Pese a que jugó un tiempo con un hombre más, no encontró la fórmula para superar a los jujeños y sigue sin ganar como local. Hubo silbidos para el equipo e insultos para Falcioni.

No hay caso. Independiente no encuentra el camino. No pudo sonreír siquiera jugando con un hombre más durante 49 minutos. El Rojo fue un manojo de confusión, chocó una y otra vez contra el bloqueo defensivo impuesto por Gimnasia de Jujuy y sumó un punto con sabor a poco en su objetivo copero. Se fue silbado y lleno de preocupaciones. Independiente se exhibió muy tibio y acusó el mal de siempre: la falta de un conductor, de un guía que enseñe los caminos en ataque, que cambie el ritmo, se asocie con Agüero y de paso le sustraiga algo de responsabilidad al Kun, de quien depende la estructura ofensiva del equipo de Falcioni. El crack le hizo un túnel espectacular a Sosa y provocó la expulsión del defensor de Gimnasia por doble amarilla, en una exagerada decisión del árbitro Furchi. El Rojo pasó a jugar con un hombre más desde los 26 minutos, pero le costó una enormidad crear situaciones de peligro sobre el arco rival. Tanto, que no dispuso de chances netas durante la primera parte. Armenteros entraba poco en juego, a diferencia de Machín, que tenía un contacto fluido con la pelota, pero sólo sumaba confusión. Federico González (debutó como titular) insinuó en el principio y se fue apagando de a poco. El resto no aportó nada distinto, con la excepción de Agüero, que pese a estar casi siempre rodeado de tres hombres nunca se rindió y retrocedió en varias ocasiones para formar pequeñas sociedades. Claro, nadie lo acompañó y por eso Independiente se tornó previsible en ataque. Gimnasia resolvía todo con más simpleza, pero jamás se apartó de la idea de llevarse más no sea un punto de Avellaneda. Y tampoco contó con situaciones claras, salvo un zurdazo de Oyola que pasó cerca del palo izquierdo del arco defendido con Ustari. Falcioni ensayó una probable solución con el ingreso del pibe Enzo Bruno (media punta) por Herrón (volante central), mientras Mario Gómez reagrupó fuerzas con la inclusión de Damonte (volante central) en lugar de Oyola (volante de creación). Y Gimnasia salió favorecido. Con cuatro mediocampistas de marca, que pasaron a ser cinco cuando Alejandro González entró por Silva (delantero), los jujeños maniataron al local, a punto tal que éste tuvo su primera situación clara a los 17 minutos del segundo tiempo. Y fue a través de un disparo de Armenteros desde afuera del área: la pelota salió cerca del palo izquierdo. Bruno, Armenteros y Agüero no se encontraron nunca. Para colmo, César Pereyra ingresó por Lorgio Alvarez a los 27´ y duró tres minutos en la cancha, porque el árbitro lo expulsó tras una dura infracción a Nelson Benítez. Cuando ya estaba cantado que Independiente iba a sumar una nueva frustración en Avellaneda (apenas sumó un triunfo en el Clausura, 1-0 a San Lorenzo, por la tercera fecha), Machín dispuso de la chance más nítida, pero no alcanzó a definir. El coro de silbidos que acompañó a los jugadores de Independiente en su retirada fue la imagen elocuente de lo que dio el equipo. El Rojo volvió a decepcionar y cada vez se complica más en su aspiración de ingresar a las copas. FORMACIONES Y CAMBIOS INDEPENDIENTE: Oscar Ustari; Marcelo Méndez, David Abraham, Fernando Cáceres, Lorgio Alvarez (ST 27m César Pereyra); Gastón Machín, Mariano Herrón (ST inicio Enzo Bruno), Lucas Biglia, Emiliano Armenteros; Federico González y Sergio Agüero. DT: Julio Falcioni. GIMNASIA (J): José Valdiviezo; Franco Sosa, Gabriel Ramón, Nelson Benítez; Marcelo Quinteros, Fabio Pieters, Maximiliano Salas, Daniel Ramasco, Matías Oyola (ST inicio Israel Damonte); Héctor Silva (ST 21m Alejandro González) y Gustavo Balvorín. DT: Mario Gómez. Fuente: TyC Sports