Opinión
Crónica de una sentencia anunciada
CONSIDERACIONES INTEMPESTIVAS (*)
Si no estuviera muerto, no cabe duda que sería otro correntino, Acdel Edgardo Vilas, el General del Ejército Argentino sentado en el banquillo de los acusados, en Tucumán, para ser servido en bandeja, como un chivo expiatorio de lujo, a los terroristas y sus compañeros de ruta que hoy por hoy han asaltado el poder en nuestro país.
De paso les hubiera servido para abrochar a la Isabelita con una causa. ¡Lástima que la cancillería española no les diera este gusto no! Acabamos de ver terminar uno de los actos del gran circo montado por los antiguos terroristas que allá por los setenta asolaran nuestra república. Claro, éstos no son los valientes y arrojados, casi todos esos murieron. Éstos son los que rajaron como las ratas por los tirantes “al exilio”. Por supuesto un exilio dorado, no en Cuba, Corea del Norte, Argelia o algún otro paraje horrible de esos donde había que atragantarse con el socialismo real, sino que, haciendo el gran sacrificio, se instalaron en Francia, Suecia, España, Italia y otros lugares así, para desde allí, a distancia prudencial y gozando de un nivel de vida como la gente, exigirle a grito airado a los que se quedaron ¡que pelearan como buenos antes que ceder frente a los milicos y se tomasen buenamente las pastillas de cianuro que ellos con total solidaridad se tomaban el trabajo de mandarles. Desde luego, no faltan tampoco entre esos los que para salvarse vendieron hasta el alma, y en el camino ¿por qué no? desollaron también la piel de algún compañero como rescate del suyo. Entretanto, armaron con la complicidad de la izquierda internacional y papanatas como el ¿juez? Garzón, la telaraña en que esperaban enredar a sus antiguos enemigos. Hasta – parece que fue Duhalde -, se inventaron un nuevo vocabulario donde la palabra “terrorismo de estado” ocupa el lugar de honor. ¿Cómo puede ser terrorista el que tiene a su favor la ley y el monopolio de la fuerza? La cosa es que inteligencia y cinismo no les faltan y aquel soneto vendió. Acá en Corrientes parece que la zarzuela la montaron quienes tomaba usaban biberones cuando ellos, los Chicos del Terror, montonereaban jugando al ¡dale, fabricate una bomba! con la amonita. 0 como el bueno de Vassel que estudió en la Plata y al que la carismática Hebe, Reina de los Baños Químicos, envió para lograr ordenar un sainete maquillado de juicio y lograr algunas condenas bien feroces. Hecho el trabajo, se volvió a Buenos Aires a cobrar su premio. En el camino, y por las dudas, Diana Conti vino y les dijo desde el vamos a los jueces lo que se esperaba de ellos. ¡Claro! Los pobres, con tanto empaparse de ese asunto de la obediencia debida cumplieron como si fuesen descendientes del Cabo Savino, el Sargento Toro o el Segundo Comandante Hilario Corbalán. Después de todo también había que embadurnar a algún gendarme. Ahora le toca el turno a Bussi. Con máscara de oxígeno o con pulmotor pero lo quieren en el escenario porque sino la obra de teatro la comedia no vende. Especialmente hoy, que hace falta tapar como sea el desastre en que han convertido a nuestro pobre país, capitaneados por Ojo Piromaníaco y su emperifollada Dulcinea, quien tiene tanta odio a un uniforme que si el heladero tiene puesto uno no compran ni un cucurucho. ¿Para qué perder el tiempo en especulaciones? No hay que ser Horangel o Ludovica Squirru para saber lo que iba a pasar. Estos son juicios políticos y de la política más grosera y perversa que hayan perpetrado jamás contra los argentinos. Conociendo de qué profecías salieron los bueyes que estamos viendo arar, nunca hubo ninguna duda que a Demarchi and company les iban a indexar las penas al máximo. Siempre se supo que los jueces no tenían lo necesario para resolver nada que no fuese poner las cabezas de los acusados en una bandeja y ofrecérselas, humildemente, bajas las testas, al Herodes del Terror y sus secuaces. Bastó con que una Salomé postmoderna revoleara un poco la Luis Vuitton. A la hora de la sentencia, estuvieron no sólo algunos de los cerebros de la cosa, sino también