Humor
El 7D en HD por Alejandro Borensztein
HUMOR POLÍTICO
Se acerca el 7D, Compañera Jefa, y ya es tiempo de tomar decisiones. Estuve viendo lo que le pasó a Lanata en el aeropuerto de Caracas. Después, lo que le hacen a algunos amigos que critican al Gobierno (ex amigos, obviamente). Y también todas las cosas lindas que, desde los medios oficialistas, les dicen a los que laburan en los medios chanchos. Por eso, yo ya tomé mi decisión: me entrego y chau.
Por mí, no se preocupen más. No se gasten en tratar de torcerme el brazo porque yo me lo tuerzo solito. No hace falta que me maltraten, ni me crucen un auto, ni me manden un tipo con un diente de oro, ni nada. Ya lo pensé y estoy re convencido: me rindo. Incondicionalmente. Le digo más Jefa, quiero colaborar. Total, para monopolio prefiero el que están armando ustedes que es mucho más grande, más seguro, y tienen mucha más guita.
Si me aceptan, pongo a disposición toda mi experiencia y conocimiento sobre Canal 13, el único en HD. Conozco esos pasillos mucho mejor que los amigos de López Rega, que ya lo ocuparon en el 74 y ahora van por el bicampeonato . Sé dónde esconden los papeles, los tapes, los gatos, todo. Es más, ya tengo pensada la nueva programación.
Por ejemplo, el noticiero de la mañana lo desdoblaría. De 6 a 8, mantenemos “¡Arriba argentinos!” pero lo transformamos en un noticiero para el 54%. Y de 8 a 10, hacemos “¡Levantate Cipayo del Orto!”, para el 46% restante.
A “Telenoche” le cambiaría los conductores. Chau María Laura. Busquemos otra mina querible, familiar, simpática, buena onda. ¿Qué le parece Diana Conti? Piénselo. En cambio, reemplazar a Santo Biasatti es más difícil: el tipo es serio, solemne.
Habría que hacer un casting de adustos. No le digo un Moreno porque lo necesitamos para otras cosas, pero podría ser Jorge Coscia, Artemio López, Depetri, en fin, kirchneristas que siempre andan con cara de culo hay unos cuantos (nunca los entendí, si ganando elecciones ponen esa cara, la que van a poner si algún día, Dios no lo permita, llegan a perder).
Rajaría a todos los periodistas, incluido el que da el informe del tránsito.
Chau Ernesto Arriaga. Basta de choques. Para reemplazarlo, me gusta mucho la dupla Jaime/Schiavi. Me los imagino explicando los cortes de calles y las complicaciones en rutas y autopistas. El único detallecito es que no les permitiría decir esa clásica frase final: “Trenes, subtes y premetro funcionan con total normalidad”. Por las dudas. Digo, para que la gente no nos venga a quemar el canal.
Hay mucho por hacer. ¿Vio el “Prende y Apaga”? Afuera Lapegüe. Para mí, el conductor ideal sería Julio De Vido. Ahora que se viene el veranito y hay problemas de energía, el tipo podría salir a la noche y decir: “A ver, los amigos de esa curtiembre en San Luis… ¡apaga!… y esa fábrica de plásticos en Pompeya… ¡prenden!! pero sólo hasta las 6 de la tarde!…” y así vamos organizando los cortes en la industria y cumplimos con la famosa función social de los medios.
“Cuestión de Peso” sigue, pero sacamos a los gordos de la corpo y ponemos a todos los gordos nuestros. Los de la CGT. Me muero por ver la cara de Lezcano, el de Luz y Fuerza, cuando Cormillot le diga: “Ey vos, a partir de hoy se acabaron los mostacholes con estofado, ok?”. Con cuidado, por supuesto, no sea cosa que se vuelvan con Moyano.
El otro programa que mantendría es el de los viajes, “Resto del Mundo” . Pero yo lo rajaría a Iván de Pineda y lo pondría al ministro de Defensa Puricelli que es mucho más fachero. ¿Primer destino? ¡¡Ghana!! Me lo imagino al tipo caminando por el puerto, “a mi derecha están los puestitos de cornalitos, a mi izquierda podemos ver esta bella Fragata tan parecida a nuestra querida Fragata Libertad”, y así disimulan la pelotudez que se mandaron.
