Siempre picante, Ramón Díaz estuvo en Mar de Fondo: confiado, apostó un Fiat 600, arriesgó que “River gana 1 a 0”, contó que la gente le pide que vuelva y que “en una de ésas voy a la cancha”.

“Gana River 1 a 0, suficiente para que Boca pierda el campeonato. Porque todo lo que sube, baja…”, se regodeó ya en el aire. Pero cuando Eduardo Bongiovanni, uno de los productores de Mar de Fondo, concretó la esperada visita de Ramón Díaz al programa, el Pelado se despidió a su modo: “Decile a ese bosterito que algo le voy a apostar”. Y Alejandro Fantino, quien supo dar una vuelta manzana alrededor del canal disfrazado de mujer luego de perder una apuesta con Gastón Recondo en un superclásico, no se podía quedar atrás. Tú no has ganado nada, al conductor-relator-modelo-hincha de Boca no le importó que Chilavert lo haya desprestigiado comparándolo con el Mono Navarro Montoya: tenía un Fiat 600 modelo 71 que vale setecientos pesitos y lo puso en juego en su superclásico personal, el partido que le salvó el año. “¿Boca 2 a 0? Basile todavía no vivió un clásico…”. Hagan sus apuestas, señores, Ramón llegó al estudio vestido de negro a lo Pergolini (no, mejor a lo Rial, que es fana de River), ni se maquilló y luego de pasar por el camarín de Fantino, fue directo al piso. Directo al tiroteo. No llevó una camionetita Mercedes Benz, como ésa que le había apostado a Mauricio Macri o aquella otra que le había regalado a Víctor Zapata, aunque recogió el guante. Mil litros de leche, sí, “para la gente de Chaco”, sugirió. “Mirá cómo se nota que sos bostero que no me pusiste los dos goles que hice en la cancha de Boca”, lo atacó a Fantino apenas arrancó, a la vuelta de un clip con algunos de sus goles. Ahí explotó el estudio con veinte espectadores que antes se rompieron los dedos llamando a partir de las cuatro de la tarde, cuando se develó el misterio y se anunció la presencia del riojano más famoso (¿alguien recuerda al otro?), y ahora se rompen las mandíbulas de tanto reírse. No se querían perder el programa casi tanto como Fantino, quien durante la tarde estuvo buscando datos de su entrevistado en Internet y hasta se asesoró consultando a periodistas de Olé. Después de hablar de su paso por Inglaterra (“nunca más”, aseguró) siguió el juego. “Por supuesto”, dijo que sigue al equipo. “¿Qué hincha de River no lo sigue? Son momentos y espero que pasen rápido. Yo también estoy sufriendo”, reconoció. Y, candidato a volver si Pintado o Davicce ganan las elecciones, empezó a despacharse contra José María Aguilar. 1) “Se dio cuenta después de cuatro años. Se ve que tuvo mucho tiempo para reflexionar”, pegó cuando le preguntaron si había escuchado al presidente decir que “probablemente me haya equivocado con Ramón”. 2) “Hoy estamos 33 en el mundo, hubo momentos en los que estuvimos primeros”. 4) “Si hay gente que se equivoca y no se le puede dar una segunda oportunidad, ¿por qué no hacer lo mismo con otra gente?”. Cuando Fantino le dijo que “nunca estuve tan relajado” como en esta previa, se rió, le criticó el estudio, le dijo que si él estuviera habría mucho más lujo y tiró que “tengo ganas de volver a River, y eso lo sabe todo el mundo”. Y la siguió con Aguilar. “Sabía que no me iba a llamar” cuando renunció Astrada. “Dijo que quería hacer un equipo con poco dinero y hoy se ven los resultados”. ¿Si va a ir a la cancha? “Me invitaron a dos palcos”. ¿El presidencial? “No, a ése no”. Confesó otra apuesta con un vecino fanático de Boca que vende flores (“una docena de rosas por un cajón de vino”) y sacó pecho. “Bianchi nunca nos pudo ganar”. ¿Se olvidó del 2 a1 en el Clausura 99? “Me gustaría que haga un gol Farías”. ¿Se olvidó que está desgarrado y un par de horas antes se bajó? Ta´ luego… Fuente: Diario Ole