unos cuantos politicastros que están apiolados de que hay que hacerse ver cerca de la guillotina el día de la matanza, so pena de quedarse descolocado cuando haya algún repartito de venga del gran elector. En especial si se trata de esas indemnizaciones hasta por las dudas, que han enriquecido a tantos de esos antiguos terroristas cuadrilla, y creado una nueva clase social en la Argentina. Y lo mismo pasa ahora. Bueno, malo, o más o menos a Bussi lo van a crucificar con una perpetua y van a tratar de que, así tuviera cien años, reviente en la cárcel común como un Mengele Argentino. Pero, claro TUCUMÁN ANTES DE VILAS Tucumán: Antes del Golpe de Estado Años de Gran Convulsión: Nadie podía imaginar, cuando en Tucumán arreciaban las violentas manifestaciones, había gran cantidad de paros y huelgas, se sucedían las “Tomas” de Facultades, se producían dos “Tucumanazos” y algunos hechos aislados de subversivos (ocurridos entre 1967 y 1970). Tupida vegetación de los Montes Tucumanos Con el accionar de los Montoneros (peronistas de izquierdas) y del Ejército Revolucionario del Pueblo (Marxistas). La se fue intensificando desde 1971 a 1975, partiendo desde cuando los sucesos sangrientos adquirieron gran magnitud y la guerrilla del ERP ya estaba instalada en los montes tucumanos. Esto motivó a la Presidenta Constitucional, María Estela Martínez de Perón a dictar el decreto 261 que ordenaba “aniquilar” la subversión a partir del 9 de Febrero de 1975. En 1971 los subversivos coparon la Casa Histórica con su guardia , pintando leyendas en las paredes con aerosol. Asaltaron la sede de la Policía Municipal, la Dirección de Estadísticas en busca de mimeógrafos y de planos, el puesto policial de La Banderita donde se proveyeron de armas, robaron negocios. Se hizo habitual confiscar camiones con víveres y repartirlos en Villas de Emergencia. Atentados: Mientras se desarrollaba un paro docente y los estudiantes recurrían a la ocupación de facultades, la Jefatura de Policías de Av. Sarmiento y Junín (en San Miguel de Tucumán) era objeto de un atentado con una bomba. Otra bomba hacía volar las vías del ramal San Miguel de Tucumán – Tafí Viejo. Concentraciones, manifestaciones y disturbios eran el escenario cotidiano del centro de la ciudad. El auto del intendente de la Capital tucumana fue incendiado. La policía practica muchos allanamientos y detenciones pero la violencia no cede. El puesto policial de San Felipe es atacado por extremistas que hacen volar con explosivos el Club House de Golf del Jockey Club en Yerba Buena. S.M. de Tucumán Yerba Buena Tafí Viejo Lules Famaillá Monteros En 1972 la situación empeora con protestas gremiales y de estudiantes con serios incidentes: asesinato de un dirigente metalúrgico, quema de un ómnibus y de vagones, esta último de mano de judiciales, actos “relámpagos” de estudiantes, lo que tuvo en vilo a la ciudad entre los meses de junio y agosto. En junio fuerzas del Ejército desalojaron la Quinta Agronómica (Complejo que alberga algunas facultades de la Universidad Nacional de Tucumán). La policía, luego de incidentes, se enfrenta a los estudiantes donde muere Víctor Alberto Villalba. La guerrilla siguió repartiendo comestibles en villas pobres, asaltando comisarías y colocando bombas a empresas extranjeras como IBM, Philips y laboratorios. Extremistas Liberados: Mientras el 25 de mayo asumía el nuevo presidente constitucional Héctor J. Cámpora en Tucumán lo hacía Amado Nicomedes Juri. Ese mismo día en horas de la noche Juri fue a la cárcel y liberó a los extremistas presos allí. En 1973 el accionar extremista siguió adelante. El inspector mayor de la policía, Hugo Guillermo Tamagnini, que era uno de los jefes de la lucha antisubversiva, fue emboscado cuando iba en auto por la Av. Solano Vera, a la altura de La Rinconada (Yerba Buena).También en esa época el inspector Capraro fue asesinado en la zona de Tribunales. El año 1974 fue peor: los atentados se multiplican, hay explosiones a granel y ya todas las noches es común escuchar estampidos de bombas. Edificios como el Sindicato de Gráficos, la Dirección de Trabajo, la