Ese programa también lo podría conducir Timerman, pero a él le tengo reservado uno que dan en Telefe (podemos usar todo, total es todo nuestro no?): “Perdidos en la Tribu” . ¿Lo vio? Mandan a un argentino a vivir a una tribu, por ejemplo, en Africa. Muy interesante. Yo lo haría con el canciller y en el primer capítulo lo mandaría a… Irán!!
Es más, que haga su famoso casamiento allá. Que vaya con la familia, los invitados, el rabino, todos. Y después que vuelva y nos cuente cómo le fue. Hasta podría contratar un par de talibanes para que le animen la fiestita. Tal vez, de los 400 invitados, sólo vuelvan 8 ( Luis D’Elía y 7 más ), pero vale la pena.
De Telefe, también me llevaría “Gracias por Venir”, el de Rozín. ¿Lo vio? Hacen tributos a personalidades menores como Brandoni, Francella o Darín, con testimonios que no tienen ninguna gracia porque muestran el pasado verdadero. No tiene creatividad.
En cambio nosotros lo podemos hacer, pero inventando el pasado, con testimonios trucados. Mucho más creativo. Por ejemplo, le hacemos un tributo a Alicia Kirchner con gente que cuente cómo enfrentaba a la dictadura en Santa Cruz. O un tributo a Boudou con testimonios falsos que muestren que, en lugar de militar en la UPAU (la juventud de la UCeDe que pedía la libertad de Videla y apoyaba las políticas de Cavallo), el tipo era un líder de la organización H.I.J.O.S.
Es más, si me apura un poco y tiene un ratito, no sabe el programón que hacemos con usted. ¡¡Imagínese la cantidad de testimonios que podemos llegar a inventar!!
Habría que revisar bien, Jefa, porque en el canal hay algunos formatos que se podrían usar y otros que ya no sirven más. Por ejemplo, “¿Quién quiere ser millonario?” no tiene sentido porque ustedes ya son todos millonarios, pero podríamos buscar algún reality para seleccionar un candidato para el 2015. La reforma la veo difícil y los candidatos que teníamos no sirven.
A Scioli no lo queremos más, y Amado, bueno… ya todos sabemos lo que es Amado. Les podríamos apostar a los más jóvenes como Kicillof pero todavía no lo conoce nadie. Tal vez en Capital lo junan un poquito, pero según las últimas encuestas de Poliarquía, en el conurbano creen que Kicillof es una marca de vodka.
Se me ocurren muchas ideas, pero la que más me gusta es que cada vez que termine un programa aparezca la bandera y la locutora diciendo: “Acá finaliza un programa de televisión. A partir de este momento, los canales continúan con la habitual Cadena Nacional”. Ahí entra usted y hace su show. Cada dos o tres horas, no más. Para no cansar al público.
“Gobernando por un sueño”, lo mejor de la tele. Un éxito. Un sueño hecho realidad. Un programa simple, contundente, polémico, deslumbrante, inolvidable. Lástima que no vamos a poder vender el formato en el exterior. Difícil que algún presidente del mundo occidental y democrático se anime a hacerlo.
A mí no, amigo lector. A mí no me puede engañar. Yo sé que por momentos se enfureció, se indignó, se asombró y hasta estuvo tentado de reirse. Lo único que seguro no hizo fue cambiar de canal o apagar el televisor.
(Alejandro Borensztein; www.clarin.com) La vio usted, la vi yo. La vimos todos. Es un vicio. No podemos soltar. Hace años que tenemos este problemón: el kirchnerismo nos distrae de lo importante.
Deberíamos estar obsesionados por los 35.000 palos verdes de deuda que el año pasado tomó el ministro de Finanzas Luis Caputo para tapar el agujero fiscal que nos dejaron los cráneos que se fueron. O de los 20.000 palos que ya agregaron en 2017 (sin contar la que tomaron las provincias).
¿Cómo se para esta bola de nieve? ¿Bajamos el gasto? Te matan. ¿Subimos los impuestos? Te ejecutan ¿Un poco de cada cosa? Te putean todos a la vez ¿Vamos de a poco? Sos un cobarde ¿Vamos rápido? Sos un despiadado. El debate se recalienta hasta que suenan las sirenas antiaéreas, aparece Ex Ella y todo queda en segundo plano. Nada puede competir con el show del kirchnerismo.
