Piernas infinitas, curvas insuperables, familia modelo y una carrera meteórica que la consagró como una top ¿qué más se puede pedir?. A pesar del momento de plenitud, Dolores va por más. Este mes vuelve a la tevé, por canal 13, y no descarta agrandar la familia. Imagen de una triunfadora innata que a todo le imprime su sello profesional.

Dolores Barreiro es súper tranquila, espontánea, curiosa y atenta a la realidad: se interesa por la seguridad del barrio donde se llevó acabo la producción. La reina habla, cuenta con gracia que le encantaría tener muchos hijos más, pero que en la agencia de Pancho Dotto, la matarían. También comparte que Salvador (su bebé) está en la embajada de Estados Unidos, con su abuela (la madre de Dolores) donde le harán la visa para poder ingresar al país. Con apenas cinco meses, el hijo más chico de la modelo con Matías Camisani, acompañará a su mamá en viajes de trabajo. Es que la modelo cordobesa de 29 años, este mes vuelve a latelevisión como co-conductora, junto a Ronnie Arias, en el ciclo Conectados que se estrenará el sábado 11 o el 18 de septiembre, y se verá de de 19 a 20, por Canal 13. Con una actitud corporal que acompaña su discurso la conductora y modelo confiesa “estoy con mucha energía para los chicos y con muchas ganas de laburar. Estoy muy contenta, la maternidad me encanta… estoy completa”. -¿Te imaginabas un regreso a la tevé junto a Ronnie Arias? -No, la verdad que para nada; no te voy a mentir, al principio dije mmm… no se que onda, no sabía como iba a funcionar porque nunca hice un programa co-conducido con alguien, pero hicimos el piloto, probamos. Lo conocí a Ronnie, que es un amor, divino, súper inteligente y muy gracioso. Y me parece que es un buen complemento. El es chiquito y yo soy gigante, entonces queda simpático estéticamente. Vamos a viajar un montón para hacer notas, eso está bueno. -A diferencia de lo que fue El Rayo, esta vez vas a tener una escenografía fija… -Si, este programa va a ser totalmente diferente. La escenografía será súper moderna, con unos plasmas de fondo. -¿Cómo será tu vestuario? -Para las notas que haga en la calle, la ropa será de Jazmín Chebar, porque acabo de hacer la campaña de esta diseñadora; si vamos a la playa usaré trajes de baño de Class Life (otra de las firmas de la que es protagonista), que son divinos. Para algo más de fiesta seguramente usaré modelos de Ménage à trois, de Amelia que la adoro y de Benito (Fernández), que también me encanta. -¿Por qué elegiste hacer este programa? ¿Qué te enganchó? -Sobre todo me gustó el proyecto, me resultó buena la propuesta, porque me habían hecho otras que no me enganchaban. Me terminó de cerrar todo porque, además, yo estoy en un momento como para empezar a hacer televisión. Hay que tener mucha pila, es mucho compromiso. Además, es como una prueba porque son trece o catorce capítulos este año, después vienen las vacaciones y el año que viene arrancamos con el descanso del verano. Está bueno esto de tener un plazo definido y no tener que empezar el año de entrada con un bebito tan chiquito. -Igual, al bebé, lo llevás a todos lados. -Si, él viene siempre (de hecho después de la embajada llegó a la producción de Luz en brazos de la madre de Dolores). Tengo la suerte de tener una familia generosa, mi mamá es un tesoro que me acompaña a todos lados, además laburo siempre con el mismo grupo de confianza y todos me dan una mano. -¿Cómo se hace para ser “la reina” en el mundillo de las modelos? -Eso fue una joda entre nosotros. -Pero que trascendió y por todos los medios. -Y bueno, trascendió, pero fue una joda entre nosotros. No me creo una reina, ni nada. Considero que es la suma de un montón de cosas. Primero tenés que tener buena onda con la gente que laburás, y siempre, porque todo lo que pasa circula y la gente se entera. Por ejemplo, si sos una caprichosa, todo el mundo lo sabe. Yo tengo buena onda, trabajo bien, sé hacer, pero además me creo una persona agradable. En lo profesional uno va aprendiendo: diferentes poses, cómo te queda mejor el pelo. Uno tiene que ser flexible y atender a lo que piden las productoras. -Después de posar tanto, ¿mirás a otras modelos de afuera? ¿Cómo te inspirás? -No miro a otras modelos, porque en el momento de las fotos tenés que actuar por vos misma. Es oficio, algo natural que se va aprendiendo . Así como un carpintero ya sabe manejar sus herramientas, la modelo sabe manejar su cuerpo. -¿Qué es lo más sacrificado de ser modelo? -La verdad es un trabajo que a mí me encanta y hoy siento que nací para esto. En mi vida me siento completa como madre y en mi profesión me siento súper establecida. Creo que fue una gran elección, que se dio por casualidad, por eso puedo decir que algo tuvo que ver el destino. Lo único que