Rural
ABC en su cultivo
ALCAUCILES (*)
El alcaucil es un cultivo que tiene el suelo ocupado todo el año, para implantarlo los costos ascienden a $ 10.000 por hectárea, en tanto que los rendimientos varían considerablemente según la zona y el ambiente, podría decirse que el rango va desde los 6.500 a los 12.500 kilos por hectárea, marcas bastante inferiores a las que se logran en Europa o los Estados Unidos: entre 18.000 y 20.000 kilos por hectárea.
El alcaucil, también conocido como alcachofa es originaria en Etiopía y Egipto, desde donde se extendió a la Europa mediterránea, proveniente de ahí recaló en América. En Argentina se difundió, principalmente en la provincia de Buenos Aires, siguiendo por el sur de Santa Fe y Córdoba, para ingresar luego en Santiago del Estero. Es muy reconocida por sus propiedades medicinales en el tratamiento de distintas enfermedades; contribuye con significativos niveles de fibra que tiene efecto saciante y beneficia el tránsito intestinal. La planta, que en su aspecto se parece a los cardos, puede medir entre 90cm y 150cm y cuando alcanza su punto máximo de floración (desde principios del verano hasta fines del otoño) es bastantemente atrayente, como para no desentonar en el jardín. Disponer de condiciones climáticas adecuadas resulta fundamental para la producción de alcauciles. Se trata de una hortaliza de invierno, que prospera idealmente con temperaturas diurnas de 24ºC y nocturnas de 13º C, favorecida por la presencia de sol. El rango de temperaturas procedente para una buena cosecha de alcauciles se ubica entre 7 y 29º C, libre de heladas. Cabe destacar que el frío estimula la floración del alcaucil. En tanto que su ciclo vegetativo es menester que las plantas no se vean sometidas a temperaturas por debajo de los – 3,5º C, ya que de ocurrir una circunstancia de esta naturaleza, la cosecha se vería totalmente malograda. También es importante soslayar climas cálidos y secos, puesto que con escenarios semejantes, las brácteas suelen abrirse precipitadamente arruinando la terneza de la parte comestible y la consistencia del fruto. De sobrevenir tal situación, las alcachofas se desmejoran en su aspecto y el sabor se torna amargo. El alcaucil es bianual, comportándose a veces como trienal; presenta un sistema radicular penetrante, aún cuando se adapta a distintos tipos de suelo, prolifera mejor en los profundos, arenosos, fértiles y bien drenados. Los menos convenientes son los terrenos que presentan excesivo drenaje y poca retención de humedad; no obstante no tolera el exceso de humedad del suelo. Si bien se caracteriza por acomodarse a superficies con pH levemente alcalino y, mostrar tolerancia a la salinidad, si ésta es demasiado profusa se manifiestan laceraciones en las hojas internas del fruto y facilita la propagación de enfermedades. Los alcauciles no solamente pueden establecerse a partir de semillas, también es posible lograrlos a través de gajos, estos pueden adquirirse en viveros o extraerse de plantas que evidencien un buen desarrollo, escogiendo aquellos más pujantes. La práctica de gajos y trasplante presenta la ventaja de lograr sembradíos muy homogéneos; por lo apuntado, en las explotaciones comerciales esta metodología es la mayoritariamente empleada. Los esquejes se trasplantan al promediar la primavera, a diferencia de la siembra por semilla que se efectúa a fines del invierno. Para lograr una plantación ideal, la distancia entre plantas debería ser de 1,2 metro. El riego juega un papel preponderante en las etapas de desarrollo de la alcachofa; dada la importancia que reviste un buen arraigado y, que el mismo se logra a partir de una adecuada humedad en el suelo, el regado en el período de implantación es fundamental. Tampoco debe faltar el agua durante la fase de formación de frutos, ya que de ocurrir será deficiente la calidad de ellos. Aún cuando el regado es factible realizarlo vía manta y goteo, el efectuado por aspersión es más beneficioso puesto que genera un ambiente de humedad alrededor de la planta. De todas maneras debe evitarse el riego excesivo, ya que se trata de una especie proclive a la podredumbre de la raíz. La demanda de fertilizantes es inferior a los requerimientos de la mayoría de los cultivos hortícolas. La técnica universal empleada para una mayor fructificación radica en corte del brote principal. Se recomienda practicar una poda rigurosa en el primer año tras efectuarse la recolección, al momento que la planta comienza a secarse, de esa manera se beneficia el desarrollo de los gajos que aseguraran la producción del año siguiente. Por regla general la