Una hora y media por televisión ante cuatro muñecos que no le preguntan nada, y no hay con qué darle. Inútil pretender hablar de otro tema. Cualquier otra cosa parece menor. Superflua. Intrascendente. Postergable.
No deberíamos perder tiempo en las barbaridades que dijo, y sobre todo en todas las que no dijo. Ni la menor autocrítica. Terminemos con el verso y digamos las cosas como son: la señora Cristina Elizabet Fernández de Kirchner dejó un avión volando en el aire, con todos los argentinos a bordo, sin nafta, sin radar, con las cuatro turbinas apagadas, el instrumental arruinado y, sin siquiera pasarle el comando al nuevo piloto, agarró su cartera y se tiró en paracaídas. No se hizo ni se hace cargo de nada.
Ante esto, es muy difícil entretenerlo a usted, amigo lector, con el hecho de que cada dos minutos Caputo se baja del Tienda León que lo trae desde Ezeiza a la Casa Rosada, con una valija llena de dólares por los bonos que anduvo repartiendo por todo el mundo, y le dice al ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, “tomá, acá te traje la mosca”.
Que el agujero que hay que tapar siga siendo tan grande como antes debería ser la preocupación número uno. El kirchnerismo fue al déficit fiscal lo que los desodorantes y aires acondicionados al agujero de ozono.
Pero no. Aparece Ex Ella desplegando sabiduría e inmediatamente desatendemos lo importante. Quedamos atónitos cuando explica que “un depto en Constitución habitado por tres personas paga 900 mangos de agua por bimestre mientras uno igual en Recoleta, donde vive una sola persona, que ni siquiera vive ahí sino que lo usa cada tanto, paga 2.300. No hay equidad”. Tal cual así lo dijo (ver en youtube, minuto 37:30 de la entrevista). Sólo faltó que dijera que esa persona de Recoleta vive la mitad del tiempo en Capital y la otra mitad en El Calafate.
O sea, pasamos de aquella estadista hotelera latinoamericana a esta heroica cacerolera de Barrio Norte quejándose porque le aumentaron el agua. Después de doce años de política energética de la peor derecha con despilfarro, cero conciencia ambiental, ninguna política verde, demagogia tarifaria y choreo en las obras e importaciones, ahora nos viene a enseñar qué hacer con las tarifas.
Y usted se vuelve loco y empieza a mandar whatsapp a su grupo de gorilas sin pensar que en realidad lo importante es que, cuando el ministro Dujovne recibe la guita que Caputo trajo del exterior, lo mira y le dice, “gracias gato, pero me trajiste dólares y yo los sueldos y los certificados de obra los tengo que pagar en pesos, cambiámelos”.
Caputo, que después de 12 horas de vuelo lo único que quiere es irse a su a casa, pegarse una ducha y tirarse a apoliyar, le contesta: “¿Y que querés que haga? ¿qué vaya con 5.000 palos verdes a un arbolito de la calle Florida? Arreglate, macho”.
Entonces Dujovne se cruza al Banco Central con el valijón repleto de dólares y le pide a Sturzenegger que se los cambie por pesos para pagar las cuentas y cubrir el rojo con el que nos fundieron Axel, Moreno y su pandilla. Así va girando una rueda que de a poquito nos va llevando hacia un quilombo chino sin que todavía nadie haya convocado a un acuerdo nacional para ver cómo lo frenamos.
No importa. Usted sigue empantanado mirando esa rascada televisiva. Cinco sillas, una mesita y un teloncito. Sólo faltaba el potus. Muy lejos de aquellas cadenas nacionales producidas sin escatimar ni un solo mango del Estado. Pero uno se queda igual estupefacto frente a la pantalla porque cada dos minutos te tira un título, como cuando denuncia que hoy los jóvenes sienten que su vida no vale nada “y por eso los pibes de 18 salen de caño”, sin siquiera detenerse a pensar que cuando ella y su amado Centro Cultural llegaron al gobierno, “el pibe de 18 que hoy sale de caño” tenía 4 añitos. Así y todo, pretenden echarle la culpa a Vidal o a Macri.
