el corriente año capacitaciones virtuales dirigidas a los responsables de las gestiones locales referidas al cuidado y planificación del arbolado urbano local y a personal municipal asignado a las tareas de plantación y mantenimiento. Actualmente son 51 municipios los que se encuentran adheridos.
Desde la DRF a través de su director, Roberto Rojas, y las responsables del PPAU, Cristina Benítez Vietto y Ana Luisa Goth, consignaron que este año, respetando el distanciamiento social obligatorio, se pudo acompañar a 16 municipios a través de reuniones virtuales abordando distintos temas de importancia. La plantación del árbol indicado en el lugar adecuado es el principio fundamental para lograr un arbolado sano y seguro en nuestras ciudades, que cumpla su ciclo de vida brindando por muchos años, beneficios ambientales, económicos y sociales.
La poda realizada sin fundamentos técnicos, trae como consecuencia árboles enfermos y decrépitos en nuestras veredas, paseos y parques con el consiguiente peligro que ello representa. El desmoche de los árboles o podas excesivas, técnicas de corte inadecuadas en épocas inadecuadas o el uso de herramientas en mal estado o impropias, son algunos de los temas que se abordan con énfasis, con el objeto generar conciencia y erradicar estas prácticas que son incorrectas.
La producción en vivero de ejemplares arbóreos que reúnan las características técnicas adecuadas para que los árboles sobrevivan al ambiente urbano, es otro componente importante del éxito de una plantación. “Desde el Vivero Forestal Provincial, acompañamos a los Municipios con la entrega de ejemplares en maceta para que puedan llevar adelante de manera total o parcial anuales sus proyectos de plantación”, indicaron.
Los árboles urbanos son un pilar importante para la salud de la población y juegan un papel preponderante en la mitigación del cambio climático global. Es fundamental que todos seamos conscientes del rol que cumplen.