La final se definió en los últimos metros entre Silva y Verna. ¡Y Pato llegó primero! Clarito. El sensor de Tabo cruzó antes y lo dieron ganador.

A continuación, una sucesión de hechos. Y no es un sueño de siesta, de esas de panza llena. Pasó, posta. Hechos vergonzosos, tal vez. Sí, vergonzosos, che. Es el Turismo Carretera, la categoría de más hondas raíces en nuestra tierra. La que más se parece a la Argentina, ¿entendés argentino? Somos como somos. José Ciantini era historia. La caja, soldada en la segunda marcha, la culpable. Iba por la tercera al hilo el Bocha. Era para el Guille. Pero el caucho voló. ¡Faltaba media vuelta, la pucha! Escalera servida, 1-2-3 para Ford. Es para el Tabo, sí, sí, el Tabo, uy, uy… El Pato, el Pato, ¡los dos juntos! ¡uy! ¿Quién ganó? ¡Quién ganó! ¡Quién! A partir de ahora, prenda la luz del escritorio, agarre la lupa para letra chica y una pipa, Watson. Dice el Reglamento Deportivo Automovilístico de la ACTC, el punto 06-033 en su artículo A: “La señal de finalización de la carrera se dará en la línea de llegada tan pronto como el primer auto haya cubierto la distancia de carrera”. Para todos que grabaron en vivo la imagen en sus retinas y leyeron este punto, ganó Silva. Pero esto dice el punto 06-035: “Será declarado ganador de una prueba el competidor que cubra en el menor tiempo el recorrido fijado de la carrera”. Así, el ganador es Verna, porque cruzó por el cable sensor 16/1000 antes. ¿Pero si Silva iba 30 ó 40 centímetros adelante? Ensalada de contradicciones. Y Juan Arrechea, uno de los comisarios, agrega aceite y vinagre: “El ganador es quien en menos tiempo cumple las 25 vueltas, no el que llega primero”. Ehhh… Verna y Silva llegaron a la par a la meta en el Gálvez. Primera aclaración: no hay pintada ninguna línea blanca en la pista, como en cualquier circuito zonal de tierra se traza con cal viva. El cable sensor, que va debajo del asfalto, estaba en un lado, y Petruchelli, el juez de llegada, bajaba la bandera casi dos metros más adelante. Cero perfección. “Pero la bandera es simbólica. Yo no puedo ver. Es una situación jodida, muchachos”, diría. Punto 12-024 del RDA: “En las competencias en que fuera necesario decidir el orden en que los competidores pasan por la llegada, será nombrado uno o varios jueces de llegada, que estarán encargados de producir un informe”. ¿Los hubo? Arrechea dijo que fueron dos, pero que se guiaron por sensores. ¿No son veedores? ¿Herramientas visuales? Cargue la pipa, que el tabaco ya es ceniza. Sírvase otro cognac. El caso es intrigante, Watson. Un mecánico del JP Racing, enviado por Guillermo Kissling, su director deportivo, se lanza sobre el auto del Tabo Verna en la técnica. ¿Su misión? Ver dónde está colocado el sensor electrónico. Sí, está en el pasarruedas trasero. Pero delante de la goma. El de Silva está detrás de la cubierta. Y se empieza a destrabar el problema matemático, mientras Silva gritaba eufórico lo que suponía sería su tercera victoria en el podio. Pero sería la cuarta del Tabo en el Gálvez. ¿Qué había pasado? “Hace dos carreras a Fontana le hicieron cambiar de lugar el sensor. Lo obligaron a ponerlo atrás de la rueda”, lanza Alberto Canapino, chasista de Silva. “Hay un anexo, hay un anexo”, gritó alguien por la transmisión radial de Campeones. La circular recorrió todos los equipos hace un par de carreras. “Sí, nos avisaron a todos. Al menos, yo sabía”, dijo Pato Di Palma. Pero no figuraba escrito en el reglamento… Esos grises preocupantes y típicos del TC, casi imposibles de extirpar. Reunión en el micro de comisarios de la ACTC. ¡Hasta las 16.10! ¿A qué hora hubieran corrido las Glorias? El fotógrafo Marcelo Ranea subió al motorhome y mostró una foto elocuente: Silva adelante de Verna, por 30 ó 40 centímetros, mientras cae la bandera. “Lo llamó Canapino, nosotros no”, arremetió Arrechea. Kissling supo de la derrota apenas su calculadora, llamada cerebro, procesó la ecuación. “Hay 80 centímetros de diferencia entre las ubicaciones de los dos sensores. Eso, a 150 km/h, aproximadamente, son 30 milésimas. Y Verna ganó por 16. Está claro que cruzó adelante Silva, pero su sensor, no”, explicó el Ingeniero. Elemental, Watson. Es TC. Fuente: TyC Sports