siento sacrificado, como le pasa a cualquiera que trabaja, es que cuando viajo, Valentino (su hijo más grande) se queda en casa y para mí eso es tremendo. Pero hay que aprender a convivir con esa realidad. -¿Lo más placentero? -Me encanta viajar, me encanta hacer desfiles, fotos, los comerciales, laburar en televisión. Además me gusta la moda. -¿Cuál es tu accesorio o prenda infaltable? -Los zapatos me encantan, tengo muchísimos y muchas carteras también, pero colecciono aros, tengo muchos, de viajes como a la India, por ejemplo. Soy bastante fanática del vestuario (risas). Pero una prenda que necesito tener siempre es un buen jean que me quede bien (como si algo le quedara mal…) y que me vaya con todo. Y ahora una prenda que ne-ce-si-to y no voy a poder conseguir es este tapado de leopardo que es de Jazmín (Chebar); me lo prestó porque está embarazada y ya no le entra, pero se lo voy a tener que devolver. -Es divino… -Todo el mundo me dice “que te lo regale, cómo no te lo va a regalar”. Pero es imposible porque lo encontró Susy, su mamá, en una feria de no sé donde y no me lo va a regalar. Es antiguo, es de los 50. -No hablás de dinero, de cuanto ganás o no ganás… -Es que me parece un poco ordinario. -¿Sos una chica políticamente correcta? -Yo creo que sí. Pero naturalmente correcta. Soy una chica de mi casa, me gusta cocinar, estar con mis hijos y a la vez disfruto de mi laburo… pero soy tranqui. En general no soy amante de los excesos. Y esto se transmite en una serenidad y una tranquilidad que hace que seas políticamente correcta. -Elegiste seguir un modelo familiar, siendo muy joven… -Si, porque encontré al hombre ideal, tengo unos hijos divinos y eso ayuda para que una siga el camino. -¿Este es tu modelo de perfecta felicidad? -Si, hoy me siento a full, una chica contenta. Reina íntima -¿El principal rasgo de tu carácter? -Me mataste…(piensa), la verdad no sé que decirte… que soy tranquila, todo me lo tomo con tranquilidad. Mis amigos me dicen “nunca te enojás”. Si, me enojo, pero con tranquilidad. -¿Discutís con tranquilidad? -Si, con Matías. Pero él es igual, compatibilizamos perfecto. Por supuesto que nos peleamos, pero nunca a los gritos, ni nos tiramos ceniceros, eso no. -¿Qué te cambia el humor? -Muchas cosas, a nivel sociedad hay cosas que me molestan, las que nos deben molestar a todos. Pero, para cambiarme el humor cotidianamente, la verdad es que le doy más importancia a lo que pasa adentro mío y dentro de mi familia, en mi entorno más chiquito. Que haya chicos laburando en los semáforos de noche, los piqueteros, el descuido con los recursos de nuestro planeta, como si tuviéramos otros miles para vivir…todo eso me molesta y me preocupa. Pero no estoy todo el día pensando en estos temas. -¿Por qué llorás? -Uno se angustia por cosas cotidianas. -Como ver a los chiquitos en la calle… -Claro, me ha pasado eso de salir a cenar. Estar comiendo y que llegue un nene a pedir algo. En esos momentos me pongo a llorar porque es algo triste, horrible, porque tengo hijos viste… Otra cosa fue cuando me llamó mi mamá para decirme que prendiera la televisión y viera el atentado a las Torres Gemelas. No por el ataque en sí contra Estados Unidos, ni por la política, porque nada de eso me interesa, pero tanta maldad en un ser humano… no puedo entender que en la naturaleza humana existan esas deformaciones horribles. -¿Qué cualidad valorás en un hombre? -Todas las que tiene mi marido: la tranquilidad… pero lo que más valoro es la sinceridad y la alegría de vivir. -¿La parte del cuerpo que más te gusta de Matías? -Todo en su conjunto es lindo. -¿La parte de tu cuerpo que más te gusta? -Y… mis piernas (risas). -¿Las seguís teniendo aseguradas? -No… y era un absurdo porque cuando sacás un seguro de vida, de ese tipo internacional, te preguntan si querés asegurar una herramienta de tu trabajo. Pero yo si me corto un dedo tampoco trabajo más, es lo mismo. No tenía sentido y salía una fortuna asegurarlas. -¿Actividad preferida en tus momentos de ocio? -Estar en mi casa, cocinar con los chicos, me encanta leer, pero la verdad es que últimamente tengo poco tiempo para hacerlo. Igual estoy leyendo cosas de padres, tengo un libro que me regalaron mis primos Ximena y Alejandro, ella es psicóloga y él es filósofo; uno de François Hartog, una psicóloga francesa muy interesante. -¿Tu rincón favorito? -La cocina. -¿Tu miedo más grande? -La soledad. O que le pase algo a alguien que quiero, sería tremendo para mí. -¿Tu mayor logro? -Mi familia, mis hijos. -¿Tu lema? -No tengo una frase célebre. -¿Un concepto? -Ante todo tratar de pasarla bien, ponerle buena onda a las cosas. Porque si uno se enrosca con las cosas malas terminás mal. En cambio, si uno tiene una actitud positiva todo cambia. -J. R.L