Opinión
El doble discurso de la Iglesia
RENUNCIA DEL OBISPO DE SANTIAGO DEL ESTERO (*)
Para que no haya confusión, lo aclaramos desde la primera línea: por doble discurso no nos referimos a la orientación sexual de Juan Carlos Maccarone sino a la política eclesiástica. La Iglesia emitió un comunicado condoliéndose del renunciante, lo que nos parece perfecto. Lástima que durante años trató a los homosexuales de “enfermos” y “contrarios a la ley natural”. ¿Un homosexual de mitra obispal merece misericordia y los otros no?.
SÍ HAY ANTECEDENTES Los hechos son conocidos por todos. El obispo Maccarone, que hacía seis años había sido designado en la diócesis de Santiago del Estero, presentó su renuncia luego que se distribuyera un video donde se lo vería manteniendo sexo con un remisero de 23 años. La diplomacia del Vaticano, que suele actuar con la prisa de una tortuga, le aceptó la renuncia en tiempo récord, cuando muchos obispos argentinos aún no conocían la novedad, o decían no conocerla. Qué lastima que la velocidad de la luz romana no haya sido puesta para tomar decisiones sobre el caso Baseotto. Desde principios de año el Estado papal se niega a recambiar su obispo castrense en Buenos Aires, dejado cesante por el gobierno tras haber deseado que al ministro de Salud lo arrojaran al mar con una piedra de molino atada al cuello por distribuir preservativos. Inmediatamente de conocida la noticia, la mayoría de las miradas se dirigieron a las mafias actuantes en el viejo feudo de los Juárez. Es que, aún derrocados en 2003, se sabe que conservan mucho poder. Y más capital aún atesora Néstor Ick, dueño del mayor emporio económico de la provincia fundado al socaire de aquel clan. Aparentemente allegados al empresario habrían hecho la distribución del mencionado video. Algunos dirigentes del Partido Justicialista, indignados por la sospecha sobre su eventual actuación en este escándalo, manifestaron a modo de descargo que esa agrupación nunca había espiado a nadie. Tal aseveración se da de narices con la historia: los archivos de la sección política de la Policía Federal, quemados en 1973 por el entonces ministro Esteban Righi, reaparecieron en manos de la Triple A para perseguir a peronistas y no peronistas. La SIDE menemista espió a medio mundo y los videos aparecían y desaparecían según las necesidades políticas, como sucedió con las filmaciones del ex juez Juan J. Galeano en la causa AMIA. Por eso no tendría nada de extraño que los viejos popes de la tierra de las chacareras, o colaboradores suyos, hayan estado detrás del video que terminó con el obispado de Maccarone. Se dice que en 2003 los Juárez tenían 30.000 carpetas con fichas de personas investigadas, inclusive del clero, fruto de la labor policíaca del comisario Musa Azar, ex represor durante la dictadura. Seguramente tenían la ficha de Maccarone, que los importunaba desde 1999. En cambio no tenían nada sobre el ex obispo de Añatuya, Antonio Baseotto. Es que el actual obispo castrense era uno de los suyos y hacía denuncias sobre falsos campamentos guerrilleros en Santiago, cuando la realidad indicaba que entre “Nina” y “El Tata” vaciaban lo que quedaba en pie tras el huracán social de diciembre de 1993. DOBLE RASERO DE LA CURIA La noticia sobre el traspié del obispo del noroeste se conoció el viernes pasado, luego que el papa Ratzinger le aceptara la renuncia elevada en términos de “enfermedad o causa grave”. Una vez que se supo la salida del obispo, casualmente el canal 7 de Santiago, en poder del grupo Ick, dejó en suspenso un especial con el video del remisero y su famoso amante de sotana negra. El objetivo había sido logrado y no hacía falta agitar más las aguas, al menos por el momento. Hubieron de transcurrir 72 horas para que la Comisión Ejecutiva del Episcopado diera a conocer un comunicado. Por enfermedad de su titular, el obispo rosarino Eduardo Mirás, la responsabilidad del texto de la curia recayó en Jorge Bergoglio. La letra del comunicado tuvo un sentido casi humanista porque expresaba “dolor y desconcierto” ante la mencionada renuncia y sostenía que acompañaba a Maccarone “con afecto, comprensión y oración”. Conociendo algo la trayectoria del arzobispo de Buenos Aires, uno se quedará con la duda de si en su fuero íntimo no disfrutaba de esta desgracia por una cuestión política y personal. Maccarone fue el anfitrión de Néstor Kirchner el 9 de julio último y autor del tedéum en Santiago del Estero, cuando Bergoglio debió levantar la tradicional ceremonia en la Catedral de Buenos Aires. El mensaje de uno y otro hombre de la Iglesia diferían notablemente: el del norte acompañaba el sentido de la gestión oficial