Y usted se vuelve loco, se enrosca y tiene razón, pero en realidad debería preocuparse por algo más importante: cuando Sturzenegger le da los pesos a Dujovne para que a su vez Dujovne le pague la jubilación a su abuelo, lo primero que hace el nono es ir al supermercado a gastarse una luca tratando de poner algo en el changuito. ¿Qué hace el supermercado con los 1.000 pesos que dejó su abuelo? Separa 100 mangos para pagarle al productor de naranjas o al de leche y con los 900 que le sobran sale corriendo al banco, no sea cosa que la inflación le morfe su modesta ganancia.
Yo sé que en este punto es donde se abre la eterna discusión entre la famosa carga tributaria y los ya tradicionales hijos de puta que engalanan la cadena de valor.
Pero nada de esto le importa a nadie porque ahora esta señora nos advierte con bombos y platillos que van a venir por las cajas previsionales, como si ella no hubiera usado la ANSeS para gastar en cualquier cosa que se le ocurriera, incluídos los avisos en los programas de televisión de la falange neofascista de Gvirtz y Spolszki.
Los cuatro periodistas solo le preguntan lo pautado, como ella misma reconoció al aire.
¿Por qué no va a comer con Mirtha si es tan guapa? ¿O un simple desayuno con Rozín? Si eso es muy riesgoso, aunque sea podría llevar el perro a lo de Guido Kaczka y contestar alguna una preguntita en serio. Pero no. Se da el lujo hasta de conducirles el programa.
Obvio, es su programa, en su canal. Pero comprado con nuestra guita. El dueño usó los impuestos a la nafta que evadió, colaborando él también en el famoso agujero fiscal que es lo que más debería preocuparnos. ¿O qué cree usted, amigo lector, que hace el banco cuando recibe los pesos que el nono dejó en la caja del supermercado después que Dujovne le pagó, una vez que Sturzenegger le cambió los dólares que los fondos financieros le prestaron a Caputo?
Fácil: lo llaman otra vez a Sturzenegger y le dicen: “¿Te compro dólares y te disparo el verde o los pongo en la calle y te disparo la inflación?” “Noooo!! – dice el presidente del Central – dámelos a mí, que yo te doy Lebac y te pago el 25%”. Y así sigue girando la ruleta rusa.
“¡¡Nos estamos endeudando!!”, dice esta señora que generó el mayor gasto público improductivo y déficit fiscal de la historia financiado con 1.000% de inflación y todas las reservas del Banco Central. Recibió de su marido 50.000 palos verdes y lo entregó vacío. En realidad, si me apuran y descontamos los encajes bancarios, lo entregó en rojo. O sea el avión sin nafta, sin radar, sin instrumental y con los motores apagados.
Para resolver un quilombo muy parecido a este, los españoles firmaron en 1977 el Pacto de la Moncloa entre todos los actores políticos de aquel momento.
Acá no. Acá miramos televisión. Es mucho más divertido. Pero carísimo.
Si algo quedará de la semana que termina este sábado 18, porque por si no sabe, la semana empieza el domingo y no el lunes; es que quedaron al descubierto muchas estrategias similares y cayeron muchas caretas que se pudieron comprar con dinero, o con Mastercard. Pero el silencio del abandono de los compañeros para con el intendente caído, eso sí que no tiene precio.
Esta semana sí que arrancó con todo, allanamientos por doquier, detenidos por decenas, confiscación de autos, camionetas, camiones y hasta lanchas, nada más y nada menos que en la cuna de uno de los santuarios religiosos más conocidos de la Argentina y tal vez del mundo cristiano.
Primos, hermanos, hijos, amigos y entenados compartieron un viajecito a Buenos Aires gratis, pero bueno, iban esposados y con una larga caravana de gendarmes que no eran justamente, compañía sino custodia.
Todos ellos o casi todos, provenientes de la localidad de Itatí, donde parece que lo único que no era tóxico era la Virgen Morena. Todo lo demás, envuelto en ladrillitos, no de Rasti justamente, enrollados en papelitos o en algunas otras ingeniosas formas.
