Durante los días 6 y 7 de octubre, Corrientes asistirá al estreno de la ópera “El Barbero de Sevilla” de Gioacchino Rossini, la nueva coproducción realizada entre el Instituto de Arte del Teatro Colón de Buenos Aires (ISA) y la Subsecretaría de Cultura de Corrientes, dependiente del Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia.

Se trata de un nuevo resultado del Programa de Fortalecimiento del Canto Lírico y la Danza que, desde 2005, ejecuta la Subsecretaría de Cultura sustentado luego por un acuerdo de cooperación con el Teatro Colón de Buenos Aires. De esta manera en septiembre de 2006 el programa exhibía su primer logro: La Traviata, que se constituyó en uno de los puntos mas altos de la temporada agotando localidades en sus dos representaciones. Esta actividad, de promoción al desarrollo de la danza y la lírica, coordinada por la Dirección de las Artes Escénicas y de la Música tiene como objetivo dar un soporte efectivo al desarrollo de la opera y la lírica -y a sus actores- en la región a través de la asistencia prestada por docentes del máximo nivel nacional. A través de esta acción, se reafirma un espacio de trabajo que contiene a músicos, formadores, artistas, estudiantes que participan en la puesta juntamente con artistas invitados del Instituto de Arte del Teatro Colón. La dirección general estará a cargo del Maestro Bruno D`Astoli, quien ya se encuentra en Corrientes al frente de los ensayos de cantantes y músicos locales. Desde el lunes se sumarán los cantantes y técnicos del ISA del Teatro Colón de Buenos Aires. Esta decisión de la provincia de Corrientes posibilita el trabajo integral de cantantes de carrera, regiseur, escenógrafos, iluminadores, técnicos, repertorista, caracterizadores, posibilitando el crecimiento de los artistas de la región. LA PARTICIPACIÓN LOCAL En suma, el programa de Programa de Fortalecimiento del Canto Lírico y la Danza se sustenta con el esfuerzo de una amplia gama de actores que, finalmente, redunda en resultados más que óptimos en materia de oferta cultural, lo cual ha se traduce en los reconocimientos obtenidos. En 2006, ha sido declarado de interés cultural y educativo por las provincias de Corrientes y Chaco. Por parte del ISA del Teatro Colón de Buenos Aires, el programa esta supervisado por su titular, la Lic. Ana Massone; la coordinación local se encuentra en manos de la Dirección de las Artes Escénicas y de la Música, a cargo de Eduardo Sivori, y un staff de colaboradores que integran desde la asistencias técnicas, la Prof. Silvia Foussal, la Mª. Andrea Fusco, desde la Orquesta Sinfónica de la Provincia y desde el Programa Provincial de Coros, el Mº. Alejandro Bendersky. Las entradas están en venta y se pueden adquirir en el Teatro Oficial “Juan de Vera” de la ciudad de Corrientes – San Juan 637 / Te. 03783 – 427743. “EL BARBERO DE SEVILLA” Es una ópera bufa, drama jocoso o de tenor cómico, realizada en dos actos que pertenece a Gioacchino Rossini. El libreto de Cesare Sterbini está basado en la comedia del mismo nombre de Pierre-Augustin de Beaumarchais. También se basaron en esa comedia otras obras musicales importantes, que por un tiempo lograron triunfar pero que no lograron su permanencia en el tiempo como “El Barbero de Sevilla”, que todavía es una de las obras permanentes en el repertorio operístico. Fue estrenada en el Teatro Argentina de Roma el 20 de febrero de 1816. Rossini escribió esta ópera en un tiempo récord, pues el contrato de la ópera se firmó menos de dos meses antes de su estreno. Muchos años después, Rossini alegaba que la terminó en sólo trece días. Sin embargo, es muy probable que el tema de Fígaro hubiera rondado por su cabeza desde mucho tiempo antes de su composición. La obertura de esta ópera se toca con frecuencia como pieza de concierto. Su carácter alegre, gracioso, y humorístico prepara sicológicamente al público para el ambiente en que se desarrolla el resto de la ópera. Se sabe que su música había sido utilizada por el compositor como obertura de dos óperas anteriores. Sin embargo, ha quedado ligada de manera permanente a ésta, una de sus obras maestras. La obertura también fue utilizada como marcha de la banda de guerra del Ejército Mexicano en tiempos de Santa Anna. Los personajes de la misma son: “Rosina” (Mezzosoprano) la protegida del Doctor Bartolo (cuyo registro es el de Bajo, y es bufo). El conde de Almaviva, un noble de la ciudad que utiliza el alias de Lindoro (Tenor), Figaro, el barbero de Sevilla, un simpático personaje (Barítono), Don Basilio, (Bajo) maestro de música y cómplice del Doctor Bartolo en su afán de contraer nupcias con su protegida Rosina. También completan esta obra los siguientes personajes: Berta (Contralto) que es la camarera del Doctor Bartolo y Fiorello (Bajo) el sirviente del Conde de Almaviva. Gioacchino Antonio Rossini nació en Pesaro, Italia, el 29 de febrero de 1792 y falleció en París el 13 de noviembre