y el capitalino es un acérrimo crítico conservador. Ese interrogante es una especulación político-periodística sin ninguna forma de demostración fáctica. Lo que en cambio no admite lagunas es que esta vez la postura de la Iglesia difirió de medio a medio con lo que suele ser su ortodoxia para condenar a los diferentes, homosexuales. El entonces papa Wojtyla manifestó durante el Angelus, cinco años atrás: “quisiera recordar lo que dice el catecismo de la Iglesia Católica, de que los actos de homosexualidad son contrarios a la ley natural” (Ambito Financiero 10/7/2000). Una semana antes había prohibido hablar sobre homosexualidad al obispo francés Jacques Gaillot, expulsado del clero “por promover el uso de preservativos para prevenir el Sida y pedir una mayor tolerancia para la homosexualidad”. El teólogo personal del Papa y de la Casa Pontificia, Georges Cottier, publicó en esos días de 2000 una nota en el diario vaticano L´Oservatore Romano. Se reiteraba allí que los actos homosexuales son pecado y se condenaba la solicitud de legalización de parejas del mismo sexo con permiso para adoptar niños. Si la posición de Bergoglio y otros obispos fuera sincera, tendrían que extender su comprensión hacia todos los homosexuales, lesbianas y travestis aunque nunca hayan orado en la Capilla Sixtina. ANTES QUE PASEN SIGLOS La doctrina antihomosexuales será ratificada por el papa Ratzinger, que la reelaboró desde la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ese fue el libreto al que echaron mano los obispos argentinos, con algunas excepciones como cuando les tocó analizar conductas de personajes de su propio palo. El arzobispo santafesino Edgardo Storni, acusado de abusos sexuales a seminaristas, fue sostenido por el Papa Wojtyla en 1995 y así conservó su cargo hasta 2002, cuando lo dejó pero sin perder su “grado”. Storni vive con una elevada jubilación pagada por el erario público en una casa de la curia en las serranías cordobesas. Y conste que en nuestra laica opinión no se deben comparar los casos de Maccarone y Storni y menos aún con el de Julio Grassi, presunto abusador de menores. Que se sepa Maccarone no abusó de nadie. Simplemente fue traicionado por un amante enojado por asuntos de empleo e ingresos, algo que sucede a menudo con los amores heterosexuales. Si el obispo era tan culto, progresista y sensible a las causas de los más desposeídos, como se ha destacado de su personalidad, ¿por qué el Vaticano le aceptó la renuncia? ¿Por qué el propio damnificado la presentó invocando “enfermedad o causa grave”, si su supuesta homosexualidad no es una enfermedad y tener una disputa con un amante no es algo grave? La razón de que la carrera eclesiástica del filmado sin su conocimiento haya tenido un final, es bastante obvia. Esta Iglesia, con Ratzinger y Bergoglio, no está dispuesta a revisar sus retrógrados criterios sobre sexualidad, procreación responsable, preservativos, celibato, etc. Nadie podría establecer una conexión directa entre celibato y homosexualidad, en términos de causa y consecuencia. Pero dicho en otros términos, si la institución permitiera que -desde monjes hasta cardenales- sus integrantes pudieran tener una vida sexual normal y de acuerdo a su orientación, incluyendo la posibilidad de casarse y tener familia, es posible que habría menos casos de pedofilia, abusos, monjas que abortan, etc. Además, como recordó el cura Guillermo Mariani, el primer Papa fue Pedro, “un hombre casado”. En todo caso, con un celibato optativo, las noticias serían que el cura fulano de tal se casó con tal laica o tal monja, o que se separó de ella, o que había resultado homosexual o su compañera, lesbiana. Así ocurre en la vida con los seres humanos de carne y hueso, cosa que los obispos también son aunque algunos se crean nacidos del espíritu santo. Mal que les pese, ellos también se reportan al árbol genealógico estudiado por Charles Darwin. Ayer se conoció un mensaje de Hebe de Bonafini donde le decía al renunciado: “las Madres que sufrimos la represión y el desprecio de tantos obispos que participaron directamente de la dictadura como Antonio Plaza, Emilio Graselli, Emilio Ogñenovich, Héctor Aguer, Adolfo Tortolo, Victorio Bonamín, Carlos Galán, Raúl Primatesta, lo acompañamos”. La Iglesia tendría que tomar nota. De lo contrario llegará siempre tarde a la verdad, como le ocurrió con la Inquisición. Esta abrasiva institución nació en 1232 y aún en junio de 2004 el Vaticano buscaba un “juicio sereno y objetivo” para una revisión que no lo dejara mal parado. (*) Recibido por Corrientes al Día de La Arena, por EMILIO MARÍN
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.