Fue 2 a 1. Lionel Messi, con un golazo tremendo, había puesto en ventaja a los de Ferraro. Renato igualó de cabeza y Pablo Zabaleta, en el segundo minuto de descuento, puso a la Argentina en la final.

La única diferencia entre Argentina y Brasil fue Lionel Messi. En realidad más que única fue la gran diferencia, porque el jugador del Barcelona fue determinante. Primero hizo un golazo y luego armó la jugada del segundo, sobre la hora, cuando todos buscaban que pase el tiempo y nadie arriesgaba. Ganó Argentina, el primer clásico de esta serie que culmina mañana con la mayor. Ahora irán por el pentacampeonato mundial juvenil. Todo un orgullo. El partido todavía no se había formado. Todavía estaba en trámite de estudio, como en los primeros rounds de una pelea entre pesos pesado. Entonces, el boxeador con la mejor pegada sacó un zurdazo y noqueó a su rival. Así fue lo que pasó en el primer tiempo entre Argentina y Brasil, es que a los seis minutos Torres robó una pelota sobre la derecha, se la dio a Messi y éste sacó un remate tremendo, desde 30 metros que se metió en el ángulo. Golazo de un jugador que marca diferencias. Después de allí, Argentina se replegó y se defendió bien. Es que la línea del fondo estuvo muy sólido y soportó los tibios embates de Brasil, que nunca tuvo en claro qué hacer con el balón. A los de Ferraro les quedaba la contra, con un Oberman que las corrió todas y que por momentos pudo llegar al fondo y mandar el centro y con Messi, que cada vez que le llegaba la pelota algo se generaba. Así llegó una contra clara, manejada por Messi. Era tres contra dos y Messi eligió dársela a Oberman, el de Argentinos definió mal y Cardozo la empujó al gol, en claro off side, por lo que la jugada fue anulada. El trámite se hizo aburrido y previsible, porque en Brasil Evandro no apareció y Rafael Sobis y Bobó fueron absorbidos por los centrales argentinos. Recién en el cierre de la primera parte, los cariocas pudieron hilvanar su primera jugada de peligro. Renato desbordó por la derecha y metió el centro para Bobó, quien cabeceó solo, pero mal. Solo eso aportó Brasil. La segunda parte continuó igual. Brasil no generaba juego y la contra quedaba para Argentina, aunque ya sin el peso de antes, debido a que Messi ya no gravitó tanto. Igual contó con una clara, tras un centro de Cardozo que aguantó Oberman y definió de media vuelta apenas afuera. Brasil puso a Thiago para que sume en ataque, pero el punto apenas si la tocó. La defensa de los de Ferraro era sólida y tenía todo controlado. Sin embargo, a los 29, Brasil tuvo un tiro libre que llegó llovido, Ustari se ubicó mal y Renato apenas la peinó y fue gol. Empate y a empezar de nuevo. Ferraro mandó a la cancha a Agüero y el juvenil de Independiente refrescó un poco el ataque argentino. Brasil ya no atacó tanto y se conformó y Agüero y Messi se juntaron un par de veces para llevar peligro al arco brasileño. Ya no quedaba nada, es más iban dos minutos de alargue, cuando Messi tomó la pelota, desbordó por la izquierda y mandó el centro para la entrada de Zabaleta, el de San Lorenzo remató dio en un defensor y la pelota se coló al fondo de la red. Delirio argentino, por el clásico, sobre la hora y la final. Ahora Argentina jugará por el título, el quinto. No podrán estar Neri Cardozo y Cabral, por acumulación de amarillas. Igual, ya habrá tiempo para pensar en eso. Ahora todo es festejo. FORMACIONES Y CAMBIOS: ARGENTINA: Oscar Ustari; Julio Barroso, Gustavo Cabral, Gabriel Paletta, Lautaro Fórmica; Pablo Zabaleta, Juan Manuel Torres, Fernando Gago (ST; 45m, Lucas Biglia), Neri Cardozo; Lionel Messi y Gustavo Oberman (ST; 36m, Sergio Agüero). DT: Francisco Ferraro. BRASIL: Renán; Rafinha, Edcarlos, Leonardo, Fabio Santos; Roberto (ST; 10m, Thiago), Renato, Arouca, Evandro; Rafael Sobis y Bobó (ST; 21m, Fillype Gabriel). DT: René Weber. Fuente: TyC Sports