Asociación de Prensa, el Colegio de Abogados, la Facultad de Derecho de la U.N.T., el Comedor Universitario, el Diario El Pueblo, el Senado y casas de gremialistas, políticos o presuntos guerrilleros son voladas con bombas y cargas de trotyl. Asesinato del Capitán Viola: Los extremistas tomaron un puesto policial sobre la Ruta Nacional Nº 9, se apoderaron del pueblo de Acheral (Dpto. Monteros), donde ensayaron un desfile y en la capital tucumana, en la esquina de las calles Ayacucho y San Lorenzo emboscaron al Capitán Humberto Antonio Viola. Los extremistas mataron a balazos al militar y a una de sus hijas. También en esa época se descubre otra “Cárcel del Pueblo” en El Manantial (población ubicada en el límite sur de San Miguel de Tucumán), que las hacían, en la mayoría de los casos subterráneas, para alojar allí a los secuestrados, con la posterior exigencia de rescate por dinero. En El Colmenar (población ubicada en el límite norte de San Miguel de Tucumán) la policía, se incautó de un arsenal de los extremistas. En agosto de 1974 un comando (al parecer eran montoneros) quiso secuestrar al ingeniero José María Paz. Se supone que al resistirse lo balearon y luego murió. En mayo de 1971, la Policía Federal usó helicópteros para rastrillar el sur de la provincia; en la zona de Santa Lucia, donde ya operaban los guerrilleros, más de 100 personas son detenidas en noviembre y al mes siguiente el empresario José Siderman es secuestrado. Al gobernador Juri también se le complican las cosas con dos conflictos policiales, a que dan lugar, a pedido de él, a la llegada de efectivos de la Policía Federal. Decreto 261: El 9 de febrero de 1975, la presidenta de la Nación, María Estela Martínez de Perón dicta el decreto 261 que ordena aniquilar la Subversión. De inmediato se puso en marcha el denominado “Operativo Independencia”, bajo el mando del general Acdel Vilas. Participaron de las operaciones más de 5000 hombres, la mitad de la V Brigada de Infantería y a los que se agregaban todos los policías de Tucumán supeditados al mando del Ejército. Gral. Acdel Vilas Partes de Guerra: En el mes de febrero comenzaron a informar sintéticamente sobre operativos, combates y bajas de oficiales. Además el ejército prohibió a la prensa dar información de los guerrilleros. Pero éstos también daban “Partes de Guerra” de sus luchas exitosas. El método que usaban era el siguiente: llamaban por teléfono a uno o dos periodistas de LA GACETA, que evidentemente conocían, entonces identificaban a la organización a la que pertenecían diciendo: “Hablamos del ERP. En el segundo baño de hombres del Colegio Nacional hay un parte de guerra”. De inmediato el periodista se fue hasta allí, pidió permiso al Rector quien le dijo: “Llegaste tarde, acaba de irse la (Policía) Federal y se llevó el parte- Vemos, entonces, que los teléfonos del diario estaban “pinchados” A veces el ERP llamaba a la casa de algún periodista haciendo el aviso y concluyendo con una severa advertencia: “Si el diario no publica, atenete a las consecuencias”. Un parte de guerra del ERP dado a LA GACETA fue muy particular: informaba de una exitosa acción en la que se había derribado un helicóptero en la Quebrada de Lules. Narraron lo que pudieron hacer las ráfagas de ametralladoras desde lo alto de un árbol. Acompañaron el informe con un prolijo dibujo hecho en perspectiva. El Ejército no informó de esta acción. Los Partes del Ejército: Los partes militares eran oficiales y se entregaban bajo recibo. En febrero informaron del combate de Pueblo Viejo (Dpto. Monteros), donde muere el Teniente I Héctor Cáceres; en junio se libraron combates en Las Mesadas, Río Los Sosas (ambos en Dpto. Monteros), Río Famaillá, Aguas Arriba y en la zona de Estación Experimental Agroindustrial INTA Famaillá (todos en Dpto. Famaillá). A partir de noviembre de 1975 entraron en acción los cazabombarderos Douglas de la Fuerza Aérea. Todos los días atacaban la zona ocupada por los guerrilleros. La lucha era descarnada y cruel. (*) Especial para Corrientes al Día de Oscar Portela
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.