Opinión
Otra discriminación en nombre de los Derechos Humanos
VICTORIA VILLARRUEL
En una carta escrita el 26 de octubre de 2017, Victoria Villarruel, presidente del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV) denuncia la discriminación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por no dejarlos participar del 165° período de sesiones, demostrando una vez más la ideologización de dicha comisión y su media defensa de los derechos humanos.
“Desde la semana pasada se celebra en Montevideo el 165° período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Allí se realizaron diversas jornadas donde se trataron varios de los temas de la agenda de derechos humanos en la región.
“Las sesiones comenzaron el sábado 21 de octubre con la presentación en sociedad de la nueva unidad temática de la CIDH sobre memoria, verdad y justicia. El objetivo de esta unidad dirigida por el ex preso político brasileño Paulo Vannucchi es atender todo lo referido a crímenes de lesa humanidad, juicios, memoriales públicos de recordación, reparaciones, impunidad, etcétera. Vannucchi asumió recientemente esta posición como comisionado de la Comisión Interamericana y entre sus antecedentes podemos mencionar que es periodista y licenciado en ciencias políticas, que estuvo preso durante cinco años por integrar movimientos de izquierda en Brasil y ha sido director de la Fundación Lula, el think tank del cuestionado ex presidente Lula Da Silva.
“Para participar de la sesión había que inscribirse con más de una semana de antelación. Consecuentemente, la Asociación Civil que presido, Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), que representa a las víctimas del terrorismo de la República Argentina, se inscribió para presentar sus sugerencias para el período 2018-2019 ante la Comisión Interamericana, tal como planteaba la convocatoria. Es que la jornada del 21 de octubre era sumamente importante para definir los próximos lineamientos de la unidad temática en la importante cuestión de memoria, verdad y justicia, que como todos sabemos en Argentina tiene una importancia capital, pese a ser totalmente cooptada como consigna por sectores de la izquierda.
“Las víctimas sufrieron una doble violación de sus derechos humanos. Primero, por parte de los terroristas que las agredieron y han quedado impunes y, luego, por el Estado, que les ha denegado con alevosía esos derechos, pese a reconocérselos arbitrariamente a muchos de sus agresores. Así lo ha reconocido la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que en numerosos fallos establece que los Estados no sólo violan los derechos humanos por acción, sino también por omisión, al no hacer todo lo posible para salvaguardar y proteger tales derechos de su población, lo que en 33 años de democracia no ha ocurrido con ninguno de los gobiernos democráticos, incluido el presente. Pero, pese a esta situación tan violatoria de derechos, la Comisión Interamericana no permitió a CELTYV participar en la sesión del 21 de octubre aduciendo que no había cupo por no haber más plazas disponibles.
“Destacamos que CELTYV era la única asociación civil de víctimas del terrorismo de toda la región en presentarse al llamado a audiencia. Ninguna otra asociación similar había solicitado estar presente en esta unidad temática que las incluye y abarca. Pero, pese a ser la única voz en un mar de ONG integradas, en varios casos, por ex terroristas, se impidió el derecho a participar, silenciando la voz de la sociedad civil que es la principal agredida por el terrorismo, aquí y en cualquier parte del mundo.
“Agravó esa censura el flamante comisionado Vannucchi, cuando en un tuit dijo: "Estamos aquí por las víctimas de la violencia de Estado y para defender verdad, justicia y reparación". Como si intentase crear las bases de un nuevo derecho internacional, por el cual sólo violan los derechos humanos el Estado o sus agentes, pero si es la población civil la afectada por organizaciones armadas no estatales, estos crímenes no son atendidos, ni reparados, ni alcanzados por el accionar de la Comisión Interamericana.
Se da, así, la situación de que terroristas montoneros o del ERP que sufrieron violaciones a sus derechos humanos por parte del Estado son protegidos y reparados en las resoluciones de la Comisión Interamericana, pero sus víctimas, asesinadas, secuestradas, heridas incluso durante gobiernos democráticos, no están dentro de la protección de la CIDH, según el comisionado Vannucchi. Por supuesto, que hasta un terrorista tiene derechos humanos y el Estado debe respetárselos, pero la obligación primaria del Estado no es con sus terroristas sino con la población civil a la que estos agreden. Lamentablemente, como todos sabemos, en Argentina y en varios países de Latinoamérica es exactamente lo contrario de lo que sucede.
“En resumen, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos lamentablemente se ha tornado, con los años, en un ámbito donde el pensamiento único, ideologizado y parcial ha reemplazado el espíritu de los derechos humanos, que es el de abarcar la mayor cantidad de casos, proteger a todos los ciudadanos y no avalar violaciones de derechos humanos sea quien fuere el que las cometiese. También se ha prestado a ser órgano de resonancia de casos que la izquierda defiende encarnizadamente como el de Milagro Sala, que, luego de montar una estructura delictiva paralela al Estado, es defendida como una supuesta presa política, cuando todas las acusaciones son por delitos comunes. O el caso Maldonado, la banalización más escandalosa de una muerte que haya visto el país en años.
“Por ello, ante este panorama, en el que el ciudadano común no es escuchado, donde sólo hay oídos y acciones en pro de los organismos de derechos humanos que reclaman derechos humanos que ya se les han reconocido, dado que gozan y han sido reconocidos en todos los derechos que como víctimas de abusos del Estado pudiera corresponderles, recibiendo incluso subsidios estatales de la actual gestión, ha llegado el momento de plantearse si no hay que denunciar un tratado que no representa a todos los ciudadanos, que se mueve con parcialidad, cuyos funcionarios no parecen contar con la sensibilidad suficiente para atender a todos aquellos con los que no comulgan en lo ideológico y que hoy ha perdido gran parte del espíritu con el que fue creado en 1959.
“Instamos al Estado argentino, principal responsable de la inequidad que aún sufren las víctimas del terrorismo, a no profundizar las violaciones a los derechos humanos que estas sufren y a plantear una clara posición frente a un organismo supranacional cuyo único objetivo actual es solamente ser contralor del Estado cuando son causas sensibles para la izquierda, mientras el resto de la población subsiste como ciudadanos de segunda.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.