Pero lo que todavía no se puede entender; es el “silencio de los no inocentes” que hasta hace muy poco se rasgaban las vestiduras por el hombrecito sin sombrero gris que, esposado y en pantaloncito corto, esperaba sentadito en una silla junto a un gendarme que parece, ni ganas de sonreír a la cámara tenía.
Silencio por acá, silencio por allá. Solo algún estertor débil que más que de apoyo parecía de confesión. Pero el detenido más importante, se fue a Comodoro Py, sin escuchar una sola voz de compañía, o por lo menos un susurro de “no te preocupes, está todo bien”.
Eso sí, el dinero pudo comprar algunos mendrugos de “mentiras” para intentar una campaña “de patas cortas” que duró lo que manteca en el hocico de un perro, pero los alter egos de las redes sociales; esos que pescan en la pecera, salieron exultantes a mostrar lo que, antes de que terminen de publicar, ya se sabía que era mentira.
Algún boludo importante quiso ser más papista que el Papa y se lanzó a la pileta sin mirar si había bañero, pero no era la primera vez que el porrazo que se pegaba lo dejaría más tilinguito de lo que es.
Hubo algún otro que sin entender muy bien lo que pasaba puso un título marketinero con un video que desmentía su título pero, como dicen los chompiras cuando te devuelven lo que te robaron; “una propina me tiene que dar porque el trabajo ya está hecho”.
Así termina esta semana, pum para arriba como dicen también en la tele, aunque en este caso, los presos están pum para abajo y sus socios, los del mutis por el foro; posiblemente esperen una nueva oportunidad de usar las “patitas cortas” para volver a intentarlo.
Corrientes viene ya desde el 2015, recibiendo gran cantidad de agua en todo el territorio provincial a causa de lo que se conoce como fenómeno “El Niño”, mientras que en el kichnerismo residual, el “fenómeno del niño que nunca fue de oro”, es lo único que atrae reuniones, cónclaves, cumbres y otras yerbas.
Ocurre que el compañero Surubí, embretado entre saltar el cerco hacia el peronismo o quedarse con el kirchnerismo residual del senador velerista y los camporistas en retroceso, se muestra mucho más preocupado por encontrar la unidad, pegada con “la gotita”, que interiorizarse de la grave situación que están atravesando, no solo los gauchos del interior de su poblado, sino de toda la provincia.
Por otra parte, el querido Profe, tiene encima toda la responsabilidad de una fiesta pesquera que está a punto de naufragar por las grandes lluvias y las graves inundaciones, pero sigue derrochando dineros públicos y optimismo; más lo primero que lo segundo, promocionando una ciudad a punto de hundirse literalmente, con las calles asfaltadas en pésimas condiciones y la periferia ahogada entre el agua y el barro.
Eso sí, el fraude de la cumbre de intendentes para lanzar la candidatura a gobernador para el 2017 del senador velerista no pudo esperar a que por lo menos bajaran las aguas o amainaran las lluvias y terminó pero de lo que comenzó, ahogados en su propia interna, justificándose echando la culpa al otro, como corresponde al relato de los últimos doce años del kirchnerato.
Mientras tanto, con los oídos tapados todavía por los votos que derrotaron al kirchnerismo y que no pueden terminar de entender, tanto el senador como el profe y otros relatores especializados, siguen tratando de imponer en la agenda de la gente el tema de la prórroga de mandato del gobernador, quien ya dijo que eso no existía.
Es así que sin capacidad de reaccionar, metidos en sus problemas internos hasta el caracú y ciegos a la realidad que golpea la provincia, el kirchnerismo, justicialismo, camporismo, cristinismo o como pretendan llamarse quienes dicen ser los herederos del relato de la década, que más que ganada a esta altura ya es encarcelada; se mueven en sus peceras, usando el último atisbo de oxígeno que les queda, convenciéndose de que las cosas ya van a mejorar.
Pero el 2017 todavía está lejos y el oxígeno político de toda esta hermandad imputada, procesada, o a punto de ser expulsada, como es el caso del hombre de la Perla del Paraná, se acaba más rápido. “Respiren poco y lento” fue la orden, pero al parecer hasta ahora, nadie hizo caso.