Todos ganaron en sets corridos y con tareas convincentes. Ya habían superado el debut Gastón Gaudio y Agustín Calleri, quienes vuelven a jugar hoy.

Fue una segunda jornada de lujo para el tenis argentino en el Abierto de Australia. Guillermo Coria, Guillermo Cañas y Juan Ignacio Chela debutaron con contundentes victorias y se sumaron a Gastón Gaudio y Agustín Calleri, ganadores en el día de apertura. Coria protagonizó una especie de práctica con público en el estadio Rod Laver, el más importante del complejo. Necesitó 97 minutos para deshacerse por 6-2, 6-4 y 6-0 del checo Tomas Berdych, un rival al que acaso vuelva a enfrentar en Buenos Aires por Copa Davis. De la lesión en el hombro derecho no parece haber rastros: el santafesino ofreció un show de passings paralelos y drops de su sello. Un dato: apenas cometió tres errores en el primer set. Lo espera mañana el español Alberto Martín o el brasileño Ricardo Mello, y cualquiera de los dos deberá hacer bastante más que Berdych para complicarlo. Cañas resolvió con sencillez un partido que lo tenía como favorito ante el local Chris Guccione. Y de no ser por cierto apuro en el final (ganaba 5-4 en el tercero y dispuso de un match-point), pudo haber sido más sencillo aún. La zurda del lungo wild-card casi no le hizo daño, y fue 6-4, 6-2 y 7-6 (7-4). Tiene un cuadro accesible y mañana va por el español Fernando Verdasco. La más dura de las victorias de ayer, y acaso por eso la más valiosa, fue la de Chela, vencedor de otro local, Wayne Arthurs, por 6-4, 7-6 (7-4) y 7-6 (7-1). El típico duelo entre el sólido jugador de base y el obsesionado por definir en la red quedó para el más paciente, para el que erró menos. Ya en la madrugada argentina, para cerrar la primera rueda, José Acasuso afrontaba un duro duelo con el chileno Fernando González, Mariano Zabaleta jugaba con el local Mark Kimmich, y David Nalbandian buscaba su primera victoria en cuatro partidos ante el español David Ferrer. El primer Grand Slam del año había comenzado a pura fiesta. Y con victorias argentinas en una jornada que tuvo un enorme colorido y una concurrencia de 49.049 personas. Y en las canchas, a pleno sol, Gastón Gaudio y Agustín Calleri dieron su primer paso con autoridad, aunque Juan Mónaco se despidió tras jugar un partidazo con el norteamericano Mardy Fish. El debut de Gaudio en el Margaret Court no pasó demasiados sobresaltos. Su rival, el estadounidense Justin Gimelstob, mostró su irregularidad y el campeón de Roland Garros, buena actitud en el primer tie break. Allí jugó agresivo, se adueño de la situación, arriesgó y ganó. Pese a tirar la raqueta, hablar con su entrenador y mostrar algún disgusto, el dueño del revés mágico abrió así la puerta de la victoria. Fue 7-6 (7-3), 6-4 y 6-3 en 2 horas y 15. Casi se arma un choque argentino, de no ser porque el subcampeón olímpico, Mardy Fish, le ganó 9-7 en el quinto set a Pico Mónaco. El 2-6, 6-0, 6-4, 4-6 y 9-7 en 203 minutos de juego habla de la paridad que hubo y de lo cerca que estuvo el chico de remera amarilla con negro y gorrita para atrás. Ni la banda de argentinos ubicados en uno de los laterales de la cancha 7, ni su entrenador, Luis Lobo, ya en cueros, o la presencia de Calleri y del español Rafael Nadal le alcanzaron para lograr un gran triunfo, pese a estar muy cerca en el quinto, cuando quedó 4 a 3 arriba y su saque. Si Mónaco hubiera mantenido el nivel del primer set, la historia habría sido otra. Pero Fish será hoy el rival de Gaudio. Lo de Calleri también fue muy bueno. El pupilo de Pablo Martín tenía que estar fino en el saque y la devolución para combatir al bielorruso Max Mirnyi, un hombre acostumbrado a las canchas rápidas y poco amante de los largos peloteos. Y lo hizo con precisión, 15 aces, muy buena devolución y esa derecha que, cuando anda bien, lastima. También fueron cinco sets (6-4, 5-7, 6-4, 4-6 y 6-4) que el cordobés terminó festejando con el puño cerrado y un ¡vamos! Pero el sorteo no fue nada benévolo con el Gordo, a quien espera hoy el sueco Thomas Johansson, campeón acá en la edición 2002. (Fuente: Clarín.com)