Regatas le ganó 78-69 a Libertad, empleando una gran defensa. El cambio de actitud sirvió para que el equipo del parque Mitre deje atrás dos derrotas dolorosas como visitante. Fue clave el aporte de Sebastián Acosta en el último cuarto. Los de Sunchales tenían la chance de alcanzar la cima. Más de 3.500 personas festejaron en el Estadio de los Sueños. Mañana, frente a Ben Hur, habrá que acentuar la mejoría.

(Diario Época) Hogar, dulce hogar. No hay mejor dicho popular que afine con este Regatas. Alcanzó con que vuelva a presentarse en Corrientes para que la sonrisa reaparezca en el equipo del parque Mitre. Anoche, en el adelantado para la televisión, venció con justicia al empinado Libertad, de Sunchales, por 78-69, y así retoma la expectativa en la Liga Nacional de basquetbol. Nuevamente, como en las anteriores actuaciones de local, ya con Silvio Santander al frente del plantel, fue fundamental la defensa que empleó Regatas maniatando por varios pasajes a un Libertad dependiente de su dúo foráneo y Andrés Pelussi. El éxito, además, sirvió para igualar la línea de Ben Hur (6º, con 36 puntos), aunque con un partido más. Precisamente los rafaelinos serán rivales mañana, buscando extender la racha en el Estadio de los Sueños, que anoche lució colmado por más de 3.500 personas. Determinante resultó Sebastián Acosta en el último cuarto, para abortar cualquier intento de reacción de Libertad. El polifuncional bonaerense se despachó con 11 de sus 15 puntos en el parcial para sellar el destino del encuentro. Aunque evocar un solo nombre sería injusto para un Regatas íntegro en defensa, con la actitud que se le reclamaba tras las duras caídas como visitante frente a Central Entrerriano y Belgrano, de San Nicolás. El juego largó parejo hasta que promediando el primero cuarto Regatas tomó distancia de cinco (15-10) gracias a un par de triples de Salles. Por entonces, Román González anulaba a Battle y Libertad solo respondía vía Cleotis Brown (8) quien sacaba ventajas sobre Selleaze. Pero en los cinco minutos posteriores, Regatas apenas metió un doble producto de la marca férrea que planteó Libertad, con un Battle intimidante (3 tapones en ese lapso). También Pelussi ayudó para el parcial de 8-2 que le permitió irse arriba por la mínima a la visita, 18-17. El segundo fragmento pareció abrirse para Libertad porque Battle (ocho) se adueñó de la pintura y Ruiz Moreno clavó un tiro lejano. Pero el cambio a la marca zonal 2–3 le reportó dividendos a Regatas. Una racha de 16-8 puso al local nuevamente al frente 39-34, a los 19 minutos y fracción. Fueron fundamentales en ese pasaje Diego García y Ron Selleaze. El primero porque exigió con sus penetraciones y fue seguido a la línea (4/6 libres); el estadounidense, en tanto, porque se concentró más en defensa (6 recuperos) y además siguió aportando goleo. Entonces era merecido que Regatas vaya al descanso largo ganando (39-36). Entusiasmado se lo vio al conjunto de Santander reiniciadas las acciones, con gran espíritu combativo en defensa. Eso le permitió desenvolverse sin presiones en ataque y repartir las definiciones hasta encontrar una ventaja de 49-40 a los 24:13. Libertad remontó con los libres de Pelussi (5/6) y quedó a tiro, 47-50, faltando un minuto para finalizar el tercer período. Pero allí tomó la posta Selleaze y clavó seis seguidos para devolverle tranquilidad a Regatas (56-48). Para frustrar de antemano a Libertad, surgió la “mano caliente” de Sebastián Acosta, quien primero capitalizó desde la línea (3/3 libres) una infracción de Müller y después descerrajó un triple. Eso le permitió a Regatas escaparse por un promedio de once (59-48…64-53). Libertad, que no hallaba mayores respuestas en ataque por la solidez regatense, vio que el reloj también empezaba a apremiar y poco más pudo demostrar. Igualmente, ante cualquier atisbo de reacción, Regatas aplacaba su ímpetu con alguna aparición del propio Acosta o Diego García, quien también asestó un triple clave, acaso determinante. Quedaban apenas 1:36 minutos y el acierto del santafesino dejaba a Regatas 76-65 arriba. El resto pareció estar de más. El equipo del parque Mitre había dejado atrás un rival complejo y ahora intentará prolongar su versión mejorada ante Ben Hur, equipo que ostenta una marcada paternidad (1-10).