Finalmente en una jornada muy polémica, el nadador del Club de Regatas Corrientes, Luciano Fernández (14 años), se consagró campeón del Nacional, La República, en 100 metros Libres. El misionero pasó las mil y una, desde largar desde una cajonera rota, quedar al borde de la eliminación con un tiempo insólito y hasta un podio en donde le dieron la presea plateada, que después tuvo que devolver.

Las medallas que luce en su pecho son el fiel reflejo del logro alcanzado. Sólo por eso se puede dar fe de lo que aconteció en la última jornada del Campeonato Nacional, La República 2007, para las categorías Menores y Cadetes, que terminó el último domingo en la piscina descubierta de 50 metros de la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester, en Provincia de Buenos Aires. Es que la Federación de Natación Norte de Buenos Aires (FANNBA), organizadora del torneo, y la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos (CADDA), entidad fiscalizador, no dieron información oficial de lo que aconteció el domingo último. Con orgullo, el misionero de 14 años, Luciano Fernández, representante del Club de Regatas Corrientes, al inicio de la charla, dijo que “son dos medallas porque una te da la CADDA y otra la FANNBA que organizó el torneo. Lo cierto es que soy campeón de La República en 100 metros Libre, en la categoría Cadete 2”. UNA HISTORIA INCREIBLE Para conocer en detalle la odisea del domingo, Fernández, que hace seis meses es nadador de Regatas, antes representaba a Independiente de Posadas (Misiones), comenzó por las series eliminatorias. “Las conejeras estaban muy flojas, como rotas. A la mañana del domingo se rompió la del andarivel 2 y la mía se movía mucho, pero igual nos hicieron largar. Cuando llegamos anularon la prueba, y a los quince minutos nos hicieron correr de nuevo, con las conejeras más o menos arregladas. Algo increíble porque no nos dieron tiempo de recuperación, al punto que chicos que en la primera carrera lograron tiempo de clasificación, en la segunda se quedaron afuera”. “A la tarde –prosiguió-, con todas estas anomalías, pusieron a los mejores dieciséis nadadores en la final, pero cuando fui a correr me di cuenta que la conejera seguía rota, discutí con el juez de partida, porque todo me parecía muy injusto. Son seis meses trabajando, con mucho sacrificio y veía que todo se estaba tirando por la borda”. PROBLEMAS POR TODOS LADOS Al ser consultado por qué se corrió una final con dieciséis nadadores, cuándo habitualmente sólo se hace con ocho, Fernández comentó que “en los 100 metros Libre hubo casi cuarenta chicos en las eliminatorias, y llegamos dieciséis a la final, y no ocho como habitualmente es, por un problema técnico, y así largamos dos series de ocho, lo cual yo tenía el peor tiempo, no se porque, algo realmente insólito cuando tenía tiempo para estar entre los mejores. Inentendible”. LA FINAL Al comentar la final, Fernández primero aclaro que la misma “se corrió después de las 22. No se si hacía mucho frío –se ríe-, lo hacía, pero los nervios también me estaban consumiendo. Yo era pura ansiedad, tenía la cabeza en otro lado, por las discusiones, las largadas anuladas, primero por la cajonera, después porque la chicharra de largada no funcionó, todo muy extraño y difícil de superar”. “Gané bien –prosiguió-, por bastante diferencia respecto al segundo y los otros chicos, por lo que estaba contento, pero sabiendo que tenía que esperar la otra final para saber si hacía podio o no”. EL PODIO, MÁS INCERTIDUMBRE “La otra final –comentó- se la notó muy lenta y así también lo vieron otros entrenadores que hicieron tomas de tiempos, por lo que suponía que seguro hacía podio. Cuando me llamaron a podio me dijeron que estaba segundo. Bueno, ningún problema. Nos dieron las medallas en la ceremonia y todo bien. A la hora, un entrenador local junto al juez nos dijeron que teníamos que devolver las medallas. Yo no entendía nada, era todo muy insólito que pase esto, con una rectificación de podio”, dijo Fernández, relatando lo que vivió ya pasadas las 23 del domingo. “Yo era todo nervio –continúo-. El chico que le dieron la medalla de oro, me dijo que por la filmación se dio cuenta que yo había salido primero, y fue así. El primero terminó tercero, el tercero segundo, y yo primero, no lo podía creer”. “FANTASMA” AGRADECIDO Para finalizar, Fernández explicó por qué corre para Regatas Corrientes. “Yo a los once años ya vine a probarme. Le gusté mucho a “Leo” (Cabral) y Sergio (Sainz), pero decidí volver a Posadas porque no estaba muy metido en la natación, hasta que logre el bronce el año pasado en la misma competencia y ahí me enchufe en la natación y decidí venir a Regatas”. “Acá es otra cosa, tenés infraestructura, apoyo de todos y podes nadar todo el año, no como en Posadas en donde en invierno te morís de frío. Regatas es algo formidable, que no hay en la región”, dijo muy entusiasmado Fernández, recordando su paso por Independiente de la siguiente manera: “San Isidro 2006, por ejemplo, me prepare seis meses y en dos semanas antes tuve angina roja, me pusieron penicilina y eso me resto muchas posibilidades y se te caen sueños. Fui y terminé con el bronce y eso me disidió a meterme de llenó a la natación”. Para finalizar, Fernández agradeció a “Amanda y al Club de Regatas que desde que llegue acá me recibió con los brazos abiertos y me dio todo, y estas medallas se las dedico a todos los que apoyan y me ayudan, y a los que no confiaban en mí”.