cosecha es iniciada después de mediados de abril, siendo normal que la misma se extienda hasta bien avanzado el invierno, allí se cumple una primera etapa en que aproximadamente se recolecta el 30% de la producción, el 70% restante se levanta en un tramo posterior entre diciembre y enero. La tarea se realiza a mano, cortando las alcachofas con una parte del tallo no mayor de 10 cm. Cabe destacar que la yema comestible, compuesta por un cono de brácteas, se la extrae en estado inmadura, en tanto que la selección se efectúa con el criterio de tamaño y densidad. Los frutos que se destinan para la ingesta directa, son aquellos dispuestos de yemas compactas y bien formadas, que presentan su tono verde característico, el tallo debe observar un corte uniforme, debiendo presentarse exentos de lesiones, sean éstas por razones de manipuleo insectos o defectos. Resulta conveniente proceder al enfriamiento de los alcauciles tras la cosecha, razón por la cual es corriente utilizar hielo en su empacado. El alcaucil es un cultivo que tiene el suelo ocupado todo el año, para implantarlo los costos ascienden a $ 10.000 por hectárea, en tanto que los rendimientos varían considerablemente según la zona y el ambiente, podría decirse que el rango va desde los 6.500 a los 12.500 kilos por hectárea, marcas bastante inferiores a las que se logran en Europa o los Estados Unidos: entre 18.000 y 20.000 kilos por hectárea. De todas maneras, se puede catalogar de una explotación con buena rentabilidad, con valores muy cambiantes, precios máximos que se obtienen entre mayo y julio y el piso que se expresa sobre fines de octubre, dependiendo de las oscilaciones anuales del mercado internacional las variaciones entre el máximo y el mínimo puede producirse variantes del 500%. (*) Recibido por Corrientes al Día de Juan Carlos Giménez Ramírez; www.pregonagropecuario.com.ar
Rural
Pobreza intelectual en la sanción de la modificación de la ley de Manejo del Fuego
COMUNICADO DE CARBAP
La reciente sanción en el Senado Nacional de las modificaciones a la Ley de Manejo del Fuego 26.816, las cuales prohíben por el término de treinta (30) años desde la extinción del fuego cualquier actividad agropecuaria que sea distinta al uso y destino que la superficie tuviera previo al momento del incendio, independientemente si el incendio fuera provocado o accidental, claramente atenta contra el productor agropecuario y su seguridad jurídica.
Esta nueva prohibición, además, se aplica a las superficies con bosques implantados o nativos, sumando nuevas restricciones a las ya existentes en la ley de bosques por hasta sesenta (60) años.
Es de destacar que estas restricciones afectan profundamente el derecho de propiedad, además de ser aplicadas incluso a aquellos individuos que no son culpables de estos incendios en el caso de situaciones naturales, provocados por terceros o accidentales, tan comunes en el sur de nuestras provincias de Bs As y La Pampa en campos lindantes a vías del ferrocarril en tiempos de seca. Se trata de una situación insólita e inconstitucional, porque se impide disponer del inmueble alterando el derecho a la propiedad.
Del mismo modo los propietarios deben soportar las consecuencias de la ineficiencia de un Estado que no es capaz ni de prevenir incendios tanto accidentales o como consecuencia de actos de vandalismo como así tampoco de aprehender y someter a la justicia a quienes lo hubieran originado.
Estas modificaciones a la ley, que limitan el uso privado y comercial de tierras incendiadas, plantean una mirada prejuiciosa y muy injusta sobre el productor agropecuario, en quien recae la culpabilidad del hecho aun no siendo responsable, afectando la garantía constitucional de presunción de inocencia, quien además de haber perdido su capital de trabajo o sus inmuebles por estos hechos debe enfrentar una condena por un evento sobre el cual no tiene responsabilidad alguna y restricciones por décadas.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), entendemos que esta nueva ley es el resultado de la incapacidad intelectual de los legisladores en la búsqueda de herramientas lógicas, inteligentes y realistas para atender una problemática seria y compleja, ante la fácil y sencilla receta de aplicar políticas partidarias en temas legislativos nacionales, actitudes revanchistas y castigos en lugar de reales soluciones autosaboteando al país al condenar previamente al productor impulsando normas que promueven incertidumbre sectorial .
Rural
Elaboran mapa de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes
Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.