de 1868. Un gran compositor italiano, conocido especialmente por sus óperas cómicas (en un famoso encuentro con Beethoven, éste le indicó que siguiese componiendo muchos “Barberos de Sevilla”), pero con numerosas aportaciones también en el mundo de la ópera seria (la bellísima obra “Tancredi”, por ejemplo). Afianza los conocimientos recibidos en su seno familiar en el conservatorio de Bolonia. Casi accidentalmente (a petición de unos amigos), comienza a componer óperas (1810) y, dado el éxito que logra, no dejará ya de hacerlo…. hasta 1829 año en que culmina su gran ópera Guillaume Tell. Entre tanto, compone algunas de las obras más conocidas de todo el repertorio operístico. Lo que podríamos llamar la primera parte de su vida, se desarrolla en Italia, donde recorre las principales ciudades presentando sus óperas. En esta época se producen muchos de sus conocidos “pasticcios”, o autoplagios que se producían porque tenía que componer numerosas obras cada año y, no estando las ciudades italianas especialmente bien comunicadas, se dedicaba a cortar y pegar trozos completos de óperas anteriores para presentarlas en el siguiente lugar de estreno. Destacan las composiciones que hizo (especialmente para el Teatro San Carlos de Nápoles) para una conocida cantante de la época, Isabel Colbran, con quien se casó y formó pareja musical durante muchos años. A medida que avanzan sus composiciones, éstas van adquiriendo un mayor grado de dificultad vocal, tanto que desde mediados del siglo XIX hasta los años setenta del siglo XX, muchas de sus obras se creían imposibles de cantar, (sobre todo para la cuerda de tenor) hasta la irrupción de “superhombres” como Chris Merritt y Rockwell Blake, y otros importantes como William Matteuzzi, Ernesto Palacio, Ramón Vargas, Raúl Giménez, etc, que emulan a los grandes Giovanni Davide y Andrea Nozzari Poco a poco va agotando los recursos de su composición italiana y, tras dos óperas que exigen el máximo virtuosismo y la mayor dificultad vocal (Semiramide y Zelmira), pero contienen también la máxima belleza, se desplaza por otras partes de Europa, afincándose finalmente en París (definitivamente en 1825). Esta segunda parte de su vida será muchísimo menos prolífica en lo musical que la italiana (en Italia, entre 1810 y 1823 compuso 34 óperas; cuando, por ejemplo, Verdi, tardó más de cuatro años en componer Aída). Comienza su época francesa con alguna ópera en italiano y sobre todo con la reelaboración en francés de óperas ya estrenadas en Italia (el Sitio de Corinto es una reelaboración de Maometto Secondo , Moisés y Faraón es una reelaboración de Moisés en Egipto, el Conde Ory es una reelaboración del Viaje a Reims). Culmina esta producción con una grandiosa (por calidad, emoción y duración de más de cuatro horas) ópera en francés: Guillermo Tell. Curiosamente, ésta será su última ópera (cuando le quedaban varias decenas de años de vida por delante). Es este uno de los grandes temas de la iconografía operística actual. BRUNO D´ASTOLI, EL DIRECTOR Bruno D´Astoli fue en varias temporadas director musical del Ballet Estable del Teatro Colón y, en la actualidad, tiene a su cargo la titularidad de la cátedra Preparación y Dirección de Ópera y en el perfeccionamiento de la carrera de Canto Lírico del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Desde 1998 es director musical permanente de la Orquesta Académica del Teatro Colón. D’Astoli ha sido profesor titular de la cátedra de Dirección y Titular de la Orquesta del Teatro Argentino de La Plata. Sus últimos y más importantes trabajos comprenden la concertación de la ópera “Lolantha”, de Tchaikowsky; una nueva producción de ” Le nozze di Figaro”, de Mozart, y los estrenos de ballet “La Bayadera”, de Minkus-Petipa-Makarova, y de la farsa lírica “La venganza de Don Mendo”, del compositor argentino Ernesto Mastronardi. En 1994, tuvo a su cargo la dirección de “Onegin”, de Tchaikowsky-Cranko, con el ballet estable del Teatro Colón; en 1995, asumió una nueva producción de “La flauta mágica” para el Teatro Argentino de La Plata; el estreno en el Teatro Colón de la ópera “Saverio el Cruel”, del compositor argentino Fernando González Casellas; las reposiciones de “La Médium”, de G. Carlo Menotti, y “La Scala Di Seta”, de G. Rossini, ambas producciones del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón con la Orquesta Académica del mismo teatro. Dirigió además el estreno de su concierto para violoncelo y orquesta con la Sinfónica Nacional y en las últimas temporadas las representaciones de la ópera “Aurora”, de Héctor Panizza, y de “Il prigioniero”, de Luigi Dallapiccola. Ha sido en varias temporadas director musical del ballet estable del Teatro Colón y en la actualidad tiene a su cargo la titularidad de la cátedra de Preparación y Dirección de Ópera y en el perfeccionamiento de la carrera de Canto Lírico del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.