La fama y el dinero pueden ser un cóctel explosivo para muchas estrellas, ya que las convierte en jóvenes actrices con un ego superlativo muy dado a los caprisos, a las salidas de tono o simplemente a aguarles el carácter. Son las divas del siglo XXI, sólo que mucho más pasadas de rosca que sus antecesoras.

A pesar de que en los últimos años se nos venda que son igual que el resto de los mortales, lo cierto es que se parecen más a las mujeres desquiciadas y neuróticas que pueblan las obras de Tennessee Williams, ya que, en su vida real, coleccionan manías y paranoias varias que superan incluso a las que pueden interpretar en la ficción. Imaginación no les falta para hacer tropelías. DESPIDO IMPROCEDENTE El penúltimo ejemplo, porque siempre hay alguna dispuesta a superar a su antecesora, es Leighton Meester, la protagonista de «Gossip Girl», quien contribuyó activamente para que despidiesen a su compañera de la serie, Nan Zhang, porque no le caía bien. Un día Leighton decidió que no le gustaba su compañera de trabajo. Lo siguiente fue llamar al productor de la serie y, al día siguiente, Zhang estaba despedida sin ofrecerle demasiadas explicaciones. Megan Fox es otra que se está significando por sus rarezas. Sin duda, el éxito se le ha subido a la cabeza. No se puede justificar de otra manera que pidiese a los productores de «Transformers 2» que no contrataran para el filme a ninguna chica que fuese morena. Ella misma se encargó de revisar las cintas en las que se grabaron los «casting» de las actrices. Todas las que fueron elegidas eran bellísimas y rubias. No había ninguna de pelo oscuro que amedrentase a Megan, cuya inseguridad es tan grande como su ego. La joven ya ha demostrado que tiene madera de diva. Otra cosa es que se lo consientan, aunque, por ahora, las buenas recaudaciones de sus películas son un buen colchón. DUELO DE DIVAS Una de las que creó escuela en este sentido fue Shanen Doherty. Después de unos años desaparecida del mapa, regresa a «90210» para volver a interpretar el personaje de Brenda Walsh. A sus treinta y siete años vuelve a Beverly Hill como invitada del colegio que la hiciera famosa hace doce. Lo más curioso de este «revival» es que dejó la serie por sus constantes peleas con Jennifer Garth, que también intervendrá en el serial. En internet ya hay apuestas para ver cuánto durarán las dos actrices trabajando juntas sin dirigirse la palabra. Ellas han intentado apaciguar los ánimos. «Tenemos más experiencia, hemos madurado, y estoy segura de que no habrá problemas», comentó Garth a una cadena de televisión estadounidense. Nadie lo duda, lo que sí se pone en cuarentena es si Doherty será capaz de controlar su temperamento irascible. Pero no todo son malas noticias. Quien sí parece que se ha recuperado es Lidsay Lohan quien, tras sus excesos con el alcohol y demás sustancias, ha encontrado la estabilidad junto a la DJ Samantha Ronson.